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Capitalismo estadounidense en un completo desorden
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- 12 Enero 2021 421 visitas
Cuando la milicia del terror de Donald Trump invadió el Capitolio en Washington, D.C., bloqueando temporalmente al Congreso estadounidense de certificar la elección de Joe Biden, se puso al descubierto la debilidad del ala principal de la clase dominante estadounidense. Conforme trumpistas racistas armados destruían las oficinas y los lideres del Congreso se escondían cobardemente bajo los asientes, el mundo pudo ser testigo de la decadencia y desorden del capital financiero estadounidense, la despiadada pandilla imperialista que no hace mucho estaba al frente del mundo.
Como todos quienes hemos marchado en D.C. sabemos, los manifestantes antirracistas hubieran sido gaseados, golpeados o baleados mucho antes que llegaran a entrar al Capitolio. Pero en este caso, la policía del Capitolio, una agencia federal, pasivamente miro como se desarrollaba el caos. Los trumpistas habían planeado abiertamente este violento ataque semanas antes, en varias plataformas de terroristas domésticos; el mismo Trump los incito durante un plantón antes del ataque. Aun así, la presencia policial en lo que los gobernantes llaman “espacio cívico sagrado”, era casi invisible. La perversa división entre el capital financiero y los capitalistas de Fortress America (a quienes Trump representa) ha trastornado y desenmascarado casi todas las preciadas instituciones de los gobernantes, desde sus policías asesinos racistas hasta su circo electoral.
Para los patrones liberales, la debacle es; criaron cuervos y ahora les sacan los ojos. Desde Bill Clinton a Barack Obama, los capitalistas financieros utilizaron mensajes, no muy obvios, para mal dirigir a los trabajadores blancos, echándole la culpa a los trabajadores negros por las desigualdades del sistema de ganancias. Por lo que los pequeños fascistas como las familias Koch y DeVos se apoderaron del movimiento de quejas de trabajadores blancos mientras que Trump los movilizaba hacia su base personal.
Aun no sabemos que seguirá, lo que si es claro es que estamos entrando a una etapa volátil desconocida. ¿Qué pasara con el colapso institucional? ¿Los patrones del ala principal crearan medidas fascistas que necesitan para mantener su control? ¿Aceleraran su arremetida hacia la guerra mundial contra su rival China? Como clase y como partido comunista, debemos entender el peligro y la oportunidad de este periodo. El peligro es que el miedo de estos terroristas de poca monta lleve a los trabajadores a los brazos de los grandes terroristas, los terroristas de estado que serán dirigidos por Biden. La oportunidad es construir un movimiento masivo revolucionario comunista para destruir de una vez por todas al capitalismo. ¡Únete al Partido Laboral Progresista!
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Vacunar contra el contagio del capitalismo con lucha comunista
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- 31 Diciembre 2020 390 visitas
El 20 de diciembre, en Indiana, la doctora Susan Moore, una mujer negra, murió por racismo; después que la dieran de alta en el hospital rehusando tratar sus síntomas de covid-19 y dolor agudo. Mientras tanto en Sudáfrica, una fabrica esta produciendo millones de dosis de la vacuna para EE.UU. y otros países ricos en Europa, pero nada para la gente negra pobre que trabaja y vive ahí – y quienes han sido golpeados por la pandemia mas fuertemente que cualquier otro país o continente. Este sistema capitalista de lucro, cuyo grupo sanguíneo es el racismo y la explotación, esta infectando y enfermando todo lo que toca. El Partido Laboral Progresista hace un llamado a los trabajadores para que vacunen a la clase trabajadora contra el contagio del capitalismo con la única medicina que realmente funciona: La revolución comunista (ver recuadro). ¡Construyamos la lucha para crear un sistema colectivo que llene nuestras necesidades! ¡Únete al Partido Laboral Progresista!
La salud bajo el capitalismo: pagas o mueres
Las grandes compañías farmacéuticas como Pfizer no suspenderán los “derechos de propiedad intelectual” debido a su necesidad de maximizar sus ganancias. Si los países mas ricos continúan acaparando la vacuna, “la mayoría de la gente en los países pobres tendrán que esperar hasta el 2024 por las vacunas del covid-19, a esto se le llama “vacunacionalismo”” (Duke Global Health Intitute, 9/11/20). Después de siglos de saqueos a los trabajadores en África, Asia y Sudamérica, los países imperialistas han dejado vacíos los estantes. “Mas de 51% de las dosis irán a los países mas ricos, a pesar que estos países solo representan el 14% de la población mundial (Forbes,15/12/20).
Poderes como EE.UU. rayando en la locura, han puesto la vacuna en una mierda de escepticismo anti científico, una alocada competencia monetaria e individualismo. La alergia de los patrones a la ciencia refleja aun mas la decadencia del capitalismo. El capital financiero, el ala dominante de la clase gobernante estadounidense, usa las vacunas para tratar de comprar la confianza de los trabajadores en sus instituciones decadentes – lo cual es necesario mientras se preparan para una guerra mundial contra China y quizás Rusia.
Apartheid medico, a escala global
La clase trabajadora internacional, con justa razón, no confía en la ciencia medica. Existe un largo historial racista; trabajadores negros, latinos y asiáticos forzados o coaccionados con peligrosos tratamientos. También los trabajadores blancos terminan perdiendo, porque el racismo debilita la salud de toda la clase trabajadora:
Jamaica, 1760s: En Jamaica, John Quier, doctor británico experimento con inoculaciones con viruela (precursor a las vacunas) a 850 personas esclavizadas, incluyendo a mujeres embarazadas e infantes enfermos.
Alabama, EE.UU., 1830s: El esclavista J. Marion Sims, “padre de la ginecología”, opero en mujeres esclavizadas sin anestesia. Compartía la creencia racista que la gente negra no sentía dolor como los blancos, un mito que sigue infectando a doctores hoy en día (The Washington Post, 11/7/20) – como lo atestiguo Susan Moore antes de que la mataran.
Namibia, 1900s: En línea con su prohibición a los “matrimonios mixtos”, Eugen Fischer, esterilizo a los descendientes de padres europeos y madres negras. Poco después se afilio al partido nazi alemán y continuo con sus atrocidades medicas en los campos de muerte fascistas.
Alabama, U.S.,1930-1970s: Durante el experimento Tuskegee donde 600 hombres negros no fueron tratados por sífilis y se les abandono a su suerte para que se enfermaran y murieran, aun después que se había descubierto la cura.
Puerto Rico y Massachusetts, 1950s: Durante un periodo de legislación eugenista y esterilización forzada, dos profesores de Harvard probaron la píldora anticonceptiva en los barrios pobres de Puerto Rico y en asilos en Massachusetts. Los úteros de las mujeres fueron cortados para “comprender los efectos de la droga sobre la ovulación” (The Crimson, 28/9/17).
Costa de Marfil y Tailandia, 1990s: No se dio tratamiento a hombres, mujeres y neonatos para el VIH
India, 2005-2017: Casi 5000 trabajadores de “casta baja” murieron durante investigaciones y pruebas de medicamentos (The National, 17/9/18 ).
El covid-19 nuevamente ha mostrado el racismo medico. No es accidente que sean muchas mas muertes entre trabajadores negros, latinos, asiáticos, indígenas, indocumentados, presos y pobres. Ellos son los mas vulnerables en cuanto a exposición e infección por las desigualdades racistas en la salud, empleos, vivienda, y calidad alimenticia. Por el capitalismo, ellos son quienes padecen de condiciones subyacentes como la diabetes y enfermedades de corazón.
El caos dentro de la clase dominante genera escepticismo
Bajo la administración del racista Donald Trump, los anti-ciencia tomaron control de casi todos los estratos de la política estadounidense, desde el ambiente hasta la salud publica. Pero el ala principal financiara capitalista también es responsables de la falta de confianza, por parte de los trabajadores, a las nuevas vacunas. Al principio, Anthony Fauci, principal asesor medico, cuestiono el uso de las mascarillas – mintiendo para que no se descubriera la falta de equipo protector– antes de hacer un llamado masivo a usarla. Antes de endorsar la vacuna, el presidente electo Joe Biden, aconsejo contra ella, insinuando que era un intento de apresurarla para beneficiar a Trump (NYT, 16/9/20).
Las ultimas encuestas muestran que mas de un cuarto de la población estadounidense aun dudan en ponerse la vacuna. El escepticismo es mas alto entre republicanos, 42%, seguido de 35% de la gente negra (KFF.org), pero, estos números podrían estar bajando conforme mas gente se vacune. Sobre la información que hemos vista hasta ahora (ver recuadro), al parecer la vacuna es segura y efectiva. Aunque solo sea porque los patrones capitalistas necesitan una clase trabajadora saludable para contener la hemorragia económica de miles de millones de dólares. En resumidas cuentas, es el imperio estadounidense el que esta en juego.
Colectividad sobre individualismo, ciencia sobre subjetividad
La encuesta de la fundación de la familia Kaiser también monitorea la actitud de los trabajadores hacia la colectividad. La mitad de los encuestados creen que vacunarse es “responsabilidad de todos para proteger la salud de otros”. Pero la otra mitad cree que es “una opción personal”. Ese es el virus del individualismo, la mitología de la “libertad” capitalista, que va en contra de los propios intereses de los trabajadores. El colectivo es primero. Nuestras decisiones deben ser basadas en las necesidades de toda la clase trabajadora.
Para los comunistas, sus amigos y camaradas, es necesario educarnos en como la vacuna funciona y porque es importante para el bienestar de nuestra clase. Así como decimos que las huelgas y luchas por reformas son escuelas por el comunismo, debemos luchar por la salud de nuestras hermanas y hermanos de la clase trabajadora a la vez que mostramos el racismo y especulación de los gobernantes.
Mientras vivamos bajo el sistema capitalista, las pandemias son inevitables. Pero la inmunidad de rebano es un paso hacia el comunismo. Los trabajadores deben estar saludables y aptos para luchar contra las atrocidades racistas y sexistas que nos esperan. Debemos luchar por una revolución comunista que pondrá la colectividad de los trabajadores primero.
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Explicación de la vacuna Covid-19 MRNA
El Partido Laboral Progresista saluda la creación de las vacunas y anima a los trabajadores a tomar lo que ha sido demostrado ser una inyección segura y eficaz contra el covid-19
Desafortunadamente el sistema medico racista y lucrativo capitalista aumenta nuestros miedos y desconfianza de los científicos. Es mas, las investigaciones sobre la vacuna mRNA comenzaron a principios de 1990. Los científicos probaron las vacunas SARS, MERS, Ebola, Zica, y rabia en animales y personas (Harvard Health Publishing, 10/12/20). La vacuna contra el Covid-19 no es el resultado de experimentos rápidos.
En otras palabras, la vacuna de Pfizer y Moderna, imita una parte de la cubierta del virus del covid-19, llamado la espiga. La espiga es una proteína, una vez que la vacuna esta en nuestro sistema inmunológico crea esta proteína con instrucciones para destruirla, las células presentan un pedazo de la proteína y nuestro sistema inmunológico la reconoce como una proteína que no pertenece y comienza a crear anticuerpos, como ocurre en una infección natural, para destruirla en caso de una infección. La vacuna no contiene el virus. Pfizer y Moderna hicieron pruebas en mas de 30,000 personas, demostrando que son 95% efectivas en la prevención del covid-19. Casi no hubo efectos secundarios serios, solo unos cuantos casos de alergias. Para explicar como funciona la vacuna pueden ir a: https://youtu.be/GrVkOVUj-VA
La mayoría de los sujetos en las investigaciones clínicas fueron en su mayoría hombres blancos; solo 5% son negros (Healthline, 9/8/20). Es mas, grupos de proyección comunitaria han buscado voluntarios negros para hacer el estudio mas inclusivo y representativo de la población. Luchar por investigaciones equitativas es parte de la lucha antirracista.
Ya que el covid-19 tuvo un desproporcionado impacto entre los trabajadores negros y latinos, desde las tasas de muertes al desempleo, ellos deberían tener prioridad para la vacuna. Luchar por la distribución equitativa es también parte de la lucha antirracista.
Juzgando por el largo historial de las vacunas, los efectos negativos a largo plazo son improbables. Reacciones en el lugar de la inyección son comunes. Fatiga y fiebre son mas comunes después de la segunda dosis. La mayoría de los inyectados pueden padecer de brazo adolorido y nada mas.
Ningún medicamento es 100% seguro. Pero con 82 millones de casos de covid-19 y 1.8 millones de muertes confirmadas en el mundo (John Hopkins Coronavirus Resource Center, 30/12/20), los beneficios de la vacuna son mas poderosos que sus riesgos.
INGLEWOOD, CA, 30 de diciembre—Sólo un sistema tan despiadado como el capitalismo sacaría a una familia a la calle en medio de una pandemia furiosa. Con las camas de la UCI al cero por ciento de disponibilidad, Los Ángeles es un lugar peligroso para contratar Covid-19 en este momento, pero eso es exactamente lo que le sucedió a uno de los miembros de la familia debido a este desalojo. A través de la lucha de clases, los luchadores están aprendiendo que el sistema de ganancias no puede proveer para nuestra clase y no lo hará. Solo nosotros podemos hacer eso a través de la revolución comunista.
Los miembros del Partido Laboral Progresista (PLP) se han unido con una familia de clase trabajadora para reclamar su casa a una compañía hipotecaria sedienta de sangre que intenta ganar dinero rápido con la gentrificación racista. Los PLPistas están luchando con uñas y dientes para conservar la casa robada a esta familia de clase trabajadora, pero eso no evitará que la próxima familia sea desalojada. El capitalismo es un sistema que siempre antepondrá las ganancias a las personas.
En los 55 años que ha existido el PLP, se han librado muchas luchas inspiradoras, algunas ganadas y otras perdidas. Independientemente del resultado de la reforma, vemos destellos de esperanza en el futuro comunista por el que luchamos. Esta lucha no es diferente.
Aquí para quedarse
Cuando tres mujeres jóvenes desafiaron audazmente las órdenes de desalojo bajo amenaza de arresto y brutalidad por parte de la policía, podemos ver las semillas de lo que estamos construyendo. El viernes 18 de diciembre, estas mujeres líderes, una de tan solo 17 años, subieron con confianza los escalones de la entrada, entraron en su casa y encendieron todas las luces; su compromiso de luchar está escrito en sus camisetas: “¡AQUÍ PARA QUEDARSE! “
De fondo, fueron aclamadas con vítores por parte de los reunidos en la casa en apoyo. Los participantes de la campaña colocaron carteles de protesta alrededor de la casa, colocaron luces navideñas y trajeron comida y otras necesidades para la familia.
La madre de la familia con la que estamos trabajando compró la casa familiar en 2006 con dos hipotecas, una grande y la otra mucho más pequeña. Esta familia inmigrante encontró formas de juntar dinero y nunca dejó de pagar la hipoteca durante 14 años. En 2012, engañaron a la madre haciéndole creer que ya no tenía que pagar la hipoteca más pequeña.
Luego, en 2016, Trojan Capital Investment, LLC (Trojan) compró la hipoteca más pequeña e inmediatamente le envió un aviso de “incumplimiento”. No fue una coincidencia que el aviso se envió poco después del anuncio de que el estadio de fútbol SoFi se construiría en Inglewood, a solo unos kilómetros de la casa de la familia.
La conexión de la clase trabajadora
El 30 de noviembre, la madre y sus tres hijos adolescentes, dos de los cuales asisten a la escuela donde enseña uno de nuestros compañeros del PLP, fueron desalojados de su casa por el Sheriff de Los Ángeles y el Departamento de Policía de Inglewood (IPD). La madre se puso en contacto con una organización comunitaria sin fines de lucro con la que había trabajado. A su vez, la organización sin fines de lucro se comunicó con un sindicato de inquilinos local en el que dos miembros del PLP han estado trabajando durante los últimos dos años. La organización sin fines de lucro, junto con los miembros del sindicato de inquilinos, comenzó de inmediato una campaña para salvar la casa para la familia.
El desalojo se produjo justo cuando el gobernador Gavin Newsom emitía una advertencia de “seguridad en el hogar” debido al gran aumento de casos de Covid-19. El condado de Los Ángeles ya tiene la segunda población de personas sin hogar más grande de los EE. UU. Y la crisis solo ha empeorado durante esta pandemia. El conteo de personas sin hogar del Gran Los Ángeles de 2020 mostró que 66.436 personas en el condado de Los Ángeles experimentaron la falta de hogar, que es un aumento del 12,7 por ciento con respecto al año pasado (Autoridad de Servicios para Personas sin Hogar de Los Ángeles, 12/6/2020).
Nuestra participación regular en organizaciones de masas y en nuestras escuelas ha creado una oportunidad para que nuestro Partido sea parte de esta lucha, que representa una lucha más amplia contra los horrores de la gentrificación racista, contra la clase trabajadora y la falta de vivienda. Esta lucha es un testimonio del compromiso del PLP de construir un Partido de masas y luchar entre las masas en el lugar de trabajo, las escuelas y las organizaciones comunitarias.
La clase trabajadora lucha contra el desalojo
El objetivo inmediato de la campaña de reforma es conseguir que Trojan negocie la devolución del hogar familiar. Hasta ahora, la campaña ha tenido muchos aspectos positivos. El sindicato de inquilinos tiene muchos trabajadores jóvenes que comprenden los aspectos racistas, sexistas y asesinos del sistema capitalista.
Varios miembros han hecho todo lo posible en la lucha, haciendo múltiples turnos para proteger la casa las 24 horas del día, los 7 días de la semana del IPD, tomando la iniciativa en el sondeo en el vecindario para obtener apoyo de los trabajadores y planificando actividades de educación política que involucren a la familia y simpatizantes.
El sindicato de inquilinos ha aportado su experiencia en la lucha contra la gentrificación racista en un complejo de apartamentos ubicado frente a SoFi, donde los alquileres de los inquilinos se han disparado. Los puntos en común de las dos luchas muestran que los inquilinos y los propietarios de viviendas de la clase trabajadora tienen los mismos intereses de clase.
Otros miembros del PLP también han participado activamente en la campaña. Destacamos el doble papel de los policías: son terroristas racistas que intimidan y asesinan a nuestras hermanas y hermanos mientras trabajan simultáneamente como matones para empresas como Trojan, que suman trabajadores a la población sin hogar para sacar provecho de sus inversiones. En otras palabras, la policía sirve y protege el sistema de ganancias.
Cuando la clase trabajadora unida ejerce su poder político a través del poder de un partido internacional, podemos eliminar el afán de lucro del racismo, la falta de vivienda, el desplazamiento y los policías asesinos. Ninguna reforma podrá lograr eso, solo la revolución comunista.
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2020 El capitalismo es el virus, el comunismo es la cura
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- 31 Diciembre 2020 394 visitas
Lecciones aprendidas de 2020: el sistema paralizante del capitalismo está en crisis y la única forma en que un sistema que se basa en las ganancias y la explotación puede sostenerse es apoyándose en los hombros ensangrentados de los trabajadores. Este año, los trabajadores de todo el mundo se vieron sacudidos por la pandemia de COVID-19 y los jefes ejemplificaron que no hay límite en lo que respecta a las ganancias. Los jefes demostraron que la clase dominante ha rescatado y siempre rescatará a sus compañeros delincuentes, mientras que la clase trabajadora demostró que, ya sea con sangre y sin apenas respirar, nosotros también lucharemos con uñas y dientes por la vida de los trabajadores y nuestro partido pondrá el comunismo en práctica siempre que estemos ante una crisis. La lección rotunda de este año es que el capitalismo es el virus y el comunismo es la cura.
Capitalismo es el virus
Los jefes de China a Estados Unidos han utilizado sus perros de ataque policiacos asesinos racistas contra trabajadores, han llevado a cabo asesinatos racistas, han dejado a los más vulnerables a morir desprotegidos y han llevado a cabo desalojos inhumanos. Como resultado, casi 2 millones de trabajadores han muerto de Covid-19 y cientos de millones más han sufrido mucho, no solo por el Covid-19 sino por este sistema de capitalismo en llamas.
Aunque el racista Joe Biden ganó las elecciones de 2020 en EE. UU., los trabajadores siguen perdiendo sus trabajos por millones y los jefes de todas las razas y índole se pelean por qué migajas arrojarían a los trabajadores y luego rescindieron las ofertas de condonación de préstamos estudiantiles, cerrando los centros de detención de inmigrantes, y cualquier otra protección del trabajador en el próximo aliento. Mientras tanto, tanto las facciones pequeñas como las grandes fascistas de la clase dominante estadounidense han acordado rescatar a los bancos y corporaciones por una suma de billones de dólares. De cara al 2021, hay una carrera entre jefes de todo el mundo por la vacuna. Independientemente de lo que decidan los jefes, con una falta de acceso equitativo a la vacuna y un liderazgo disperso a nivel internacional, los trabajadores seguirán perdiendo y el racismo de los jefes significa que los trabajadores negros, latinos y musulmanes serán los más atacados. Este año solo ha aumentado la urgencia de que los trabajadores se unan en el trabajo, en nuestros vecindarios y escuelas para luchar y construir un movimiento comunista.
China ascendente, Rusia resurgida llenan el vacio
A lo largo de la pandemia, con fuerza bruta, vigilancia policial militarizada y tácticas de silenciamiento contra los médicos que denuncian irregularidades, los jefes en China han tomado medidas drásticas contra el brote de coronavirus y han utilizado los bloqueos para mejorar su posición económica. A raíz de que Trump saboteó múltiples acuerdos comerciales internacionales, los jefes chinos anunciaron un acuerdo bilateral de 25 años con Irán en agosto, seguido de la masiva Asociación Económica Integral Regional (RCEP) en alianza con otras catorce naciones de Asia y el Pacífico. Los patrones en Rusia proyectaron una influencia militar significativa en los conflictos en Libia, Nagorno-Karabaj, Bielorrusia y Siria. La historia muestra que los imperios en declive no se desaparecen sin una contienda. Las líneas de batalla se endurecieron notablemente en los últimos doce meses mientras los patrones imperialistas continuaban su marcha hacia otra guerra mundial.
Aún así, a pesar de toda la violencia sancionada por el estado capitalista, 2020 ofreció algunas visiones claras e inspiradoras del poder internacional de la clase trabajadora en exhibición. Los trabajadores se rebelaron en un ámbito no igualado en más de medio siglo, con los fuegos de la unidad multirracial de la clase trabajadora que infundió un miedo mortal al núcleo de los jefes racistas de todo el mundo.
Los trabajadores quieren libertad de este sistema capitalista
Los miembros del Partido Laboral Progresista (PLP) comunista internacional estaban orgullosos de luchar junto a nuestra clase durante todo el año, recibiendo y ofreciendo liderazgo en medio de la lucha de clases. Nuestra determinación colectiva fue probada y fortalecida, y se nos recordó el potencial de nuestra clase para dirigir la sociedad en beneficio de los trabajadores, sin fronteras, jefes o ganancias. Estas lecciones sin duda se llevarán a cabo en el nuevo año a medida que el PLP continúe ganando gente para nuestro Partido internacional y toda una vida de lucha comunista revolucionaria.
En los primeros días y semanas de la pandemia, a pesar de los riesgos desconocidos, millones de trabajadores dieron un paso al frente para compartir recursos y solidaridad con su clase. Las organizaciones de ayuda mutua surgieron en todo el mundo y se organizaron caravanas masivas de automóviles para protestar por los brotes racistas de COVID-19 que explotaron en los campos de concentración de los patrones. Los trabajadores de Haití, un país devastado por siglos de intervención imperialista, se unieron para proporcionar recursos de salud pública, refugio y alimentos. Las organizaciones de inquilinos masivos que se oponen a los desalojos han ganado fuerza en las principales ciudades. Los asesinatos racistas de los trabajadores negros Breonna Taylor y George Floyd provocaron una rebelión masiva liderada por los trabajadores en una escala que no se había visto desde fines de la década de 1960. Los trabajadores se rebelaron contra un sistema capitalista que no tiene en cuenta nuestras vidas. Los miembros del PLP viajaron a Minneapolis, Kenosha y Filadelfia para luchar junto a nuestra clase y difundir la política comunista en oposición al terror estatal capitalista. La clase obrera desató contraataques en ciudades como Bogotá y Lagos, donde los trabajadores se enfrentaron sin miedo a las fuerzas paramilitares de los patrones.
Millones marcharon y tomaron las calles desde Polonia hasta Tailandia, Bielorrusia y Chile. Una huelga general de 250 millones de trabajadores en India, la más grande en la historia de la humanidad, demostró una oposición generalizada a las reformas agrícolas favorables a las empresas.
Como comunistas del PLP, nos sentimos orgullosos e inspirados para luchar como parte de esta lucha de clases internacional. Hemos librado una lucha intransigente para ganar a otros trabajadores más allá de las trampas de las políticas de identidad, el voto y las reformas. Hemos logrado avances modestos al demostrar que la revolución comunista a través de nuestro Partido de masas no solo es necesaria, sino posible.
Adelante a luchar por el comunismo
No importa lo que venga en 2021, el PLP y los amigos del partido lucharán por lo mejor para toda nuestra clase trabajadora internacional y pondrán el comunismo en acción mediante la lucha y el estudio dialéctico. A medida que la clase trabajadora internacional se dirige hacia el próximo año, sin duda hay mucho en juego. Los jefes racistas y sexistas claramente no tienen intención de ceder, y debido a sus rivalidades imperialistas se verán obligados a intensificar los ataques fascistas en preparación para la guerra.
¡Que las lecciones de lucha de clases que hemos extraído el año pasado nos lleven hacia adelante en nuestra lucha por un mundo libre de racismo, sexismo, pobreza y guerra imperialista! ¡Adelante hacia un futuro comunista!
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Lecciones de lucha contra cierre racista de hospital
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- 31 Diciembre 2020 289 visitas
CHICAGO, 22 de Diciembre—El 15 de Diciembre, una junta estatal de supervisión votó en contra de la propuesta racista de cerrar el hospital Mercy, situado al sur de la ciudad. Este hospital de servicio obligatorio o de último recurso – el más antiguo de la ciudad – les presta servicios a los trabajadores negros y Latinos, en su mayoría con limitado o sin ningún seguro médico.
La decisión de la junta refleja el esfuerzo de cientos de trabajadores, pacientes y miembros de la comunidad que estuvieron organizando durante meses en oposición al cierre. Hemos participado en protestas y caravanas, hemos bloqueado calles, hemos compartido peticiones, y dado innumerables discursos y testimonios para prevenir este ataque racista contra los trabajadores en medio de la mortal pandemia del coronavirus. Los miembros del internacional y comunista Partido Laboral Progresista (PLP), hemos participado activamente en esta lucha.
Pero como ya sabemos los trabajadores, esta lucha no ha terminado, ni mucho menos. Los billonarios racistas dueños de Mercy, Trinity Health, siguen planificando el cierre, después que se anunció la decisión de la junta.
Ahora es el momento de expandir la base de esta lucha, e incluir aun a más trabajadores. Es esencial que dejemos de rogarles a los políticos liberales para que garanticen un futuro más sano para nuestra clase, porque ellos mismos ya nos han demostrado que no cumplen y nos atacan, una y otra vez. Ya es hora de rechazar este sistema capitalista que no nos sirve a los trabajadores, en ninguna parte del mundo, y de comenzar a organizarnos por un futuro comunista con el PLP.
Lección #1: No confiar en ningún político capitalista
Una estrategia central durante la campaña para mantener abierto el hospital ha sido tratar de influenciar y presionar a algunos de los líderes políticos de la ciudad y del estado. Con este fin se ha apelado regularmente a la Alcaldesa de Chicago, Lori Lighfoot, al Director de Salud del Condado, Toni Preckwinkle, y al Gobernador de Illinois, J.B. Pritzker. Tal como sus contrapartes de derecha, estos patrones pro capitalistas no son, para nada, amigos de la clase trabajadora y, de hecho, toman decisiones que nos perjudican todo el tiempo.
La Alcaldesa de Chicago, Lori Lighfoot, ha permanecido notablemente callada durante la lucha, alegando que las decisiones relacionadas con el cierre del hospital son “temas del estado”. Sin duda, está muy ocupada, tratando de acallar criticas después que se dio a conocer un video del racista departamento de policías de Chicago esposando a la trabajadora negra Anjanette Young desnuda en su casa, durante una redada mal hecha (ABC7, 21/12).
De esta manera, ella sigue los pasos de su predecesor Rahm Emanuel, que igualmente, encubrió detalles de un video de las cámaras de la policía de Chicago que mostraba el asesinato racista del adolescente negro LaQuan McDonald hasta después de haber asegurado su re-elección en el 2015. Una de sus primeras acciones tan pronto tomó el cargo fue cerrar la mitad de las clínicas de salud mental del municipio, que les prestaban servicios mayormente a los trabajadores negros y Latinos (Chicago Tribune, 6/6/2019).
El Gobernador del Estado, J.B. Pritzker, ha sido crítico del cierre, pero los trabajadores no debemos confiar en sus credenciales “progresivas”. Su familia es una de las diez más ricas de EEUU, con un valor estimado de más de $30 billones (Forbes, 16/12). Esta gran fortuna se amasó explotando la labor de incontables trabajadores.
Por último, la Presidente de la Junta del Condado Cook, Toni Preckwinkle, tiene la reputación de ser la reina de los recortes, y actualmente está en proceso de eliminar los servicios de emergencia del Provident, otro hospital de último recurso al sur de la ciudad (South Side Weekly, 7/11). Esto concuerda con su decisión, hace casi diez años, de cerrar el hospital Oak Forest, a pesar de las protestas de los trabajadores (WBEZ, 16/8/2011).
Al final de cuentas, todos los políticos se rinden ante las necesidades de este sistema de lucro racista. Por eso no debemos esperar nada diferente cuando les confiamos el futuro del hospital Mercy.
Lección #2: El sistema de salud capitalista nunca va a responder a nuestras necesidades
Como trabajadores de la salud, hemos sido testigos directos de algunos de los peores efectos racistas de esta pandemia que les ha costado la vida a más de 1.5 millones de trabajadores en todo el mundo, incluyendo a 300, 000 en los EEUU. Pero, a pesar de las continuas olas de casos, con locales abarrotados de pacientes, los patrones de los servicios de salud no desisten en sus planes, y ya han cerrando 20 hospitales, en todo el país, este año (Becker’s, 9/12).
El servicio de la salud bajo el capitalismo es un producto de consumo, un servicio que usan para su lucro. Los resultados que garanticen que como trabajadores tengamos una vida sana valen mucho menos que el deseo de llenarse los bolsillos de los patrones. Con esto en mente, tiene sentido que Trinity Health quiera cerrar el hospital Mercy, a pesar de haber acumulado un capital billonario. Al capitalismo sólo le interesa lucrarse al máximo y conquistar mercados.
Unido a una infraestructura de salud pública municipal ya muy desgastada, estos cierres de hospitales van a ser mortales para los trabajadores negros y Latinos, cuya expectativa de vida es un promedio alarmante de treinta años menos que las de los que viven en vecindarios más acaudalados (AP News, 6/6/2019).
Para que la clase trabajadora internacional alcance su verdadero potencial de salud, tenemos que librarnos de este destructivo sistema racista. Sólo una sociedad comunista, basada en la colectividad y en las necesidades de los trabajadores – no en el lucro – puede garantizar una verdadera igualdad de la salud.
Lección final: Únase al PLP, luchemos por el comunismo
Los que nos hemos comprometido a luchar para mantener el hospital Mercy abierto tenemos mucho de qué estar orgullosos. Por el momento hemos forzado a que los patrones le pongan freno al cierre, un resultado que sin dudas le va a salvar la vida a muchos trabajadores.
Pero como toda lucha por reformas, los patrones tienen las de ganar. Ellos tienen el poder del estado y con eso nos pueden quitar lo que tanto nos ha costado ganar.
La única manera en que los patrones no van a poder darle vuelta al resultado rápidamente es si los trabajadores forjamos un movimiento masivo que por la fuerza tome el poder del estado y establezca una sociedad comunista que nos beneficie. Se ha hecho antes, y con la organización de un PLP revolucionario y masivo, lo podemos hacer otra vez. El PLP invita a todos los trabajadores para que se unan a nuestra lucha para construir un mundo mejor.
