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#LevantamientoUptown ‘¡Nosotros no retrocederemos!’
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- 20 Octubre 2022 625 visitas
CHICAGO, 18 de octubre—Un colectivo multirracial resiliente e ingenioso de luchadores sigue luchando para demandar vivienda segura y solidaria de los patrones capitalistas y sus lacayos políticos. A pesar de las temperaturas otoñales y un sin número de obstáculos, miembros de la coalición #RiseUptown amplían su base de apoyo de la clase trabajadora para crear un movimiento de vivienda-para-todos.
El movimiento #RiseUptown comenzó con seriedad hace más de un mes, cuando docenas de luchadores pro-vivienda ocuparon un estacionamiento vacío cerca del hospital Weiss en el barrio de Uptown (Ver DESAFIO, 21/9). El estacionamiento estaba destinado para viviendas lujosas en el barrio que es mayormente inmigrante pero que rápidamente se está gentrificando. #RiseUptown pudo mantener un espacio colectivo para alimentos, albergue, medicina y comunidad por 11 días, antes que fueran removidos forzadamente por el racista Departamento de Policía de Chicago (DPC).
El capitalismo es un fracaso colosal en todo el mundo, no puede y no quiere proveer a miles de millones de trabajadores con las necesidades básicas; albergue, alimento y medicina. Todos los días, los patrones, ponen al frente sus ganancias y poder sobre las vidas de la clase trabajadora. Continuaremos enfrentando esta pesadilla viviente hasta que organicemos un Partido comunista internacional para aplastar el capitalismo y construir un nuevo mundo igualitario creado con nuestras necesidades y desarrollo colectivo en mente.
Militantes del Partido Laboral Progresista (PLP) siguen modestamente apoyando la lucha de #RiseUptown, con donaciones, conectando con organizaciones de masas locales, y distribuyendo DESAFIO en Uptown. El compromiso del PLP es de luchar junto a nuestra clase, no solo para asegurar nuestras necesidades básicas, sino para derrocar ¡todo el sistema de ganancias!
Los trabajadores enfrentamos ataques fascistas, pero, no retrocederemos
Aun cuando #RiseUptown es un movimiento relativamente pequeño, la coalición ha probado ser una espina en los zapatos patronales, tanto así que los racistas han estado trabajando arduamente para tratar de contener la lucha. Después que nos forzaron a dejar el campamento en el estacionamiento, nos reagrupamos en un parque cercano para comenzar a planear nuestra próxima estrategia.
Pero, hasta este espacio era inaceptable para los despiadados y racistas patrones. Apenas habíamos levantado las carpas cuando agencias municipales demandaron que dejáramos ese espacio. ¿La razón? Esa parte del parque había sido designada como un “santuario para aves migrantes” y ¡los humanos estaríamos estorbando! Aunque probablemente nadie en #RiseUptown es “anti aves” o “anti naturaleza”, todos estábamos de acuerdo que esto demuestra que el sistema tiene sus prioridades completamente desajustadas, al desplazar a trabajadores sin hogar a favor de un santuario de aves.
Además de la incertidumbre y miedo asociado con la falta de vivienda, los trabajadores en la calle en el área se han enfrentado con la violencia fascista de las fuerzas patronales. Cuando ocupamos el estacionamiento, un trabajador, Wayne, de un campamento diferente quien apoya a los manifestantes, se enfrentó a un guardia de seguridad en una pelea física. Aunque fueron separados, más tarde, la misma noche, a Wayne lo asesinaron brutalmente, a golpes, en su carpa.
Ciertos detalles de su asesinato aún no están claros, pero todos sospechamos que fue el guardia fascista en complicidad con el DPC. Sabemos que nunca tendremos ni un ápice de justicia del estado capitalista para Wayne y muchas otras víctimas de este sistema, pero construyendo la lucha para acabar con todos los fascistas de una vez por todas, podremos honrar su memoria y asegurar que su muerte no fuera en vano.
El capitalismo no puede ni resolverá la crisis de vivienda
La vivienda, como cualquier otro servicio o producto hecho bajo el capitalismo, es fundamentalmente creado para ser vendido por lucro. Cuando la prensa patronal habla sobre una “crisis” de vivienda, de lo que realmente hablan es de la inhabilidad de vender casas o apartamentos. Mientras tanto, un sin número de trabajadores alrededor del mundo son forzados a vivir sin albergue mientras los edificios están vacíos, ¡todo para que los patrones lucren!
Chicago no es la excepción a esta regla capitalista, por mucho tiempo ha sido un bastión del capital financiero liberal del ala de los grandes fascistas de la clase dominante estadounidense (ver glosario de términos, pg. 6). Cuando llego la pandemia de coronavirus a la ciudad y millones de trabajadores instantáneamente perdieron salarios y otros servicios de apoyo, la crisis en vivienda, salud mental, y hambre aumento agudamente. En 2020, más de 65,000 gentes estuvieron sin vivienda, cerca de un 12% más que en 2019 (Chicago Tribune, 20/9). Las desigualdades racistas inherentes al sistema capitalista aseguraron que los trabajadores negros y latinos fueran la mayoría de aquellos trabajadores sin vivienda.
En muchas ciudades de EE.UU. y más allá, para tratar de suavizar el golpe, varios planes liberales surgieron, pero como siempre, no resultaron. Un ejemplo fue la tendencia de “casas pequeñas” las cuales en general son construidas con material de baja calidad y no tienen agua potable, ni calefacción, ni luz (Guadian, 23/3/17).
Bajo el comunismo, una sociedad dirigida por trabajadores, vivienda segura y solidaria será garantizada y disponible para todos sin ningún costo, así como lo fue cuando los trabajadores tenían el poder en la antigua Unión Soviética y China. Nosotros somos quien construimos las viviendas, por lo tanto, deberían pertenecernos. Pero para que eso se haga realidad, tenemos que luchar por una revolución.
¡Nuestra clase puede dirigir la sociedad!
Los miembros de #RiseUptown siguen trabajando arduamente, día y noche, a pesar de las adversidades, siguen luchando contra el desplazamiento y la falta de vivienda causada por el capitalismo. Su esfuerzo muestra que los trabajadores tienen la iniciativa y valentía de organizar la sociedad de forma colectiva. El PLP siempre apoyara estas luchas mientras promovemos la revolución comunista para construir el mundo que todos necesitamos y merecemos.
Donaciones de alimentos y otras provisiones pueden ser enviadas a @riseuptown46 (venmo) o $riseuptown46 (cashapp)
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Revolución Bolchevique: Los trabajadores tomaron el poder
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- 20 Octubre 2022 681 visitas
Hace ciento cinco años, el 7 de noviembre de 1917, sucedió el evento más importante del siglo XX, la Revolución Bolchevique (La Revolución de Octubre), la cual directamente inspiró a la revolución china y las luchas anti-imperialistas en todo el mundo, de Vietnam a África a América Latina.
La clase obrera rusa, encabezada por revolucionarios comunistas del Partido Bolchevique y su dirigente, Vladimir Lenin, liberaron del capitalism a una sexta parte de la superficie del mundo. Demostraron de una vez y para siempre la posibilidad de crear un mundo sin explotación, donde los trabajadores que producen todo los bienes de consumo, puedan disfrutar el fruto de su trabajo, y no ser robados por patrones parásitos y sus lacayos.
La revolución rusa fue el primer intento serio hecho por los trabajadores y campesinos tomando, manteniendo y consolidando el poder del Estado.
Aunque el capitalismo regresó a la Antigua Unión Soviética, los trabajadores no olvidan que la clase obrera soviética derrotó al capitalismo en 1917; derrotaron a los ejércitos imperialistas de 17 países (incluyendo Japón, EE.UU., Gran Bretaña, Francia, entre otros) que invadieron Rusia en 1918 para tratar de aplastar la revolución. Liberaron a las masas, especialmente a las mujeres, del yugo y opresión capitalista, feudal y religioso, y luego en
1945 derrotaron al Wehrmacht nazi la maquinaria militar más bárbara y asesina que los capitalistas han organizado en su sangrienta historia.
La revolución rusa inflingió miedo a los patrones del mundo, quienes inmediatamente enviaron a sus ejércitos para tratar de “Estrangularla en la cuna” (palabras de Churchill) Entre 1918-1923, el Ejército Rojo conformado principalmente por millones de trabajadores, derrotaron a los imperialistas y contra-revolucionarios. Casi cinco millones de personas murieron en esa lucha. Murieron muchos de los trabajadores más comprometidos y dedicados que habían hecho posible la revolución. El propio
Lenin murió a causa de las lesiones infligidas por un asesino a sueldo. Las masas, encabezada por su partido revolucionario, mostraron gran coraje y determinación para defender y construir su revolución. Los trabajadores y campesinos probaron que la violencia revolucionaria es vital para la toma del poder estatal.
LOS LOGROS DE LA REVOLUCION
La revolución Bolchevique trajo a Rusia un alto desarrollo productivo que el capitalismo - en un caso similar de tiempo y circunstancias – ni siquiera pudo haber soñado con lograrlo. Con la clase obrera en el poder, la Revolución coordinó sus esfuerzos socio-económico para la producción y el intercambio de las necesidades, comodidades e incluso algunos lujos. Los cuales fueron accesibles para todos. El sistema soviético produjo para el uso, no para el lucro. Esto sólo pudo lograrse mediante la supresión de las ganancias capitalistas y la propiedad privada de los medios de producción que solo habían traído, explotación, pobreza, desempleo, racismo, fascismo y guerras imperialistas.
En la década de 1930, cuando todo el mundo capitalista se hundió en la depresión, dejando a decenas de millones de trabajadores en todo el mundo sin empleo y con hambre (como hoy), la Unión Soviética estaba construyendo una nueva sociedad sin desempleo y sin hambre. Lograron alcanzar un nivel de vida decente para todos los trabajadores en un tiempo increíblemente corto. Transformaron una tasa de analfabetismo del 90% ; en uno en el que casi todo el mundo sabía leer y escribir.
Construyeron el sistema de salud más complete en el mundo para la clase obrera, abolieron la prostitución, erigieron “palacios de cultura” adyacentes a las fabricas más grandes, y, como más tarde señaló Churchill, fueron “del arado a la bomba atómica” en sólo 30 años.
Para 1938, la URSS había alcanzado una era de pan gratis. Se podría entrar en cualquier cafeteria y recibir todo el pan necesario. “Lo necesitas, lo recibes” - por lo menos en esa medida. Durante el desarrollo de la industria pesada, el nivel de vida aumentó notablemente, mientras que el resto del mundo estaba sumido en la Gran Depresión.
La Unión Soviética no sólo liberó a los trabajadores, también luchó contra el racismo y el sexismo. La batalla contra el racismo fue particularmente significativa. Como el pro-comunista, Paul Robeson describió en sus viajes a la Unión Soviética, “Por primera vez desde que crecí me sentí como un ser humano. Aquí no soy un negro, sino un ser humano. Antes de venir yo no podía creer que tal cosa podría ser real .... Aquí, por primera vez en mi vida, camino con plena dignidad humana”
HEROICA LUCHA CONTRA LOS NAZIS
En 1941, los imperialistas de nuevo trataron de destruir la Revolución Bolchevique. Hitler, utilizando todos los recursos de Europa y la mayor maquinaria militar jamás reunida, invadió la Unión Soviética con 4.000.000 efectivos. Descubrieron que los soviéticos no eran presa fácil como había ocurrido en Europa Occidental. La predicción de Hitler - aprobada por los “expertos” militares occidentales de “capturar Moscú en seis semanas” se esfumó. Las tropas nazis encontraron destrucción total y desolación en todas las ciudades y pueblos capturados. – la política de defensa soviética de “tierra arrasada” quemó el suelo y todo lo que no podían llevar con ellos y luego organizaron la Resistencia armada tras las líneas enemigas: los partisanos.
Se desmantelaron más de 6.000 fábricas, moviéndolas al este de los montes Urales, volviéndolas a montar para producir armas de nuevo. Una proeza que requirió la unidad total y el apoyo de los trabajadores soviéticos, no igualada por ningún país ni antes ni después.
Los soldados soviéticos y los trabajadores defendieron Stalingrado cuadra por cuadra, casa por casa y habitación por habitación para derrotar a los “invencibles” invasores nazis. Los trabajadores produjeron armas 24 horas al día en turnos de 12 horas para abastecer al Ejército Rojo. Cuando las tropas nazis capturaban fábricas, heroicos trabajadores y soldados soviéticos las volvían a tomar.
La URSS perdió más de 20 millones de ciudadanos en la Segunda Guerra Mundial, más que todos los países occidentales juntos.
Todo el Sexto Ejército alemán y 24 de los generals de Hitler fueron aniquilados o capturados en la batalla de Stalingrado. Nunca más los Nazis pudieron montar una ofensiva exitosa contra el Ejército Rojo. Incluso los historiadores occidentales admiten que Stalingrado fue el punto de inflexion en la Segunda Guerra Mundial.
Sólo después de que los nazis salieron en fuga después de su derrota en Stalingrado y en la Batalla de Kursk -la batalla más grande de blindados en la historia del mundo, que involucró a millones de soldados y 6000 tanques - las fuerzas de Estados Unidos y Reino Unido invadieron Europa Occidental.
En un frente de 2.000 kilómetros de largo, fue el liderato comunista de la Unión Soviética lo que aplastó a los nazis, al 80% de las “mejores” tropas de Hitler, al ejército más grande y más potente jamás montado por una potencia capitalista.
Todo esto se llevó a cabo bajo la dirección de José Stalin. No es extraño que los patrones del mundo, revivan sus ataques en contra de él en estas fechas.
LECCIONE QUE HAY QUE APRENDER
Por desgracia, los bolcheviques arrastraron muchas debilidades políticas, que permitieron el regreso del capitalismo en la URSS. Creyeron que, para alcanzar el comunismo, se tenía que establecer primero el socialismo, una estimación hecha por Karl Marx. Hemos aprendido de esa experiencia que el socialismo conservó aspectos importantes del capitalismo como el sistema salarial, el cual reprodujo muchos aspectos del sistema de ganancias.
El socialismo planteó incentivos materiales en lugar de incentivos políticos para ganar a los trabajadores al comunismo. Debemos ganar a las masas de trabajadores para abolir el sistema salarial capitalista ,la división del trabajo y luchar directamente por el comunismo.
Hoy en día ningún país está dirigido por comunistas revolucionarios, este es un retroceso histórico temporal. Si bien vivimos en una era de crecientes guerras imperialistas, ataques fascistas contra la clase trabajadora, desempleo masivo, enfermedades como el SIDA que matan a millones en África y en otras partes, todas las noches oscuras tiene su fin. El PLP es producto tanto del viejo Movimiento Comunista Internacional como de la lucha en contra de su revisionismo. Grupos seudo-izquierdistas, al no haber aprendido las lecciones de la historia, continúan luchando para “compartir el poder” con capitalistas nacionalistas, como Chávez en Venezuela, no por la toma del poder por la clase trabajadora y la dictadura del proletariado.
Nuestro movimiento es una lucha diaria para aprender de las grandes batallas en la Unión Soviética, de sus logros, así como de sus errors mortales que la condujeron a su colapso. Principalmente, que el reformismo, el racismo, el nacionalismo y toda forma de concesiones al capitalism sólo conducen a los trabajadores a la derrota. Cede un centímetro a la clase dominante y se tomarán un kilómetro.
Honramos la lucha valiente y audaz de los trabajadores durante la Revolución Bolchevique en contra del capitalismo, en busca de un mundo comunista para la clase trabajadora. Hoy en día, tenemos que organizar a los trabajadores, estudiantes y soldados para formar un Partido mundial y masivo de la clase trabajadora que transforme esta era de guerras imperialistas en una nueva revolución comunista internacional.
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Reprobar el Capitalismo: Las calificaciones controlan a los estudiantes
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- 20 Octubre 2022 481 visitas
Las calificaciones ocultan los horrores del capitalismo
Les pedimos a los estudiantes que asumieran el liderazgo en el grupo de estudio comenzando la discusión con reflexiones sobre su relación de por vida con las calificaciones. Los maestros fueron desafiados a involucrar a los estudiantes con vocabulario como capitalismo, explotación, racismo y conciencia de clase para ayudarlos a vincular su experiencia con respecto a las calificaciones con ideas revolucionarias.
Específicamente discutimos un artículo “Los grados son capitalismo en acción. Vamos a sacarlos de nuestras escuelas”, que argumenta que las calificaciones no ayudan al aprendizaje; En cambio, perpetúa el capitalismo al difundir la mentira de la meritocracia. El sistema escolar prepara a la próxima generación de trabajadores para un sistema inherentemente desigual al enseñarles que algunos merecen más que otros en función de los niveles de productividad. Esto no solo les da a los capitalistas trabajadores más productivos, sino que también hace que los trabajadores se culpen a sí mismos, en lugar del sistema, por lo que tienen o no tienen en la edad adulta.
Estas ideas se podían escuchar en algunas conversaciones: Algunos estudiantes informaron sentir que sus compañeros de clase, sus futuros compañeros de trabajo, a veces eran su mayor obstáculo para lograr mejores calificaciones. A estos estudiantes, al igual que a los maestros, se les puede hacer sentir resentimiento entre sí en lugar de unir fuerzas contra su verdadero enemigo, los jefes.
También hubo ejemplos claros de conciencia de clase y solidaridad entre los estudiantes, ya que también hablaron sobre prácticas de calificación injustas que sentían que mantenían a todos los estudiantes abajo y también hacían que los estudiantes se sintieran deprimidos. También hablaron del racismo y otras formas de discriminación que afectan a los estudiantes en las escuelas.
Los maestros compartieron que la calificación obstaculiza, en lugar de ayudar, su capacidad de enseñar: el tiempo que de otro modo podría usarse para proporcionar retroalimentación útil con los estudiantes se gasta mecánicamente en darles a los estudiantes una letra o número que carece de contexto, una explicación o retroalimentación productiva.
En última instancia, las calificaciones les dan a los estudiantes práctica para que su trabajo sea explotado por los jefes. Se utilizan para clasificar a los estudiantes, en As, Bs, C o Fs, y para determinar qué grupo de jefes explotará a qué estudiantes cuando se unan a la fuerza laboral.
Grados, grandes fascistas y la Tercera Guerra Mundial
La Tercera Guerra Mundial está en el horizonte y comprender qué papel juegan los estudiantes de clase trabajadora es crucial. La clase dominante estadounidense se enfrenta a graves consecuencias si no puede defenderse de su rival imperialista ruso en Ucrania, y la clase dominante rusa no muestra signos de retroceder.
Mientras tanto, independientemente de las calificaciones que reciban en la escuela, millones de jóvenes de todo el mundo están siendo ganados para compartir la bandera ucraniana, la bandera rusa o la bandera de su nacionalidad. Muchos estudiantes con “malas” calificaciones ven unirse al ejército como la única alternativa posible a un futuro de sufrimiento dentro de la clase trabajadora.
Mientras tanto, sus compañeros de clase que obtienen las “mejores” calificaciones son ganados para luchar por sus jefes nacionales o convertirse en los trabajadores profesionales que piden a sus compañeros de trabajo que sean carne de cañón en una inminente guerra mundial.
Mientras que los grandes fascistas (el ala dominante de la clase dominante estadounidense que depende de su imperio imperialista) se preparan para la Tercera Guerra Mundial, los pequeños republicanos fascistas están luchando para hacer que la educación de los estudiantes sea más una elección individual de una familia, porque tienen poco interés en mantener el costoso proyecto de los grandes fascistas de controlar a los estudiantes a través de un sistema de escuelas públicas unido. Por pequeños fascistas, nos referimos a los jefes más orientados internamente cuyos intereses están menos ligados al control del flujo de petróleo y, por lo tanto, están menos dispuestos a hacer sacrificios (fuertes impuestos) por una guerra contra sus rivales Rusia y China.
Mientras tanto, los grandes fascistas están cooptando los impulsos de la clase trabajadora para la unidad multirracial para proporcionar “igualdad de oportunidades” para las pruebas para todos los estudiantes. Estas pruebas producen calificaciones que se encienden, se apagan y se recalibran en función de las necesidades de estos líderes erróneos para pacificar a las familias a las que dicen servir. Esto es necesario cuando el sistema capitalista se sumerge en los tipos de crisis, como una pandemia, que hacen que los padres y los estudiantes revelen cuán inútil es la educación capitalista.
Para los estudiantes y los maestros, aceptar silenciosamente las calificaciones significa aceptar el tipo de auto-culpa necesaria para que los grandes jefes fascistas implementen un fascismo más amplio. El fascismo es un sistema capitalista en decadencia donde ya no pueden mantener una democracia liberal y en su lugar recurren a un control más directo y al terror estatal. Esto incluye disciplinar sus propias filas y construir más nacionalismo y lealtad para que los jefes menos malvados “salven” a los trabajadores de los Pequeños Fascistas.
Para tener éxito, los grandes fascistas necesitan el apoyo abierto de una parte necesaria de la clase obrera. Cuando a los estudiantes y maestros por igual se les enseña a culpar a los estudiantes por sus “malas” calificaciones sin comprender el papel del sistema en la creación de esa realidad, están apoyando el potencial de los patrones para un mayor fascismo en el futuro.
Lucha comunista sana y evaluación
En un sistema educativo comunista, no habría necesidad de calificaciones. La educación y la capacitación en sí mismas serían la prioridad, no la división de los estudiantes en una jerarquía racista para los intereses de lucro de los jefes.
Los trabajadores de todas las industrias tendrían más tiempo para centrarse en los jóvenes, desarrollar su confianza y crear un entorno seguro donde las teorías puedan ser probadas en el mundo real y evaluadas. El proceso de toda la vida de luchar para aprender, y aprender a luchar por las necesidades de la clase obrera internacional sería nuestro sistema de educación. ¡Únete a nosotros!
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Los jubilados luchan contra los recortes de salud racistas
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- 20 Octubre 2022 544 visitas
CIUDAD DE NUEVA YORK, 12 de octubre – cientos de obreros jubilados de la Ciudad de Nueva York se manifestaron afuera del ayuntamiento hoy en una lucha continua para prevenir reducciones de sus beneficios de salud. Los jubilados han estado luchando por más de un año en contra de un plan para forzarlos a privatizar el seguro médico, el plan de Medicare Advantage, en vez de cobertura tradicional de medicare con seguro secundario pagado por la ciudad. El plan original era que primas de $191.00 mensuales por persona se le cobrara a aquellos que elegían no participar al plan de Medicare Advantage. Este plan racista significaba que los jubilados de bajos ingresos (en su gran mayoría negros y latinos) no podrían permitirse no participar. Retirados irados entendían que los planes de Medicare Advantage estafarían el programa de medicare para asegurar máximas ganancias. Lo fundamento el inspector general (NYT 10/8). Los retirados también temían que exámenes y tratamientos necesarios serian negados o retrasados por compañías de seguros privados buscando ganancias, de nuevo fue fundamentado en la inspección federal (NYT 4/28). Miembros del Partido Laboral Progresista (PLP) han señalado que la medicina capitalista es peligrosa para todos nosotros, sean sistemas del gobierno o privados. En un sistema controlado por comunistas, el cuidado de salud seria determinado por necesidad, no costo o ganancias. En el fragor de la lucha , necesitamos construir el PLP para que la alternativa de cuidado de salud comunista se convierta en realidad.
Los PLPistas involucrados en esta luchan han señalado como “amigos” en el gobierno de la ciudad, guiados por un Partido Demócrata (primero el Alcalde De Blasio y ahora el Alcalde Adams), se han unido con los líderes sindicales de los obreros de la ciudad principales, El Comité de Trabajo Municipal (MLC) para ingresar a los jubilados en el plan de (desventaja) Medicare Advantage. ¡Como dice el viejo dicho, con amigos como esos, quien necesita enemigos!
Más temprano este año, el fallo de la corte le permitió al nuevo plan de Medicare Advantage de que comience pero le negó a la ciudad el derecho de cobrar primas para aquellos que se querían quedar con el Medicare tradicional y con el seguro secundario financiado por la ciudad que ahora disfrutan. La ciudad y MLC ahora están apelando esa decisión. Mientras tanto la ciudad y MLC han creado un plan para cambiar la ley local en la que se decidió el caso en la corte.
Cuando los PLPistas corean “los policías, las cortes, el Ku Klux Klan, todos son parte del plan de los patrones” señalando de como la clase gobernante usa ambos el poder estatal y sus aliados para atacar la clase obrera. En esta lucha, hemos visto como los patrones han usado su aparato del estado y sus aliados en los sindicatos para atacar retirados.
La manifestación de hoy se enfocó en el plan de cambiar el código administrativo local 12-126, para desautorizar el fallo de la corte anterior. Estamos señalándoles a los obreros actuales que este cambio puede significar el fin de primas de cuidado de salud gratuitas para ellos al igual que el empeoramiento de la cobertura de salud para retirados. Los retirados una vez más está apelándole a políticos locales en el consejo se la Ciudad de Nueva York para bloquear este cambio. Dependiendo en la bondad de los políticos es un plan dudoso en sí. Nos lleva a los brazos de la clase patronal. El capitalismo gobierna de muchas formas. A veces con un puño de hierro abierto. Más a menudo llevando a los obreros a que sigan el liderazgo de enemigos de la clase obrera quienes llevan a movimientos masivos como sindicatos y partidos políticos demócratas y republicanos.
Los PLPistas nos unimos a nuestros hermanos y hermanas en la lucha. En lo que lo hacemos, desenmascaramos nuestros enemigos de clase donde sea que estén y quien sea que sean.
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Haití: ¡Aplastemos el imperialismo estadounidense!
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- 20 Octubre 2022 639 visitas
Washington, DC, 19 de octubre: más de 100 manifestantes protestaron contra una posible invasión estadounidense de Haití. Los miembros del Partido Laboral Progresista (PLP) se unieron a esta acción, haciendo contactos con los combatientes y acercando la política comunista revolucionaria a muchos participantes mediante la distribución del DESAFIO ampliamente.
Hay un desorden económico y político que ha llevado al hambre, muertes en la calle y hasta el regreso del cólera. El primer ministro no electo, Ariel Henry, y 18 miembros de su gabinete —firmemente apoyados por la Casa Blanca de Biden— han llamado a las fuerzas militares internacionales a intervenir en Haití para poner “orden” en una sociedad convulsa. Henry había recortado recientemente los subsidios al combustible, duplicando el precio de la gasolina, que ahora escasea. El gobierno también ha pedido a EE. UU. que envíe dinero, armas y entrenadores de policía para apuntalar al gobierno; Estados Unidos está abierto a esto. Además, el gobierno haitiano ha pedido a las Naciones Unidas que intervenga militarmente.
Pero la historia nos muestra que no existe tal cosa como una “intervención humanitaria” en el sistema imperialista mundial. Las tropas estadounidenses y de la ONU ocuparon e intervinieron durante más de 100 años en Haití, provocando un empobrecimiento cada vez mayor, violencia bárbara, dictadura, represión fascista y superexplotación de la clase trabajadora. La última vez que invadió la ONU, dejó un rastro de sangre. La Misión de Estabilización de la ONU en Haití (MINUSTAH) de 13 años trajo el cólera a Haití, que mató a 10.000 personas y enfermó a más de 850.000 ( Noticias AP, 18/10 ) . La MINUSTAH también violó y explotó sexualmente a mujeres y niños ( Al Jeezera , 6/10/17 ). ESTO es lo que quieren decir con “orden” y “estabilidad”.
Podemos ver otros ejemplos del rastro global de destrucción del imperio estadounidense en Nicaragua, Irak, Afganistán, Libia, Somalia y más. Así, otra invasión estadounidense es un peligro claro y presente que hundirá a los trabajadores de Haití más profundamente en el abismo capitalista. Sin embargo, como relató el artículo de DESAFIO 10/12, los trabajadores en Haití están contraatacando militantemente : “ Los trabajadores y estudiantes, hartos de sus condiciones diarias, han bloqueado las calles en varios barrios, atacado a políticos y allanado y liberado bienes de algunos negocios que los han explotado”.
Expulsar a Henry y sus gánsteres estadounidenses
El 17 de octubre, miles de trabajadores en todo Haití inundaron las calles en todos los estados y distritos con pancartas que rechazaban la intervención imperialista y pedían la destitución de Henry (AP News, 19/10). Apoyamos a los trabajadores en Haití en la lucha contra la monstruosidad que es el imperialismo estadounidense para los trabajadores a nivel nacional e internacional.
Los trabajadores tienen razón en exigir la renuncia de Henry, y necesitamos ir más allá de luchar por mejores reformas o para sacar a uno u otro títere imperialista. Si existen los males gemelos del capitalismo y el imperialismo, los trabajadores quedarán atrapados en un círculo vicioso de protestas para elegir nuevos campeones de la explotación y la miseria para cumplir las órdenes de los gobernantes haitianos y sus socios imperialistas.
La clase obrera internacional tiene el poder de poner fin al tiovivo de la muerte aplastando el sistema imperialista sediento de sangre y avaricioso que mata y explota a nuestros hermanos de clase en todo el mundo. ¡NO NECESITAMOS VOTAR POR EL MEJOR SIERVO CAPITALISTA!
La clase trabajadora debe rechazar la mortífera democracia de los patrones y la venenosa ideología nacionalista y organizarse en los movimientos de masas. Necesitamos construir una lucha antirracista, antisexista y con conciencia de clase dirigida por trabajadores negros y mujeres trabajadoras de todo el mundo. Necesitamos consolidar la energía y las lecciones que aprendimos en cada batalla contra los gobernantes capitalistas imperialistas en una poderosa fuerza de combate revolucionaria capaz de convertir la próxima crisis global de los patrones imperialistas en una guerra de clases por el comunismo.
