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Trabajadores: Quemen al Capitalismo, no Ustedes!
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- 16 Agosto 2012 300 visitas
TEL-AVIV, Israel-Palestina, 20 de julio. Moshe Silman, murió tras prenderse fuego durante la manifestación de la semana pasada contra la política económica del gobierno. Este acto de desesperación, sirvió como un ejemplo para otros trabajadores, empujados al borde del suicidio por el sistema inhumano capitalista, quienes intentaron también prenderse fuego en protesta por su situación de pobreza.
Hace 160 años, Marx y Engels escribieron cómo en el sistema capitalista, las empresas grandes se tragan a las chicas en su competencia perro-come-perro, lanzando a muchos pequeño-burguéses (trabajadores autónomos y pequeños empresarios) a las filas del proletariado (clase trabajadora) Silman es un claro ejemplo de esto. Hubo un tiempo en que él era dueño de una pequeña empresa de transporte con cuatro camiones, pero debido a las deudas con la Seguridad Social (“Social Security” de Israel), uno de sus camiones fue embargado, continuando una espiral descendente para él.
Pronto se encontró sin un centavo, obligado a trabajar para ganarse la vida como conductor de taxi. Con el tiempo sufrió una serie de derrames cerebrales, lo que lo inhabilitó y condenó a vivir con $ 550 de seguro por incapacidad, apenas suficiente para su alimentación, medicamentos y alquiler. Eventualmente, se encontró viviendo en la calle. En su desesperación, y como un acto de protesta, se suicidó prendiéndose fuego.
El capitalismo es un sistema económico sin piedad. Los patrones (menos del “1%”) se apropian de la riqueza producida por el trabajo de los demás. Los trabajadores (más de “99%”) sin propiedad sustancial se ven obligados a vender su fuerza de trabajo. Ofrecen la mejor parte de su vida para ganarse el sustento a menudo escaso. No hay término medio real entre estas dos clases.
La competencia entre empresas lleva a la concentración de la riqueza en las manos de unos pocos barones ladrones, a expensas de sus competidores más pequeños, que en muchos casos terminan siendo parte de la clase trabajadora. Incluso los llamados “clase media”, trabajadores que por un tiempo recibieron un poco más del resto de los trabajadores, reducen su nivel de vida por la crisis del sistema capitalista.
La única manera de salir de este infierno en la tierra, es deshacernos del problema desde la raíz - el sistema capitalista. En lugar de auto dañarnos cayendo en la desesperación, los trabajadores debemos organizarnos, luchar y finalmente, liderear una revolución comunista, bajo las banderas del Partido Laboral Progresista, para derrocar el sistema de ganancias de una vez por todas. Sólo unidos y dirigidos por un partido de millones de trabajadores, seremos capaces de construir un futuro real para el “99%” ¡Un futuro comunista, donde los trabajadores dirigirán el mundo para el interés de la clase trabajadora!
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Guerras Por Ganancias, Racismo, Lleva A Tropas De EEUU Al Suicidio
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- 16 Agosto 2012 263 visitas
La clase trabajadora local en Irak y Afganistán, casi todos civiles, han sido los que mas han sufrido en las guerras imperialistas de EEUU, son millones los muertos y heridos, Esta carnicería también a dañado a la tropa trabajadora de EEUU – quienes han sobrevivido heridas físicas – por lo que han hecho y visto. Por cada soldado de EEUU asesinado en la zona de guerra unos 25 veteranos mueren a causa del suicidio.
Las mentiras racistas que el Pentágono utiliza para dirigir el coraje de las tropas de la clase obrera de EEUU hacia los trabajadores locales, especialmente la ira por la muerte de un compañero soldado, han hecho que los suicidios aumenten desmesuradamente. Estas mentiras racistas llevan a mas tropas a asesinar, golpear, acosar a inocentes trabajadores locales o a pasivamente apoyar las tropas que lo hacen. Ya que el ejército de EEUU define la misión de las tropas solo como “llevar a cabo buenas intenciones,” es fácil para las tropas enojarse con los civiles que rehúsan entregar insurgentes y ven a estos civiles como “salvajes desagradecidos.”
Pero, cuando las tropas aprenden más sobre el motivo rentable detrás de la misión y son separados de la cadena de mando que refuerza estas mentiras racistas, se les hace difícil vivir con lo ocurrido. A diferencia de la Guerra de Vietnam los veteranos que tuvieron la opción de unirse a un movimiento masivo de veteranos y soldados contra el racismo y la guerra, hoy muchos veteranos se consumen con la culpa, vergüenza, depresión e ira. Muchos sienten que nadie sabe lo que están viviendo excepto quizás aquellos que estuvieron con ellos en combate.
Para miles de veteranos que se preguntan porque sobrevivieron, el peso de cargar con los recuerdos de los amigos muertos y civiles los persigue y se convierte en un peso muy grande.
Además, soldados han sido llevados al por el acoso racista. El soldado Danny Chen se suicido en Afganistán después del repetido acoso anti-chino de dos oficiales, cuatro oficiales no comisionados (NCO, siglas en ingles) y dos soldados enlistados de menor rango.
Después de la indignación de la familia de Danny y la comunidad obrera china en Nueva York, el ejercito presiono para que se acusara a ocho soldados que habían acosado a Danny por varias semanas antes de su muerte. Pero el primer soldado que fue enjuiciado solo recibió una sentencia de 30 días, una multa y una degradación de rango, ¡en vez de una posible sentencia de 30 meses! Una línea de ayuda sobre suicido de Asuntos Veteranos existe, pero el capitalismo tiene poco que ofrecer a los veteranos que contemplan el suicidio.
Según un par de liberales entendidos en salud mental, los daños mentales que el imperialismo causa a las tropas de la clase trabajadora es una “herida moral” que solo puede ser tratada socialmente por una comunidad no sentenciosa que tenga el coraje moral de “examinar su propia responsabilidad por la guerra.” Pero, no es esta “comunidad” la que es responsable por las guerras de los patrones de EEUU, es el capitalismo. La línea de ayuda sobre el suicido de AV puede ayudar a unos pero no puede reconocer la explotación de las buenas intenciones de las tropas de la clase trabajadora sin arriesgarse a rebeliones en las filas.
Lo mas positivo, la manera duradera y significativa de discutir las guerras rentables, racismo y el intenso sentimiento de reparación, es ser parte de un movimiento comunista para aplastar el sistema capitalista que engendra estas guerras por petróleo y el racismo. Involucrando a veteranos en las luchas antirracistas por empleos, educación y mas servicios para los veteranos puede ser una parte importante de sanación para muchas de las tropas. Pero al final, tomar acciones anti-imperialistas en las barracas y en el campo de batalla como parte del Partido Laboral Progresista es la manera mas importante de acabar con la misión imperialista que lleva a las tropas al suicidio.
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Pakistán: Asesinato de Mujer Luchadora Aviva Ira de Campesinos contra Grandes Patrones
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- 16 Agosto 2012 308 visitas
Campesinos sin tierra enfrentan horrible explotación en Pakistán. Son absolutamente dependientes del gobierno de señores feudales y grandes propietarios de tierra, incluso gobiernan su vida privada. Son constantemente maltratados, física, verbal y sexualmente, y pueden mantenerlos encarcelados, mientras no tienen trabajo. A veces, cuando trabajaba en los campos llevan sus piernas encadenadas, aguantando las inclemencias del calor o del frío durante todo el año, de sol a sol, incluso, a veces la comida se les niega. Estos señores feudales parásitos son cada vez más ricos, chupando la sangre de estos trabajadores pobres y están ganando un creciente control del Estado.
Un compañero se dirigió a la provincia de Sindh para atender el 65º aniversario de la muerte de Mai Bukhtawar, una mujer campesina pobre que trabajaba en los campos. A pesar de no tener educación formal, tenía conciencia de clase muy desarrollada. Ella se negó a aceptar las leyes formuladas por los señores feudales para controlar a la clase obrera. Fue una trabajadora valiente que se opuso firmemente a los nuevos métodos de explotación y posteriormente fue asesinada por los terratenientes. El camarada señaló que su muerte desató la indignación entre los campesinos contra los señores feudales, e inspiró la resistencia y rebelión contra la opresión y la explotación.
El camarada dejó en claro que sin una revolución comunista internacional, no podemos eliminar estas miserias. Explicó que la lucha contra los terratenientes está profundamente arraigada en Pakistán. Muchos campesinos pobres han sacrificado sus vidas en la lucha contra la explotación, pero la situación no ha cambiado. La historia demuestra que la lucha por reformas no puede sustituir la lucha revolucionaria.
Los campesinos en dos ocasiones obligaron a los gobernantes a anunciar reformas agrarias, en 1959 y 1972, pero los patrones utilizaron estas reformas para engañarnos. Fijaron un techo enorme en la propiedad de la tierra para los terratenientes, con numerosas disposiciones y lagunas para negar la compensación del gobierno por la pérdida de la tierra. Dado que el techo cubre a individuos, no a las familias, a los propietarios se les permitió la transferencia de tierras a sus hijos y familiares. Se otorgaron exenciones para huertos, granjas de ganado y grandes áreas de caza.
Irónicamente, muchos altos funcionarios del gobierno utilizaron las reformas para adquirir tierras en las provincias de Sindh y Punjab a precios excepcionalmente bajos, utilizaron sus puestos burocráticos para aumentar su riqueza. Así, una nueva clase de propietarios surgió para intensificar la explotación de la clase obrera.
Ahora, 18 millones de trabajadores agrícolas, alrededor del 70 por ciento de toda la fuerza de trabajo, no tienen derecho a sindicalizarse ni a organizar paros y huelgas. La mayoría son tratados como esclavos, sin recibir dinero, sólo comida barata, por su trabajo agobiante. El compañero hizo hincapié en que para erradicar la explotación debemos construir un movimiento internacional comunista, liderado por el PLP, y establecer el poder de los trabajadores.
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A Pesar De Los Desalojos, Trabajadores Beduinos Luchan Contra El Robo Racista De Tierras
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- 16 Agosto 2012 276 visitas
Al-Arakib, Israel-Palestine, 27 de Julio – Cientos de trabajadores, beduino-árabes y judíos, marcharon contra los intentos de desalojo del Fondo Nacional Judío (JNF, siglas en ingles) del pueblo beduino al-Arakib, de sus tierras ancestrales. En los últimos dos años este pueblo ha sido demolido no menos da 40 veces. Aun así, los pobladores, trabajadores y campesinos empobrecidos, se aferran a su tierra ancestral reconstruyéndola una y otra vez, desafiando con valentía la voluntad del régimen racista israelita.
Cientos de trabajadores de todos los recodos Israelita-Palestinos se unen en solidaridad con esta lucha, alentando a los pobladores de al-Arakib en su lucha por un pedazo de tierra al que llaman su hogar. Pero, ¿de que se trata en realidad esta lucha? Para saberlo tendremos que ver la historia de los beduinos en Palestina.
Antes de la guerra de 1948, 90,000 beduinos vivían en Negev (el sur de Israel-Palestina), la mayoría asentándose como campesinos pastores a comienzos del siglo 20. Cuando el movimiento sionista tomo el poder y estableció el Estado de Israel, 59,000 de ellos fueron deportados, la mayoría a la península del Sinai y la Franja de Gaza. El resto fueron puestos bajo ley marcial en la región de Siag, una pequeña reservación nativa (o gueto) hasta 1966.
Después les permitieron más libertades, pero aun estaban confinados a una pequeña parte de tierra. En la actualidad, los beduinos, alguno de los cuales vivieron en Negev por siglos, sino milenios, son el 25% de la población de Negev, el 75% restante son judíos traídos por el gobierno israelí después de 1948.
El gobierno israelita dice que todo Negev es su territorio. Los beduinos que vivien en tierra estatal – aun si sus familias han vivido ahí por siblos – son considerados “paracaidistas.” Desde 1970 el gobierno Israeli “generosamente” le ha permitido a los beduinos “vender” partes de sus tierras al estado a precios ridículos, usualmente entre el 25-30% de su valor en el mercado.
La mayoría de los trabajadores y campesinos beduinos, y con razón, tenían recelo de vender sus tierras, especialmente a precios tan bajos. Asi que la mayoría de los beduinos que aun quedan son técnicamente ilegales – es decir, el gobierno y el sionista JNF puede demoler sus hogares y desalojarlos legalmente. A estos pueblos “no reconocidos” – como al Arakib – no se les permite la electricidad o agua potable de la infraestructura, y tienen que improvisar cualquier amenidad. A veces sus hijos tienen que caminar kilómetros para ir a la escuela.
Desde finales de 1960 Israel ha construido, pueblos de asentamientos “planeados” – esencialmente guetos – para los beduinos. En estos pueblos, la población mas grande es de Rahat (50,000), casi no hay trabajos, y los residentes tienen que aceptar lo mínimo de infrastructura y fondos para los servicios de educación y salud son casi nulos. Por ejemplo, el desempleo en Rahat, es de más del 50% para hombres y el 85% para mujeres, el 60% vive bajo el nivel de pobreza.
Esta pobreza fomenta el crimen y el uso de las drogas. Esta es la razón principal por lo que los beduinos decidieron quedarse en los pueblos “no reconocidos” sin ninguna amenidad moderna y trabajando en la crianza de borregos para su subsistencia en vez de salir de los pueblos “planeados” en donde no encuentran empleo.
La política del movimiento sionista (y la creación del Estado de Israel) siempre fue y siempre será – más judíos en más tierra menos árabes en menos tierra. Esta política racista es oro para los capitalistas de bienes raíces en todos los países occidentales especialmente en EEUU. Pero es el infierno para la clase trabajadora árabe, al igual que para la clase trabajadora judía que se ha asentado en las ciudades sin recursos ofreciendo mano de obra barata para las fabricas de capitalistas locales subsidiadas por el gobierno desde la década de 1950 hasta 1980.
En las décadas 1980 y 1990 casi todas estas fabricas cerraron o se fueron al lejano oriente, dejando ciudades enteras en el desempleo. Mientras tanto el gobierno israelí y el JNF siguen planeando y construyendo comunidades cerradas para los judíos adinerados en Negev, mientras dicenque los beduinos – quienes ya estaban ahí mucho antes que el estado fuera fundado – están “robando las tierras” del estado.
Al-Arakib, un pueblo no reconocido, cerca de Rahat y Beersheva, es el hogar de varias familias obreras. En el pasado suplementaban sus míseros salarios con la agricultura. El verano del 2010, el pueblo fue demolido el gobierno sus campos, y sus hogares fueron destruidos. Desde entonces, el régimen ha demolido este pueblo 40 veces. Los locales aun están luchando, con la ayuda de activistas obreros. La lucha no es solo por el pueblo de al-Arakib, sino por el destino de cientos de miles de trabajadores y campesinos beduinos que viven en los pueblos “no reconocidos.” Si al-Arakib cae, el régimen racista israelí podrá demoler muchos mas pueblos para entregar ese espacio a desarrollos de bienes raíces otorgando ganancias a los patrones de EEUU e Israel.
La unica respuesta a este ataque racista contra los trabajadores y campesinos es la lucha, y los pobladores de al-Arakib están luchando valientemente. Sin embargo, la unica forma de asegurar una mejor vida para todas las partes de la clase trabajadora es deshacerse del origen de todos los males – el capitalismo y su creación, el nacionalismo – y remplazarlos con un mundo multi-étnico comunista gobernado por la clase trabajadora en su totalidad. Esa sociedad comunista proveerá una verdadera infraestructura y sustento a todos los trabajadores. El Partido Laboral Progresista lucha por un Israel-Palestina comunista y un mundo comunista sin fronteras. ¡Únetenos!
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“Pan Rojo”: La Lucha De Una Mujer Por Granjas Colectivas Soviéticas
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- 16 Agosto 2012 291 visitas
Pan Rojo, de Maurice hindus, fue escrito en 1931 sobre la colectivización de las granjas en la Unión Soviética. Hindus era ciudadano de EEUU, nació y creció en un pequeño pueblo de la URSS y estuvo visitando su casa y escribiendo sobre la gente de allí.
En el capítulo, “Muchacha Nueva”, Vera fue presentada a Hindus por su superior en la granja colectiva (koljós) como una verdadera hija de la revolución. Formalmente trabajaba ordeñando 8 vacas, tres veces al día.
Su trabajo real comenzaba después de que terminaba su tarea de ordeñar. Tenía sólo 18 años de edad, pero sus responsabilidades la hacían parecer más madura y de mayor edad. Era también secretaria del koljós. Era organizadora talentosa y oradora apasionada que daba conferencias sobre los beneficios del koljós y también sobre las más recientes técnicas de cultivo.
Según Hindus, el campesinado ruso en ese tiempo vivía en la pobreza y la miseria inimaginable. El paso a la koljós representó una gran mejoría y sin embargo, algunos se resistían. El koljós creció de 10 familias judías unos años antes a un koljós internacional, con polacos, letones, lituanos y rusos. Una de las responsabilidades de Vera era resolver conflictos y promover la colectividad entre los trabajadores procedentes de diversos ámbitos.
Muchos deberes y tareas mantenían a Vera muy ocupada, todavía era una mujer joven y vibrante. Quería saber muchas cosas sobre EEUU y sobre todo de las chicas americanas. Quería saber lo que les gustaba hacer y lo que vestían, que libros les gustaba leer, y saber si hablaban de películas. Hindus trató de responder a todas sus preguntas que por lo general sólo dieron lugar a muchas más preguntas.
Vera estaba muy impresionada con la tecnología americana y los avances en la industria manufacturera y la agricultura. Dijo que ellos habían avanzado en la tecnología, sin embargo, eran extremadamente poco desarrollados en la cultura. La manufactura había crecido al grado que podían proporcionar a los trabajadores más que un par de zapatos. Sin embargo, los trabajadores estaban a la zaga de los Soviets, ya que desperdiciaban su tiempo asistiendo a las iglesias y en creer en dios.
Vera era una comunista dedicada, que estaba convencida de que los trabajadores pronto derrocarían el sistema capitalista en EEUU, porque pensaba que el capitalismo sobrevivía a pesar de su inutilidad.
Hindus dijo a Vera que la clase media en EEUU frustraría cualquier intento de revolución, pero Hindus no le dijo a Vera que los trabajadores y el Partido Comunista en EEUU se organizaban y luchaban contra la opresión capitalista en la industria básica, como textiles, acero, minería, auto, etc.
Y que a pesar de que los fabricantes estaban produciendo un montón de ropa y zapatos muchos trabajadores no podían comprarlos. A los trabajadores no se les pagaba lo suficiente para poder comprar lo que producen. El mismo dilema que enfrentamos los trabajadores hoy en día.
Pan Rojo tiene una visión positiva de la colectivización de las granjas en la Unión Soviética. Y el capítulo Nueva Chica tiene una buena mirada de la nueva Mujer Internacional.