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JUSTICIA PARA HADI: ABOLIR EL SISTEMA RACISTA Y SUS POLICÍAS ASESINOS RACISTAS

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22 Junio 2023 557 visitas

OAK LAWN, ILLINOIS, 7 de junio—El Partido Laboral Progresista (PLP) comunista internacional una vez más unió fuerzas con varias organizaciones comunitarias esta noche para protestar en la reunión mensual de la Junta de Policía y Bomberos de Oak Lawn. Nos mantenemos firmes en nuestra exigencia que los tres policías que golpearon al joven árabe Hadi Abuatelah sean despedidos y procesados por su vil asalto que resultó en su hospitalización y trauma persistente. Un policía, Patrick O’Donnell, ha sido acusado, pero exigimos que los tres sean despedidos y procesados por este ataque racista.  

Bajo el capitalismo, los policías racistas son la norma, no la excepción. Su papel dentro de la sociedad de clases es acosar e intimidar, especialmente a los trabajadores y jóvenes negros y morenos. También se encargan de proteger la propiedad privada de los patrones. Para deshacernos de la policía, debemos destruir el sistema capitalista que se beneficia manteniendo oprimidos a los trabajadores mediante el desempleo, los bajos salarios y el racismo y sexismo sistémicos. Necesitamos construir un movimiento revolucionario multirracial que luche por el comunismo, un estado obrero. Y para hacer todo esto, ¡necesitamos un PLP de masas!

Justicia para Hadi, justicia para todos los trabajadores
Nos acercamos al primer aniversario de la golpiza a Hadi (ver DESAFIO, 8/5/22). En la última reunión de la junta directiva, los manifestantes salieron cuando los luchadores antirracistas fueron expulsados por los policías. Coreamos fuerte que seguiremos luchando por la justicia y desenmascarando la acogedora relación entre la Junta de Policía y los policías. Muchos miembros de la comunidad relataron historias de cómo los policías de Oak Lawn han atacado durante años a los trabajadores árabes de la zona, en particular a trabajadores y familias de Palestina.

Al final de la manifestación, un camarada captó la atención de más de treinta manifestantes con un discurso entusiasta. Relacionó el movimiento antirracista de masas desencadenado por el asesinato policial de George Floyd con la actual lucha por la justicia en Oak Lawn. Dijo que el capitalismo y los policías racistas van de la mano, y que por eso necesitamos una revolución comunista. Todos fueron invitados a las próximas actividades de verano del PLP, y varias personas nos dieron su información de contacto para hacer seguimiento.

Nos estamos empujando para mantenernos consistentes en nuestros esfuerzos para luchar por la justicia para Hadi y todas las demás víctimas del terror policial racista y la opresión capitalista. También estamos buscando conectarnos con otros planes para protestar frente al juzgado donde el agresor de menores O’Donnell se enfrenta a cargos. ¡Con cada acción en la que participamos, estamos luchando para ganar más trabajadores y jóvenes a la necesidad de construir el movimiento comunista que conecta todas estas luchas con el capitalismo y la necesidad de destruir este sistema de lucro podrido!

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Editorial: Canadá incendios forestales - El capitalismo, el iniciador del desastre climático

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22 Junio 2023 764 visitas

A principios de junio, mientras los incendios forestales rugían en Canadá, un aire tóxico plagó la mayor parte de EE.UU.  El 6 de junio, la ciudad de Nueva York sufrió la peor contaminación registrada, más allá de los niveles de “emergencia” asentados por la Agencia de Protección del Ambiente y casi cuatro veces más del nivel considerado “insalubre”.  Los llamados hipócritas de los seudo líderes liberales como el alcalde de Nueva York Eric Adams, de “quedarse en casa si es posible” se quedaron cortos mientras el humo oscurecía los cielos.  La mayoría de los trabajadores no pueden quedarse en casa, pues hacerlo significa no tener salario, y los patrones capitalistas no iban a sacrificar sus ganancias para proteger a los trabajadores.  Quienes más sufrieron fueron los trabajadores negros y latinos en los barrios más pobres pues el aire contaminado significo visitas de emergencia a los hospitales, especialmente quienes sufren de asma y otras enfermedades respiratorias (Gothamist, 12/6).  La crisis del aire es otro efecto envenenador de vivir bajo el capitalismo.

Aunque el humo de los fuegos forestales no es usual en Nueva York, respirar aire toxico es cosa de todos los días para la mayor parte de la clase trabajadora.  Sur Asia, tiene nueve de las diez ciudades más contaminadas del mundo, la contaminación ha causado unos dos millones de muertes prematuras al año (New York Times, 15/6).  Todos los días, el capitalismo conlleva devastación para la clase trabajadora.  Los gobernantes siguen extendiendo los horrores de este sistema toxico.  Desde la deforestación del Amazonas a la propuesta demolición de un bosque en Atlanta para construir un campo de entrenamiento de $90 millones para la policía racista.  No podemos confiar en una clase gobernante que nos asesina a diario.  No podemos confiar el futuro de nuestros niños, en los monstruos avariciosos que causan el cambio climático. Solo el comunismo, un sistema dirigido por trabajadores para llenar sus necesidades, no de ganancias para unos cuantos, puede cambiar las condiciones que lleva a la muerte y enfermedades de la clase trabajadora internacional.

Accionamiento por ganancias capitalistas = Incendios forestales
Los “incendios forestales” no son un desastre natural. Aunque los rayos pueden ser la causa primordial de ellos en Canadá, muchos de los árboles quemados no estaban en bosques naturales.  La mayor parte de la devastación fue en arboledas industriales. Las compañías madereras destruyen bosques que han existido por cientos de años para “hacer espacio para las variedades de árboles más comerciales y eliminar la competencia” (Earth Island Journal, 8/4/19).  Como siempre, la arremetida por el máximo de ganancias llevó a plantar especies de árboles más lucrativos, pero “menos resistentes al fuego, haciendo que sea más fácil que el fuego se extienda” (BBC, 12/6).  El incremento de la temperatura en todo el mundo debido a la quema de combustibles fósiles lleva a condiciones áridas, haciendo que los incendios forestales sean más intensos y frecuentes…a la vez que desechan más carbón en la atmósfera y causan más calentamiento global.  Proteger la salud del ambiente y la humanidad nunca será la meta de la sociedad hasta que el capitalismo sea destruido.  Bajo el comunismo, no habrá necesidad de poner en peligro la vida de los trabajadores.  Sin dinero y sed de ganancias, todas las decisiones, incluyendo las del ambiente, se harán basadas en las necesidades de la clase trabajadora internacional.

El racismo ambiental es parte de la vida bajo el capitalismo
El humo que cubrió Nueva York no evadió los barrios ricos.  Pero como todo desastre ambiental, los trabajadores más explotados, en barrios más desatendidos son más golpeados.  El daño del humo viene de pequeñas partículas sólidas y líquidas que son inhaladas desatando enfermedades respiratorias o empeorando las ya existentes.  Trabajadores negros y latinos, quienes ya tienen tasas de asma más altas, están entre los más vulnerables al impacto del humo.  Esto tampoco es un proceso natural.  

La segregación racista, una aberración criminal creada por la clase gobernante capitalista, ha forzado a trabajadores negros y latinos a vivir en barrios cerca de super carreteras y en barrios llenos de plantas industriales. “Comunidades negras e hispánicas en EE.UU. están expuestas a más aire contaminado” y “barrios moldeados por políticas discriminatorias…tienen más pavimento, menos árboles y en promedio, temperaturas más altas – una combinación que lleva a las letales enfermedades por calor” (Washington Post, junio 2020).

Durante la crisis de incendios forestales, las tasas más altas de visitas a emergencia relacionados con el asma fueron en estas áreas (Gizmodo, 16/6). Históricamente los barrios negros y latinos, como el Sur del Bronx de Nueva York, apodados “Callejón del Asma” …han registrado las tasas más altas de muerte y enfermedad por asma en todo el país.   En Nueva York, 80% de la gente hospitalizada con asma son trabajadores negros y latinos (Columbia University). ¡El capitalismo ya estaba asesinando a estos trabajadores! El humo solo empeoro las cosas.

El capitalismo so resolverá el cambio climático
Los seudo líderes liberales como Adams y el presidente Joe Biden quieren que pensemos que la negación del cambio climático es un fenómeno nuevo por parte de los extremistas conservadores.  Pero, fue el gigante petrolero ExxonMobil, baluarte del capital financiero tradicional, empleo a científicos en la década de 1970 quienes encontraron que los combustibles fósiles eran peligrosos y después les pagaron para que no informaran al público.  Ellos “sabían que sus productos no serían lucrativos si el mundo comprendiera los riesgos” (Scientific American, 26/10/15).

Con Canadá en la mira, la hipocresía del primer ministro Justin Trudeau es evidente.   En junio de 2019, Canadá declaró una emergencia climática nacional.  “Al siguiente día, aprobó la extensión del ducto Trans Mountain…moviendo casi 600,000 barriles de petróleo por día de Alberta al puerto de Burnaby (mronline.org, 6/23).  Las promesas patronales durante las conferencias de las Naciones Unidas sobre el clima, de recortar las emisiones de dióxido de carbono no significan nada.

Mientras las ganancias del petróleo se disparan, en gran parte debido a la guerra en Ucrania, billones de dólares son invertidos, en todo el mundo, en infraestructura de combustibles fósiles (NYT, 6/4). Estos planes son una burla a las metas de las ONU de limitar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius, sin importar el “compromiso” de sus miembros en los acuerdos de París del 2015.  “El aumento de la temperatura por más de 2 grados podría traer impactos catastróficos y posiblemente irreversibles, incluyendo escasez crónica de agua para tres mil millones de personas” (CNN, 30/1).  Mientras los superpoderes imperialistas del mundo se preparan para la próxima guerra mundial, ellos harán lo que sea para proteger sus ganancias y poder.  

Bajo Biden, ridículamente llamado el “primer presidente climático”, la producción de petróleo ha aumentado a niveles récord.  En marzo, la administración Biden aprobó un proyecto masivo de perforación en Alaska, la que podría generar las mismas emisiones de carbón cada año como si se agregaran dos millones de autos en la carretera” (Smithsonian Magazine, 22/3). Este proyecto Willow, alabado por los ejecutivos petroleros se supone será para “asegurar independencia energética” de los capitalistas rusos, es decir agudizará la rivalidad inter-imperialista.  

Los patrones liberales que proclaman un Nuevo Acuerdo Verde, la ley estadounidense de Reducción de Inflación, u otras metas climáticas siguen posando como soluciones a la crisis climática creada por el capitalismo.  Pero, los patrones del mundo no tienen un verdadero plan para “salvar el planeta”.  Su plan maestro es prepararse para la guerra mundial.  Desde 2019, el ejército estadounidense era “la fuente más grande de emisiones de gas de efecto invernadero del mundo” (The Guardian, 21/11).  El capitalismo jamás combatirá el cambio climático.  

Quememos el capitalismo con la revolución comunista
¡El comunismo es el único sistema que puede hacerlo!  En un sistema dirigido por y para la clase trabajadora, las causas lucrativas del cambio climático no existirán.  Desafortunadamente, el daño causado por el capitalismo no acabará de la noche a la mañana.  Pero, nosotros sabremos la forma de trabajar y la forma en que podemos dar energía a nuestro mundo.   Nos organizaremos para proteger la clase trabajadora trasladando a trabajadores de áreas costeras vulnerables, aumentaremos los espacios verdes, y nos acercaremos a recursos de energía limpia.  Cuando desastres “naturales” nos golpeen, nuestra prioridad será salvar y proteger vidas.  ¡Únete al Partido Laboral Progresista y organiza por una revolución comunista para construir ese mundo!

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Editorial: La crisis de Turquía en la encrucijada de las superpotencias imperialistas

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08 Junio 2023 523 visitas

La reelección acaloradamente disputada del presidente de Turquía Tayyip Erdogan resalta la crisis interna del país y la posición inestable entre los súper poderes imperialista. La victoria de Erdogan, significa un cambio lejos de la democracia liberal hacia la consolidación fascista de la clase gobernante turca. Con el oponente apoyado por EE.UU. de Erdogan, Kemal Kilicdaroglu, fallando el desempate, también refleja la influencia menguante de EE.UU. en una región geopolítica critica.

La inflación fugitiva (a un 84 por ciento el ultimo octubre) dos terremotos devastadores, y la crisis migratoria en aumento han puesto la economía turca a punto de colapsar. Para contener la ira de los obreros – los patrones capitalistas turcos están usando a Erdogan – ahora entrando su tercera década en el poder – a imponer un control más fuerte sobre los medios, el poder judicial, y el casi sin poder parlamento turco. Desde sobrevivir el atentando de golpe de estado del 2016, Erdogan se ha tomado más poder ejecutivo, puso al lado a oponentes políticos, purgo a grandes secciones del gobierno e ejército, y arresto a cientos de manifestantes. (Al Jazeera, 15/7/22).

La lucha que encara la clase obrera turca es un recordatorio solemnizador de las limitaciones de la ilusión de las elecciones capitalistas. El Partido Laboral Progresista está trabajando para construir conciencia de clase obrera comunista que rechaza el camino sin salida de la política electoral. Organizando y movilizando la clase obrera, podemos construir un movimiento revolucionario que aplaste el capitalismo y construya una sociedad que le sirva a las necesidades de la clase obrera internacional.

Liberales el peligro principal
El candidato de la oposición Kemal Kilicdaroglu y su Partido de la Gente Republicana se pintaron como campeones de reformas sociales, la alternativa liberal al Partido de Justicia y Desarrollo autoritario y ultra-nacionalista de Erdogan. Pero en una movida desesperada para derrotar el título, Kilicdaroglu gano el apoyo del candidato racista de alcantarilla del tercer partido, Umit Ozdag, prometiendo sacar a millones de refugiados sirios (Turkish Minute, 24/5). Kilicdaroglu culpo a Erdogan de fallar a “proteger las frontera de honor de Turquía” (Al Jazeera, 22/5/23). Ambos Kilicdaroglu y Erdogan se acusaron el uno al otro de conspirar con “terroristas” que se traduce a un empuje por más opresión racista de los obreros curdos.

En años recientes, mas obreros en Turquía se han desviado por estas apelaciones racistas divisivas. Bajo el despiadado sistema de ganancias, la sociedad que crear una manada de ganadores y masas de perdedores, una falta de conciencia de clase revolucionaria hace la clase obrera vulnerable a ideas racistas y fascistas. En un periodo volátil de aumentante inseguridad económica, racistas liberales y racistas abiertos ambos buscan explotar las frustraciones de la clase obrera y de canalizar su ira justificable otros obreros como chivos expiatorios. Los liberales son especialmente peligrosos en desviar la lucha de clase lejos de la lucha comunista por poder estatal y de vuelta al chaleco de fuerza de votación.

Atrapados en la mitad
Un puente crítico entre Europa y Asia, Turquía bajo Erdogan está forcejeando a balancear sus propias ambiciones nacionalistas con imperialistas competitivos en Rusia y los Estados Unidos. El país se ha posicionado como una jugador clave en la región rodeando el Mediterráneo y los Mares Negros. Recientemente ha girado hacia Rusia por apoyo militar y se ha comprometido en negociaciones de convertirse en el centro de un oleoducto ruso (Al Jazeera, 14/10/22). Pero con su economía en caos, Turquía necesitara más ayuda financiera de los Estados Unidos y La Unión Europea – o quien sea que esté dispuesto a firma un grande cheque.

Después de afirmar neutralidad en la guerra en Ucrania y actuar para bloquear a Suecia en unirse a la OTAN, Erdogan quizás necesita hacer concesiones para conseguir préstamos del Banco Mundial y de levantar la economía en colapso de Turquía (Bloomberg, 9/2). Para conseguir financiación del Fondo Monetario Internacional, necesitara aumentar tasas de interés e imponer medidas de austeridad que empobrecerán y harán morir de hambre a millones.

En lo que los grandes poderes tambalean hacia la próxima guerra mundial, los obreros de Turquía parece que estarán atrapados en el medio.

¡Lucha por el comunismo!
El apuro de los obreros en Turquía grita por más que solo meras reformas o promesas vacías por los políticos de los patrones. Los obreros necesitan un movimiento comunista revolucionario que expone la raíz de las luchas de los obreros económicas, políticas y sociales, y que construye solidaridad de clase internacional. Los obreros necesitan una organización que luche por una sociedad libre de explotación, racismo y sexismo imperialista. Al unirse bajo el Partido Laboral Progresista revolucionario comunista, los obreros de Turquía pueden formar un camino a una liberación genuina y un futuro brillante para todos. ¡Únete a nosotros en lo que organizamos este movimiento comunista internacional!

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Discurso denuncia el robo de salarios

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08 Junio 2023 685 visitas

La siguiente carta es un testimonio dado por un camarada en apoyo del proyecto de ley Securing Wages Against Theft (SWEAT) en una audiencia legislativa del Estado de Nueva York. Anualmente se roban miles de millones de dólares a los trabajadores sólo en la ciudad de Nueva York. Las lagunas en las leyes de los gobernantes del estado facilitan que los patrones roben despiadadamente a los trabajadores y oculten sus activos de tal manera que hace casi imposible que los trabajadores recuperen sus salarios robados. Los organizadores antirracistas están luchando por una ley de embargos que congele los bienes de los patronos criminales.

Si se gana, la ley SWEAT puede dar a los trabajadores las herramientas para recuperar sus salarios robados, pero nunca cambiará el hecho de que el capitalismo es un sistema criminal y la explotación es su fundamento. Todo trabajo asalariado bajo el capitalismo es explotación. Los beneficios se extraen del tiempo de trabajo necesario y no remunerado de los trabajadores, y el robo de salarios sólo profundiza esta contradicción. La epidemia de robo de salarios que estamos experimentando actualmente es un síntoma de un sistema que está entrando en una espiral de crisis.En última instancia, los trabajadores deben luchar por una revolución comunista para poner fin a esta super explotación racista.

El proyecto de ley SWEAT está siendo atacado actualmente por un poderoso lobby patronal de restaurantes llamado Hospitality Alliance, cortesía de sus lacayos fascistas liberales en Albany. Los trabajadores planean protestar contra Melba Wilson, una celebridad negra propietaria de restaurantes que encabeza la racista Hospitality Alliance, a finales de este mes. En los próximos números de CHALLENGE publicaremos un artículo sobre esta lucha.


Hablo en nombre de Mujeres contra la Violencia Racista (WARV, por sus siglas en inglés), un colectivo multirracial de jóvenes que se organiza para hacer frente a la violencia racista que sufren a diario las mujeres en formas como la jornada laboral de 24 horas, el robo de salarios y el desplazamiento.Me gustaría compartir nuestra perspectiva sobre el robo de salarios junto con una anécdota personal.
Cuando tenía poco más de 20 años trabajaba en un bar donde me prometían pagos en efectivo al final de cada noche. Después de ocho horas de trabajo, el encargado me dice que sólo puede pagarme si consigo que los clientes masculinos compren una determinada cantidad de bebidas. Me di cuenta de que muchas de las chicas que me rodeaban se habían visto obligadas a aceptar este trabajo, a dejarse manosear por hombres borrachos por necesidad. Muchas tenían hijos o estaban indocumentadas. Salí de allí con 5 dólares para una tarjeta de metro. No puedo describir lo violada y despreciable que me sentí aquella noche.

No fue hasta años más tarde, cuando empecé a organizarme con la Coalición del Sudor y también con asistentes a domicilio, escuchando sus desgarradoras historias de robo de salarios, que pude dar sentido a lo que yo y muchos de mis compañeros sufrimos.

Cada año los empresarios roban miles de millones a los trabajadores y nuestro Estado hace la vista gorda y su nula respuesta lleva a muchos a creer que el robo de salarios es un delito sin víctimas y que los empresarios pueden salirse libremente con la suya robando a los trabajadores. ¿De qué sirve llamar robo al salario o delito si queda impune?

Parte del problema radica en cómo nuestra perspectiva de lo que constituye un delito a veces acaba trivializando la cuestión. No capta el sufrimiento y las secuelas generacionales que causa este delito. El robo de salarios destruye las vidas de los trabajadores, sus familias y sus comunidades. Creo que tenemos que empezar a llamar al robo de salarios por lo que es: violencia racista.
Permítanme desglosarlo por si les parece una hipérbole. Cada cheque que se roba a un trabajador es un paso más hacia la inanición y la falta de vivienda.

¿Qué es esto sino violencia? Cada sueldo robado a una mujer es un paso más hacia la permanencia en una relación abusiva para sobrevivir. ¿Qué es esto sino violencia? Cada cheque robado es un paso más hacia la cárcel por cometer un delito por desesperación.

En el sur del Bronx, uno de los distritos congresuales más pobres de Estados Unidos, donde viven muchos de los asistentes domiciliarios con los que trabajo y donde operan las agencias de robo de salarios, cada 13 horas robadas a un asistente domiciliario al año supone privarle de dinero a él y a su familia, lo que repercute en su capacidad para costearse la educación, la vivienda y otras necesidades. Esto atrapa a nuestros niños y comunidades en un ciclo de violencia racista de la pobreza.

Quizá por eso estoy hoy tan enfurecido. El robo de salarios sigue sin disminuir porque los políticos están demasiado inmovilizados por los patrones chupasangres de los talleres clandestinos como para poner fin a esta violencia. Han sido engañados por organizaciones poco éticas y vergonzosas como Hospitality Alliance, en contra de su buen juicio, para creer mentiras sobre cómo los trabajadores abusarán de SWEAT y presentarán reclamaciones falsas.

En la era del #metoo se nos dice que creamos a todas las víctimas de abusos, eso a menos que les hayan robado el sueldo y se atrevan a denunciar.

Vergüenza debería darle a Hospitality Alliance utilizar a su presidente, una celebridad negra, como tapadera de sus crímenes racistas. Si los políticos tuvieran una pizca de integridad dejarían de escuchar a Hospitality Alliance, y aprobarían SWEAT y serían parte de la solución a la violencia en lugar de un obstáculo.

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Los incendios forestales son una señal de humo para el capitalismo en decadencia

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08 Junio 2023 646 visitas

Los incendios forestales son una señal de humo para el capitalismo en decadencia1 de junio-Al cierre de esta edición, ardían incendios forestales en seis provincias y un territorio canadienses y seguían extendiéndose, vertiendo más humo por toda la costa atlántica mientras se propagaba el Código Rojo para la calidad del aire.

El equivalente a 5 millones de campos de fútbol está ardiendo. La ciudad de Nueva York tiene hoy la peor calidad del aire del mundo. Una calculadora sugiere que respirar el aire de esta ciudad durante 24 horas equivale a fumarse 22 cigarrillos (Daily Mail, 6/7). Durante casi 50 años, los científicos nos han advertido de cómo el calentamiento global -el cambio climático- destruirá nuestras vidas. Pero los patrones han frenado cualquier reducción de las emisiones de carbono, y ahora nos estamos ahogando en Canadá y Estados Unidos mientras la industria de los combustibles fósiles se lleva alegremente sus beneficios al banco. Hay al menos tres fenómenos causados por el cambio climático: la subida del nivel del mar, las olas de calor y los incendios forestales.

Las altas temperaturas, que no suelen darse hasta los meses de verano en Canadá, están provocando condiciones de sequedad y permitiendo que los incendios forestales estallen y se propaguen.Incluso el ministro canadiense de Recursos Naturales, Jonathan Wilkinson, declaró: “Es un simple hecho que Canadá está experimentando los impactos del cambio climático, incluyendo incendios forestales más frecuentes y extremos, y se prevé que la cantidad de bosques quemados por incendios forestales se duplique para 2050 debido a nuestro clima cambiante, provocando temporadas de incendios forestales más largas e intensas, condiciones meteorológicas más extremas y un aumento de la sequía.”

Un caso clásico de Nero (la patronal) tocando el violín mientras la clase trabajadora se quema. Es el capitalismo el que merece arder, no la clase obrera. Nuestra propia supervivencia depende de luchar por el comunismo y quemar este vicioso sistema capitalista. La tierra nos pertenece, y con la clase obrera en el poder, se levantará sobre nuevos cimientos.

  1. Primera portada: ‘Guerra policial en Harlem’
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