CONDADO DEL PRÍNCIPE GEORGE, MARYLAND—El 26 de septiembre, diez policías de tres jurisdicciones rodearon y asesinaron a Leonard Shand, un trabajador negro de 49 años. A pesar de años de lucha contra el terror policial racista (que condujo a dos diferentes decretos de consentimiento de derechos civiles del Departamento de Justicia dirigidos al departamento de policía), el Condado continúa siendo otro flagrante fracaso racista del capitalismo.
Mientras los “líderes” liberales blancos y negros intentaron encubrir las acciones racistas de la policía, los miembros del Partido Laboral Progresista pidieron que estos policías matones fueran condenados por asesinato. Los antirracistas en la reunión estuvieron de acuerdo con esta idea.
¿Cómo se ve la justicia para Leonard? Como una revolución, porque un sistema vicioso de represión racista no se detendrá hasta que la clase trabajadora haga una revolución para abolir este sistema capitalista. La policía en una sociedad capitalista tiene un trabajo que hacer: proteger la propiedad privada y el poder de los patrones, aterrorizando y dividiendo a la clase trabajadora a través de la diaria intimidación y violencia racista. Leonard Shand es el último blanco de este terror estatal. El Servicio de Inmigración y Aduanas (“ICE”) se utiliza de manera similar como una fuerza intimidante contra los trabajadores inmigrantes. PLP continuará a la vanguardia de cada batalla contra la brutalidad e intimidación por parte de la policía y ICE, al tiempo que señala la necesidad de una revolución comunista, multirracial, y antirracista, para poner fin a tal opresión de forma permanente.
Vigilia, convicción y revolución
Cuarenta manifestantes y familiares celebraron una vigilia donde policías dispararon contra Leonard Shand. El asesinato policial y el encubrimiento ya estaban en marcha: el departamento de policía que cometió el crimen estará a cargo de llevar a cabo la investigación. PLP distribuyó DESAFIO y el volante condenando el asesinato racista. También hicieron conexiones con los manifestantes, ampliando así la base para la revolución contra el sistema capitalista racista.
Los próximos pasos en esta lucha son intensificar la campaña para condenar a estos policías por asesinato y reclutar más combatientes para la lucha por la revolución comunista.
La hipocresía de la ciudad revela
el fracaso de la política de identidad
La policía continúa una intensa campaña de relaciones públicas para proteger a los policías asesinos. Henry Stawinski, jefe de policía del condado de Prince George, felicitó públicamente a los oficiales por su “sabiduría” y “procedimiento correcto”. La alcaldesa de Hyattsville, Candace B. Hollingsworth, y la jefa de policía Amal Awad, ambas mujeres negras líderes del capitalismo trataron de crear una narrativa falsa en una reunión comunitaria al decir que la policía actuó apropiadamente, justificando las acciones asesinas de los policías. Esto expone el fracaso de la política de identidad. Uno podría dudar en criticar a estas líderes liberales porque son mujeres negras. Pero la justificación del alcalde y la jefa de policía de este asesinato racista demuestra que los apologistas capitalistas multirraciales siguen siendo capitalistas. La clase trabajadora necesita mujeres líderes negras para la revolución comunista, no el capitalismo.
Muchos apreciaron el volante del PLP que confrontaba verbalmente al alcalde y al jefe de policía por sus esfuerzos por encubrir las acciones de los policías.
Una segunda vigilia y manifestación se llevará a cabo el 25 de octubre, y el movimiento para exigir justicia en este caso continuará. Como declaran nuestros camaradas en Baltimore en los mítines del miércoles del oeste, “¡No pararemos, no podremos parar, hasta que los policías asesinos estén en celdas!”
Y ese día llegará cuando la clase obrera tome el poder y elimine el reinado del capitalismo.

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El asesinato de Leonard Shand
¿Cómo fue asesinado Leonard Shand? Cuando un gerente de Starbucks llamó a la policía para informar el regreso de un hombre que presuntamente había agredido a un empleado, un policía respondió. Leonard no cumplió y el policía le disparo con una pistola de descarga eléctrica y pidió refuerzos.
Llegaron más policías. Leonard sostenía un cuchillo y murmuraba declaraciones suicidas. La jefa de policía de Hyattsville, Amal Awad, más tarde admitió que los policías en la escena sabían que Leonard estaba en una crisis emocional. En lugar de desescalar la situación, los policías le dispararon con pistolas de descarga eléctrica, lo rociaron con aerosol de pimienta, y le dispararon con rondas de bolsas de frijoles. Cuando los policías lanzaron una granada de relámpago explosiva detrás de él, para supuestamente “distraerlo”, Leonard se abalanzó en dirección a uno de los policías por miedo a la explosión. Diez policías luego abrieron fuego con 20 disparos, matándolo. ¡Estos asesinos despiadados esposaron a Leonard!
Un sistema tan vicioso que no merece vivir.