WASHINGTON, D.C., el 30 de septiembre—Hoy el Partido Laboral Progresista (PLP) tuvo un mitin, una marcha, y una protesta en solidaridad con los obreros oprimidos de Myanmar (anteriormente Birmania), en particular contra de la campaña genocida por el militar en contra de los obreros y granjeros del grupo minoritario musulmán rohingya. El ejército ha empujado cientos de miles de la rohingya de su tierra hacia Bangladesh, donde ellos se les niegan el estatuto de refugiados por los gobernantes de bangladesh. Supuestamente, el ejército está actuando en respuesta a los ataques terroristas en las estaciones de policía en Myanmar de una organización de jihadistas rohingyas, pero las masas son las que sufren.
Los refugiados de muchos países se encuentran el rechazo similar en Europa y en otras partes, dejándolos sin hogar y sin los medios de subsistencia, mientras los imperialistas en guerra de los EE.UU., Europa, Rusia, y China se pelean por el petróleo, el gas natural, y los minerales encima de los cuerpos muertos de obreros y granjeros los que engañan a creer que estas guerras son en sus intereses.
A pesar del pretexto que la raíz de este genocidio es la opresión religiosa contra los musulmanes en una nación mayormente budista, es principalmente el apoyo de los imperialistas contendiendo, los que saltan cínicamente a cualquier oportunidad a aparecer en apoyo de un grupo de obreros encima de un otro, que causa los ataques. El robo de tierra por el militar de los granjeros rohingyas es una motivación secundaria, pero muchos granjeros budistas pobres también han sido las víctimas del mismo robo de tierra, hacienda la unidad entre ambos grupos en contra de esta opresión una absoluta necesidad para la supervivencia. La unidad entre todos los grupos de obreros en todas partes es la única manera para defendernos, mientras los capitalistas usan todos los tipos de divisiones – el racismo, el sexismo, el nacionalismo – para dividirnos y para destruir nuestra capacidad a resistir.
Miembros de PLP lanzaron nuestra acción con un mitin de megáfono en una zona comercial muy concurrida, distribuyendo más de 200 volantes y 50 copias de DESAFIO. Hablamos con las personas allá sobre la crisis, y también sobre la meta de PLP para la revolución comunista para quitar el capitalismo y el imperialismo del mundo.
Entonces, los camaradas marcharon a la embajada de Myanmar (solo unas cuantas cuadras de la residencia de $8.1 millones de Obama y el hogar de $5.5 millones de la hija de Trump, Ivanka, y su esposo Jared Kushner). Dejamos nuestros folletos condenando el genocidio en los picos de las vallas rodeando la embajada, para dar aviso al régimen fascista de Myanmar que somos completamente determinados a construir el apoyo para sus víctimas musulmanes y budistas y para organizar a millones de obreros y granjeros para el día que podemos quitar todo el fascismo, el imperialismo, y el capitalismo del planeta.
Esta manifestación modesta es el comienzo de una campaña de resistencia a este genocidio y contra de las fuerzas capitalistas reaccionarias de China y los EE.UU. que quieren explotar, por la guerra de poder, la lucha étnica mientras choquen sus intereses (ve DESAFIO, el 11 de octubre). En particular, somos determinados a construir el apoyo suficiente por todo el mundo para forzar el gobierno de Myanmar y sus patrocinadores imperialistas a dejar la gente rohingya, aferrada a la vida en los campamentos de refugiados en Bangladesh, a volver a sus hogares y sus granjas.
El hablante principal declaró: “Debemos recordar que la fuente de este genocidio, y en efecto cada genocidio, es el imperialismo económico. Cada limpieza étnica puede ser trazada a los esfuerzos de los capitalistas para apropiar la tierra de los obreros para sus propias necesidades, y para motivar una parte de la clase obrera contra una otra parte para mantener el dominio de la clase capitalista. Aún si podemos parar este genocidio, y salvar la rohingya de la aniquilación, vamos a ver otros esfuerzos de genocidio por todo el mundo hasta que las fuerzas capitalistas reaccionarias son aplastadas, y se logra la solidaridad obrera en todas partes.”
Instamos todos los obreros, estudiantes, y soldados a reunirse con esta campaña por contactar el colectivo de PLP en Washington D.C. por el correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..

BROOKLYN, 10 de octubre- Los estudiantes, los trabajadores y la facultad de Kingsborough Community College (KCC) están aprendiendo, que este desastre de sistema de lucro racista afecta nuestras vidas en todos los niveles y sólo puede ser derrotado con la unidad multirracial. KCC es uno de los colegios más grandes del sistema universitario urbano más grande del país (ver DESAFÍO, 9/27), la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY). Mientras que la clase obrera en KCC es un reflejo de la segregación y las divisiones impuesta por el capitalismo, también se está transformando en un modelo de lucha multirracial.
Miembros y amigos del Partido Laboral Progresista han estado rutinariamente vendiendo DESAFIO fuera del colegio, aprendiendo y organizando mucho.
Cómo el capitalismo conduce y ruinas cafeterías
Durante las vacaciones de verano, la cafetería del colegio substituyó un contratista privado, Panda House por otra compañía más grande llamada Metropolitan Food Services. Panda House renunció a KCC porque la perspectiva de un insignificante aumento en el salario mínimo del estado de Nueva York a $11 la hora se convirtió en demasiado “gasto”. Los jefes de KCC eligieron a Metropolitan y despidieron a la mayoría de los trabajadores anteriores.
Metropolitan se encontró desesperado para llenar los turnos de trabajo. Los avisos de posiciones abiertas cubrían las paredes de la cafetería. Pero, no estaban preparados o capacitados para responder a los estudiantes que llenaron las solicitudes de empleo. Por lo tanto, una petición por más de 600 estudiantes, trabajadores y profesores fue firmada para presionar a Metropolitano para que contestara.
Esto es sólo un ejemplo de la falta de preparación por Metropolitan.  Manejar las cafeterías escolares bajo el capitalismo es lo mismo que todos los negocios, desde su bodega (tienda) local hasta las compañías petroleras multinacionales como ExxonMobil: las ganancias van primero.
 Postrándose ante la presión de esta fuerza unida, Metropolitan respondio. El éxito duró poco; pues el 27 de septiembre, el Departamento de Salud cerró la cafetería.
Los fregaderos de cocina se pierden en la salsa
Los estudiantes fueron recibidos con avisos del cierre oficial en papel con membrete de Kingsborough que simplemente decia que la cafetería estaba “temporalmente cerrada” y que “el Colegio está trabajando con el vendedor de la cafetería para asistir con todas las inquietudes de inmediato”.
“Inmediatamente” se convirtió en varios días. El colegio reemplazó la cafetería con camiones de comida para intentar satisfacer a los aproximadamente 8.000 estudiantes de tiempo completo, y 7.000 de tiempo parcial. Los jefes no dieron ninguna explicación pública acerca del cierre. Como ha aprendido DESAFIO , el asunto tenía que ver con el cambio a Metropolitan.
Durante la transición, la House Panda tomó los fregaderos que habían sido utilizados para la limpieza y preparación de alimentos. Nunca fueron reemplazados. Estos fregaderos cuestan decenas de miles de dólares, y una cocina sin un lavadero inevitablemente conduce a violaciones del código de salud.
La nueva cafetería tiene lujosos indícales y luces nuevas, pero Metropolitan ilustra cómo la sed de ganancias del capitalismo afecta cada detalle de nuestra vida obrera. Los jefes están bajo presión para cortar esquinas en asegurar cosas como fregaderos para el saneamiento. En un pequeño nivel, pueden parecer como errores. Pero como sistema, encontramos que estos “errores” son la norma bajo el capitalismo.
Afortunadamente, los trabajadores continuaron recibiendo su sueldo. Los jefes trataron de mantener en secreto las razones del cierre y les dijeron a los trabajadores que limpiaran y estrujaran las áreas de la cocina.
  Universidades como CUNY permiten a la industria de servicios de comida universitaria consiga $19 mil millones al año en ganancias -más que los gigantes de comida rápida Burger King, Subway y KFC. ¿Qué cantidad de esa ganancia fue alocada para contratar el personal adecuado y obtener el equipo básico como fregaderos?
Las universidades prefieren los vendedores privados de alimentos porque los trabajadores casi nunca pertenecen a un sindicato. Consistente con la reducción de costos capitalista, los trabajadores sin sindicatos hacen un promedio de 27 por ciento menos que los trabajadores sindicalizados (CNN Money, 14/02/15). Empresas contratantes como Metropolitan significa que CUNY evita pagarles a los trabajadores y proveerles beneficios.
Sin embargo, los estudiantes, trabajadores y profesores que circularon la petición muestran cómo la masa se puede organizar y luchar. El PLP lucha por conectar las luchas de los trabajadores de la cafetería con la creciente luchas en otras partes del colegio. La cafetería está abierta con lavamanos instalados.
Comunismo: todo más el fregadero de la cocina
Estudiantes y trabajadores no necesitan a los demócratas liberales para “protegerlos”, necesitan organizarse y construir una masa, luchar unidos al PLP y seguir haciendo que DESAFIO SEA la voz de la clase obrera internacional. El PLP es el único partido que lucha por la revolución, para la verdadera liberación del capitalismo –el comunismo, donde la clase obrera abolirá el dinero y las fronteras y dirigirá todos los aspectos de la sociedad para beneficiar a todos los trabajadores.
Los jefes de KCC pensaron que podían permanecer en secreto su “error” de la cafetería, pero estaban equivocados. Los políticos de los jefes y los medios de comunicación en la conferencia de prensa de DACA, pensaron que podían ignorar el grito de lucha de los estudiantes y la facultad (ver la barra lateral), ¡pero igual estaban equivocados! Para conectar y agudizar estas luchas, más estudiantes, trabajadores y profesores deben leer y suscribirse a DESAFIO. Únete a la pelea con el PLP.

Después de una investigación de estilo McCarthy que duro un año y medio, La Oficina de Investigaciones Especial del Departamento de Educacion de la Ciudad de Nueva York (OSI) ha declarado que no puede sostener acusaciones de que varios maestros comunistas tuvieron comportamiento inaceptable. Esta continuando la investigación de varias acusaciones menores en contra del principal y un cargo de conflicto de interés falsos en contra de uno de los maestros.
Mientras estaba aclarando cargos, el OSI publico un documento resumiendo declaraciones de testigos, que revelan que sospechas sobre quien inicio la investigación eran correctas. Ahora el personal tiene que encarar el hecho que varios compañeros de trabajo, incluyendo el líder de la sección del sindicato, trato de destruir no solo las vidas de su principal, pero también de sus compañeros de trabajo. Algo más repugnante fue que esto fue un ataque hacia los estudiantes de la escuela, uno que tenía en blanco a los líderes estudiantiles y si fuese exitoso podría haber destruido un bastión de combate antirracista multirracial. En el caso del representante del sindicato, esto pone claro donde siempre ha estado la verdadera lealtad de ella.
El curso de la investigación también ha dejado clara la fea realidad que políticos liberales son los enemigos principales bajo el capitalismo. Aunque este ataque comenzó por parte de tres miembros del personal anti-comunistas dentro de la escuela, El Departamento de Educacion (DOE) junto con el alcalde liberal, De Blasio y el canciller de la escuela Farina, estuvieron silenciosos durante el ataque en esta esta escuela integrada mientras le daban palabrería vacía a la integración. De Blasio y Farina están haciendo su parte para mantener el ranking del estado perpetuando reglas de “variedad” racistas para escuelas secundarias y defendiendo zonas escolares para primaria que deliberadamente segregan estudiantes en servicio al valor de bienes inmuebles para la clase media y los afluentes. Muchos padres involucrados profundamente en esta lucha antirracista son los mismos electores de los cuales dependen los políticos para mantenerlos en el gobierno. Padres que piensan que sus lazos a estos políticos salvarían la escuela de una investigación han visto como ignoran sus correos electrónicos y llamadas. Ninguna cantidad de llamadas a sus representantes arreglo esta situación, al igual que llamadas similares no integraron la escuela, proveyeron equidad en el edificio o removieron detectores de metal igual que en las prisiones.
Al mismo tiempo, la respuesta en la escuela a la investigación ha revelado el verdadero poder de la unión de la clase obrera. Maestros, personal, padres y estudiantes se han alzado y organizado como nunca antes mientras atacaban a esta comunidad antirracista. Amigos quienes han esperado para que maestros comunistas guíen el camino en proponer acciones antes, se han puesto en primer plano, encabezando la petición de remover al líder de la sede de su posición el año pasado y la cimentación de un nuevo comité de liderazgo en la escuela. Acciones grande, visibles fuera de la escuela, en las gradas de la alcaldía y fuera de la corte durante los intentos de para la investigación definitivamente legalmente tuvo un impacto en la decisión del OSI súper-racista de para la investigación.
Las verdaderas escuelas integradas son raras en la Ciudad de Nueva York, y escuelas que combaten en contra de reglamentos racistas que tratan de mantenerse segregadas son incluso mas raras. El complejo de John Jay es un microcosmos de las desigualdades racistas en el sistema escolar por todo EE.UU. Esta investigación es evidencia clara que las instituciones del capitalismo están listas y dispuestas a imponer fascismo en los obreros. También es evidencia clara que la manera mas poderosa de parar sus ataque es combate multirracial. La unidad multirracial de esta comunidad demostró llevo a una victoria por ahora. Debemos aprender de este ataque y seguir adelante mejor preparados para el próximo, por que siempre habrá otro.

MEXICO—Los sismos del 7 y 19 de septiembre en México dejaron hasta el momento, mas de 1,000 muertos, cientos de heridos, aproximadamente 250 mil familias sin hogar y casi 2 mil escuelas con daños. Los fenómenos naturales como los sismos y los huracanes son inevitables, sin embargo cuando la seguridad de las personas son prioritarias se pueden tomar medidas preventivas, pero en el capitalismo las ganancias son más importantes que las vidas de los trabajadores.
Al igual que los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, los más afectados por los sismos en la zonas del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, los estados de Morelos y Puebla, son comunidades marginadas, con años de opresión y miseria, muchas de ellas con una proporción importante de grupos indígenas. Sus lamentables puntos de conexión son la desigualdad social, la violencia del estado, la corrupción y el racismo, todos ellos características del sistema capitalista en que vivimos. Ciudades como Juchitán en Oaxaca y Jojutla en Morelos se asemejan a zonas de guerra por el grado de devastación. En esas zonas, la ausencia del apoyo oficial la cubre la solidaridad de los trabajadores, como la de los maestros rebeldes de la sección 22 en Oaxaca, que desde el primer momento se organizaron para apoyar a las comunidades afectadas.
En la Ciudad de México, igual que en el sismo de 1985, muchos muertos han sido obreras y obreros de los talleres de hambre, que laboraban en condiciones de riesgo. Otros muchos fueron víctimas de la voracidad por las ganancias de las constructoras, que en complicidad criminal con las autoridades del gobierno local y federal, construyeron inmuebles de baja calidad para minimizar costos y maximizar sus ganancias. Caso especial es el del colegio Rebsamen que nos muestra la complicidad de las autoridades educativas con la baja calidad de la educación y seguridad de los estudiantes, al avalar escuelas que únicamente buscan el interés económico, la ganancia. En Xochimilco, específicamente en San Gregorio, una zona marginada, muchas familias perdieron sus casas, debido a la precariedad con que fueron construidas.
Éstas tragedias sólo son ejemplos de cómo funciona este sistema asesino, para el cual las vidas de los trabajadores no tienen importancia. La avaricia desmedida de los capitalistas los hacen levantar ciudades en zonas de riesgo, como es el caso de la Ciudad de México, en donde las inundaciones y los sismos destruyen el precario patrimonio de miles de trabajadores y destruyen sus vidas. La contaminación, el estrés y la sobreexplotación del agua, destruye miles de vidas y deja con mala calidad de vida a cientos de miles. Los capitalistas ni siquiera se preocupan por tener un sistema que prevenga la ocurrencia de los sismos con alarmas oportunas, construcciones seguras y cultura de prevención.
Ante la tragedia, los capitalistas y su gobiernos son incapaces de organizar una respuesta, una vez más los ha rebasado la solidaridad de la clase trabajadora, que ha salvado vidas y ha dado cobijo a los que se quedaron sin nada. El gobierno solo intervino para controlar la organización y gran solidaridad de los trabajadores y de los jóvenes a los que no ha podido brindarles siquiera un asomo de futuro. La marina, el ejército y policía han tomado el control en muchas de las zonas de desastre, en algunos lugares los voluntarios se han resistido, pero la desorganización limitó la capacidad de respuesta frente a la intervención violenta del estado para retomar el control en medio de la tragedia.
Solo la organización de los trabajadores de forma permanente, en un partido no electoral, logrará cambiar este sistema letal para los trabajadores.
El PLP, festeja a los miles de jóvenes que se movilizaron para ayudar, representan el potencial de la clase trabajadora para lograr un cambio social, aun teniendo en contra al sistema capitalista. La transformación del sistema capitalista solo se hará realidad si logramos organizarnos en un partido que dirija sus esfuerzos a sustituir el capitalismo, controlado por una élite millonaria y parásita, por una sociedad dirigida por millones de trabajadores.
Muchos de esos jóvenes son vistos como los que conformarán el ejército industrial de reserva del capitalismo, los que pelearán sus guerras, para convencerlos han tratado de que la sociedad los vea como unos sujetos sin valores, interesados en lo superfluo, los llaman ninis o “millennial”, calificativos racistas y clasistas, solo esconden la incapacidad del capitalismo para darles una alternativa de empleo o educación.
El capitalismo no durará por siempre, los trabajadores como ahora, eventualmente nos levantaremos para cambiar este sistema asesino. Podemos convertir el terror del sismo en la esperanza de un futuro libre de opresión y muerte por ganancias y negligencia criminal. Este es el mensaje que miembros del PLP hemos transmitido a nuestros amigos y en las brigadas de apoyo en que hemos participado. Nuestro reto es transformar el potencial de la solidaridad espontánea de los trabajadores en la realidad del poder de una organización permanente.