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Editorial: Sólo el comunismo puede aplastar las fronteras racistas
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- 07 Octubre 2023 689 visitas
Mientras aumentan el número de refugiados de Centroamérica, África y el Caribe en la frontera EE.UU.-México, el presidente Joe Biden aceptó otorgar 472,000 permisos de trabajo, exclusivamente para quienes llegan de Venezuela. Visto por algunos como un gesto de división racista cuando tratan de enfrentar un desastre que ellos comenzaron. Los trabajadores sin permiso serán deportados, y quienes se queden serán súper-explotados, igual que la clase trabajadora negra ha sido explotada por siglos.
Denver y San Diego y otras ciudades dirigidas por liberales han “dado la bienvenida a muchos más de los que pueden manejar” y han reducido el tiempo de estadía para quienes buscan asilo, ¡a 14 días! (CBS News Colorado, 2/10/23). Estos “progresistas” se unieron a los abiertamente racistas de Texas y Florida que envían a los migrantes en autobús a Chicago y Nueva York. Los migrantes viajan a EE.UU. buscando una oportunidad para trabajar y tener estabilidad en sus vidas, sin embargo, la realidad es cruelmente diferente. Muchos se encuentran con insultos racistas de otros trabajadores y redadas fascistas de los patrones capitalistas. En Texas, miles de migrantes han sido encarcelados, a veces por meses- no por algún crimen, sino para presionarlos para que sean testigos contra la gente que les ayudó a cruzar la frontera (New York Times, 4/10). Para disuadir a los nuevos migrantes, el alcalde Eric Adams de la ciudad de Nueva York, comenzó a desalojarlos de los refugios durante las inundaciones (Político, 22/9/23). La seudo izquierdista Alexandria Ocasio-Cortez no dice ni pío sobre la situación de los migrantes.
Los gobernantes imperialistas, dispuestos a prepararse para la guerra mundial, no proveerán de vidas decentes a la clase trabajadora internacional. Los permisos de trabajo y las tiendas de campaña no resolverán esta situación espantosa. Solo una revolución comunista dirigida por el Partido Laboral Progresista puede dar a los trabajadores todo lo que merecen. La crisis migrante global es un síntoma de un sistema profundamente racista que perpetúa la desigualdad, nacionalismo, y explotación. Debemos combatir el surgimiento del fascismo y luchar para destruir las fronteras capitalistas que solo sirven a los patrones.
Venezuela: una crisis creada por el capitalismo
Por poco más de dos décadas, la clase trabajadora de Venezuela ha estado atorada en la mira de la competencia inter-imperialista. El presidente Nicolás Maduro ha estado en el poder gracias, en parte, a la ayuda de China y Rusia, quienes pagan las facturas para que su régimen no colapse. En los últimos meses también han profundizado sus lazos militares con Venezuela, para la consternación de EE.UU. el gran tirano de las Américas (Dialogo Américas, 21/1/22).
En respuesta, para forzar sumisión al liderato seudo izquierdista de Maduro, EE.UU. y un número de países europeos han golpeado a Venezuela con sanciones económicas en productos que entran al país. Por la resistencia de patrones que favorecen a Maduro (y antes a Hugo Chávez) a diversificar la economía, Venezuela basa sus exportaciones en el petróleo. Y, como los precios del petróleo han bajado en los últimos años, la economía del país colapsó.
Con una de las tasas de inflación más alta en el mundo, los trabajadores en Venezuela no pueden costear las necesidades básicas. Hay escasez de alimentos y medicina y hasta electricidad y agua potable. En 2019, mientras el país se encontraba a punto de una guerra civil, la crisis económica aumentó debido a la inestabilidad civil y la violencia.
Alrededor del mundo, los trabajadores y sus familias, huyendo de la guerra y pobreza extrema, viajan a través de las selvas, desiertos, grandes cuerpos de agua, y territorios infectados de pandillas milicianas brutales. Pero, no existe un paraíso para los trabajadores en este mundo capitalista, y menos en un baluarte racista como EE.UU. La actual crisis en la frontera EE.UU.-México, refleja las condiciones desesperadas para la clase trabajadora en todo el hemisferio y más allá.
Para los patrones imperialistas que pelean por los recursos de Latinoamérica, la vida de los trabajadores no vale nada. No podemos caer en su juego de dividir y conquistar, sean los racistas de MAGA de Trump, o los liberales que defienden al partido demócrata racista. En el periodo actual, con el creciente fascismo, el trabajo de los comunistas es especialmente crucial. Donde los patrones promocionan a los racistas de alcantarilla, los comunistas inspiramos la unidad multirracial y ayudamos a organizar a trabajadores internacionalistas a ser audaces y luchar.
Trabajadores en movimiento se encuentran con el fascismo
En la última década hemos visto agitación masiva en las vidas de los trabajadores del mundo. Actualmente, según la United Nations High Commissioner for Refugees, alrededor de 117 millones de personas han sido forzosamente desplazados por la violencia civil, represión política, e inestabilidad económica (UNHCR.org, 2023). El cambio climático, otro producto del capitalismo, ha llevado a incendios forestales desastrosos, sequías, huracanes, inundaciones y la elevación del nivel del mar. En el Sur mundial, la vida para millones se ha vuelto insostenible. Cientos de miles de trabajadores que huyen de África están estancados en la isla italiana de Lampedusa, en medio del mar Mediterráneo. Son detenidos ahí indefinidamente bajo miserables condiciones y bajo las armas de soldados italianos (NPR, 23/9).
La prensa capitalista propaga la narrativa racista sobre los migrantes, provocando miedo y división dentro de la clase trabajadora. Los trabajadores son manipulados para que perciban a los trabajadores migrantes indocumentados y los que buscan asilo como amenaza a su forma de vida. Esa estrategia sirve a los intereses patronales para distraer la atención de las verdaderas causas de esta crisis del capitalismo. Trabajadores descontentos, en las ciudades de EE.UU. han organizado pequeños pero muy publicitados plantones anti-inmigrantes para crear miedo y nacionalismo. En Chicago, trabajadores migrantes fueron atacados físicamente y oficiales de la policía fueron acusados de violar e impregnar migrantes menores en las celdas de detención (NBC Chicago, 23/9).
El comunismo acabará con todas las fronteras
Las fronteras son solo líneas creadas para señalar donde las ganancias de un patrón comienzan y las del otro terminan. Nunca han servido a los intereses de la clase trabajadora. Las fronteras refuerzan las ideas racistas de que “otros” trabajadores son peligrosos, no fiables y quieren roban empleos. Forzar a los trabajadores a dormir en refugios, estaciones de policía y en carpas es una burla. Debemos luchar por estos trabajadores migrantes, y por la liberación de todos los trabajadores oprimidos por el sistema de ganancias.
Bajo el comunismo, no habrá ganancias por las cuales pelear. Los medios de producción serán controlados colectivamente. Los factores que obligan a los trabajadores a convertirse en refugiados no existirán. El internacionalismo demanda solidaridad entre los trabajadores del mundo. Desmanteláremos las estructuras que perpetúan la desigualdad, comenzando con las fronteras.
La lucha por un mundo mejor debe ser unificada, donde trabajadores de Chicago a Latinoamérica, a cada rincón del mundo, se unan contra las fuerzas explotadoras del capitalismo. Solo rompiendo las barreras que nos dividen podemos esperar construir una sociedad donde todos los trabajadores tengan dignidad, libertad, y la oportunidad de llevar vidas plenas. ¡Únete al Partido Laboral Progresista, nosotros estamos organizando para hacer de ese mundo una realidad!
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Huelga de la UAW: La competencia capitalista impulsa a los patrones automotrices
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- 07 Octubre 2023 798 visitas
A medida que la huelga del UAW contra Ford, GM y Stellantis entra en su tercera semana, se ha “ampliado” al 20% de los miembros en los piquetes y el 80% sigue trabajando, incluso en las plantas de camiones más rentables que producen Dodge Ram, Ford F-150 y Chevy Silverado. Los 38 Centros de Distribución de Repuestos que fueron convocados a la huelga sólo atienden a los concesionarios y no tienen ningún efecto sobre la producción. También agregaron sólo unos 6.000 trabajadores al total en huelga.
Tratando de dar cobertura a los dirigentes del UAW y reforzar su debilitada campaña presidencial, Joe Biden pasó unos dos minutos en un piquete de GM mientras su secretario de Trabajo está asignado a Michigan para asegurarse de que la huelga no se extienda. Pero el PLP también ha estado en los piquetes, hablando con trabajadores de camiones y ensambladores Ford en Michigan y Chicago y con trabajadores del depósito de repuestos de Stellantis en Nueva York, ofreciendo apoyo, solidaridad internacional y hablando sobre la necesidad de una revolución comunista.
Biden se autodenomina “el presidente más prosindical de todos los tiempos”, sin embargo, fue uno de los arquitectos del rescate de 2008 que vio a los patrones automotrices obtener 250 mil millones de dólares en ganancias durante la última década, mientras que los trabajadores automotores vieron caer sus salarios reales en un 20%. Biden recientemente impuso un contrato nacional a los trabajadores ferroviarios que habían rechazado abrumadoramente y está tratando de garantizar una fuerza laboral industrial leal mientras los gobernantes intensifican su guerra de poder con Rusia en Ucrania y se preparan para un posible conflicto con China.
Si bien el liderazgo del UAW y los medios corporativos tienen a los trabajadores enfocados en los salarios y en restaurar concesiones pasadas, todas las cuales son importantes, el principal tema subyacente es la transición a los vehículos eléctricos (EV), que ya está en marcha, y donde los patrones estadounidenses se encuentran a la zaga. detrás de Tesla y China, el productor número uno de vehículos eléctricos del mundo. Pronto estará operativa una fábrica de vehículos eléctricos de Hyundai en Georgia.
La UAW ya representa menos de la mitad de la industria automotriz estadounidense. La transición de los motores de gasolina a los vehículos eléctricos costará miles de puestos de trabajo, ya que las instalaciones actuales que producen motores, silenciadores, convertidores catalíticos, inyectores de combustible y otros componentes serán remodeladas o cerradas. Muchos trabajadores no estarán presentes para ver los beneficios de cualquier aumento salarial que finalmente se acuerde. Uno de los principales objetivos del UAW es lograr que los patrones automotrices acepten que las nuevas fábricas de baterías y vehículos eléctricos, muchas de ellas empresas conjuntas con empresas más pequeñas, estén cubiertas por el contrato laboral nacional. Si no lo consiguen, en última instancia representarán una proporción cada vez menor de la industria.
Los cambios científicos y tecnológicos en la producción no son nada nuevo, especialmente en la industria automotriz. Muchos trabajadores y familias de Detroit recuerdan la década de 1990, cuando GM construyó la planta de ensamblaje Hamtramck y Chrysler construyó la nueva Asamblea Jefferson y juntos cerraron más de 13 fábricas mientras la automatización y la robótica costaban decenas de miles de empleos y remodelaban la industria. Se están librando luchas similares sobre el uso de la Inteligencia Artificial (IA).
El problema no es la ciencia ni la tecnología, sino quién la controla y quién dirige la sociedad. Estos avances pueden servir a las ganancias de los multimillonarios o a las necesidades de todos los trabajadores. Una vez que eliminemos a los patrones y su sistema con la revolución comunista, la ciencia y la tecnología podrán servir a las masas. Necesitamos mucho más que un aumento salarial. ¡Necesitamos abolir la esclavitud asalariada!
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Parte 1: El capitalismo alimentó la catástrofe climática
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- 24 Septiembre 2023 686 visitas
Este es el artículo introductorio de una serie sobre el cambio climático. La catástrofe climática mundial está teniendo su mayor impacto en la clase trabajadora, especialmente en los trabajadores y jóvenes negros y morenos. Este tema es parte integral de la lucha internacional de la clase trabajadora contra el racismo, el sexismo y el imperialismo y por la transformación revolucionaria de la sociedad. Esto significa construir la lucha por el comunismo, aquí, allá y en todas partes. Nuestras vidas dependen de ello.
La temperatura promedio global de este julio de 16,95 °C (62,51 °F) fue 0,33 °C (0,59 °F) más alta que el récord anterior establecido en julio de 2019, cuando las temperaturas promedio globales alcanzaron 16,63 °C (61,93 °F). Desde Phoenix, Arizona. (la máxima promedio de julio de 2023 fue de 114 grados, la mínima de 90 grados) hasta los incendios en Grecia, Irak (la máxima promedio en Bagdad fue de 119 grados) y Pakistán (aún dañado por las inundaciones que ocurrieron en 2022), la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera ha provocado temperaturas abrasadoras e inundaciones masivas. Sólo el verano pasado, las olas de calor en Europa mataron a 61.000 personas y en Pakistán 1.700 personas murieron a causa de las peores lluvias en décadas.
¡El capitalismo creó la catástrofe climática!
Alrededor del 97% de todos los científicos del clima del mundo están de acuerdo en que no es casualidad que en las últimas décadas haya ocurrido un desastre tras otro. ¿Cuál es el núcleo de este rápido cambio climático?
Lo adivinaste. La búsqueda de ganancias desenfrenada, racista y descontrolada, que está en el centro del capitalismo, ha llevado a las compañías de carbón, gas y petróleo a continuar con la exploración y extracción de combustibles fósiles. Todos los lacayos políticos de los gobiernos nacionales y las instituciones financieras que los “poseen” han incumplido sus promesas de reducir las emisiones de carbono en nombre de la guerra (Ucrania) y las ganancias. La mayoría de los 59,1 millones de personas desplazadas internamente en 2021 (prácticamente todos trabajadores industriales pobres, trabajadores agrícolas y, a menudo, personas de color) según las Naciones Unidas, fueron víctimas de los acontecimientos del cambio climático. China, para poner la guinda al pastel, ha redoblado el uso de carbón, que abunda en su territorio.
¡Millones marchan para luchar contra la catástrofe climática!
El año pasado, 8 millones de personas participaron en protestas y acciones en todo el mundo exigiendo cambios. ¿Serán suficientes estas manifestaciones? La respuesta es no. Dejar la toma de decisiones a los gobiernos capitalistas de todo el mundo es como pedirle a una cebra que cambie sus rayas. Gran parte del liderazgo del movimiento ambientalista está vinculado con los llamados gobiernos liberales o falsos izquierdistas que engañarán a la gente en las urnas y no desafiarán la causa fundamental de la catástrofe climática: el capitalismo mundial. Las compañías petroleras y todos los que contaminan el clima tienen demasiado en juego como para cambiar de rumbo pronto o hacer cambios reales. Los artículos futuros discutirán muchos aspectos del cambio climático y discutirán algunas posibles soluciones. Sin embargo, una cosa sigue clara: mientras permitamos que el capitalismo gobierne el mundo, tendremos pocas o ninguna posibilidad de lograr un entorno vivo y sostenible.
El Partido Laboral Progresista en todo el mundo acoge con agrado la tarea de proporcionar liderazgo revolucionario al movimiento por la catástrofe climática, conectándolo con el racismo, el sexismo, la guerra imperialista y la lucha de clases. La mejor esperanza para la humanidad es el derrocamiento del capitalismo y el establecimiento del comunismo en todo el mundo. Sólo entonces podremos construir una economía igualitaria sostenible que elimine para siempre la avaricia capitalista desenfrenada. Únete a nosotros.
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LOS HUELGUEROS PONE DESCANSOS A LOS JEFES AUTOMÓVILES: Abolir el sistema salarial, los trabajadores necesitan el poder estatal
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- 24 Septiembre 2023 610 visitas
A lo que se le llama “la primera huelga contra las ‘Big 3’” y “la huelga del automóvil más grande en décadas”; 13,000 trabajadores de la GM, Ford y Stellantis, están en huelga. Sin embargo, hasta ahora solo el 10% de los trabajadores están en huelga, 90% siguen trabajando sin contrato (el contrato expirado no se ha extendido).
Con el trasfondo de 100,000 trabajadores en huelga de la TV, escritores y actores en los sindicatos WGA y SAG-AFTRA, aumentaron las huelgas y organización alrededor de EE.UU. El ánimo de los trabajadores está cambiando. Después de las “huelgas veraniegas”, los líderes pro-capitalistas ¡tienen a un tigre por la cola! En las recientes luchas de contratos, Biden y los seudo líderes sindicales pudieron acabar las huelgas de 120,000 ferroviarios y 350,000 trabajadores del UPS ¡antes que comenzaran! Los trabajadores aún no han podido romper con los políticos liberales ni los seudo líderes sindicales.
Joe Biden, quien se autodenomina; “presidente pro sindicato como ninguno”, fue uno de los arquitectos del rescate del 2008 que cosechó $250 mil millones en ganancias para los patrones del auto, mientras los trabajadores recibían un 20% de reducción a sus salarios. Estas concesiones ayudaron a que la GM, Ford, y Stellatis se embolsaron $250 mil millones en ganancias durante la última década, mientras sus ejecutivos [CEOs] aumentaban sus salarios en un 40%, cada uno recibe entre $25-$29 millones anualmente (Economics Policy Institute).
Recientemente, Biden forzó un contrato nacional a los trabajadores ferroviarios, que ellos ya habían rechazado, y rápidamente envió a la Ministra del Trabajo Julie Su a Detroit para resolver la huelga, mostrando que existe un asunto más grande en juego. Uno, es la transición a los vehículos eléctricos (VE). El otro es ganar la lealtad de la fuerza laboral industrial conforme EE.UU. aumenta su guerra delegada con Rusia en Ucrania y se prepara para un posible conflicto con China.
La huelga ocurre mientras los patrones invierten miles de millones para desarrollar VE y se enfrentan a la competencia con Tesla y otros desafiantes internacionales. China es el primer productor de VE en el mundo, y Hyundai pronto construirá vehículos eléctricos en su nueva fábrica en Georgia, John Casesa, quien anteriormente fuera estratega de la Ford dijo, “La transición a los VE está dominando toda la discusión”. (NYT, 16/9).
La transición de motores de gasolina a eléctricos podría afectar millones de empleos, conforme fábricas que producen motores, mofles, convertidores catalíticos, inyectores de combustible y otros componentes tendrán que ser remodeladas o cerradas. Una de las principales metas del sindicato UAW es que los patrones del auto acuerden que las fábricas de baterías y VE, muchas de las cuales son en conjunto con compañías más pequeñas, sean cubiertas por el contrato laboral nacional. El sindicato también quiere recuperar el derecho a la huelga por el cierre de fábricas.
El nuevo liderato “reformista” del UAW, elegido sin mucho entusiasmo por el 10% de la membresía, tiene una lista de demandas que no tienen la más mínima intención de ganar, entre ellas un aumento salarial de 40%, una semana laboral más corta, abolición del sistema de salarios dual, revertir concesiones que el viejo liderato permitió en las últimas décadas para mantener los patrones del auto competitivos con sus rivales internacionales. Las compañías han propuesto un 20% de aumento en un lapso de 4 años.
En 2019, el UAW dirigió una huelga de 40 días contra la GM mientras que su presidente internacional y un grupo de oficiales nacionales estaban bajo investigación federal o camino a prisión por coimas y con cargos de corrupción. Entonces, como ahora, la huelga en parte es un intento por consolidar la membresía alrededor del liderato.
Para los militantes y amigos del PLP, la lección principal de este actual brote es que no debemos dejarlo pasar. Estamos viendo muchas de estas batallas desde afuera. Eso debe cambiar. Hacemos un llamado a que más camaradas y lectores del DESAFÍO busquen trabajo en las fábricas automotrices y Amazon, UPS y en transporte público, para que podamos estar mejor posicionados para luchar por el liderato político de los trabajadores. Esta lucha, en su centro, es la lucha por la reforma o la revolución.
Como señaló Marx en “Valor, Precio y Ganancia”, no podemos limitarnos a luchar por contratos y quejas, a lo que llamó las “inevitables luchas guerrilleras”, que surgen de la constante guerra de clases. “En vez del lema conservador, ‘Un día de salario justo por un día de justo trabajo’, [nosotros] debemos llevar en [nuestra] bandera las palabras revolucionarias, ‘¡Abolir el sistema de salarios!’”
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Cartas: “Poner fin al cambio climático, acabar con el reinado de los patrones”
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- 24 Septiembre 2023 540 visitas
“¡Me alegro de haber ido!”
Cuando escuché por primera vez sobre la marcha por el clima, debo admitir que no quería ir. A menudo me pongo muy cínico cuando participo en estas marchas. Sin embargo, el Partido presionó para que participáramos, y me alegro de que así fuera. Cuando comenzaron las clases, comencé a hablar con estudiantes y maestros sobre la marcha. Algunos de los profesores estaban emocionados. Uno de los profesores me preguntó por qué querría ir a esto. Tenían la misma mentalidad que yo. Hablamos sobre cómo necesitamos reconstruir la cultura organizativa en nuestra escuela y este podría ser un buen primer paso. Ella estuvo de acuerdo. Más importante aún, hablamos de que la política de “acabar con los combustibles fósiles” no era suficiente y que debemos estar ahí para inyectar políticas más radicales.
Le mostré nuestro folleto y ella estuvo de acuerdo con entusiasmo en que el capitalismo era el problema, pero no estaba segura de que el comunismo fuera la solución. Al final, la declaración del Partido de asistir me obligó a pensar más deliberadamente en cómo me voy a organizar con mis compañeros de trabajo en mi escuela.
Debo recordar que aunque los patrones ahora controlan la mayoría de estas marchas, nos dan oportunidades para construir nuestro Partido. Un día lideraremos a miles de personas no sólo para pedir el fin de los combustibles fósiles, sino también para pedir el fin del capitalismo con una revolución comunista.
*
‘Buscando un hogar político’
Luego de vivir la Marcha por el Cambio Climático a través del contingente comunista del Partido Laboral Progresista, como socios intercambiamos algunos momentos alentadores. Vimos miles de trabajadores y estudiantes. Uno de nosotros fue testigo de cómo un querido camarada y miembro del PLP luchaba contra sus temores de ansiedad social y dialogaba con una nueva persona sobre las ideas del Partido de luchar contra el racismo, el sexismo y el cambio climático, exponiendo verdades y mentiras engendradas por el capitalismo. Este momento nos hizo recordar que la fuerza proviene de nuestra política aguda y el coraje comienza con nosotros, la clase trabajadora.
El otro de nosotros habló con un trabajador desempleado de veintitantos años que mencionó que parte de la razón por la que vinieron a la marcha fue para identificar organizaciones de lucha a las que pudieran unirse. La gente caminaba hacia nosotros para tomar un DESAFÍO o un folleto después de escuchar la política de nuestros cánticos denunciando explícitamente a los patrones. Eso nos hizo pensar que estábamos haciendo lo correcto. Muchos más trabajadores y jóvenes como ese trabajador están buscando un hogar político.
Al anteponer esta necesidad de nuestra clase a nuestros propios temores de llegar a más trabajadores, abriremos la puerta para que más masas encuentren lo que buscan para aplastar el sistema de ganancias que nos hace sufrir: ¡PLP!
*
Luchando contra mi cinismo: “¡Me alegro de haber ido!”
Nuestro contingente del PLP se organizó con grandes cantos y vitalidad. Un grupo de trabajadores de un sindicato de amas de llaves tomó nuestro volante. Uno señaló el logo del PLP y la palabra “comunismo” y dijo: “Esto es bueno”.
Un vendedor de Challenge habló con tres manifestantes, quienes dieron sus nombres y números de teléfono para que el Partido se pusiera en contacto con ellos.
Un contingente de estudiantes trabajadores graduados de la Universidad de Columbia en el UAW coreó: “Arriba el planeta, abajo los patrones”.
Nuestro Partido apareció y la manifestación le fue mejor.
