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Balacera en Aurora:  alienación capitalista mata 

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23 Febrero 2019 55 visitas

AURORA, IL, 15 de febrero—Hoy, Gary Martin, un obrero negro de 45 años de edad, abrió fuego sobre sus supervisores y compañeros de trabajo después de ser despedido del Almacén de la Compañía Henry Pratt en Aurora, un suburbio al oeste de Chicago. Martin mató a cinco personas antes de ser matado a tiros por la policía.
El fatal e inexcusable ataque es una manifestación extrema de alienación generalizada que corroe los pensamientos y acciones de millones de trabajadores quienes sufren del capitalismo por todo el mundo. Ya que los tiroteos masivos han sido ocurrencias con más frecuencia, hace que sea aún más esencial de cuestionar y desafiar la deshumanizante e implacable esencia del propio sistema de ganancias global.
Más que nunca se necesita un movimiento masivo revolucionario para derrotar el capitalismo y reemplazarlo con una sociedad igualitaria comunista. En vez de la implacable competencia y la promoción de propio interés, los trabajadores uniéndose al Partido Laboral Progresista, el Partido internacional de masas, podemos construir una sociedad igualitaria donde la cooperación es la norma y donde todas las necesidades sociales, físicas y emocionales de los trabajadores se atienden.
Un sistema violento engendra la violencia
Aunque los tiroteos masivos generan los titulares de los medios de comunicación, la violencia con armas en los Estados Unidos de hecho es más insidioso. Según los Centros para el Control de Enfermedades, aproximadamente 39,000 personas murieron de heridas relacionados a las armas en los Estados Unidos durante el año 2016. Alrededor de 2%, o 456 de estas muertes resultaron de los tiroteos masivos. Pero la gran mayoría o sea cercas de 23,000, fueron el resultado de suicidios (Vox, 2/19.)
Lo que significa 23,000 suicidios por las armas en un año es un agudo sentido de desesperación entre una parte significante de la clase trabajadora. Basado en los estudios del mismo año por el Instituto Nacional de Salud Mental, un estimado 16.2 millones de adultos de 18 años y mayor reportaron de haber tenido un mayor episodio depresivo. De estos 16.2 millones, aproximadamente 37 porciento reportó de no haber recibido ningún tipo de tratamiento (nimh.nih.gov, 11/2017.)
Es más, la tendencia de la enfermedad mental demuestra una correlación debido a clase; lo más alto el desposeimiento de los trabajadores bajo el capitalismo, lo más probable en reportar mayores índices de desesperación y abuso de drogas y alcohol que de individuales y familias con más grandes niveles de presupuesto y riqueza (Universidad Princeton, 6/18/18.) Porque el sistema engendra y depende en la alienación de los trabajadores, el capitalismo no puede solucionar el problema de la enfermedad mental y la violencia de armas. Un sistema violenta engendra la violencia. Un sistema enfermo engendra gente enferma.
Aunque los Estados Unidos es por mucho uno de los países más ricos, los Estados Unidos fallan a millones de sus trabajadores y familias en términos de bienestar mentales y físicos. Los servicios de salud mental y los recursos están cada vez más dispersa, pasando a un segundo plano a los más lucrativos establecimientos en cuidado médico como intervenciones farmacéuticas.
La hipocresía de los políticos desenmascarada
Mientras los detalles acerca la masacre de Martin surgió en Aurora, una gama amplia de figuras políticas y oficiales públicos se aprovecharon de la ocasión para hacer sus declaraciones. El recién elegido mil millonario gobernador de Illinois, JB Pritzker, senadores de Illinois, Tammy Duckworth y Dick Durbin, y hasta el presidente de los EE.UU., Donald Trump, quisieron mostrar a la clase trabajadora de que tanto “les importan” los trabajadores cuando la tragedia sucede. Sus hipocresías no tienen límites.
Estos mismos políticos capitalistas son los mismos enemigos de clase que aprueban proyectos de ley y resoluciones que cortan los recursos de salud mentales, viviendas asequibles, beneficios de desempleo y trabajos. Votan para autorizar el bombardeo de nuestros hermanos y hermanas de clase trabajadora en otros países para defender el imperialismo EE.UU., y aprueban patrullas fascistas para la frontera y el aparato masivo de deportación para detener y deportar a millones de trabajadores inmigrantes.
La violencia de Martin, por muy despreciable y destructivo que fue, esto no puede comparar a los crímenes perpetrados diariamente por estos perros racistas en defensa y representación de su sistema. Ellos fácilmente explotan las crisis domésticas como la masacre en Aurora porque esto ayuda a desviar la atención y la culpa de la violencia inherente del capitalismo, con su violencia económica, los asesinatos racistas policiacos, la desigualdad y las guerras por ganancias.
Construyendo el comunismo es bueno para su salud mental
En contrasta a lo solitario del individualismo y la alienación que son inevitables resultados de un sistema basado en la competencia y ganancias, se debe prestar más atención a los impactos positivos y emocionales generado en la lucha colectiva, revolucionaria de la clase trabajadora. Es esencial entender nuestra homogeneidad como trabajadores, quienes se beneficiarán de la destrucción del capitalismo y su reemplazo con una sociedad igualitaria comunista.
A través de nuestra lucha colectiva, la clase trabajadora internacional puede encontrar el sentido del propósito y conexión común que lamentablemente hace falta bajo este sistema. Los tiroteos masivos, la depresión y el suicidio como los conocemos no son inevitables resultados sociales. Está en nuestras manos disminuir sus efectos casi por completo, pero solamente si nos fortalecemos para derrotar el podrido sistema de ganancias que los cría.