El condado de Nassau en Nueva York, el estado de Carolina del Norte y los campus de la Universidad de California han sido los primeros en Estados Unidos en aprobar leyes que prohíben el uso de máscaras en público. Otras jurisdicciones tienen propuestas para tales leyes, incluyendo una en la legislatura de Nueva Jersey (northjersey.com 09/12/24). Esta nueva ofensiva fascista ataca tanto a las marchas políticas como a las personas que usan máscaras por razones médicas. Unir a ambos grupos en la lucha contra el racismo y el capitalismo es una oportunidad para ampliar el movimiento comunista revolucionario. El Partido Laboral Progresista (PLP) ha estado involucrado en la lucha por condiciones de trabajo más seguras, justicia para discapacitados y seguridad contra el COVID-19, así como en la lucha contra el genocidio en Gaza y la lucha a largo plazo por la revolución comunista. Resistir las prohibiciones de máscaras es una lucha más reciente.

El impulso para prohibir las máscaras comenzó como una forma de intimidar a los manifestantes anti-genocidio. Facilita identificarlos con reconocimiento facial y dirigirse a ellos para suspensiones, despidos y acoso por oponerse al imperialismo estadounidense.

La comunidad de justicia para discapacitados ha pedido el uso de máscaras en instalaciones médicas y otros lugares públicos como un problema de salud pública y también está bajo ataque. En la audiencia de Nassau, los sionistas reprendieron a los activistas por la discapacidad que denunciaron las prohibiciones de máscaras como un ataque a las personas inmunocomprometidas. Al mismo tiempo, muchos grupos de justicia para discapacitados también se han opuesto al genocidio de los palestinos.

Comunistas en la Lucha por la Justicia para Discapacitados

Los miembros del PLP se han unido a activistas de justicia para discapacitados que han llevado a cabo campañas para el uso universal de máscaras N95 en entornos de atención médica y para procedimientos de aislamiento más estrictos cuando los trabajadores y estudiantes tienen una infección por COVID-19. En la protesta de Concienciación sobre el COVID Prolongado en DC en marzo de 2024, un miembro del PLP habló sobre el impulso del capitalismo por obtener ganancias a expensas de las vidas de los trabajadores. Hemos trabajado con Bloques de Máscaras en nuestras ciudades y distribuido kits de prueba gratuitos a nuestras escuelas y grupos vecinales.

Como comunistas, creemos en la justicia contributiva, la idea de que todos los trabajadores deberían tener la oportunidad de contribuir a la sociedad tanto como sea posible. Esto significa practicar buenas medidas de salud pública como filtración de aire, uso de máscaras y pruebas para saber si tus síntomas son de COVID-19 y si te has recuperado completamente con pruebas negativas. Las pruebas no son perfectas, pero combinadas con otras medidas ayudan a disminuir los riesgos. El aumento de este verano ha demostrado que el virus no es estacional como la gripe, sino que se transmite por el aire durante todo el año y cambia constantemente. La muerte y el desarrollo de COVID Prolongado son razones por las que necesitamos protegernos.

Racismo y Eugenesia

Ignorar los riesgos del COVID-19 para los trabajadores discapacitados es una forma de eugenesia en la que algunas personas son consideradas menos valiosas que otras. Colocar las prohibiciones actuales de máscaras en este contexto revela otro aspecto fascista de estas políticas.

Desalentar el uso de máscaras aumenta el riesgo para todos, pero especialmente para las personas inmunocomprometidas. Además, permitir que la policía detenga a las personas que usan máscaras para averiguar si las máscaras son por razones de salud le da a la policía otra excusa racista para acosar a los trabajadores negros y latinos, otra versión de “parar y registrar”. Los trabajadores negros y latinos han sufrido más por el COVID-19 que otros (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC10147367/). Desalentar el uso de máscaras por temor a la interacción con la policía aumentará el riesgo de infecciones.

Estos pasos hacia el fascismo: mayor vigilancia, intimidación más dura y eugenesia racista significan que los estudiantes y trabajadores deben unir los movimientos de justicia para discapacitados, antirracistas, anti-genocidio y comunistas. El capitalismo es el enemigo de todos estos movimientos y la construcción del PLP es fundamental para destruir este sistema.

Washington, D.C., 21 de septiembre de 2024—“¿Quiénes son los terroristas? Los imperialistas estadounidenses”, fue el grito que gritaron 100 estudiantes y trabajadores que marcharon hacia la embajada de Filipinas al final de una conferencia titulada “Rechacemos el fascismo y el saqueo del régimen de Estados Unidos y Marcos”. Más de 150 personas asistieron a la conferencia, que formaba parte de una gira que pedía “Justicia para Brandon Lee” y en la que se presentó una entrevista con este joven que casi fue asesinado por soldados bajo el gobierno del presidente Rodrigo Duterte en 2019 y quedó cuadripléjico. Mostrando las cualidades heroicas de un luchador revolucionario, sigue hablando en contra del fascismo del gobierno filipino y del imperialismo estadounidense, después de haber organizado previamente con el Movimiento Campesino Ifugao contra la minería destructiva a gran escala, las represas y los proyectos energéticos de las corporaciones imperialistas. Estos proyectos destruyen el medio ambiente y desplazan a los pueblos indígenas.

Los miembros del PLP se unieron a la conferencia para compartir nuestras ideas comunistas y aprender más sobre las condiciones de Filipinas.

Los miembros del PLP fueron recibidos calurosamente mientras participaban en un debate camaradería sobre la necesidad de centrar la actividad revolucionaria en alcanzar el comunismo en lugar de la liberación nacional. Varios participantes en la conferencia (incluida la pareja que nos había pedido que fuéramos al evento de esta noche cuando participaron en un reciente foro del PLP) pidieron que los miembros del PLP se pusieran en contacto con ellos después de haber recibido el Desafío y haber tenido conversaciones sólidas con nosotros.

Filipinas bajo la ley marcial

Filipinas lleva 52 años bajo la ley marcial. Para intensificar esta opresión, el gobierno impuso en 2020 una ley antiterrorista deliberadamente ambigua que “marca con una etiqueta roja” a todos los opositores al gobierno. Oradores y artistas expresaron su ira contra este régimen fascista, gritando militantemente “Payt Latte” (Lucha hasta el final) y cantando canciones de lucha armada.

La contrainsurgencia del gobierno estadounidense en Filipinas ha trabajado en estrecha colaboración con los jefes y terratenientes locales para dividir a los trabajadores durante décadas. Dos jóvenes filipinos hablaron de la realidad de la ley marcial que obliga a los organizadores comunistas a trabajar en la clandestinidad. El gobierno estadounidense ha apoyado sistemáticamente a dictadores durante 52 años de ley marcial en apoyo de terratenientes y compañías mineras a expensas de los trabajadores y agricultores indígenas. Ha pagado mil millones de dólares al gobierno filipino desde 2015 para apoyar la represión fascista en Filipinas, al tiempo que utiliza sus nueve bases militares para intimidar a sus rivales imperialistas.

Movimientos de masas contra el capitalismo

La Alianza de los Pueblos de la Cordillera incluye a la organización campesina Ifugao de Brandon Lee y ha estado bajo constante opresión militar. Sus audaces luchas contra las corporaciones no llaman al comunismo, pero sin embargo, están “etiquetados con rojo” y acusados de ser rebeldes del Nuevo Ejército del Pueblo, el brazo armado del Partido Comunista de Filipinas, que sigue la estrategia equivocada de luchar primero por la liberación nacional y luego por el socialismo y luego por el comunismo.

Muchos estudiantes de la Universidad de Maryland acudieron a la conferencia como miembros de la Coalición Internacional por los Derechos Humanos en Filipinas, conocida en el campus como TERPCHRP. Las campañas en Filipinas han atraído a grupos de estudiantes multirraciales de todo el país, lo que presagia el surgimiento de un movimiento de masas internacionalista contra el capitalismo. El PLP está tratando de proporcionar más liderazgo a este movimiento de masas para que no pierda de vista la lucha directa por el comunismo.

La rivalidad interimperialista en juego

Al igual que Estados Unidos, China tiene un fuerte interés en Filipinas y ha estado invirtiendo en proyectos, especialmente durante el gobierno del anterior presidente Rodrigo Duterte. Actualmente, el nuevo régimen de Marcos se está aliando más con Estados Unidos. No sorprende que las incursiones militares de China en aguas filipinas hayan aumentado como resultado de ello, ya que China desafía a Estados Unidos por el control del Mar de China Meridional y sus bases y rutas marítimas.

En el PLP luchamos por una revolución comunista como única solución para los filipinos, los estadounidenses y el resto de la clase trabajadora del mundo. ¡La interacción con los estudiantes y miembros de las organizaciones de derechos humanos que conocimos en la conferencia es una oportunidad que no se debe desaprovechar para avanzar hacia este objetivo!

El 13 de septiembre, unos 32.000 miembros de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM) hicieron huelga en Boeing. La huelga comenzó después de que el 96 por ciento de los miembros votara en contra de un acuerdo provisional que no compensaba una década de salarios perdidos ni restablecía las pensiones de los miembros, mientras que Boeing tiene 12.600 millones de dólares en efectivo (The Nation). Al momento de escribir este artículo, a los huelguistas de Boeing se les han sumado 45.000 trabajadores portuarios, miembros de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA), que están en huelga por primera vez en 50 años.

Construir el comunismo a través de la huelga

A medida que la crisis de este sistema da paso a la Tercera Guerra Mundial y el fascismo crece, debemos redoblar nuestros esfuerzos y luchar poderosamente para aumentar nuestra presencia en el tránsito y la industria para profundizar la comprensión política de nuestros compañeros de trabajo y conseguir que nuestros hermanos de clase estén listos para la huelga, mientras que al mismo tiempo promovemos la solidaridad entre los trabajadores del tránsito, los obreros y los trabajadores de planta, ganando a nuestros hermanos de clase para las ideas comunistas.

En el PLP decimos que las huelgas son escuelas para construir el comunismo. Las huelgas ayudan a nuestra clase a darse cuenta del enorme poder y potencial para cerrar el sistema y poner de rodillas al capital. Desde cada muelle, vía marítima y planta manufacturera, hasta los trabajadores industriales de tránsito armados con ideas comunistas ayudarán a acercar a nuestra clase a aplastar el capitalismo de una vez por todas.

Miles de millones para los patrones imperialistas, nada para los trabajadores

Boeing y compañía no sólo han estado librando guerras en todo el mundo, sino también contra los trabajadores de Estados Unidos. Con más de 75.000 trabajadores industriales en huelga y guerras que se intensifican drásticamente en Europa, Oriente Medio y África, éste sería el momento perfecto para que los dirigentes sindicales estadounidenses y la AFL-CIO convocaran una huelga general contra las guerras en el extranjero y en el país, vinculando las luchas desde Seattle hasta Gaza y Beirut. Pero no contengan la respiración: la actual dirección sindical está apoyando a los creadores de la guerra, aunque algunos digan de palabra que están a favor de un alto el fuego.

Mientras Biden/Harris y el Congreso invierten miles de millones de dólares en la industria bélica y en la cadena de suministro imperialista para las guerras en todo el mundo con el fin de apuntalar su imperio, los trabajadores se sienten inquietos y están en movimiento. En el último año, hemos visto a trabajadores en huelga o amenazando con huelga en los ferrocarriles, en UPS, en la industria automotriz, en el hotelería y una huelga de cuatro meses de actores y guionistas, por nombrar algunos. Al igual que los incendios forestales en California, los patrones, políticos y líderes sindicales están haciendo todo lo posible para asegurarse de que estos incendios no se conecten.

¡Convertir la guerra imperialista en guerra de clases!

Los trabajadores de Boeing están atrapados en un contrato entreguista desde 2013, cuando Boeing exigió 8.700 millones de dólares en exenciones fiscales al estado de Washington y concesiones importantes a los trabajadores, a pesar de registrar ganancias récord en ese momento. Si los políticos y los líderes sindicales no cumplían con sus demandas, Boeing amenazó con trasladar miles de puestos de trabajo de producción fuera del estado. Consiguieron lo que querían. La legislatura estatal demócrata le dio a Boeing la mayor exención fiscal en la historia de Estados Unidos, y la dirección de IAM impulsó un contrato de 10 años que congelaba las pensiones de los trabajadores actuales y las eliminaba para todos los nuevos empleados, al tiempo que recortaba los salarios. Boeing los recompensó eliminando más de 12.000 puestos de trabajo de todos modos.

Podemos hacerlo mejor. Instamos a todos nuestros miembros y amigos a que se unan a los piquetes de Boeing y de ILA siempre que sea posible. Traten de conseguir que sus compañeros de trabajo y miembros del sindicato se unan a ustedes. Organicen debates en la escuela y en el campus, vinculando el aumento de la guerra imperialista con la agudización de la lucha de clases. En otras palabras, fomenten la conciencia comunista y el PLP dondequiera que estemos. Una clase obrera en lucha está abriendo la puerta.

John y Ellyn Boelter eran camaradas muy conocidos y respetados en Chicago por su apoyo desinteresado a los trabajadores de la ciudad y sus contribuciones al Partido Laboral Progresista (PLP) y al InCAR (Comité Internacional Contra el Racismo) durante décadas. Ellyn falleció a principios de este año. John falleció en 2018.

Sus generosas contribuciones de tiempo y energía al InCAR y al Partido serán recordadas durante muchos años. John llegó a Chicago a través de Wisconsin e Indiana y comenzó a enseñar química en la escuela secundaria Waller. Como profesor, ayudó a sus estudiantes a comprender tanto los principios científicos que describen el mundo como los principios políticos necesarios para cambiarlo. En 1968, como miembro del Sindicato de Maestros de Chicago, participó en la huelga de maestros de 1968. Fue el comienzo de la fuerte solidaridad de John con los movimientos obreros y lo llevó a unirse al PLP a principios de los años 70.

Como agradecimiento de las Escuelas Públicas de Chicago por su apoyo a los estudiantes, John fue despedido y puesto en la lista negra. Esto no impidió que siguiera adelante y consiguiera otro trabajo en el laboratorio del Hospital del Condado de Cook y apoyara a sus compañeros de trabajo allí. Se negó a cruzar las líneas de piquete cuando las enfermeras se declararon en huelga a mediados de los años 70. Por su apoyo, el Condado de Cook lo despidió y, lamentablemente, el sindicato de enfermeras no apoyó su reincorporación.

John contribuyó al desarrollo del PLP allá donde fue. Pronto volvió a dar clases en la escuela secundaria Bloom Trail, en un suburbio de Chicago habitado principalmente por trabajadores. Allí, John pudo involucrar a muchos estudiantes, familias y miembros del personal en las actividades del Partido. Durante ese tiempo, estaba criando a dos niños pequeños: Aaron y Adrienne, con su primera esposa, Terry.

A mediados de los años 70, John y Terry (su primera esposa) se divorciaron. A fines de los años 70, John conoció a Ellyn Hershman, una abogada y miembro de InCAR que acababa de mudarse al área de Chicago desde California. Se casaron en 1977. Él y Ellyn se mudaron al sur de Chicago poco después y en poco tiempo asumieron un liderazgo activo en la lucha masiva antirracista en la comunidad.

En 1986, el PLP organizó un ataque contra el partido nazi, que había planeado marchar por el parque Marquette de Chicago. El barrio era conocido por su racismo y allí se habían celebrado varias marchas antirracistas (incluida nuestra Marcha del Primero de Mayo de 1979). El PLP ya había allanado las oficinas de los nazis y había dado una paliza a los fascistas en múltiples ocasiones.

Esta vez, nuestro plan era impedir que los nazis llegaran a Marquette Park. Emboscamos el camión en el lugar donde se habían instalado, con John a la cabeza. Más tarde, John evitó los cargos de intento de asesinato presentados por los racistas del gobierno de la ciudad.
Más tarde, John pasó a enseñar en el Daley College y luego en la Universidad Estatal de Chicago para ayudar a construir la presencia del PLP allí, reclutando más estudiantes y personal antirracista para el Partido.

En la década de 1980, John y Ellyn tuvieron dos hijos, Suzy y Brenda. Ellyn ayudó al Partido a recaudar fondos y brindó asesoramiento legal importante. John defendió firmemente la línea del Partido y siempre planteaba sus inquietudes de manera camaradería. Él y Ellyn siempre fueron generosos con su tiempo, el uso de su automóvil y el dinero. John formó parte del contingente del PLP que fue a apoyar a los manifestantes en Ferguson, Missouri, en 2014, después del asesinato racista de Michael Brown a manos de la policía.

Durante muchos años, la casa de los Boelter fue el centro de las actividades del Partido o del InCAR. Allí, se sabía, se podía reponer el periódico CHALLENGE y escuchar una palabra amable de John o Ellyn. John y Ellyn pueden ser descritos como verdaderos comunistas de pies a cabeza por su generosidad y apoyo al PLP durante muchos años. Su puerta siempre estaba abierta. Eran abuelos cariñosos de varios nietos. Aunque ya no están aquí físicamente, su espíritu sigue vivo en las vidas de las muchas personas con las que tuvieron contacto durante sus muchos años de lucha dentro y alrededor del PLP.