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Luchar contra ataques anti-estudiantiles y ideas anti-obreras
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- 27 Agosto 2021 122 visitas
SAN FRANCISCO, CA, 16 de agosto—Este viernes pasado, un pequeño y comprometido grupo de trabajadores aprovecharon la oportunidad de distribuir volantes del Partido Laboral Progresista (PLP) para protestar una recaudación auspiciado por el Presidente del Consejo de Administración del City College de San Francisco (CCSF en inglés) . Miembros del PLP han estado activos con grupos de campus quienes han criticado los recortes masivos en CCSF. El siguiente lunes, el primer día de regreso a la escuela, un similar contingente de trabajadores y estudiantes asistieron en una conferencia de prensa para reclamarle a la administración por su falta de preparaciones de salud mientras los estudiantes, facultad y personal de CCSF regresan en medio de una pandemia virulenta.
Con cerca de 28 % de estudiantes de CCSF regresando a aprendizajes presenciales, nuestro grupo distribuyó literatura en los dos eventos con 50 volantes y 60 copias del DESAFIO. Tomando la calle como un colectivo nos dió la oportunidad de conocer a compañeros de trabajo y estudio que habíamos conocido previamente por las pantallas de Zoom. Miembros de nuestro grupo de estudio (PLP) asistieron a las dos acciones y tomaron el liderato de la línea política cuando dieron un discurso criticando al capitalismo y el papel en que la educación toma en un mundo que nunca fue diseñado para la clase trabajadora. El miembro del Partido cerró el discurso, declarando orgullosamente que la única solución era la revolución comunista.
Enseanza para la clase obrera
Mucho del trabajo político de nuestro club en el campus ha sido dirigido directamente a los cambios de cursos ofrecidos. Antes, el CCSF tenía programas para los trabajadores LGBT, la gente mayor, los ex convictos, ex soldados, los con problemas mentales. Promovían un plan de estudio que trataba a los trabajadores y su educación mejor que títeres del capitalismo. Antes proveían una comunidad de apoyo para la gente además teniendo una historia de preparando con éxito a los estudiantes que están por ingresar a la universidad.
Pero hoy en día, es una sombra de sí misma. Antes CCSF tenía 90,000 estudiantes, pero ahora tiene 35,000. Las 90 clases de antes para la gente mayor han sido cortadas a solamente 9 clases. La facultad por la mayoría está compuesto de maestros de tiempo parcial (llamados asociados). Tienen todas la calificaciones de un profesor de tiempo completo pero reciben menos salario, sin cuidado médico, menos clases, ninguna oficina y nada de seguridad de trabajo. Muchas veces tienen que dar clases en diferentes colegios para pagar sus facturas. (Por eso les llaman “freeway flyers” en inglés)
Los miembros del PLP activos en esta lucha comprenden que su lucha ahorita es lucha de reforma, pero hasta que podamos levantar en alto la bandera roja y derrotar este sistema racista, sexista, capitalista, tenemos que apoyar a nuestras hermanas y hermanos de clase trabajadora.
Bajo el comunismo, la educación y enseñanza permanente seria disponible a todos. Sería una educación donde apoyamos y aprendemos unos de otros para que podamos construir nuestras vidas no solamente para nosotros sino para la colectiva.
Ahora nuestra tarea es de continuar en construir la lucha, profundizar nuestras relaciones con la gente en nuestro grupo y con los que nos conectamos este mes. Continuaremos en distribuir el DESAFIO constantemente y reunirnos con los estudiantes en la escuela con el propósito de invitarlos a nuestros grupos de estudio y últimamente al PLP. ¡Unan se a la revolución!
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Estudiantes CUNY ¡Bienvenidos de nuevo, luchen, únanse al PLP!
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- 27 Agosto 2021 115 visitas
CIUDAD DE NUEVA YORK—Durante los últimos 18 meses, los estudiantes, profesores y personal de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY) han estado luchando contra las condiciones racistas en nuestros recintos – condiciones que sólo han empeorado debido a la crisis del COVID-19. La administración ha usado la pandemia como excusa para implementar una austeridad aún más racista: despidiendo a casi 3,000 profesores adjuntos, o de medio tiempo; dejando las oficinas universitarias con muy poco personal; y aumentando el número de estudiantes por clase. En su ataque más reciente, los patrones de CUNY están exigiendo que los trabajadores y los estudiantes regresen a recintos inseguros, mientras que la variante Delta del COVID-19 hace estragos en el mundo.
Mientras vamos regresando a la universidad, el Partido Laboral Progresista hace un llamado a los estudiantes y trabajadores de CUNY para que se involucren en la lucha contra las condiciones racistas que hay en nuestros recintos. También animamos a que los estudiantes y trabajadores consideren que la lucha en CUNY debe ser parte de una batalla más grande – una batalla revolucionaria para eliminar del mundo al sistema capitalista racista, que trata la vida de los trabajadores como si fuesemos desechables, desde el Bronx hasta Palestina y Haití, por medio de una revolución comunista.
Forjamos la lucha contra los patrones y los sindicatos vendidos
Durante la pandemia, hemos encontrado estudiantes y trabajadores muy abiertos a la idea que sólo la revolución comunista ofrece la esperanza de crear un mundo donde se le de prioridad a la educación apropiada de la clase trabajadora. Somos parte de varias organizaciones universitarias que han estado agitando contra la administración de los recintos y el falso liderazgo sindical que proponen la vía lenta y vendida, y hemos contribuido a ganar pequeñas victorias.
Al mismo tiempo, tenemos varios serios grupos de estudios dirigidos por el partido en el que reflexionamos sobre el hecho que los triunfos en estas pequeñas reformas nunca nos van a llevar a la verdadera liberación de nuestra clase y que cualquier logro que alcancemos lo van a balancear con un recorte racista en otro lugar. Por ejemplo, hace poco CUNY anunció que va a usar una parte de los más de $800 millones de fondos federales de rescate que han recibido para cancelar una pequeña porción de la deuda estudiantil. Pero al mismo tiempo, no han hecho nada para reducir el número de estudiantes por clase – uno de los factores más importantes para el éxito estudiantil.
Currículo de Otoño: aplastar el racismo y a los patrones de CUNY
Este semestre del Otoño, los miembros y amigos del PLP vamos a continuar trabajando para convertir a la CUNY en un hervidero de acción y política revolucionaria. Vamos a organizar una charla sobre Haití, sobre los abusos racistas que ha sufrido por siglos, y sobre los heroicos esfuerzos de los trabajadores y estudiantes allá en sus luchas. Vamos a organizar un foro sobre el régimen de apartheid en Israel y la necesidad de rechazar toda forma de nacionalismo. Y vamos a seguir denunciando a la administración racista de CUNY por sus ataques racistas en nuestros recintos universitarios.
Si eres estudiante o trabajador de la CUNY o si te gustaría participar en la lucha contra la administración racista de la CUNY y te gustaría saber más sobre la necesidad de forjar una revolución comunista al mismo tiempo, ¡te damos la bienvenida! Comuníquese con nosotros escribiéndonos al
Cómo uso el Desafío
Soy un trabajador inmigrante de México que vive en los Estados Unidos. He sido miembro del Partido Laboral Progresista durante algunos años. Me uní porque aprendí a luchar junto con el Partido. PLP es como una familia.
Para mí, es importante leer y hacer circular DESAFIO-CHALLENGE. Puede conocer el análisis comunista sobre lo que está sucediendo en el mundo desde Brooklyn hasta México y Colombia. En cada edición, hago circular 25 artículos entre mis amigos cercanos y mi familia. Me hacen preguntas cuando me visitan en mi casa. El resto, se lo doy a la gente en mi lavandería o en la calle.
Recientemente, mis hijos y mi familia me visitaron por mi cumpleaños. Cuando mi nieto de nueve años vio a DESAFIO, dijo, “¡guau! ¿Qué es PLP?
Dije: “Es un partido comunista”.
Mis nietos de nueve y 14 años me hicieron preguntas importantes como por qué los ricos no pagan impuestos y por qué explotan a los trabajadores. Mi nieto dijo: “¡Estoy leyendo sobre esta [explotación] con mi padre y no me gusta!”
Mi club PLP planea trabajar con jóvenes trabajadores y estudiantes. Quiero pedirle a mi familia que participe en la pelea. Mis nietos aceptaron unirse a nuestro grupo de estudio con su madre. Su padre no puede participar porque trabaja seis días a la semana, 12 horas al día. Si no está leyendo DESAFÍO, lo invito a leerlo y unirse al PLP.
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La anti-vacunación es anti-clase trabajadora
Ser anti-vacunación es una posición anti-obrera. También es racista ya que los trabajadores negros y latinos se están infectando y muriendo a tasas más altas. Dado que el capitalismo valora las ganancias por encima de la salud de los trabajadores, hay más de 130 países que aún no tienen acceso a las vacunas y otros que solo tienen acceso limitado. Es importante que todas las personas que puedan recibir la vacuna desde el punto de vista médico, la reciban de inmediato para ayudar a retrasar la propagación y detener más mutaciones peligrosas.
En medio de una pandemia, aquellos que reconocen que vacunarse no es una elección personal, sino que, en realidad, es una responsabilidad social hacia sus compañeros de trabajo, para evitar que los vulnerables mueran están sirviendo a la clase trabajadora, ya sea consciente o no. Esta es una forma temprana de compromiso político que refleja el adagio “de cada uno según el compromiso político y de cada uno según sus necesidades”.
La combinación de los grandes fascistas [ver Glosario], representados por el presidente Joe Biden, la continua mala gestión de la pandemia y la propaganda racista y anticientífica de los pequeños fascistas están sirviendo para dividir a la clase trabajadora de Estados Unidos. Los maestros y enfermeras que no quieren vacunarse porque es “mi cuerpo, mi elección”, menospreciando así la lucha muy real que tienen las mujeres sobre sus propios medios de producción, son un peligro para sus estudiantes y pacientes, así como para sus familias y ellos mismos.
La historia de experimentos médicos racistas y sexistas en todo el mundo siembra con razón la desconfianza en el sistema médico y el gobierno. Sin embargo, esta duda sobre la vacuna finalmente hará que nuestros estudiantes negros y latinos y sus familias sufran más. Los patrones tienen sus propias razones para querer que nos sacrifiquemos por el bien social, como proteger sus ganancias y construir para la guerra, pero tenemos que luchar para que los trabajadores sirvan a sus propios intereses.
¡No es una “segregación” poner en cuarentena a los portadores potenciales de enfermedades durante una pandemia global! Los Pequeños Fascistas quieren debilitar los términos que representan la brutalidad del racismo que nuestra clase ha sentido durante siglos. Quieren silenciarnos convirtiendo una respuesta racional y científica a una enfermedad mortal en una elección personal bajo el disfraz de la libertad. La libertad es en realidad la comprensión de la necesidad, así que hagamos lo que sea necesario y ayudemos a nuestros amigos a desarrollar una cosmovisión científica.
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TODA la riqueza es robo, el valor proviene de la fuerza de trabajo
Es genial escuchar en la edición del 8/4 de Challenge que el proyecto de verano de Newark discutió la economía política y cómo el capitalismo se construye sobre el robo de la riqueza de los trabajadores, pero seamos claros: el juego final para la clase trabajadora no son salarios más altos o una jornada laboral más corta. El artículo decía que “el trabajo y la paga que recibe un empleado no es una transacción igual porque la mayor parte de la jornada laboral [de ese trabajador] es trabajo gratuito”, pero aquí falta la distinción de Marx entre la fuerza de trabajo y el trabajo en sí. El capitalismo actual se basa en la esclavitud asalariada, no en la esclavitud mercantil, lo que significa que todos estamos obligados a vender nuestra capacidad, no nuestros cuerpos reales, para agregar valor a las herramientas de los patrones a cambio de un salario. Ese intercambio nunca puede ser justo o justo; es, por definición, un acto de robo.
El robo capitalista depende de un bien fundamental por encima de todos los demás: la fuerza de trabajo de los trabajadores. En El Capital, Marx explicó cómo, en los mercados capitalistas, compradores y vendedores intercambian mercancías del mismo valor utilizando dinero, otra mercancía, para facilitar el intercambio. ¿De dónde proviene el valor de cambio? El valor de cualquier mercancía es igual a la cantidad de tiempo de trabajo necesario para producirla. La fuerza de trabajo humana, que es energía potencial, nuestra capacidad de trabajo, es vendida a los capitalistas por los trabajadores, comúnmente en base a una cantidad determinada de tiempo, a cambio de un salario.
Pero los salarios SIEMPRE son un robo. ¿Por qué? Nuestra fuerza de trabajo cambia el material en el que trabajamos. Por lo tanto, los trabajadores crean valor que se agrega a ese material (proporcionado por el capitalista). El valor que agregamos se eleva por encima del valor de lo que se nos prometió por nuestro tiempo de trabajo. Los jefes DEBEN pagarnos menos que el valor de nuestra fuerza de trabajo o de lo contrario no se benefician. Un camarero, un especialista en tecnología de la información, un repartidor o un trabajador del transporte público, “participa” en un negocio donde la producción colectiva de los trabajadores produce riqueza para un jefe específico o un grupo de jefes que se benefician de ese trabajo. La fuerza de trabajo de un maestro se utiliza para producir ideas que entrenan a la clase trabajadora a permanecer en su lugar bajo el capitalismo. La clase capitalista utiliza la fuerza de trabajo de un soldado para proteger sus intereses de clase en el campo de la guerra.
Entonces, ¿por qué “aceptar” vender nuestra fuerza de trabajo, sin importar el salario? Si no lo hacemos, nos moriremos de hambre. La verdadera libertad del capitalismo para la persona trabajadora, es la libertad de morir de hambre. El capitalista es libre de decidir qué se hace con nuestra fuerza de trabajo y, en el proceso, nuestra clase, en su conjunto, es esclavizada en una serie de trabajos y tareas que, en última instancia, sirven al propósito de hacer rica a la clase capitalista en lugar de contribuir a la economía. progreso social, político, económico y cultural de la raza humana y el planeta.
Aunque los trabajadores ya no tienen nuestros cuerpos físicos comprados y vendidos en el mercado de esclavos (salvo la trata de personas), ahora debemos llegar al punto en la historia en el que usamos nuestra fuerza de trabajo para aplastar este sistema en lugar de venderlo a los patrones por un salario. —¡Cualquier salario!
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El capitalismo, una enfermedad social
Estaba escuchando noticias sobre cómo el cambio climático “inducido por el hombre” estaba causando daños irreversibles en el mundo y que los gobernadores de Texas y Florida estaban prohibiendo las máscaras para los niños en edad escolar y defendiendo la pérdida de salario para los maestros que las permitieran. Luego sintonicé un programa de radio donde un psicólogo describía que el capitalismo causa enfermedades mentales sociales, como describir a Trump como un sociópata y el moderador pidió una discusión sobre cómo el capitalismo se relaciona con las enfermedades mentales.
Llamé y, afortunadamente, continué diciendo: “Debemos darnos cuenta de que vivimos en un mundo capitalista que crea personas que ya no son humanas, porque anteponen las ganancias a la vida de las personas”. Dije que la discusión sobre la idea de que el capitalismo causa enfermedades mentales sociales es correcta y que se necesitaba una revolución de la clase trabajadora por la igualdad y la colectividad comunista.
La verdadera gran mentira es que el capitalismo se enmascara a sí mismo como el campeón de la “democracia” y los “derechos humanos” para encubrir el hecho de que está creando un entorno que aceptará la destrucción de la humanidad para beneficio y privilegio personal. Este entorno de “lo que hay para mí” está destruyendo la verdadera humanidad del mundo.
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Proyección “Profiled”: la lucha contra la policía aumenta la conciencia de clase
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- 27 Agosto 2021 109 visitas
NEW YORK CITY, 13 de agosto—“¿Por qué, a pesar de las protestas y manifestaciones, continúan los asesinatos por la policía, especialmente de jóvenes negros y latinos?” “¿Es posible parar estos asesinatos sin deshacerse del sistema capitalista, el cual depende del racismo para existir?” En otras palabras, el capitalismo necesita a la policía racista. Son quienes hacen cumplir todas las desigualdades racistas que el capitalismo necesita, desde la desigualdad en sueldos a las encarcelaciones masivas. Estas fueron algunas de las ideas que mas de 70 personas discutieron cuando presentamos el documental Profiled. El filme presenta las historias de los familiares y amigos de los jóvenes asesinados por la policía, y las luchas multirraciales que continúan liderando contra estos asesinatos racistas.
“Canastas por Justicia”
Dos de las organizadoras destacadas en el filme, hablaron sobre su camino hacia convertirse en luchadores antirracistas. Natasha estaba indignada por la forma en que la prensa presento a su hermana Shantel Davis. Como si fuera una criminal, cuando fue la policía la que la arrastro fuera de su auto y la asesino en 2013. Ella utilizo su ira para organizar la campaña “Justicia para Shantel”, la cual fue apoyada por el Partido Laboral Progresista (PLP) debido a los lazos de amistad con sus militantes. Natasha invito a todos al 6º aniversario de “Canastas por Justicia” un torneo de basquetbol de 5 a 5 para el sábado 28 de agosto, para luchar contra el racismo y honrar el legado de Shantel y Kimani Gray, joven de 16 años también asesinado por la policía en 2013.
La otra organizadora dijo que el momento de compresión, sobre porque los asesinatos por la policía son tan comunes, se dio cuando un militante del PLP le presento el ensayo de Lerone Bennett, “El Camino No Tomado”. Este ensayo describe como el “problema de raza fue una invención deliberada por parte de los dueños de las plantaciones quienes separaban sistemáticamente a negros y blancos para hacer dinero”. Los dueños de las plantaciones que esclavizaron a trabajadores negros, pasaron leyes para separar a trabajadores europeos, africanos e indígenas, quienes se casaban entre si, vivian juntos y unidos para rebelarse contra el enemigo en común. Esto fue crucial para su optimismo sobre la posibilidad de derrotar el racismo.
Una lucha de toda la vida contra el racismo
Estas historias demostraron que cuando se crean lazos personales con comunistas en el PLP, ayuda a mantener a organizadores antirracistas mas positivos, aun cuando las posibilidades para el cambio parezcan casi nulas. Participar en las marchas del día del trabajo, en grupos de estudio y ser testigos de la dedicación a una lucha a largo plazo contra el capitalismo y racismo nos muestran el camino hacia un futuro comunista donde los trabajadores dirijan la sociedad. La construcción de estos lazos personales cercanos durante la lucha contra el racismo es la lección que nos llevamos de la película Profiled. El racismo es crucial para el capitalismo. La policía, en particular, son los matones racistas que protegen a los capitalistas de la ira de los trabajadores. Necesitamos organizar para deshacernos de todo el sistema capitalista.
Durante los varios meses de planeación de la presentación del filme Profiled conocimos gente nuevo amigos que comparten nuestra visión antirracista. Los organizadores también hicieron contacto con estudiantes y maestros de secundarias y universidades, incluyendo algunos en el PLP, quienes han estado profundamente involucrados en campanas en contra la violencia policial. Mas de una docena de estudiantes participaron en la discusión. Los comentarios tanto en el “Chat” y durante la discusión reflejaban muchas ideas antirracistas y comunistas.
Los jóvenes quieren un cambio
Este evento fue organizado por militantes y amigos del Partido Laboral Progresista que activan en el DSA (Democratic Socialists of America). Decenas de miles de jóvenes se han unido al DSA desde 2016, debido a la elección presidencial, ellos quieren ver mas cambios progresistas. Pero la clase capitalista gobernante y sus políticos pagados nunca desfinanciaran a la policía racista que los protege y a su sistema. El DSA promueve la política electorera y la ilusión de que es posible desfinanciar la policía. Ellos nos llevan a trabajar dentro del sistema capitalista. Ellos ayudaron a elegir a Joe Biden, como un mal menor. En realidad, no es menor, es el peor de los males, engañando a la gente con sus sucias reformas. Fue uno de los partidarios del proyecto de ley sobre el crimen, del anterior presidente Clinton, el cual llevo a las encarcelaciones masivas de trabajadores negros. Ahora tratan de hacer un mejor trabajo que Trump organizando para la guerra contra China y Rusia. Militantes del PLP hacen un llamado al derrocamiento revolucionario del capitalismo. Luchemos por el comunismo, donde la clase trabajadora gobierna. Conforme seguimos fortaleciendo nuestros lazos con gente que desea luchar contra el racismo, nos damos cuenta que ellos están abiertos a la ideas anticapitalistas y comunistas.
Desde la presentación del filme, hemos continuado organizando, continuar la lucha y conocer a mas gente. Queremos que la gente participe en el torneo “Canastas por Justicia”, el 28 de agosto en Brooklyn. Queremos organizar para sacar a los policías de las escuelas. Mientras luchamos contra el racismo, fortalecemos nuestros lazos personales, hacemos crecer el Partido Laboral Progresista y la lucha por un mundo comunista.
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Para salvar al imperialismo, EE.UU. bombardeó Hiroshima y Nagasaki
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- 27 Agosto 2021 115 visitas
Este agosto marca el 76 aniversario del acto terrorista más mortífero en la historia mundial, cuando la clase dominante de EE. UU., Los únicos gobernantes que utilizaron bombas nucleares, arrojaron bombas atómicas en dos ciudades japonesas, Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945, destruyendo una cuarta parte. de un millón de civiles japoneses en cuestión de segundos, hirieron a cientos de miles más y dejaron a las generaciones futuras con efectos genéticos eternos.
Los gobernantes racistas de Estados Unidos lanzaron este atroz ataque como una advertencia política a la entonces socialista Unión Soviética, señalando el inicio de la Guerra Fría por parte del imperialismo estadounidense. Los capitalistas no se detendrán ante nada cuando su dominación esté en juego. Este es el resultado natural de un sistema arraigado en la violencia de la explotación. En cambio, la clase trabajadora necesita construir un mundo basado en las necesidades humanas. Para eso, necesitamos que millones en todo el mundo se organicen bajo un partido comunista internacional, el PLP, para convertir la próxima atrocidad y guerra capitalista en una guerra de clases por el comunismo.
Las mentiras y la realidad
Durante más de siete décadas, los gobernantes estadounidenses han tratado de justificar los ataques con bomba atómica sosteniendo que eran necesarios para forzar la rendición de Japón y evitar una invasión terrestre estadounidense y un millón de bajas estadounidenses. En realidad, los gobernantes de Japón estaban dispuestos a rendirse ante Hiroshima:
• Según el Estudio de Bombardeo Estratégico de los Estados Unidos, una junta de expertos militares y civiles establecida por el Secretario de Guerra de los Estados Unidos, Henry Stimson, “Ciertamente… con toda probabilidad antes de noviembre de 1945, Japón se habría rendido incluso si la bomba atómica no hubiera sido lanzada ... e incluso si no se había planeado ni contemplado ninguna invasión “.
• No se salvó un millón de vidas. De hecho, McGeorge Bundy, más tarde Consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, “confesó que había sacado esos números del aire para justificar los atentados” (5/8/2005).
• En la primavera de 1945, toda la maquinaria industrial y militar de Japón se había detenido, cortando su línea de vida petrolera. En junio, el general de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, Curtis LeMay, se quejó de que no quedaba nada para bombardear en las ciudades japonesas, excepto “objetivos de botes de basura”.
• El general Douglas MacArthur, comandante del Pacífico de Estados Unidos, consideró las bombas atómicas “completamente innecesarias desde un punto de vista militar” (James Clayton, “The Years of MacArthur, 1941-1945”, Vol. II).
Un genocidio dirigido a la URSS
Si la abrumadora evidencia muestra que el genocidio de Hiroshima y Nagasaki fue militarmente innecesario y que Japón estaba al borde de la rendición incondicional, ¿por qué el presidente Harry Truman ordenó que se lanzaran las bombas atómicas?
El verdadero propósito era advertir a la entonces socialista Unión Soviética que Estados Unidos tenía un arma nueva y devastadora, y estaba listo para usarla contra cualquier amenaza al dominio mundial de los imperialistas estadounidenses. La destrucción de Hiroshima y Nagasaki marcó el comienzo de la Guerra Fría entre los capitalistas de Estados Unidos y la Unión Soviética. Alguna evidencia de apoyo:
• Con el Ejército Rojo soviético listo para entrar en la guerra contra Japón el 8 de agosto, Estados Unidos se apresuró a usar la bomba dos días antes, para jugar lo que Stimson llamó una “tarjeta maestra”: “Dejemos que nuestras acciones hablen por palabras. Los rusos los entenderán mejor que cualquier otra cosa ... Tenemos que recuperar el liderazgo ... de una manera bastante tosca y realista ... Hemos entrado en acción un arma que será única ”(diario Stimson).
En una acusación implícita del gobierno liberal demócrata Truman, Leo Szilard, creador de la idea de un reactor de fisión nuclear, dijo: “Si los alemanes hubieran arrojado bombas atómicas sobre las ciudades… lo hubiéramos definido [esto]… como un crimen de guerra, y hubiéramos condenado a muerte en Nuremberg a los alemanes culpables de este crimen y los hubiéramos ahorcado “.
La lección de Hiroshima y Nagasaki es que la clase dominante de Estados Unidos no se detendrá ante nada para preservar su poder estatal y sus ganancias. Lo que significa que la próxima guerra mundial es solo cuestión de tiempo (ver editorial, página 2). Le corresponde a la clase trabajadora internacional hacer justicia a los criminales más asesinos que el mundo haya conocido.