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Justicia para Raymond: Aplasta los policías y tribunales racistas de los jefes
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- 15 Diciembre 2022 188 visitas
BRONX, NY, 12 de diciembre—Antes de que los oficiales de la corte llevaran a oficial racista penitenciario y asesino Dion Middleton a la corte el 16 de noviembre, querían hablar con el bloque de 18 simpatizantes que abarrotó la pequeña sala de audiencias del Bronx. Inclinándose sobre nuestro grupo y mirando directamente a la madre de Raymond Chaluisant (la víctima del alboroto racista de Middleton), dijeron que no querían problemas. Nadie podía hacer ningún movimiento hacia Middleton, ni hacer ningún ruido mientras era escoltado o durante su comparecencia ante el juez. Nadie podía expresar ninguna emoción, decían, “sin importar cómo te sientas”. Podías sentir la amenaza de la violencia en sus palabras. Pero también había un gran miedo. Porque los patrones y sus secuaces saben algo que debemos recordarnos a nosotros mismos: ¡la clase trabajadora es poderosa, y si nos levantamos, podemos derrocarlos a ellos y a su sistema racista de ganancias! Después de este severo sermón, el asesino racista fue escoltado a la sala del tribunal (y luego, nuevamente afuera) flanqueado por guardaespaldas armados, en una exhibición que mostró tanto el poder como el pánico del estado (el gobierno).
Esta fue solo una de las lecciones que aprendimos durante nuestra campaña para luchar contra este caso y apoyar a la familia de Raymond Chaluisant , quien, a los 18 años, fue asesinado a tiros en la calle en julio pasado en un golpe y fuga por el policía racista Middleton fuera de servicio por supuestamente jugar con una pistola de agua de juguete.
Nosotros, los comunistas, sabemos que, si luchamos para construir nuestro movimiento, los días del terror policial racista están contados y algún día pueden extinguirse para siempre. Incluso nuestro grupo relativamente pequeño ese día tuvo el poder de interrumpir la corte y transmitir el desprecio que millones de trabajadores tienen por el sistema de injusticia criminal de los patrones.
Estábamos compareciendo ante el tribunal junto con la familia de Raymond para dejar claro que la clase trabajadora está observando estos procedimientos. Middleton, que es un oficial penitenciario negro, es uno de los pocos policías racistas acusados después de asesinar a un joven o trabajador negro o latino. Pero no nos engañamos a nosotros mismos: incluso si es condenado, lo cual, incluso para un acto criminal tan atroz (extremo) como un golpe y fuga, no está garantizado, no hará nada para cambiar la naturaleza de la policía o oficiales de prisiones, cuyo trabajo es “hacer cumplir” las leyes antiobreras de los capitalistas racistas.
¡No se puede reformar la policía!
Como comunistas, hemos llegado a comprender que nunca podremos reformar la policía para servir de alguna manera a la clase trabajadora. Nuestro estudio de la historia del capitalismo y la policía (incluso en estas páginas de DESAFIO) expone cómo los dueños de plantaciones esclavistas en el Sur de Antebellum formaron las patrullas policiales originales para capturar a los esclavos fugitivos, y cómo los jefes de fábrica en la era industrial de fines del siglo XIX y principios de 1900 amplió el papel del policía para romper huelgas y, siempre, para sofocar rebeliones. Desde la época posterior a la Guerra Civil de EE. UU. y hasta el día de hoy, los policías estuvieron íntimamente involucrados en la construcción y protección del Ku Klux Klan (a menudo ocupando posiciones de liderazgo), ¡por eso usamos el apodo kkkops! Muchos de esos fascistas de derecha que irrumpieron en el Capitolio de los EE. UU. el 6 de enero de 2021, no para hacer una revolución sino para dar un golpe fascista, eran miembros o ex miembros de las fuerzas del orden.
Seguimos estudiando historia para aprender las lecciones invaluables de cada lucha en la que nos involucramos para que podamos mejorar nuestro trabajo para construir nuestro movimiento revolucionario para liberar a la clase trabajadora. Podemos ser estudiantes o asistentes de salud en el hogar o trabajadores de tránsito o maestros, pero todos podemos convertirnos en revolucionarios profesionales y organizadores comunistas.
Los patrones están aterrorizados por el poder de la clase obrera
Vemos una y otra vez, desde la respuesta fascista de los patrones a los trabajadores del ferrocarril de carga (ver editorial, p. 2), o a los estudiantes antirracistas en Kingsborough Community College (ver DESAFIO, 30/11 y 14/12), los patrones usan sus leyes y policías racistas de soldados de asalto para intentar controlar a la clase trabajadora. Lo hacen porque saben que los superan en número. Saben que su enfermizo sistema de explotación de ganancias es diametralmente opuesto a las necesidades de la clase trabajadora. ¡Pero a ellos no les importa!
Entonces entrenan a sus policías racistas, a sus políticos, incluso a sus maestros y trabajadores sociales, para que se alineen y hagan cumplir sus reglas y leyes que sirven a sus intereses.
¡Necesitamos aprender de este hecho esencial! Como han demostrado los estudiantes de Kingsborough, cuando la clase trabajadora se une en una acción militante y multirracial, ¡somos imbatibles!
Nuestra campaña para apoyar a la familia de Raymond Chaluisant ha sido modesta, pero no debemos subestimar su importancia. Hemos tenido múltiples manifestaciones y marchas los sábados en el barrio donde vivía. Hemos corrido la voz, repartiendo folletos, turnándonos para hablar por el megáfono y distribuyendo cientos de copias de los periódicos DESAFIO. También nos hemos acercado a la familia, ofreciendo apoyo práctico y compartiendo nuestra visión de un mundo diferente.
Nuestro trabajo es tan importante que la corte nos tiene miedo; ahí está nuestra prueba!
Aplastando el terror policial racista: una lucha de por vida
Algunos de nosotros en nuestro grupo tenemos una vida de lucha que se remonta a décadas. Hemos visto una y otra vez el mismo MO (patrón): los policías racistas asesina y los jefes lo explican. De vez en cuando, como para tirarle un hueso a un perro, los gobernantes disciplinan a uno de los policías matones (y luego, a menudo, un policía asiático o un policía negro como Middleton, más fácil de usar como chivo expiatorio), y hacen uno o dos cambios cosméticos. Pero como vimos a raíz de las protestas de Breonna Taylor y George Floyd, estas “reformas” a menudo son revertidas (por los grandes fascistas liberales (ver página 6), debe tenerse en cuenta) en el siguiente aliento. ¿Y su aterrorización racista y el asesinato de la clase obrera? ¡No paran!
Incluso si condenan a Middleton y lo envían a prisión, nunca podrán traer de vuelta a Raymond, y no pueden dejar de aterrorizar a la clase trabajadora, porque los patrones NECESITAN a los policías racistas para aterrorizarnos. Cuando dicen “proteger y servir”, ¡se refieren a servir a su sistema racista de ganancias!
Pero buena suerte tratando de pacificarnos: ¡sabemos mejor! En nuestra experiencia, muchas familias de jóvenes y trabajadores asesinados se han vuelto activos en la lucha por un mundo mejor; algunos se han unido al Partido Laboral Progresista. Debemos reconocer el profundo trauma y el costo de perder a un ser querido de una manera tan impactante y cruel. A medida que continuamos tratando de apoyar a la familia de Raymond en todo lo que podemos, nos hemos vuelto más decididos como colectivo para reunir nuestras fuerzas y continuar la lucha por un mundo comunista.
Cuando Middleton tenga su próxima aparición en la corte el miércoles 21 de diciembre, estaremos allí y planeamos continuar organizando en el vecindario. A medida que nuestro movimiento comunista internacional continúa creciendo, les daremos cada vez más a los jefes del mundo y sus compinches algo de lo que REALMENTE temer: ¡la revolución comunista!
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Luchando contra el hambre provocada por el capitalismo, una cocina a la vez
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- 15 Diciembre 2022 206 visitas
HAITI—“En estos tiempos de miseria, como puede alguien tener el ánimo de lanzar juegos pirotécnicos,” suspira una madre que lucha por alimentar a sus hijos, en lo que celebrábamos el cumpleaños del niño. Ella sabe cuánto cuestan los juegos pirotécnicos. Pero era una pequeña oportunidad de tratar de recapturar algo de normalidad en este país donde la gran mayoría de obreros y niños se están muriendo de hambre. Estos “tiempos de miseria” son un resultado directo de la súper explotación racista del capitalismo. Se ha repetido millones de veces por todo el mundo. La “pequeña oportunidad” es un vistazo de lo que están organizando los obreros juntos para ayudarse unos a los otros – ese es nuestro futuro comunista.
Desde el empeoramiento de la crisis socioeconómica acá, las desigualdades capitalistas se manifiestan es una manera evidente y horrífica todos los días (véase el editorial, página 2). Los patrones usan el termino benigno “inseguridad de comida” para describir la situación que significa nada más que hambruna, y hoy está devastando más de la mitad de los obreros en Haití. Por inflación rampante y pandillas, armadas y animadas por los burgueses para aterrorizar las masas, las provisiones escasamente alcanzan para los hambrientos, sea en ciudades, pueblos o áreas rurales.
En una localidad llamada Pòsenlwi (Puerto de San Luis), la cual el gobierno olvido hace mucho, algunos de los obreros participan en pesca marcadamente rudimentaria, que no puede alimentar sus familias. No hay ninguna otra manera de ganarse la vida.
El Partido Laboral Progresista (PLP) acá no es indiferente a la situación. Por medio de contribuciones de amigos y camaradas del PLP en EE.UU., hemos organizado cocinas comunitarias en esta localidad. Junto con obreros y estudiantes del distrito, preparamos ollas grandes de comida, una tan grande que la apodamos “La Familia.”
“¡Es un evento!” exclamo uno de los cocineros: “Bagay yo pa bon pou moun yo ditou non…Sak pi di a, etan map fè sòs la, manje a poko menm fin kwit, preske tout moun gentan vini avèk veso yo pou yo ka pran manje.”(Las cosas no son buenas para la gente para nada… La cosa peor, mientras hago la salsa, la comida no se ha terminado de cocinar, casi todo el mundo ha venido con sus platos para comer.”
Una comida caliente se considera un lujo. Y eso es porque esta población es una víctima de sistema capitalista desenfrenado, corrupto, avaro y cruel. Lo que nos da ira mas es que los burgueses se están poniendo más gordos tras las espaldas de las masas aquí mientras vemos a nuestros niños morir de hambre. Y eso es lo que hemos hablado en lo que compramos, cocinamos y servimos comida: Como el sistema de ganancias le sirve a una clase pequeña de parásitos, que nos explotan para comer bien de nuestra labor. Nuestra clase crea todo el valor, pero nuestra mano de obra se la roban los explotadores. Los patrones y sus aliados por todo el mundo usan el racismo, sexismo y nacionalismo para súper explotar algunos mientras explotan a todos.
Pero nuestro esfuerzo modesto está comenzando a hacer que el trabajo de los burgueses sea más duro. Estamos poniendo la mentira al dicho “Chak koukouy klere pou je w.” (“Cada uno por si mismo”). El PLP siempre promueve y anima la solidaridad de clase, no el humanitarismo burgués e incluso menos la caridad. Es compartir entre hermanos y hermanas de la clase obrera.
Esta cocina comunitaria se organizó bajo el liderazgo de un camarada joven quien vive acá. Este camarada le da liderazgo a la lucha ideológica al igual que el trabajo practico, en lo que él y otros camaradas jóvenes organizan “ti lekòl yo” (escuelas libres como grupo de acción y estudio) locales en áreas donde se criaron, a traer ideas comunistas revolucionarias y practica a las clase obrera rural.
Únetenos a crear un movimiento comunista internacional para combatir la hambruna casada por el capitalismo avaro e individualista. Como en la Internacional, nuestro himno comunista dice, “La clase internacional será la nueva raza humana.”
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La huelga de la Nueva Escuela: Obrero y estudiante solidarios una amenaza
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- 15 Diciembre 2022 201 visitas
Nueva York, 13 de diciembre—Lucha de los obreros y unidad entre Profesores de medio tiempo (PTF), facultad de tiempo completo (FTF) y estudiantes han ganado grandes mejorías en salarios, seguridad de trabajo, y cuidado de salud para PTF en New School en la Ciudad de Nueva York. En huelga desde el 16 de noviembre – la huelga de PTF más larga en la historia de EE.UU. – el sindicato de PTFs anuncio un acuerdo que cumplía casi todas las demandas de los huelguistas. Ratificaciones finales están programadas para el 17 de diciembre. Miembros del Partido Laboral Progresista (PLP) se unieron a las filas de piquete de PTF, trayendo política revolucionaria a la mezcla de la lucha de clases. (Véase Desafío, 12/12).
Los administradores de New School se expusieron durante la huelga como los explotadores despiadados y agarra ganancias que no tienen preocupación por el bienestar de estudiantes, obreros y facultad. ¡Pero la determinación y solidaridad de los obreros los combatió! Esta huelga y la respuesta de los patrones demuestra de nuevo como todas las instituciones capitalistas, incluyendo las universidades, se deben derrocar y el poder de los obreros establecerse si vamos a tener un sistema educacional que le sirve a la clase obrera global, la gran mayoría de la gente, en vez a la clase capitalista.
Los patrones de la Nueva Escuela fueron forzados a cumplir las demandas de núcleo del sindicato, incluyendo aumentos para todos, aumentos de salario anuales para todos los de cinco años de contrato, y pagos base de $400 y $800 para trabajo fuera de clase. Por ejemplo, un profesor de tiempo medio enseñando un contrato de lectura de 45 horas que actualmente gana $5,753 ganara $6,475 en el 2023 y $7,820 en el 2027. También aumentaron la elegibilidad de cuidado de salud y planes de seguro de salud garantizados se mantendrían comparables de año a año.
¿Por qué se vencieron por fin los patrones de New School? ¡Muchas razones! La facultad de tiempo completo (FTF) mantuvo solidaridad con la huelga desde el principio de la huelga de PTF. Padres hicieron demandas en contra de la universidad. Los estudiantes se manifestaron y después ocuparon edificios de la administración para apoyar sus maestros. Y PTF mantuvo fuertes líneas de piquete por toda la lucha.
La facultad unida ve más allá de la mentira de los patrones
Durante las “negociaciones”, la administración mintió y amenazo a los maestros y estudiantes. Declararon que cumplir todas las demandas de compensación de PTF llevaría a un déficit de $60 millones y la matricula aumentaría por un 50 por ciento. Ninguno de estos números fueron apoyados por ninguna información de presupuesto transparente y solo se emitieron para asustar a los estudiantes y padres quienes apoyaban a PTF. La administración también amenazo retener paga y contribuciones de seguro de salud para cualquier FTF y personal quienes hicieran huelga en solidaridad, emitiendo un “formulario de declaración de trabajo” para que todos llenaran para probar que estaban trabajando (es decir ser esquiroles de la huelga) en orden de recibir paga. Esta política intentando ser divisiva, fallo.
FTFs ferozmente se opusieron a el formulario de declaración de trabajo, notando que contradecía el valor central original de New School, que fue fundada en 1919 por profesores de la Universidad de Columbia quienes se reusaron a firmar el juramento de lealtad. Los ataques hacia FTF demostraron que ellos también eran trabajadores de salario quienes seguridad económica podrían estar fácilmente en peligro, igual que los obreros en general. La solidaridad entre FTF y PTF se disparó. Algunos FTFs conservativos fueron rápidamente marginalizados y voces más radicales dominaron la acción de solidaridad de FTF.
Cuando la administración de New School trato de usar los estudiantes a desafiar la ética de profesional de la facultad en huelga, los estudiantes respondieron ocupando la universidad y apoyando la huelga y llamando a todos los profesores a honran la líneas de piquete. La ocupación de los estudiantes continúa en lo que imprimimos esto, a pesar del anuncio de la huelga que acabo la huelga. Los estudiantes están usando el impulso de la lucha para expulsar el presidente, disolver la Junta de administradores, y congelar la matricula por los próximos años.
Este éxito marca un precedente positivo para muchas huelgas académicas. Esta solidaridad militante señala el camino a un futuro revolucionario si las ideas comunistas, construyen el PLP e intensifican la lucha de clases para ganar atracción entre los estudiantes y facultad comprometidos.
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Entrevista a un trabajador ferroviario: sobre la superexplotación
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- 15 Diciembre 2022 201 visitas
Recientemente, el Congreso de los EE. UU. acudió en ayuda de los patrones ferroviarios, los banqueros y Wall St. y votó para imponer un contrato a 120.000 trabajadores ferroviarios de carga en 12 sindicatos diferentes, que están sujetos a la Ley Federal de Trabajo Ferroviario (RLA).
El presidente ‘Jim Crow’ Biden, “el presidente más prosindical de la historia”, intervino para asegurarse de que los trabajadores no desafiaran a los patrones y líderes sindicales con huelgas salvajes y acciones laborales. El Congreso, que parece no poder ponerse de acuerdo en nada excepto en presupuestos de guerra y miles de millones para Ucrania, actuó con notable rapidez, demostrando que a pesar de todas sus divisiones y luchas internas, todos los políticos pueden unirse para aplastar cualquier amenaza de los trabajadores.
Los capitalistas manejan el gobierno para servir a sus intereses: la ganancia. Necesitamos organizarnos para una revolución comunista donde la clase obrera dirija el gobierno y toda la sociedad.
Ocho sindicatos votaron para ratificar el contrato impuesto, y muchos trabajadores sintieron que esto era lo mejor que iban a conseguir sabiendo que sus líderes sindicales no estaban preparados para enfrentarse al gobierno y los patrones. Pero los cuatro sindicatos más grandes, que representan casi el 60 por ciento de los trabajadores ferroviarios, al momento de escribir este artículo, rechazaron el contrato impuesto. Estos líderes sindicales son en realidad líderes engañosos. Aceptan el capitalismo con toda su especulación racista y sexista y sus leyes en beneficio de los patrones. No organizan a los trabajadores para defenderse. Pero debemos contraatacar con el objetivo de eventualmente tomar el poder para la clase trabajadora: eso es el comunismo.
DESAFIO habló con Windy City, un trabajador ferroviario negro en Chicago con 15 años en el trabajo.
DESAFÍO (C): ¿Cuáles son algunos de los principales problemas que enfrentan los trabajadores ferroviarios?
Windy City (WC): Los ferroviarios están principalmente preocupados por la calidad de vida en lo que respecta a las largas horas y la falta de empleados. Estamos sobrecargados de trabajo debido a la codicia de los patrones. Tal vez el problema n.º 1 sea “Ferrocarril programado de precisión”. Es como el método de fabricación “justo a tiempo” llevado a los ferrocarriles para acelerarnos aún más y hacer que volvamos al trabajo más rápido, reduciendo los costos al despedir trabajadores, vender equipos, subcontratar el trabajo y más. varias personas delante de ti, ahora puedes volver a llamarte al trabajo en 15 minutos para llenar un tren.
Se han eliminado miles de puestos de trabajo en los últimos años y ahora los patrones quieren hacer funcionar estos trenes con una sola persona; ese es su objetivo. No tener días de baja por enfermedad es quizás la demanda más conocida, pero la programación y los recortes de puestos de trabajo también están presentes. Este contrato va a seguir eliminando puestos de trabajo. No aborda los recortes de empleos ni hace que nuestros trabajos sean más seguros.
C: ¿Cuál es la composición de la fuerza laboral?
WC: Tendría que suponer que el ferrocarril tiene entre un 30 y un 40 por ciento de trabajadores negros, principalmente en las ciudades. Muchos trabajadores son de áreas rurales y muchos son partidarios de Trump. Entienden que trabajamos en una industria que está fuertemente regulada por el gobierno federal. Muchos trabajadores se acercan a los 20 años en la industria y pronto pueden ser elegibles para la jubilación o la discapacidad. Tenemos muchos problemas de salud. Muchos trabajadores mayores se aferran a recibir salarios atrasados y bonificaciones. Luego estarán saliendo.
C: ¿Cómo se sienten los trabajadores acerca de que el gobierno les imponga un contrato? ¿Cuál ha sido el papel de la dirección sindical?
WC: La mayoría de los trabajadores sabían que esto probablemente iba a suceder. Los líderes sindicales han sido transparentes sobre cómo el gobierno usaría la Ley de Trabajo Ferroviario para evitar una huelga. Nunca estuvimos seriamente preparados o movilizados para cerrar la industria, y mucho menos desafiar al gobierno de los EE. UU. En cierto sentido, la dirección sindical usó al gobierno para imponernos un contrato que ellos mismos no lograron que ratificáramos.
C: ¿Cómo han sido las discusiones con tus compañeros de trabajo?
WC: Hemos discutido cómo Biden podría emitir una orden ejecutiva para días de enfermedad pagados, pero no lo ha hecho. Sabemos que vamos a obtener un contrato que generará más recortes y mayores ganancias para los patrones. Esperan que un gran aumento nos haga tragar estas condiciones que empeoran, pero muchos trabajadores actuales no estarán el tiempo suficiente para ver el próximo contrato.
C: ¿Crees que puedes mostrar esta edición de DESAFIO con esta entrevista a algunos de tus compañeros de trabajo y presentarles al Partido Laboral Progresista?
WC: Nuestra fuerza laboral es tan escasa y tan dispersa que a veces paso semanas sin ver a las mismas personas. Entonces, es difícil tener discusiones reales y construir esa confianza, pero siempre estoy atento. Claro, tomaré algunos.
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Rojos vs. Desalojos, Parte 5: El camino de muchas luchas de MacDonald lo llevó a ser comunista
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- 15 Diciembre 2022 232 visitas
La siguiente es la quinta parte de una serie de siete partes reimpresa y ligeramente editada del periódico comunista Daily Worker en septiembre-octubre de 1932, escrita por el famoso comunista Mike Gold. La serie se tituló “Rojos Negros de Chicago”.
Los comunistas tienen una larga historia de lucha contra los ataques racistas contra nuestra clase. Una de esas luchas fue contra los propietarios y los desalojos. A principios de la década de 1930, en medio de la segregación de Jim Crow, una Gran Depresión con niveles récord de desempleo que hundió a la clase trabajadora, en particular a los trabajadores negros que vivían en el centro industrial urbano, en una pobreza y desesperación más profundas, el Partido Comunista de los EE. UU. (CPUSA, por sus siglas en inglés) estaba luchando para la revolución dentro de las fronteras de EE. UU. Este período fue una edad de oro de la lucha de conciencia de clase cuando las ideas comunistas eran populares y se apoderaron de la imaginación de la clase trabajadora. Bajo la dirección del CPUSA, los trabajadores organizaron consejos de vivienda militantes, sindicatos de inquilinos que lideraron acciones audaces que debilitaron el poder de los terratenientes glotones de ganancias.
Hoy nuestra clase se encuentra en un período diferente marcado por una volatilidad creciente. Estamos asfixiados por una inflación récord, aumentos de alquileres, aumento de precios de los alimentos agravado por salarios estancados, alto desempleo y una crisis de desalojos empeorada por una pandemia mundial que aún continúa. Aunque el CPUSA es un caparazón de lo que fue, decayendo hasta convertirse en un partido reformista desdentado, su historia ofrece valiosas lecciones para nosotros hoy.
Esta serie destaca esta lucha revolucionaria antirracista y contiene granos de sabiduría de la clase trabajadora.
En números anteriores, “Rojos vs. Desalojos” cubrió la historia de Claude Lightfoot, un activista y autor comunista que, como tantos comunistas antes y después de él, fue brutalizado por los policías racista por luchar contra el racismo. En la edición de este número, analizamos cómo otro trabajador negro finalmente pudo ver a través de los callejones sin salida nacionalistas y religiosos de los patrones, dándose cuenta de que su verdadero camino era unirse al Partido Comunista y participar en la lucha de la clase trabajadora.
Leonidas MacDonald era mahometano hace solo unos años. Se unió a esa secta, que encuentra un campo fértil para los prosélitos entre los trabajadores negros de Chicago, después de haberse desilusionado con el movimiento Garvey y la religión cristiana. Hay varios caballeros árabes y estadounidenses en Chicago que han hecho un gran alboroto con este Mohammed. Pero MacDonald se lo tomó en serio; una vez que ayunó 40 días.
“Me atrajo por su doctrina racial”, dijo. “Había visto mucho de la brutalidad y la hipocresía de los cristianos blancos. Mohammed era de color, y pensé que tal vez sería más adecuado que lo siguiéramos. De todos modos, no puedo decir lo que esperaba, pero un día comencé a leer el Corán. Era la misma vieja litera de la Biblia: Adán y Eva y el resto. Renuncié aproximadamente un mes después de haber terminado de estudiar el Corán”.
Siempre estuvo buscando una salida para su sufrida raza negra. Alto, delgado, divertido, siempre pulcro, pero con los codos y las rodillas fuera de lugar, MacDonald es uno de esos intelectuales natos que salen de la clase trabajadora. Algunos la traicionan, se venden a los capitalistas, otros son leales a su clase y lideran la lucha por la libertad.
Nacido en Jackson, Tenn., en 1897, el padre de MacDonald era un guardafrenos de ferrocarril que ganaba $38 al mes, “dinero bueno, mucho dinero”, y tenía ocho hijos. Los padres tenían la ambición de dar a todos sus hijos una educación de primera clase. Pero Leonidas fue a la escuela solo dos años. Luego la inevitable tragedia proletaria. El padre fue asesinado; el niño se quedó con una familia numerosa.
Tenía seis pies de altura a la edad de quince años y trató de unirse al ejército, pero fue rechazado porque era negro.
Se desplazó hacia el norte, trabajando en todos los estados del sur, luego llegó a Chicago en 1916 y ocupó un excelente puesto de capataz. Llegó la guerra y él se ofreció como voluntario. Sirvió en el 39º de Infantería, un regimiento negro adscrito al 10º ejército francés. Pasó por las batallas de Soissons, Metz, Argonne, y fue herido e inválido a casa.
Fue retirado en julio de 1919, año de los disturbios raciales en Chicago. Estos le causaron una profunda impresión: mataron parte de su fe ortodoxa en Cristo y despertaron su conciencia de raza.
MacDonald había estado trabajando durante años como carnicero en los corrales de ganado de Chicago cuando Marcus Garvey llegó a la ciudad. El hombre lo levantó de un empujón; estaba listo para este mensaje, y pronto se convirtió en un orador y organizador activo de la noche, ascendiendo al puesto de Coronel en el fantástico imperio de Garvey.
“Cualesquiera que fueran los crímenes y errores de este engañoso Garvey, aprendí mucho sobre organización de él”, dice MacDonald, “también pude ver que toda esta charla sobre regresar a África era una solución falsa. Liberia era una colonia esclavista controlada por el gobierno de los Estados Unidos. El resto de África era propiedad de otros imperialistas blancos. Estábamos tan esclavizados en Chicago como podíamos esperar estar allí; tendríamos que luchar por nuestra libertad en el lugar donde vivimos”.
Fue entonces cuando MacDonald se unió a los mahometanos. Cuando eso no logró satisfacer su mente clara y hambrienta, se sintió perdido, desconcertado. En su desconcierto, se dirigió a la tribuna y todas las noches, después del trabajo del día, hablaba con las multitudes del lado sur. Estaba pensando en voz alta, tratando de encontrar su camino.
Una noche, un alborotador le gritó: “Hablas como uno de esos malditos rojos”.
“¿Yo?” Mac respondió con asombro: “¿Lo hago? Si es así, voy a estudiar el asunto y veré si soy rojo”.
Esta burla le abrió los ojos al trabajo de los Consejos de Desocupados. Ahora empezó a ver por primera vez los funerales masivos, las manifestaciones de los rojos. Empezó a descubrir a Lenin y Marx. Todo cayó sobre él como un aguacero: el nuevo mundo, el nuevo mundo renacía en otra mente proletaria.
Mac citó: “‘Si el hombre blanco sufre, al hombre negro siempre se le hace sufrir el doble’. Eso está demostrando ser cierto en esta depresión.
“Pero, ¿dónde encajaba Oscar De Priest, el propietario negro? No estaba sufriendo, estaba haciendo sufrir a los trabajadores negros. Los intereses de clase eran más fuertes que la raza”.
MacDonald se lanzó al trabajo del Consejo de Desempleados: un excelente orador y un organizador capaz. Habló en la marcha del hambre en los corrales. Cuatro policías lo rodearon. Fue arrestado a menudo, estudió y creció. En agosto de 1931, se unió al Partido Comunista.
“Mis dudas se calmaron; ahora sabía a dónde pertenecía. Llegué a mi hogar, donde viviré y moriré. Sí, camarada, por fin encontré el Partido. Pero fue a través de mucha lucha, muchas luchas e ilusiones. Este es el camino torcido que toma la vida”.