HAITÍ, 18 de noviembre—Todos los años, el 18 de noviembre, celebramos la Batalla de Vertière, la última batalla antes de la declaración de independencia de Francia el 1 de enero de 1804. Sin embargo, este año fue significativamente diferente, ya que decenas de miles de personas En todo Haití, salieron a las calles para unirse a la batalla contra la corrupción masiva en el escándalo de PetroCaribe (donde la burguesía se ha embolsado miles de millones de dólares destinados a financiar la educación, la infraestructura). Exigiendo la destitución de pres. Jovenel Moïse, en quien no tienen confianza para encontrar y castigar a los culpables, las masas bloquean las calles. Los patrones respondieron enviando todo su poder armado, incluidos matones encapuchados conocidos como cagoulards, que asesinaron al menos a una docena de manifestantes.
Muchos entienden que esta batalla no es fácil de ganar porque al igual que la explotación, la corrupción es una enfermedad en los pulmones del sistema capitalista y para vencerla, debe deshacerse del propio sistema y reemplazarlo por uno que sirva a los intereses de la clase trabajadora.
En una ciudad de provincias, solo estábamos una docena en la calle, miembros del PLP y amigos. La gente tiene miedo de participar en las marchas porque el gobierno está llevando a cabo una campaña de terror; de hecho, había más policías que aterrorizar que los manifestantes. Sin embargo, nuestra acción fue un éxito, porque a pesar de la presencia de la policía, hicimos el curso planeado. A pesar de nuestros pequeños números, con carteles en la mano cantamos sin parar. El mensaje fue claro: “la burguesía y su estado son anti-trabajadores, anti-progreso y anti-bienestar y eso debe cambiar”.
El robo de los fondos de PetroCaribe está despertando a los trabajadores y estudiantes haitianos. Podemos aprovechar esta situación para fortalecer nuestra lucha. La lucha contra la corrupción es una lucha contra el capitalismo, la lucha de clases. Estamos comprometidos en ello! La lutte continue (la lucha continúa)!

NUEVA YORK, 1 de diciembre—Cerca de 8,000 familias obreras mayormente de Honduras, está viajando a pie a la frontera sur de EE.UU. Hay mas de 3,000 ya en Tijuana y muchos más están pasando por la Ciudad de México. Están huyendo de la pobreza, corrupción y violencia que es mayormente un resultado de más de un siglo de dominación del imperialismo de EE.UU. Esto se mostro mas recientemente en el golpe apoyado por EE.UU. que derroco al reformista liberal elegido democráticamente Zelaya en el 2009, formando un éxodo masivo a escapar de la pobreza, crimen, narcotráfico y violencia policiaca. Se unen a más de 60 millones de refugiados alrededor del mundo, desde África al sur de Asia, de Siria a Somalia, tratando de escapar de los horrores de la guerra y el terror. Esta es la fruta del imperialismo a nivel mundial. Los obreros del mundo necesitan la revolución comunista.
Trump uso como blanco los refugiados por sus diatribas racistas, llamándolos de todo, criminales a porta enfermedades, terroristas musulmanes del Medio Oriente, financiados por billonarios. Esta histeria racista llevo directamente a la masacre en la sinagoga en Pittsburgh el 27 de octubre por un pistolero nazista. Trump desplego mas de 5,00o efectivos del ejercito, en servicio activo a la frontera, además de un ejercito de agentes de ICE (Servicios de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos), Patrulla fronteriza y milicias vigilantes fascistas en contra de la gente pobre no armada, mayormente familias y niños. Están construyendo campos de concentración que pueden albergar los refugiados por un tiempo indefinido.
Organizando a través de fronteras
El Partido Laboral Progresista esta organizando solidaridad para los refugiados en ambos lados de la frontera de EE.UU./México. Somos un partido y solo hay un partido de la clase obrera internacional. Hemos conectado con refugiados en la Ciudad de México y en EE.UU., hemos comenzado a recaudar fondos en nuestros sindicatos. Estamos trabajando en muchos niveles dentro de la Coalición Nuevo Santuario (NSC) a traer miles de personas a atestiguar, ayudar y acompañar nuestros hermanos y hermanas Centroamericanos dentro de EE.UU. Estamos trabajando con cientos de voluntarios, entrenando a ir a la frontera, trabajar en ayuda, y hablar de este problema en nuestros sindicatos. Hasta ahora, muchos sindicatos han mostrado un interés y el Llamado de Organizar de CNS le ha llegado a miles de obreros en NYC y otros y estamos ayudando a organizar delegaciones de estos sindicatos a ir a la frontera.
Estos incluyen a los obreros en 1199, IBT Junta de Consejo 16 (que se declaran un Sindicato Santuario después que deportaron a unos de sus miembros), un numero de personas de UAW, PSC, NYSNA (enfermer@s) y otros. Puedes firmar en www.sanctuarycaravan.org/labor.
El PLP dice “! La Clase Obrera No Tiene Nación!” Esto ahora es la verdad por lo menos para 60 millones de refugiados alrededor del mundo, y los números crecen todos los días. El imperialismo no puede cumplir las necesidades de la clase obrera. Y los patrones están usando la crisis de refugiados que han creado para levantar sus movimientos fascistas masivos que ponen a los migrantes de chivo expiatorio mientras los patrones se preparan para guerras más devastadoras.
Esta crisis requiere la participación de todos a cualquier nivel que puedan contribuir. No podemos quedarnos fuera de esta. Si quiere ayudar a saludar la caravana en la frontera, o ir a la Ciudad de México y escoltar la caravana a EE.UU., ahora es el momento de involucrarse.

Las agrias elecciones de mitad de periodo estadounidense expusieron la intensa batalla dentro la clase gobernante estadounidense – y hasta donde estas dos facciones principales están dispuestas a llegar mientras se preparan para el fascismo y guerra. Los dos lados están atacando los signos liberales democráticos del poder estatal capitalista, del Senado estadounidense y la Corte Suprema hasta el conteo de votos sí mismo. Los medios principales capitalistas se están preguntando si los Estados Unidos “han llegado al bordo de una verdadera guerra civil” (nationalreview.com, 7/31.) Paul Krugman del New York Times advirtió de “un creciente crisis sobre la legitimidad del sistema político estadounidense – aunque superamos el crisis constitucional que parece ser inminente en los próximos meses” (11/8.)
Mientras los patrones estadounidenses se pelean entre ellos mismos, los más unidos imperialistas Chinos están preparados de alcanzarlos – económicamente y militarmente, de África a Latinoamérica. Como lo señalo hace poco el noticiero Times, “Una aislada y empobrecida provincia ha evolucionado a un mayor significante rival a los Estados Unidos desde la caída de la Unión Soviética” (11/18.) De tarifas agresivas (impuestos a importaciones) a tensiones crecientes acerca Taiwán hasta una cuasi colisión con rivales buques de guerra en el Mar de la China Meridional, los dos superpotencias llevan camino para enfrentarse en un conflicto global.
En periodos de crisis, para cerrar filas contra los enemigos del exterior mientras controlando a sus propios trabajadores, los capitalistas tienen que disciplinar y unificar a su propia clase – por cualquier medio necesario. Las elecciones de medio periodo representó la más recién batalla gobernante acerca de que mejor manera de mantener su sistema letal de ganancias. Algún día, estos desacuerdos serán más sangrientos.
Dos partidos, una pesadilla capitalista
Para los trabajadores, también es mucho lo que está en juego. Los patrones estadounidenses – republicanos o demócratas, abiertamente racistas viciosos o liberales falsos mentirosos – no tienen nada más que ofrecer que el racismo, la pobreza, el fascismo y guerra imperialista. George W. Bush y Barack Obama, junto con Ronald Reagan o Bill Clinton, todos son compañeros asesinos de masas y todos son dos lados de la misma pesadilla. A pesar de la ausencia de un movimiento comunista internacional, los trabajadores son vulnerables a la falsa ideología de que votando es el camino a un cambia social. Los gritos racistas anti inmigrantes y las pólizas horrendas del presidente Trump y partido republicano dirigieron a millones para tratar de encontrar algo mejor.
Aunque 47% de la población elegible de votar emitieron un voto, esto marcó la más grande participación para un medio periodo estadounidense desde 1966 (npr.org, 11/8.) La elección vio un 36% aumento de votantes bajo la edad de 30 versus 2014 (realclearpolitics.com, 11/8.) Cuando se combina la política reaccionaria de identidad, que pacifica a los trabajadores más oprimidos, esto fue un progreso para los patrones. “Cuando tienes a dos mujeres musulmanas estadounidense en el Congreso, de repente cada mujer joven musulmana estadounidense lo ve como una posibilidad”, dijo Sayu Bhojwani, presidente de Nuevos Líderes Americanos, una organización que da ayuda a inmigrantes queriendo postularse a un cargo público (NYT, 10/31.) Como el periódico New York Times vanaglorió, “la democracia tuvo un éxito destacable la semana pasada”. (11/14.)
Pero no existe un mal menor bajo el capitalismo – solamente el mal de inversión de lucro. No se puede reformar el capitalismo ni votar para que provea una vida decente para los trabajadores. Solamente una revolución comunista puede parrar el racismo, el sexismo, el desempleo masivo y guerra imperialista. Solamente una sociedad comunista, dirigida por y para los trabajadores, sin dinero o inversión de lucro, puede servir a las necesidades de la clase trabajadora internacional.
No hay buenos patrones
El ala principal internacionalista de la clase gobernante estadounidense es el capital financiero y corporaciones multinacionales como JP Morgan Chase y ExxonMobil. Esta ala es sobre todo representado por el partido demócrata, junto con mil millonarios como George Soros y Warren Buffett. El ala principal obtiene mucho de su ganancia de comercio y control imperialista sobre la labor, mercados, y petróleo barato del Oriente Medio. Para defender sus intereses, estos patrones necesitan el comercio multilateral y alianzas militares y un militar multirracial estadounidense – incluyendo tropas hecho de inmigrantes – para pelear en una inevitable tercera guerra mundial. En general, prefieren el fascismo con un fundido liberal, “democrático” y para contener el odio de los trabajadores dentro un sistema electoral.
La más pequeña ala nacionalista obtiene la mayoría de su dinero de industria basado domésticamente. Enfocados más en inversiones de lucro en términos cortos, ellos se oponen en pagar impuestos extras para preparar a los Estados Unidos con un rol principal en la próxima guerra global. La estrategia de esta ala es de establecer un “Fortress America” (Fortaleza EE.UU.) – una potencia mundial más contenida y menos ambiciosa. Respaldado por mil millonarios como las familias Koch y Mercer, estos patrones han usado a Trump y su base de supremacistas blancas para avanzar su agenda y retirarse de enredosos y costosos acuerdos como el Acuerdo de Clima de Paris. Usarían el fascismo al estilo nazi como una manera para disciplinar a los trabajadores a que acepten cualquier sacrificio requerido mientras las presiones económicas y políticas intensifican.
Pero mientras que haiga importantes diferencias entre los patrones y los lacayos políticos que trabajan por ellos – no hay buenos patrones. Ayanna Pressley, pronto de ser la primera mujer negra de Massachusetts en el Congreso, hizo campaña para la racista Hillary Clinton en 2016 (Boston Globe, 1/31.) Los candidatos ganadores “progresistas” como Ilhan Omar y la “socialista” farsante, Alexandria Ocasio-Cortez, hicieron campaña sobre la abolición de la agencia racista ICE (Servicio de Inmigración y Aduanas.) En el plazo de una semana de sus elecciones, ellos ya estaban dando vuelta atrás sobre su promesa (CBS News, 11/12.) Ellos saben que el abuso racista de los inmigrantes es fundamental para el capitalismo estadounidense. Barack Obama, el antecesor político de ellos, es un buen ejemplo. El deportó a más de 3 millones de hombres, mujeres y niños.
Las luchas internas patronales, terror de los racistas
El ala principal posee muchos más recursos y apoyo popular. Aún después de la comprobación en octubre de Brett Kavanaugh, el ala domestica realizó todos los cuatro centros de potencia política: la Casa Blanca, ambas cámaras del Congreso y la Corte Suprema. El desequilibrio ha conducido viciosas luchas internas. La democracia liberal patronal apareció instable, quizás aún insostenible.
Pero después de la “ola azul” del 6 de noviembre que giró la Cámara de Representantes hacia los demócratas, se parece posible que el ala principal pueda recuperar la Casa Blanca y el Senado en 2020. Después de Trump, el partido republicano quizás sea restaurado como la oposición leal. La democracia electoral de dos partidos quizás continúe a servir el propósito de los imperialistas predominantes, al menos un tiempo.
Otra muy distinta pregunta es si la ala domestica está dispuesto a estar en segundo plano otra vez – o si la enojada base racista de Trump siga las normas. El 9 de noviembre, un ferviente defensor de Trump, llamado Cesar Sayoc, fue acusado de enviar por correo bombas caseras a 13 individuales o compañías asociados con el ala principal, incluyendo a Obama, Soros y la red televisa, CNN. Como el abogado anterior de Sayoc dijo, Trump “dio la bienvenida a todos los extremistas, todos los excluidos, todos los atípicos, y Sayoc sentía que finalmente, alguien le estaba hablando (Washington Post, 10/29.)
No se trata de un caso aislado. Desde el verano de 2015, cuando la campaña presidencial de Trump se inició, más de una docena de su patrocinadores planearon o cometieron actos de terror racista (theintercept.com, 10/27.) Más en general, el número de incidentes relacionados con el terror en los Estados Unidos se han triplicado dese el 2013:
En 2017, hubo 65 incidentes con suma total de 95 muertes. En el análisis de datos recientes por el sitio informativo Quartz, aproximadamente 60% de esos incidentes fueron impulsados por ideologías racistas, anti musulmán, antisemita, anti gobierno u otras ideologías derechistas. Ideologías izquierdistas como el ambientalismo extremista fueron responsables por 11 ataques. Extremistas musulmanes cometieron solamente 7 ataques (NYT, 11/3,)
A mediados de noviembre, en el Condado Pasco, Florida, investigadores “confiscaron 110 armas ilegales incluyendo un lanzacohetes y dos funcionales bambas tubo…y procesaron a 39 miembros o asociados de pandillas supremacistas blancas de Florida (wftv.com, 11/18.)
Lucha de clases, no las luchas patronales
Las dos alas de la clase gobernante quieren la lealtad política de las masas de trabajadores y están dispuestos a usar cualquier modo que sea para llevarlo a cabo. Mientras el obvio racismo de Trump es abominable, los patrones del ala principal no es la respuesta. Para ellos, “luchando contra el racismo” quiere decir limitando la lucha mientras construyendo lealtad al orden capitalista, el camino a la guerra inter-imperialista.
El Partido Laboral Progresista tiene un plan diferente. Intentamos de organizar una fuerte y disciplinada lucha anti-racista de clases en el camino para derrotar el capitalismo. Nuestro único aliado en esta lucha es la clase trabajadora internacional. ¡Únetenos!

CHICAGO, 18 de noviembre—Temprano el 11 de noviembre, los asesinos policías racistas mataron a otro miembro de nuestra clase. Los racistas de azul abrieron fuego a un guardia negro de seguridad de 26 años de edad, Jemel Roberson en un bar en la periferia Robbins de Chicago, mientras el estaba tratando de terminar una pelea en el lugar.
Jemel trágicamente se une a la creciente lista de obreros legalmente linchados por los policías racistas. Estos lacayos sexistas y racistas no se pueden reformar mas que el sistema capitalista sexista y racista que sirven y protegen. ¡La única manera de acabar permanentemente los asesinatos de los policías racistas – y de alcanzar la justicia verdadera para Jemel y muchas otras victimas de la violencia del estado capitalista – es de unirse y construir el Partido Laboral Progresista Internacional (PLP) mientras forzar a aplastar el capitalismo con la revolución comunista!  
Culpable de ser un obrero negro armado bajo el capitalismo
Para todos sus seres amados, el asesinato racista de Jemel a manos del Departamento de Policía de Midlothian ha sido completamente devastador. Aquellos mas cercanos a el lo han descrito como un “gigante gentil”, y un padre, hermano, tío y novio devoto. Sus compañeros de trabajo lo respetaban, y era un atleta talentoso al igual que un organista de la iglesia.
Jemel contratado como guardia de seguridad e intentando a someter un individuo armado quien estaba amenazando a otra gente en el bar donde respondieron los policías racistas a la escena y abrieron fuego. Aunque su informe “oficial” declara que Jemel no tenía identificación que estaba trabajando de seguridad y que le dieron advertencias múltiples de bajar su arma, otros obreros están desafiando el cubrimiento racista suyo.
De acuerdo a los otros obreros en la escena, Jemel claramente tenía puesto una gorra de beisbol y una sudadera que decía la palabra “seguridad” claramente escritas. También dicen que no pasaron “ni cinco segundos” antes que entraran los policías racistas al cuarto y le dispararon. El asesinato racista fue tan insensato que otro policía presente critico abiertamente al que le disparo (Chicago Tribune, 11/16). A pesar que Jemel tenia puesto ropa de seguridad y tenia una licencia legal de portar un arma en el estado, instantáneamente lo percibieron como una amenaza y le dispararon.
Este asesino de un hombre negro armado refleja en grande parte el perfil racista en los pensamientos y acciones de millones de policías racistas, pero también refleja un miedo profundo de una amenaza grande de los patrones y el capitalismo. Por toda la retorica fascista de los patrones sobre lo “sagrado” de poseer una pistola en Estados Unidos, el hecho es que los obreros - especialmente los obreros negros- el poseer armas siempre ha presentado un problema inherente para ellos.
Si algunos de los sectores oprimidos de la clase obrera fuera a organizar el combate con armas, ambos en las calles y en el ejército, nuestro poder de clase crecería significantemente. Y si ese movimiento se expandiera bajo el liderazgo del PLP comunista, parte del movimiento masivo de la clase obrera con la meta de tomar el poder estatal del capitalista, grandes avances se harían hacia la revolución.
¡Asesinatos racistas significan tenemos que luchar!
Comprometidos para construir el movimiento a la revolución comunista, un grupo de camaradas PLpistas y amigos asistieron a la vigilia en memoria de Jemel el viernes después de su asesinato. La vigilia tomo lugar es su ex secundaria, Lane Tech College Prep, en el lago norte de Chicago, y fue organizado por sus compañeros de clase y otros alumnos de la escuela.
Muchos de los discursos reflejaron el sentido profundo de shock y dolor sobre la perdida de Jemel. Un grupo de sus compañeros de clase tuvo dificultad en incluso expresar el dolor profundo que estaban sintiendo después de su asesinato. Hablaron de racismo y aislamiento que ya habían experimentado como resultado de ser un estudiante negro pequeño minoría en una secundaria de inscripción selectiva compuesta mayormente de estudiantes blancos. Después de perder a Jemel en las manos de policías asesinos, les dieron otro tratamiento severo de sentirse invisible y no deseado bajo el capitalismo.  
Otro alumno de Lane Tech, amigos de Jemel, y organizaciones comunitarias también hicieron declaraciones de su memoria. Un obrero negro vino al micrófono e hizo un llamado claro de la necesidad de tomar acción. Dijo “estamos en una guerra y necesitamos ambos lados”. Otros oradores hicieron eco a la necesidad de organizar la lucha en contra de los patrones racistas y sus patrones asesinos, pero desafortunadamente pararon antes de hacer un llamado masivo de unidad de clase obrera multirracial como la manera mas efectiva de construir la lucha.
De nuestra parte, nuestro grupo pequeño multirracial PLPistas trabajaron en hacer nuestro mensaje claro. Distribuimos nuestro periódico comunista DESAFIO, nos comprometimos en conversaciones, e hicimos unos contactos que pensamos en hacerles seguimiento.
Construimos esta lucha, para Jemel y los obreros en toda parte
Justicia para Jemel Roberson va más allá de hacer que despidan este policía racista asesino y tirarlo en la calle. Aunque estos son resultados satisfactorios, ellos en si no van a guiar a un mundo donde la gente de la clase obrera en toda parte pueda vivir una vida productiva de seguridad y dignidad.
Para ese futuro, necesitamos conectar asesinatos racistas policiacos, deportaciones, desempleo y guerras imperialistas a su raíz común del capitalismo, y construir la lucha por una revolución internacional comunistas como la única solución de borrar estos ataques anti-obreros de la faz de la tierra. No es una tarea simple, pero para nosotros, es la mejor manera posible para honrar a los héroes caídos de la clase obrera como Jemel.