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Plantar semillas de lucha, hacer crecer el comunismo
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- 20 Marzo 2021 329 visitas
CHICAGO, 13 de marzo—Un grupo multirracial de cercas de 12 trabajadores, madres e hijos de edad escolar incluidos, se reunieron hoy en un jardín comunitario para crear unos planes para combatir los riesgos impuestos por la pandemia y los patrones racistas.
El jardín está ubicado al otro lado de la calle frente de una escuela pública que sirve en la mayoría a familias latinas de clase trabajadora. Miembros del Partido Laboral Progresista (PLP), Partido comunista, ha trabajado varios años para construir relaciones con las madres, padres y estudiantes del barrio.
Colectivamente, hemos ayudado a construir la lucha para mejorar las condiciones de aprendizaje y para más recursos para los jóvenes negros y latinos de clase trabajadora quienes son atacados más fuertemente bajo el capitalismo. Más recientemente, hemos sido activos en la lucha para forzar a la alcaldesa Lori Lightfoot y las Escuelas Públicas de Chicago (CPS en inglés) para retrasar la apertura de las escuelas hasta que las preocupaciones de seguridad para los trabajadores y estudiantes sean satisfechos (Vean el DESAFIO de 17/2 y 3/3).
Más estudiantes y trabajadores de educación han comenzado a regresar a las escuelas. Pero eso no nos ha prevenido de seguir luchando por nuestros intereses y seguridades colectivas. Bajo los talones de los patrones liberales distribuyendo migajas de “alivio” económico (Vea el editorial en la 2nda página), es esencial que luchemos ahorita para que ese dinero se use para el provecho de los trabajadores y estudiantes y no en llenar los bolsillos de los capitalistas parásitos.
Últimamente, solamente será una sociedad comunista, dirigida por los trabajadores, que los fundamentos como la educación, vivienda y medicina puedan ser garantizados libremente y accesibles equitativamente para todos en nuestra clase. El PLP está dedicado a construir esta lucha, continuando de construir nuestro Partido internacional para la revolución comunista y la destrucción del capitalismo.
¡Organizar! Ampliar la Lucha
Nuestro grupo se juntó en el jardín al final de la mañana. Con comida y agua donada, cada trabajadora compartió de su experiencia en navegando los desafíos recientes de la pandemia capitalista.
Muchas mamas compartieron de sus frustraciones con el estropeado y despliegue patronal racista de la vacuna, que cambia la necesidad esencial de salud público a una lotería que excluye a muchos trabajadores negros, de la tercera edad y trabajadores indocumentados. Otros destacaron su enojo sobre la falta de internet adecuada durante las sesiones de aprendizaje remoto y computadoras rentadas de baja calidad. Algunos otros señalaron que a la escuela le falta agua potable limpia y una biblioteca.
Los miembros del PLP consiste mente presentaron las ideas comunistas y la unidad multirracial de clase trabajadora como el único modo de luchar contra el menosprecio patronal por las vidas que nosotros sobrellevamos como trabajadores. Todos presentes estuvieron de acuerdo que la lucha solamente podría avanzar con el crecido compromiso de los padres para apresurar a CPS.
Con este fin, hicimos un plan para reunirnos entre sí para construir nuestra lucha. Hicimos una lista de 10 demandas para traer a la próxima reunión del concilio escolar, incluyendo la reapertura de las escuelas como espacios de vacunación para los trabajadores de educación y miembros comunitarios, ayuda económica para las familias de clase trabajadora, y mejorando la ventilación y pipas en el edificio.
Los Patrones Liberales Son El Peligro Principal
Como parte del estímulo económico del Presidente Joe Biden, CPS está listo para recibir $1.8 mil millones o sea cerca de $5,200 gasto adicional para el estudiante en Chicago (Chalkbeat, 10/3). Si los trabajadores no se organizan alrededor de las demandas como las de nosotros, muchos correctamente reconocen que los patrones muy fácilmente pueden pasar este dinero para cubrir las deudas del distrito con los banqueros explotadores. Ya, la calificación crediticia de CPS recibió un pequeño aumento con el resultado de una aprobación de una ley. (Crain, 11/3)
Muchos de los políticos liberales de la ciudad les gusta apuntar con el dedo a los bancos por el crisis de endeudamiento, convenientemente olvidando que muchos tienen claros conexiones al capitalismo financiero. Los suaves patrones liberales en las mayores ciudades EE.UU. como Chicago, Nueva York y Los Ángeles, quienes les gusta derramar lágrimas de cocodrilo sobre las brechas raciales educativos presentes bajo el sistema de lucro, son los mismos que han cerrado escuelas en barrios negros y latinos y han hecho, por décadas, que los estudiantes caminen dentro detectores metales. Por eso, nosotros en el PLP, llamamos a estos patrones los grandes fascistas, la más grande amenaza para la clase trabajadora.
Estos grandes fascistas están desesperados para regresar a los estudiantes a las aulas como parte de su empuje para adoctrinar las mentes jóvenes con ideas capitalistas para prepararlos para más disciplina y finalmente para una guerra imperialista. Cualquier plan patronal para “educar” a nuestros jóvenes es un desastre para los trabajadores. Solamente una revolución internacional comunista, dirigida por un PLP masivo, transformara la educación de una mercancía toxica ideológica a una fuerza de liberación en el servicio de la clase trabajadora.
El Partido es la Arma
Organizando a la clase trabajadora desde la base – como nuestro trabajo aquí – es un desarrollo inspirador. Estamos comprometidos en continuar luchando junto a nuestros compañeros para insistir que nuestras demandas colectivas sean cumplidos.
Creando una cultura de solidaridad y lucha pueden armar a nuestra clase con las habilidades y confianza de que los trabajadores pueden dirigir la sociedad, sin el racismo, el sexismo o ganancias. El PLP es la arma para ganar el mundo comunista igualitario que necesitamos. ¡Unámonos!
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Lucha antisexista: ¡Enfermeras hacen huelga para seguridad de los pacientes!
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- 20 Marzo 2021 302 visitas
WORCESTER, MA, 16 de marzo— Los trabajadores del Hospital de St Vincent están en huelga, por un personal seguro para los pacientes.
El hospital es propiedad de Tenet Healthcare, que ganó $ 478 millones solo en el último trimestre.
El PLP está apoyando esta huelga. ¡Las enfermeras no se rendirán!
¡El capitalismo significa escasez de personal, recortes y atención médica sistémica, racista y sexista! Siempre que hay escasez de un bien bajo el capitalismo (por ejemplo, atención médica, vacunas covid), el racismo, el sexismo y la pobreza determinan quién se queda atrás.
Mientras tengamos este sistema de ganancias, la vida humana será barata y seguiremos siendo mercancías, desechadas y descartadas cuando ya no sean útiles para los patrones. ¡Apoye a las enfermeras en huelga en su lucha por una proporción segura de pacientes y su sustento!
Solo una fuerza laboral multirracial y antirracista que luche contra el racismo y se base en el viejo adagio comunista: “una lesión a uno es una lesión a todos”, puede liderar y luchar por un cambio real. Los políticos no pueden hacer eso. Los líderes sindicales no pueden hacer eso. Solo la clase trabajadora con liderazgo comunista puede lograr un sistema basado en las necesidades porque somos la cura. ¡Historia completa en el próximo número!
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Por Juston y Terrence, acabar con el capitalismo racista
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- 20 Marzo 2021 285 visitas
BOSTON, MA, 6 de febrero—Unas 65 personas se manifestaron en la Cámara de Representantes de Boston para exigir: “¡Reabrir el caso Juston Root, nombrar un investigador independiente!”. Un año después de que la policía matara a Juston a sangre fría, no se ha procesado a ningún policía. Eso es el capitalismo, un sistema racista donde la policía protege a la clase dominante multimillonaria e intimida y divide a la clase trabajadora. El Partido Laboral Progresista (PLP) dice que necesitamos un sistema completamente diferente donde los trabajadores dirijan todo, eso es el comunismo.
Hablaron familiares de Juston y de Terence Coleman, otra víctima del asesinato policial. Entregaron una petición de 11.500 firmas a la oficina del Fiscal General de Massachusetts, exigiendo que se reabriera el caso. La hermana de Juston dijo que, si esto le podía pasar a su hermano, le podía pasar a cualquiera. Ninguno de nosotros está a salvo de la violencia policial.
El 7 de febrero de 2020, Juston Root, durante una crisis de salud mental, estuvo en el Brigham & Women’s Hospital para reunirse con un terapeuta de salud mental. Un guardia de seguridad del hospital llamó a la policía de Boston por Juston y le dispararon una vez. Juston, sangrando, tratando de escapar, se subió a su auto y condujo por la Ruta 9 hacia un centro comercial en Brookline, donde chocó su auto y cayó al suelo. Siguieron seis policías. Mientras Juston yacía sangrando, ahuyentaron a un técnico de emergencias médicas que intentaba ayudarlo, lo patearon y luego dispararon 31 balas contra Juston, matándolo.
El Racismo daña a todos los obreros
Juston, que era blanco, fue víctima de un asesinato policial racista. ¿Por qué decimos que fue racista? El objetivo desproporcionado de las comunidades negras y latinas para realizar una intensa actividad policial sigue siendo la excusa para militarizar a la policía y protegerla con protecciones legales. Esto también pone en peligro a los trabajadores blancos. La vida de un joven hermoso no valía nada para estos policías asesinos racistas. Después del asesinato, se escuchó a uno de los policías decir: “¡Yo maté a esa [maldición]!”
El 6 de marzo, miembros del PLP se unieron a otra manifestación convocada por Mass Action Against Police Brutality (Acción Masiva Contra Brutalidad Policiaca) para exigir que el policía asesino Derek Chauvin sea condenado por asesinato y reabrir todos los casos de asesinato policial en Boston. Las familias de Burrell Ramsey-White, Ross Batista, Juston Root y Terrence Coleman, tanto negros como blancos, hablaron en la manifestación exigiendo que se reabrieran los casos de sus seres queridos. Nuestro panfleto y el periódico DESAFÍO, que promueven la unidad multirracial, y nuestros carteles comunistas revolucionarios fueron bien recibidos. El veneno divisor de las políticas de identidad estuvo notablemente ausente. Intentaremos trabajar más de cerca con esta organización y las familias de las víctimas. Ayudaremos a luchar contra estos asesinatos de policías racistas ahora, mientras luchamos por un futuro donde el racismo y toda explotación capitalista terminen de una vez por todas - ¡eso es comunismo!
El racismo lastima a todos en la clase trabajadora. ¡Necesitamos unirnos para luchar para destruir este apestoso sistema capitalista de explotación y opresión y asesinos policiales fascistas!
‘Taller sobre la política de identidad: ‘muy esclarecedora’
Me ha interesado saber más sobre el partido comunista y escuché de mi amiga que su hermana está involucrada en un grupo de discusión comunista. Me comuniqué con su hermana y me informó de un taller de educación que se estaba llevando a cabo sobre el comunismo en el aula. Estaba intrigada y decidí asistir. También solo quiero decir que soy una mujer blanca queer y una recién graduada de la universidad STEM. Alrededor de 55 personas asistieron al foro, lo que me sorprendió. Se pronunció un discurso de apertura sobre cómo, a través del comunismo, los estadounidenses pueden derrotar al capitalismo y los efectos negativos (racismo, sexismo, etc.) que tiene en nuestra sociedad. Terminé asistiendo a un taller sobre políticas de identidad. Fue muy esclarecedor porque, sinceramente, no estaba demasiado familiarizado con las políticas de identidad antes de esto. Me considero una gran feminista y soy parte de la comunidad LGBTQ+.
Fue interesante saber que es mejor no identificarse con personas que son similares a usted en términos de raza, género o sexualidad, sino con la clase. Siempre me alineé automáticamente con las personas que se encuentran dentro de las dos categorías que mencioné anteriormente. De hecho, también me sorprendió escuchar que el racismo puede afectar a todos en la fuerza laboral que no están en la cima, no solo a las personas de color. Si bien no participé activamente en el foro porque sentía que no tenía educación, disfruté escuchando lo que la gente tenía que decir y aprendí mucho. Este evento ha inspirado al activista que llevo dentro y quiero atravesar mi zona de confort para hacer más. Quiero actuar y hacer mi parte para luchar contra el capitalismo. ¡Gracias por el foro educativo!
HHHHH
Angela Davis, no es comunista
El artículo por lo demás excelente, “Sólo el comunismo puede erradicar el sexismo” (DESAFÍO, 17/3), se vio empañado por cierta confusión sobre la historia comunista y lo que significa ser un revolucionario. Prueba A: Si bien Angela Davis fue miembro y líder del Partido Comunista de EE. UU. durante mucho tiempo, sería incorrecto llamarla “comunista negra”. En la década de 1930, una época en la que los trabajadores todavía tenían el poder estatal en la Unión Soviética, el CPUSA era parte de la vanguardia del movimiento comunista revolucionario internacional. El partido tenía debilidades políticas, en particular al unirse a un “frente popular” antifascista con los demócratas liberales. Pero como señaló el artículo de Langston Hughes en el mismo número de CHALLENGE, el CPUSA asumió un papel de liderazgo en las luchas obreras y antirracistas más militantes de la época, incluido el juicio de los Scottsboro Boys.
Con la muerte de Joseph Stalin en 1953, la Unión Soviética aceleró su decadencia hacia el capitalismo de estado. Bajo el liderazgo de los archirrevisionistas (falsos izquierdistas) Earl Browder y luego Gus Hall, el CPUSA siguió el trágico ejemplo de la URSS, abandonó la revolución y se sumergió en el sindicalismo reformista. En 1962, los fundadores del PLP (entonces el Movimiento Progresista del Trabajo) fueron expulsados, una insignia de honor. Para 1980, cuando Angela Davis se postuló para vicepresidenta de Estados Unidos en la boleta de CPUSA con Gus Hall, se había convertido en otra reformadora capitalista vendida y menos malvada, ni más ni menos.
En 2019, en un comunicado celebrando el centenario de la CPUSA, esta autoproclamada feminista socialista escribió: “¡Por lo menos debemos derrotar a la administración Trump en 2020!” Davis respaldó abiertamente a Joe Biden, el principal arquitecto del encarcelamiento masivo racista. Dijo que la elección de la policía principal Kamala Harris como compañera de fórmula de Biden hizo que el boleto fuera “más aceptable”, un guiño corrupto a la política de identidad reaccionaria y menos malvada.
Sin embargo, Davis tenía razón en una cosa. Biden y Harris son de hecho “lo mínimo” que la clase trabajadora podría obtener.
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Superar las ilusiones liberales
Tenemos que ser precavidos con las reformas liberales de la policía que tal vez nos lleven a pensar que el estado policial en el que vivimos puede ser reformado. Tal vez la respuesta más grande – de políticos liberales- de nuestra aguda lucha del verano, fue en Ithaca, Nueva York. La propuesta nueva del alcalde Myrick remplazaría el departamento de policía existente con un “Departamento de Soluciones Comunitarias y Seguridad Publica.” En algunos encuentros que no necesiten policías armados se seleccionaran “trabajadores de solución comunitaria” no armados quienes se reportaran a un director civil de seguridad pública, en vez de un jefe de policías. Tal vez eso les salve dinero a algunos capitalistas del estado y dinero a la nómina de la ciudad. Sin embargo, también existirán “trabajadores de seguridad pública” armados, como antes. Sin duda, esos policías continuaran estando preparados para realizar violencia organizada en un esfuerzo determinado a suprimir las huelgas de obreros; suprimir manifestaciones estudiantiles de escala grande audaces combatiendo por demandas progresivas; y suprimir cualquier movimiento poderoso que pueda seriamente desafiar desigualdades raciales que están en el corazón del capitalismo.
Los jefes capitalistas necesitan la brutalidad policiaca racista, intimidación, y terror para mantener su poder sobre nosotros. El sistema funciona como ha sido desarrollado a que funcione. Entonces en vez de rogarles a los jefes que cambien su manera de ser, debemos derrocarlos. Para hacer esto, necesitamos construir un partido de clase obrera revolucionario antirracista que destruya toda la estructura y sistema del capitalismo. Un movimiento amplio llevado por este tipo de partido puede hacer una revolución para reemplazar el sistema capitalista racista existente con un sistema comunista de igualdad de clase obrera y antirracismo en el cual podemos trabajar creativamente para cumplir las necesidades de nuestra clase en vez de ser esclavos a hacer ganancias para los capitalistas. ¡El superar ilusiones liberales sobre el sistema capitalista, por millones de obreros y jóvenes, puede abrir el camino para un futuro mejor!
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¿Dónde estás, Joe?
Estaba escuchando un programa de entrevistas sobre trabajadores de hoteles de Washington desempleados que buscan ayuda y no la obtienen de su sindicato. Al comienzo del programa, el moderador pidió comentarios a la gente, “con experiencia sindical como Joe” (ya había estado en el programa algunas veces). Llamé para comentar, pero estaba en espera. Cuando faltaban cinco minutos para el final del programa, el moderador dijo: “Joe, ¿dónde estás? ¿Estás ahí fuera?” y de repente mi teléfono se conectó al programa. Con solo un minuto para el final, dije que el problema era que el movimiento obrero se había convertido en sindicalismo empresarial y los líderes laborales se habían convertido en capitalistas con salarios de seis cifras. Dije que cuando los comunistas estaban en los sindicatos, los líderes recibían solo el salario promedio de los trabajadores sindicales y los líderes reacios fueron reemplazados instantáneamente.
Más tarde traté de entender por qué el moderador me había llamado y recordé programas anteriores como uno sobre organización sindical donde dije que antes de que los comunistas fueran excluidos del liderazgo sindical, había discusiones a la hora del almuerzo sobre eventos mundiales y huelgas locales a las que los trabajadores podían unirse despues del trabajo. En otro programa relaté la reciente huelga de los Teamsters de la ciudad de Nueva York con la huelga de trabajadores del transporte público de 1964 que ganó porque los jefes dijeron: “Tienen un arma en la cabeza”, lo que reveló el poder de una clase trabajadora unida.
Todos estos recuerdos me hicieron darme cuenta de que el moderador estaba pidiendo en el trabajo, tácticas y estrategias de la clase trabajadora para luchar contra la opresión capitalista, incluso cuando son ideas comunistas. Nuestro Partido necesita aprovechar cada oportunidad para relacionar nuestras experiencias de lucha histórica y actual con los trabajadores para ayudarlos a darse cuenta de que el comunismo es que ellos dirigen la sociedad en sus intereses.
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150° Aniversario de la Comuna de París La primera dictadura obrera del mundo
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- 20 Marzo 2021 310 visitas
Hace ciento cincuenta años esta semana, en 1871, los trabajadores armados sacaron a los patrones franceses de París y establecieron la Comuna de París. Francia era una superpotencia mundial. Alemania tenía una base industrial en crecimiento y sus propias ambiciones de superpotencia. “Nosotros, los miembros de la Asociación Internacional de Trabajadores, no conocemos fronteras”, declararon los comunistas. Pero la competencia entre capitalistas franceses y alemanes condujo a la guerra en 1870. El ejército francés pronto fue derrotado.
Las masas parisinas, aunque simpatizaban con el comunismo, todavía estaban influidas por el nacionalismo. Exigieron armas para defender la ciudad del asedio del ejército alemán. El gobierno burgués organizó a la mayoría de los hombres adultos en su Guardia Nacional. Sin embargo, estas unidades de la Guardia, formadas por la clase trabajadora, organizaron sus propios comités de dirección en cada distrito y un Comité Central de los trabajadores para unirlos.
El 17 de marzo de 1871, el gobierno cedió al ejército alemán y huyó a los suburbios de Versalles. Cuando las tropas regresaron al día siguiente para buscar las armas que habían dejado, los trabajadores enojados se enfrentaron a ellos. Las tropas rechazaron las órdenes de disparar contra la multitud. Entregaron sus armas a los trabajadores.
Al día siguiente, 18 de marzo de 1871, el Comité Central de la Guardia Nacional se hizo cargo del Ayuntamiento y desplegó la Bandera Roja de la revolución obrera. Por primera vez en la historia de la sociedad de clases, la clase trabajadora había tomado el poder.
Construyendo igualdad
El Comité Central convocó a nuevas elecciones. “Los hombres que mejor les servirán son los que elijan entre ustedes”, instó a los trabajadores. Las banderas rojas estaban por todas partes.
La Comuna mantuvo la forma burguesa de las elecciones, pero los trabajadores victoriosos no simplemente se apoderaron de la maquinaria estatal burguesa. Lo destrozaron y empezaron a construir algo nuevo: la dictadura del proletariado.
Las masas eran los verdaderos dueños de la Comuna. Veinte mil activistas asistían diariamente a las reuniones de los clubes pequeños para ofrecer críticas y hacer sugerencias. Los funcionarios electos consideraron todas las propuestas y, por lo general, actuaron sobre ellas. Los funcionarios que desatendían a las masas estaban sujetos a un retiro inmediato.
El gobierno obrero disolvió las unidades burguesas de la Guardia. Suspendió todos los decretos del antiguo gobierno. Los trabajadores derribaron la Columna de la Victoria, símbolo del imperialismo francés. Eligieron a un comunista húngaro-alemán para su cuerpo de gobierno, declarando que la Comuna representaba a los trabajadores en todas partes.
El gobierno de los trabajadores eliminó el apoyo estatal a la religión y se apoderó de la propiedad de la iglesia. Limitó los salarios de los funcionarios para que ninguno ganara más que el salario de un trabajador. Quitó los derechos de los patrones a multar a los trabajadores. Se hizo cargo de los talleres que habían sido cerrados debido a la depresión económica y los entregó a las cooperativas de trabajadores.
Esta dictadura de la clase trabajadora fue el requisito previo necesario para abolir la esclavitud asalariada del capitalismo. La Comuna mantuvo el poder durante diez breves semanas. Demostró para siempre que la clase trabajadora puede, debe y gobernará la sociedad.
¿Por qué perdieron los trabajadores en 1871?
La burguesía francesa utilizó el dinero de los impuestos extraído del sudor de los trabajadores para pagar al gobierno alemán y liberar a los prisioneros de guerra franceses. En mayo, después de una sangrienta guerra civil en las calles, estos soldados volvieron a tomar París para los patrones. El movimiento comunista se apresuró a extraer algunas de las lecciones de esta heroica e histórica lucha. Otros solo los reconocimos un siglo después.
* Los trabajadores necesitan aplastar el estado patronal. Pero la Comuna no fue lo suficientemente lejos. Fue indulgente con los contrarrevolucionarios y los renegados. Permitió que la burguesía francesa se reagrupara, en lugar de organizar un Ejército Rojo para perseguirla. La burguesía no fue indulgente en absoluto después de que aplastó la Comuna, asesinando a 100.000 trabajadores (incluidos niños). La Comuna no pudo vincularse con las comunas de Lyon, Marsella y otras ciudades. La dictadura de la clase obrera necesita armar y organizar a las masas, pero también necesita un Ejército Rojo.
* La Comuna organizó a los trabajadores en clubes políticos, pero no en un partido comunista. Hubo mucha democracia (discusión de políticas) pero no mucho centralismo (acción unida). La forma política de la democracia burguesa socavó los objetivos de la clase trabajadora de la Comuna.
* La Comuna no se movió lo suficientemente rápido para abolir el capitalismo. Si hubiera expropiado el Banco de Francia, la burguesía francesa habría tenido más dificultades para formar un ejército contrarrevolucionario.
La Comuna reconoció la necesidad de igualdad entre trabajadores y cuadros revolucionarios. Pero ahora podemos ver que igualar los salarios no sustituyó a la abolición total del sistema salarial.
Mientras marchamos por el comunismo el Primero de Mayo de este año y todos los años, el Partido Laborista Progresista llevará adelante el espíritu de la Comuna de París.
Para más información sobre la Comuna de París y las lecciones que los comunistas extrajeron de ella, lea el libro de Karl Marx, La guerra civil en Francia; Frederick Engels, Las grandes lecciones de la Comuna de París.
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