La inauguración del fascista Trump el 20 de enero fue recibida con manifestaciones militantes en las calles de Washington DC. En una marcha anunciada como antifascista y anticapitalista, algunos anarquistas o provocadores cometieron actos de vandalismo. La policía respondió reuniendo a todos los que estaban en un bloque cercano, incluyendo abogados, periodistas y manifestantes pacíficos, entre ellos 3 estudiantes de Nueva York que acababan de llegar. Los policías usaron armas militares como granadas de flashbang y golpearon a muchos manifestantes con bastones. Después de rodear al grupo de 230, la policía los roció, los esposó a todos y los mantuvo en la calle o en los autobuses durante horas, sin comida, agua o baños, y les negó llamadas telefónicas a sus abogados. La mayoría de la gente fue movida por lo menos 3 veces, manteniendo a partidarios en la obscuridad sobre sus localizaciones. Después de su liberación 36 horas más tarde, los acusados tenían que ir a los recintos de arresto para recuperar sus pertenencias, donde se les dijo que sus teléfonos y cámaras no serían devueltos. Utilizando equipo de minería de datos de la policía son capaces de reunir rápidamente toda la información almacenada en un teléfono en el momento.
Al día siguiente de los arrestos, cientos de simpatizantes se presentaron en el tribunal, incluyendo defensores públicos que nos aseguraron que los casos serían revisados y que los inocentes serían puestos en libertad sin cargos. Así es como solía ser. Sin embargo, en este nuevo mundo de Trump, todos, incluidos abogados, periodistas, transeúntes y manifestantes pacíficos, fueron acusados de delito grave por disturbios, que lleva una sentencia de 10 años. Durante las próximas semanas, más de 200 de los detenidos fueron acusados por estos mismos cargos. Según el jefe de la DC Trial Lawyers ‘Association, esto podría ser una táctica para evitar la discreción de un juez en una audiencia preliminar, donde muchos, si no la mayoría, los casos probablemente habrían sido desestimados por falta de pruebas (Wash Post, 2/3/17).
Los abogados del Gremio Nacional de Abogados se pusieron de pie de inmediato para garantizar abogados para todos y su ayuda ha sido valiosa, han aconsejado a todos los acusados que no hablen de sus casos. Este no es el tipo de consejo que va a construir un movimiento para luchar contra el giro abierto a la derecha de la clase dominante. Los estudiantes acusados están planeando estar en una reunión en el campus esta semana para construir apoyo y exigir lo mismo de la administración. Cuando van a la corte será con tantos aliados como sea posible. Esta es la respuesta correcta a la intimidación y las divisiones a lo largo que las líneas étnicas que Trump y compañía están utilizando para tratar de sofocar la ira de los trabajadores y estudiantes. Así como millones de personas han salido de ciudades pequeñas a ciudades grandes para oponerse a las prohibiciones a los musulmanes y a los demás inmigrantes. Hay que movilizar a las masas para defender a los que son objeto del sistema de “justicia”.
Las tácticas fascistas y las ideas de Trump no son sólo las aberraciones de un loco. Estados Unidos está perdiendo fuerza en el mundo, ya no es su principal motor económico o controlador de recursos y pronto no será la potencia militar suprema. El resultado será un descenso en el nivel de vida, más desempleo y más guerras, sin importar quién esté en el cargo. A medida que la rebelión crece, también lo será la represión. Todos debemos vernos a nosotros mismos como parte de un movimiento para deshacernos de este sistema capitalista. Para ello debemos luchar sin temor por los oprimidos y todos aquellos a quienes ataca el sistema. Nos vemos en el tribunal.

La orden ejecutiva de inmigración del Presidente Donald Trump, prohibiendo la entrada a EE.UU. de quien proviene de siete países musulmanes, ha destruido y puesto en peligro miles de vidas de trabajadores.  Se le negó la cirugía de corazón a un bebe de 4 meses de Irán.  Se separo a una madre sudanesa de su bebe de 11 meses, al ser detenidos en el aeropuerto de Dallas.  Un sin numero de refugiados estuvieron atrapados en situaciones de alto riesgo para su vida.  Se le negó la entrada a un traductor iraquí, quien había arriesgado su vida por el imperialismo estadounidense durante la guerra de Irak;  a un biólogo iraní trabajando en la cura de la tuberculosis en Harvard; a un sin numero de científicos, doctores, investigadores y estudiantes.  
Mientras los patrones estadounidenses devastan a millones de trabajadores haciendo sus guerras imperialistas, también trabajan en asegurarse que ningún trabajador se escape de esta sentencia de muerte. (ver recuadro)  No importan los resultados del proceso judicial de EE.UU. esta política racista solo le sirve a la clase dominante capitalista.  La agudización de las rivalidades imperialistas – conflictos entre patrones de diferentes países – están acelerando una guerra global.  No importa cuales sean sus diferencias internas, los gobernantes de EE.UU. usan el racismo anti-musulmán de Trump y su nacionalismo de “América Primero” para ganar a la clase trabajadora estadounidense a su causa: la lucha por el capitalismo estadounidense y las ganancias petroleras patronales.
La diferencia entre Trump y Barack Obama es mas sobre estrategia que ideología política.  Obama deporto a millones, escondiendo su política racista hablando sobre tolerancia racial y religiosa, táctica para engañar y pacificar a la clase trabajadora.  Trump a tomado un rumbo abiertamente racista para movilizar a su base racista.   Lo bueno es que los trabajadores antirracistas han respondido en masa, luchando.  Unas horas después que Trump firmara su orden ejecutiva, miles de trabajadores – negros, latinos, asiáticos y blancos, mujeres y hombres, jóvenes y viejos – salieron a protestar en muchos aeropuertos en docenas de ciudades por todo EE.UU. y el mundo, desde Londres a Paris, Manila, y Yakarta.  Los trabajadores hicieron de lado sus diferencias religiosas y se unieron.  La unidad multirracial es esencial para que la clase trabajadora construya un mundo libre de fronteras racistas, sexismo, guerra y pobreza, un mundo comunista dirigido por y para la clase trabajadora internacional.  
Prohibición: Nada Nuevo
para el Racismo Estadounidense
Estos ataques a trabajadores no son nuevos.  El racismo de Trump llega después de ocho años de políticas racistas de inmigración del deportador en jefe Obama.  (desde 2009 al 2014, Obama deporto a 2.5 millones de trabajadores) La “nueva” política de Trump, nació de la ley Terror Prevention Act 2015, la cual numeraba a siete países en cuestión.  Esta ley de Obama, a su vez, fue una versión ampliada de la política de inmigración del presidente George W. Bush (Nation, 27/6/16).
El fortalecimiento de las fronteras – para dividir y explotar mejor a la clase trabajadora – es esencial para el capitalismo.  En la década de 1930, bajo el presidente liberal demócrata Franklin E. Roosevelt, los patrones estadounidenses deportaron a cientos de miles de trabajadores mexicanos.  Durante la Segunda Guerra Mundial, rechazaron a los refugiados judíos, quienes terminaron en los campos de muerte nazis.  Últimamente, los patrones usan el racismo anti-musulmán para justificar sus invasiones, saqueos, y destrucción del Medio Oriente (ver cuadro).  Para los trabajadores la frontera entre México y EE.UU. se ha convertido aun mas letal para ellos.  Durante la administración Obama, a niños enviados por sus padres como ultimo recurso para escapar el conflicto en Centroamérica, fueron devueltos, aun cuando para algunos eso significaba una sentencia de muerte (New York Times, 16/7/16).
La prohibición de inmigración de Trump fue significativa también para los países excluidos – especialmente Arabia Saudita, productor de petróleo barato lo cual contribuye a las grandes ganancias para la ExxonMobil, de la cual Rex Tillerson, secretario de estado estadounidense fuera ejecutivo hasta diciembre del año pasado:  “En su orden…Trump invoco los ataques del 11/9 tres veces.  Sin embargo, Arabia Saudita…hogar de 15 de los 19 atacantes, no fue incluida en la lista de países…[Esto] refleja los profundos lazos económicos y de seguridad entre Estados Unidos y Arabia Saudita”(NYT, 30/1)
Entonces, ¿que significa que las cortes y muchos políticos – demócratas y republicanos – estén censurando a Trump? Refleja el desorden que existe entre los gobernantes aun cuando tratan de poner en línea a la clase capitalista y proteger su tambaleante imperio.   Para lograrlo no les importa asesinar a millones de trabajadores alrededor del mundo.  Aunque Trump sea menos predecible y quizás menos fácil de controlar que recientes presidentes, al final les entregara el movimiento pro guerra que los patrones necesitan o ellos encontraran a otro político racista para que lo remplace.  Los jueces que bloquearon temporalmente la orden de Trump son los mismos que se enfocan en trabajadores negros para su encarcelamiento racista.  Mientras tanto, los verdaderos criminales de Wall Street le roban miles de millones a nuestra clase.   
No podemos votar para  pedir  nuestra salida de la opresión capitalista.  La única forma para que la clase trabajadora consiga lo que necesita es a través de la violencia revolucionaria masiva y la toma del poder estatal.  Para ganarnos el mundo, la clase trabajadora internacional, organizada por el Partido Laboral Progresista, tendrá que tomárselo.  Solo una revolución comunista, dirigida por el PLP, puede acabar con la explotación y el asesinato masivo imperialista de una vez por todas.
Aplastemos Todas las Fronteras
Los miles de antirracistas que se han tomado las calles y aeropuertos envían un importante mensaje de resistencia contra los intentos patronales de dividir a la clase trabajadora.  Muestran el potencial de la unidad multirracial en la lucha.  Para la clase trabajadora luchar por una política de inmigración mas “justa” es en vano.  Las fronteras son creadas por el capitalismo; sirven a los patrones pues el capital fluye libremente de país a país.  La clase trabajadora internacional no necesita estas líneas artificiales.  La única forma de lograrlo es acabando con las fronteras nacionales y construyendo un movimiento revolucionario masivo de la clase trabajadora.
Cada vez que los patrones ataquen, nosotros, la clase trabajadora internacional, deberá organizar la lucha y enfrentarlos con la unidad multirracial  El viernes, 3 de febrero, mas de mil dueños de tienditas en la ciudad de Nueva York se fueron a la huelga contra la prohibición de Trump y en solidaridad con los detenidos.  Manifestantes protestando el asesinato racista por la policía de Ramarley Graham en el Bronx se unieron a los manifestantes de las tienditas. Para llevar esta unidad al siguiente nivel, debemos convertir las luchas de reformas en luchas por el comunismo.  La clase trabajadora internacional merece un mundo mejor – un mundo comunista, dirigido por el PLP!

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La prensa patronal usa el racismo anti-musulmán y anti- árabe para pintar la guerra en el Medio Oriente como parte de un conflicto sin fin entre sectas musulmanas.  Pero la realidad de los horrores contra nuestra clase es la rivalidad inter imperialista, como se puede ver con los siete países señalados por Trump.  
En Irán:
Los patrones siguen enfrascados en una lucha con China y Rusia, principal apoyo del régimen de iraní, por el control de la vasta fortuna energética del Medio Oriente, una lucha letal para la clase trabajadora.
Lo que mas temen los patrones estadounidenses es el aislamiento y el cerco alrededor de Arabia Saudita y sus campos petroleros,  permio mayor para el imperialismo estadounidense, por Irán y sus aliados regionales.  
En Irak:
EE.UU. tiene un largo historial de ataques a la clase trabajadora iraquí, la mas reciente, la muerte de un millón de trabajadores en la guerra de Irak.  
Irak surge nuevamente como punto focal para los gobernantes estadounidenses.  Los patrones siguen entrelazados en la política petrolera de Irak.  
Las grandes y crecientes operaciones de ExxonMobil en el país apuntan a controlar los recursos petroleros iraquíes, los cuales crecen en importancia para sus rivales chinos.  
En Siria:
Para millones de trabajadores, el horror de mas guerras es una realidad.  La guerra sustituta con Rusia ha arrasado con ciudades, desplazado a millones de refugiados y masacrado a cientos de miles de trabajadores.
La orden de Trump incluye una total y definitiva prohibición a refugiados sirios.  
En Libia:
Usando la falsa excusa de “responsabilidad de proteger” para sus guerras, Hillary Clinton, entonces secretaria de estado diseño la invasión estadounidense en 2011.  Bombardeos y redadas de misiles por EE.UU. supuestamente librarían a los ciudadanos libios de su dictador Muammar Qaddafi.  En realidad, la invasión fue diseñada para consolidar acuerdos petroleros hechos por los poderes imperialistas con el poco confiable Qaddafi, y entre ellos.  
En Sudan:
Al principio China apoyaba al gobierno sudanés de Khartum durante las luchas contra separatistas rebeldes en el sur, los cuales eran financiados por EE.UU.  Pero cuando los rebeldes tuvieron éxito en liberar su provincia rica en petróleo del control del régimen de Khartum, los chinos hábilmente cambiaron de bando protegiendo sus proyectos de gas y petroleros.  
China ayudo a desarrollar la industria petrolera del sur de Sudan, la cual exporta el 80% de su petróleo a China.
Tropas chinas son parte de una “fuerza de paz” de las UN que protege los oleoductos y pozos petroleros.
En Yemen:
Yemen es destruida como parte de una guerra sustituta entre los rebeldes Houthi – apoyados por Irán y el régimen pro Saudí/EE.UU.   Una coalición saudí ha estado atacando por aire indiscriminadamente en todo el país, asesinando a miles de trabajadores.  Los capitalistas financieros temen cualquier amenaza al control de EE.UU. sobre el centro de ganancias mundial vecino de Arabia Saudita.  
En Somalia:
La clase trabajadora esta en medio de la lucha imperialista por controlar el petróleo del Medio Oriente.  En los últimos meses,  la destrucción  ha aumentado a seis ataques al mes (Telesurtv, 16/10).  Obama plegó estas redadas en la guerra perpetua perpetrada bajo la “Autorización del Uso de Fuerza Militar” convertida en ley por legislación del Congreso una semana después del 9/11.

CIUDAD de CALUMET—En la mañana del 1ro de febrero del 2013, los policías racistas de la ciudad de Calumet, William Coffey y Robert Hyneck forzosamente entraron a la casa de Stephon Watts de 15 años y lo mataron a tiros en su sótano. Mientras la familia Watts aun lucha con el dolor de perder a un ser querido, y el hecho de que los asesinos racistas están aun libres para aterrorizar otros jóvenes de la clase obrera, el Partido Laboral Progresista (PLP) estuvo activo en planear el 5to aniversario de su muerte. Continuamos a luchar por la justicia de Stephon, por todas las victimas de la violencia del estado capitalista y por un mundo comunista sin racismo.
Las Cortes Racistas Protegen Policías Asesinos Racistas
Se recuerda Stephon como un niño vibrante que le encantaba trabajar con computadoras. Lo diagnosticaron a una temprana edad de el síndrome de Asperger, una forma alta mente funcional de autismo. En la mañana que lo asesinaron, su padre había llamado al 911, como lo instruyeron profesionales médicos, para lidiar con un estallido que Stephon estaba teniendo antes de ir a la escuela. Los dos policías racista, quienes conocían el estado de Stephon, empujaron para entrar a la casa aunque el padre de Stephon insistió que la situación estaba bajo control. Al ver Stephon con un cuchillo para untar mantequilla en sus manos, los lacayos racistas empezaron a disparar, asesinando el joven instantáneamente.
A pesar de la ira y la lucha incansable de la familia, obreros y estudiantes, las cortes racistas pronto declararon el asesinato justo y desecharon el caso. Apoyando la familia en la lucha, camaradas involucrados han consistentemente puesto al frente el análisis comunista que bajo el capitalismo la policía y las cortes les sirven a los patrones. Los policías racistas son los lacayos fascistas de la clase capitalista, quienes necesitan terror racista y sexista para dividir y oprimir los obreros y proteger su sistema de ganancias. En el caso raro de que pongan a los patrones racistas y los policías racistas en juicio, las cortes se aseguran de que no reciban un castigo real por sus crímenes.
Marcha Demanda Justicia y
Revolucion
Alrededor de 40 luchadores asistieron a la marcha del 5to aniversario, después de la planeación   por parte de la familia, el PLP, y varias organizaciones comunitarias. La hermana de Stephon habló sobre su hermano y la necesidad de continuar la lucha por parte suya. Dos policías racistas de la Ciudad de Calumet tuvieron el descaro de ofrecer sus “servicios” para la demonstración, pero la madre de Stephon rápidamente los cayó y se dispersaron al retirarse.
Airados, tomamos las calles para marchar al Departamento de Policía de la Ciudad de Calumet. Algunos camaradas trajeron un altavoz y energizamos la marcha con coros de “¡los policías blancos, negros, son todos iguales! ¡El nombre del juego es el terror racista!” y “¡El racismo significa que tenemos que luchar! ¡El Sexismo significa que tenemos que luchar!” La mayoría de marchantes recibieron una copia del DESAFIO, e hicimos nuevos contactos.
En la estación de policía, un joven con autismo dio un discurso conmovedor sobre la lucha diaria del vivir con necesidades especiales bajo el capitalismo. Dos madres de jóvenes negros asesinados por los policías racistas dijeron sus historias y demandaron justicia. Varios camaradas hablaron sobre rechazar falsas reformas, y en vez de ayudar a organizar la lucha para la revolución. Fue inspirador para todos los involucrados participar en una acción directa atacando la brutalidad racista del sistema.
¡Luchemos  por un Futuro Comunista!
Como comunistas, nunca debemos sostener ninguna ilusión sobre los planes que los patrones capitalistas tienen para nuestros jóvenes. Los patrones solo ofrecen más terror fascista policiaco y guerras racistas, por que eso es lo que necesita el sistema para sobrevivir. Nuestra meta continua es ganar más y más obreros y estudiantes al comunismo, un mundo donde el racismo será criminalizado y el terror policiaco solo será una pesadilla del pasado. ¡Justicia para Stephon! ¡Justicia para la clase obrera internacional!
Para más información de Stephon Watts y maneras de contribuir a la lucha, por favor visite justiceforstephonwatts.com.

CIUDAD DE NUEVA YORK, 20 de enero—En la entrada principal de nuestro campus, decenas de estudiantes multirraciales, multigenero, estudiantes, profesores y personal realizaron un mitin militante apoyando a estudiantes inmigrantes indocumentados. Mucha organización y lucha llevaron a este mitin y ¡hay mucho más por venir! Los manifestantes antirracistas corearon “El racismo significa ... ¡Tenemos que luchar!” En una línea confusa e intimidada de la policía del campus. Las tensiones aumentaron. Cuando nos acercamos a la entrada del campus, una joven estudiante musulmana declaró: “¡OK! ¡Estoy faltando a clase y aquí me quedo! ¡Esto es mucho más importante y mi profesor debería estar aquí afuera de todos modos!
Cerca de la línea asustada de la policía del campus, vacilamos. No nos dimos cuenta, pero los policías temieron que el mitin militante cerrara la entrada principal del campus. Pero retrocedimos, y varios policías respiraron suspiros de alivio.
Ese momento simbolizó las fortalezas, las debilidades y el poder potencial de nuestro creciente movimiento de estudiantes, trabajadores y profesores. El potencial para cerrar el negocio racista y sexista como siempre en nuestro campus, pero también para construir un movimiento revolucionario para cerrar el mismo capitalismo, con la revolución comunista.
Momentos antes, esta multitud había gritado al presidente de la universidad en una reunión de masas, desafiándole por qué no apoyaría a los muchos estudiantes inmigrantes declarando nuestro campus como un “campus de santuarios”. ¡Pero los estudiantes inmigrantes indocumentados, que dirigieron la reunión y han demostrado que la clase obrera aquí no está tomando el racismo y el sexismo acostado!
Miembros y amigos del Partido Laboral Progresista (PLP) han estado en el centro de estas luchas, ayudando a organizar, vendiendo el periódico CHALLENGE y construyendo el liderazgo comunista. Nuestra creciente base entre estudiantes, trabajadores y profesores ha impactado el campus con la política de antirracismo militante y unidad racial.
Trabajadores negros lideran
Este reciente recrudecimiento de la organización comunista comenzó cuando algunos trabajadores negros del mantenimiento del campus invitaron a algunos PLers a su reunión de masa del sindicato. Las uniones separadas de los trabajadores de la facultad y del campus estaban negociando nuevos contratos. Los trabajadores de mantenimiento, construcción y oficinistas representados son principalmente negros, inmigrantes y trabajadoras. Ellos son de bajos salarios, trabajan horas extremadamente difíciles, y soportan los supervisores masculinos blancos racistas y sexistas, que a menudo se refieren a los trabajadores negros como “esclavos”. La mayoría son programados a propósito menos de una semana de 40 horas de trabajo, negándoles a tiempo completo de beneficios. Muchos han trabajado durante años y trabajan rutinariamente por encima y más allá de sus descripciones de trabajo para proporcionar el mejor ambiente de aprendizaje posible para los estudiantes principalmente negros e inmigrantes.
En la reunión sindical de masas de los trabajadores, dos organizadores sindicales trataron de pacificar a los trabajadores, después de cinco años sin contrato. Algunos obreros abofetearon a los malhechores, otros salieron con disgusto. Un PLer se puso de pie y denunció a los dirigentes sindicales del sindicato por hacer tratos con sus dueños en lugar de combatir a los jefes racistas de la ciudad. Denunció a sus propios líderes sindicales por vender a los profesores y al personal adjunto y pidió solidaridad de clase entre ambos sindicatos. Cuando el PLer invitó a los trabajadores a “luchar como Ferguson” y construir una unidad antirracista de la clase trabajadora, los sindicalistas llamaron a los policías del campus.
A pesar de haber sido expulsados de la reunión y prohibidos de futuras reuniones, algunos trabajadores de mantenimiento negro, encabezados por un ex marine, se acercaron al camarada e intercambiaron información de contacto. Esto marcó el comienzo de varias amistades nuevas.
Organizar con los amigos - hablar del comunismo
 Más recientemente, nos acercamos a algunos clubes de estudiantes, incluyendo la Alianza Estudiantil Musulmana (MSA), para proyectar la película antirracista PROFILED. Los clubes estaban de acuerdo, pero todavía era una lucha para conseguir la película mostrada. Pasamos mucho tiempo con nuestros amigos, navegar por la burocracia del campus, montar un panel, etc. ¡Fue una experiencia de aprendizaje, pero tuvimos éxito!
Mientras tanto, PLers organizó muchos grupos de discusión y estudio de CHALLENGE. Muchos empleados y estudiantes leen DESAFIO y discusiones animadas están por todas partes. Los estudiantes vienen de nuestras clases y de los clubes del campus. También asistieron ex alumnos que habían viajado con PLP a la rebelión antirracista en Ferguson.
PROFILED agudiza la política antirracista
La culminación de nuestro semestre fue la proyección de PROFILED a más de 100 estudiantes, trabajadores y profesores en su mayoría negros, latinos, musulmanes e inmigrantes. En una discusión de panel, los estudiantes hablaron conmovedoramente sobre sus experiencias personales siendo perfiladas por los policías racistas, y sobre el racismo en el campus. Un panelista estudiantil negro y musulmán fue conmovido hasta las lágrimas describiendo sus luchas duales con el racismo anti-negro y anti-musulmán.
Una estudiante de raza negra preguntó si la directora de la película, una mujer blanca, estaba tratando de “hablar por los negros”. La respuesta fue que las mujeres negras presentes en la película, que se convirtieron en inspiradoras luchadoras antirracistas, hablaron por sí mismas. Una estudiante latina se preguntaba si los trabajadores estaban divididos por el color de la piel para poder controlarnos, entonces la solución debe involucrar a todos los colores de la piel que se unen en la unidad multirracial. ¡Un debate vibrante siguió! Finalmente, un estudiante latino inmigrante sugirió que el capitalismo en sí era el problema. Nos dejó con la pregunta, ¿cómo construimos una revolución para derrocarla?
Los cuadres de estudiantes patrocinadores reunieron más de 80 contactos de estudiantes interesados. Un trabajador de la facultad antirracista, cuya clase llegó a la proyección, informó a la audiencia que un “comité del santuario” se estaba formando en el campus. El movimiento del santuario para proteger a los estudiantes inmigrantes indocumentados está creciendo en muchos campus de los Estados Unidos. La proyección de PROFILED dio un impulso a este comité. Un estudiante negro preguntó a los organizadores de la película “si alguna vez habían oído hablar de PLP”. Su maestro de secundaria estaba en el PLP, y el foro le recordó las discusiones de sus maestros sobre la unidad multirracial y la revolución comunista. Se puso en contacto con el grupo del PLP en el campus.
Trabajo duro, pequeños pasos hacia la revolución Hay un montón de reacciones positivas. Clubes estudiantiles, un comité de santuarios, los trabajadores del campus y la facultad son todos los intensificando. Nuestro Partido, el Partido Laborista Progresista, continúa construyendo el liderazgo comunista y uniendo todas estas luchas para luchar por un mundo mejor: el comunismo! ¡Únete a nosotros!