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150° Aniversario de la Comuna de París La primera dictadura obrera del mundo
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- 20 Marzo 2021 432 visitas
Hace ciento cincuenta años esta semana, en 1871, los trabajadores armados sacaron a los patrones franceses de París y establecieron la Comuna de París. Francia era una superpotencia mundial. Alemania tenía una base industrial en crecimiento y sus propias ambiciones de superpotencia. “Nosotros, los miembros de la Asociación Internacional de Trabajadores, no conocemos fronteras”, declararon los comunistas. Pero la competencia entre capitalistas franceses y alemanes condujo a la guerra en 1870. El ejército francés pronto fue derrotado.
Las masas parisinas, aunque simpatizaban con el comunismo, todavía estaban influidas por el nacionalismo. Exigieron armas para defender la ciudad del asedio del ejército alemán. El gobierno burgués organizó a la mayoría de los hombres adultos en su Guardia Nacional. Sin embargo, estas unidades de la Guardia, formadas por la clase trabajadora, organizaron sus propios comités de dirección en cada distrito y un Comité Central de los trabajadores para unirlos.
El 17 de marzo de 1871, el gobierno cedió al ejército alemán y huyó a los suburbios de Versalles. Cuando las tropas regresaron al día siguiente para buscar las armas que habían dejado, los trabajadores enojados se enfrentaron a ellos. Las tropas rechazaron las órdenes de disparar contra la multitud. Entregaron sus armas a los trabajadores.
Al día siguiente, 18 de marzo de 1871, el Comité Central de la Guardia Nacional se hizo cargo del Ayuntamiento y desplegó la Bandera Roja de la revolución obrera. Por primera vez en la historia de la sociedad de clases, la clase trabajadora había tomado el poder.
Construyendo igualdad
El Comité Central convocó a nuevas elecciones. “Los hombres que mejor les servirán son los que elijan entre ustedes”, instó a los trabajadores. Las banderas rojas estaban por todas partes.
La Comuna mantuvo la forma burguesa de las elecciones, pero los trabajadores victoriosos no simplemente se apoderaron de la maquinaria estatal burguesa. Lo destrozaron y empezaron a construir algo nuevo: la dictadura del proletariado.
Las masas eran los verdaderos dueños de la Comuna. Veinte mil activistas asistían diariamente a las reuniones de los clubes pequeños para ofrecer críticas y hacer sugerencias. Los funcionarios electos consideraron todas las propuestas y, por lo general, actuaron sobre ellas. Los funcionarios que desatendían a las masas estaban sujetos a un retiro inmediato.
El gobierno obrero disolvió las unidades burguesas de la Guardia. Suspendió todos los decretos del antiguo gobierno. Los trabajadores derribaron la Columna de la Victoria, símbolo del imperialismo francés. Eligieron a un comunista húngaro-alemán para su cuerpo de gobierno, declarando que la Comuna representaba a los trabajadores en todas partes.
El gobierno de los trabajadores eliminó el apoyo estatal a la religión y se apoderó de la propiedad de la iglesia. Limitó los salarios de los funcionarios para que ninguno ganara más que el salario de un trabajador. Quitó los derechos de los patrones a multar a los trabajadores. Se hizo cargo de los talleres que habían sido cerrados debido a la depresión económica y los entregó a las cooperativas de trabajadores.
Esta dictadura de la clase trabajadora fue el requisito previo necesario para abolir la esclavitud asalariada del capitalismo. La Comuna mantuvo el poder durante diez breves semanas. Demostró para siempre que la clase trabajadora puede, debe y gobernará la sociedad.
¿Por qué perdieron los trabajadores en 1871?
La burguesía francesa utilizó el dinero de los impuestos extraído del sudor de los trabajadores para pagar al gobierno alemán y liberar a los prisioneros de guerra franceses. En mayo, después de una sangrienta guerra civil en las calles, estos soldados volvieron a tomar París para los patrones. El movimiento comunista se apresuró a extraer algunas de las lecciones de esta heroica e histórica lucha. Otros solo los reconocimos un siglo después.
* Los trabajadores necesitan aplastar el estado patronal. Pero la Comuna no fue lo suficientemente lejos. Fue indulgente con los contrarrevolucionarios y los renegados. Permitió que la burguesía francesa se reagrupara, en lugar de organizar un Ejército Rojo para perseguirla. La burguesía no fue indulgente en absoluto después de que aplastó la Comuna, asesinando a 100.000 trabajadores (incluidos niños). La Comuna no pudo vincularse con las comunas de Lyon, Marsella y otras ciudades. La dictadura de la clase obrera necesita armar y organizar a las masas, pero también necesita un Ejército Rojo.
* La Comuna organizó a los trabajadores en clubes políticos, pero no en un partido comunista. Hubo mucha democracia (discusión de políticas) pero no mucho centralismo (acción unida). La forma política de la democracia burguesa socavó los objetivos de la clase trabajadora de la Comuna.
* La Comuna no se movió lo suficientemente rápido para abolir el capitalismo. Si hubiera expropiado el Banco de Francia, la burguesía francesa habría tenido más dificultades para formar un ejército contrarrevolucionario.
La Comuna reconoció la necesidad de igualdad entre trabajadores y cuadros revolucionarios. Pero ahora podemos ver que igualar los salarios no sustituyó a la abolición total del sistema salarial.
Mientras marchamos por el comunismo el Primero de Mayo de este año y todos los años, el Partido Laborista Progresista llevará adelante el espíritu de la Comuna de París.
Para más información sobre la Comuna de París y las lecciones que los comunistas extrajeron de ella, lea el libro de Karl Marx, La guerra civil en Francia; Frederick Engels, Las grandes lecciones de la Comuna de París.
La insurrección en el Capitolio el 6 de enero, los problemas por el colapso eléctrico en Texas y haber sobrepasado la triste meta de 500,000 muertos debido a la pandemia del coronavirus, muestra al mundo que la podredumbre del capitalismo estadounidense se extiende a la infraestructura, la democracia liberal, y la salud. Un niño de 11 años fue encontrado, por sus devastados padres, congelado en su cama (Houston Chronicle, 18/2). Murió porque los depravados patrones valoran mas sus ganancias que las mas básicas necesidades de la clase trabajadora.
Para los trabajadores de y alrededor de la costa del golfo, la maldita negligencia de los patrones llevo a la miseria masiva y un sin numero de muertes. Tan solo en Texas hoy, casi 17 millones de trabajadores viven con ordenes de “hervir el agua”. Medio millón aun no tiene agua, tres semanas después que la tormenta invernal rompiera la frágil red eléctrica (cnn.com, 1/3). Los patrones estadounidenses tienen un grave problema, enfrentar el creciente poder global de China. Los trabajadores no estarán tan ansiosos de luchar por una clase gobernante que no puede proveer ni siquiera agua potable, o calefacción durante los brutales inviernos. No se puede regular al capitalismo para que sirva a las necesidades de los trabajadores. Conforme el capitalismo estadounidense da tumbos de crisis en crisis, debemos comprender para que sirven las reformas capitalistas: preparaciones fascistas para la guerra general.
El desastre eléctrico en Texas nos demuestra la anarquía y crueldad que existe al nucleo del capitalismo. Los patrones solo se mueven en base a las ganancias que puedan obtener de la extracción de energía para generar electricidad y llevarla a los hogares, la red esta agotada, no tiene la capacidad de llevar electricidad cuando y donde mas se necesita.
Energía domestica: Espina dorsal del pequeño fascismo
La caída energética refleja una creciente división dentro de la clase dominante estadounidense. El modelo energético de Texas no es precisamente regulado, es un “mercado libre” capitalista en toda su extensión. Acuerdos independientes de electricidad, en Texas, datan de mas de un siglo. Fueron concebidos por productores de energía domestica para escapar regulaciones federales e impuestos que beneficiaran al capital financiero multinacional, es decir el ala de los grandes fascistas dentro de la clase dominante, quienes ahora son representados por Joe Biden y Kamala Harris.
Los racistas pequeños fascistas, como los republicanos que dirigen Texas, están desesperados por conseguir el máximo de ganancias a corto plazo. Por lo tanto, no les interesa contribuir para mantener el extenso y tambaleante imperio estadounidense. Los grandes fascistas necesitan una infraestructura mas confiable y mas “sacrificio” de todos sus colegas capitalistas – para preparase para la guerra con China. Lo que significa mas regulación y mas impuestos corporativos. Mas allá de financiar la guerra, los liberales del capital financiero saben que necesitan proveer el mínimo de estándar de vida para que los trabajadores piensen que viven en una sociedad por la que vale la pena luchar y morir.
Fascismo grande: sigue
siendo principal peligro
Después que Donald Trump llegara a la Casa Blanca, una probadita de los poderes presidenciales han motivado a los pequeños fascistas a mantenerse en la ofensiva. Su desafío a los patrones liberales muestra la debilidad del ala principal en disciplinar a su propia clase. Los pequeños fascistas comenzaron el 2021 con un intento de golpe vitoreado por Trump, quien aun rehúsa aceptar que perdió las elecciones con Biden. Hasta la fecha no ha habido consecuencias. En la convención del Conservative Political Action Conference (CPAC) el 28 de febrero, Trump presumía la tenacidad del movimiento racista: “No estamos comenzando nuevos partidos. Tenemos el partido republicano” (Convencion CPAC, 28/2).
Los grandes fascistas liberales enfrentan un montón de desafíos si quieren mantener el control en su propia casa mientras se defienden de sus rivales como China y Rusia. Esta en juego las necesidades a largo plazo del imperialismo estadounidense. La infraestructura se cae a su alrededor. El fracaso de la red eléctrica, además de los grandes incendios forestales en California y los apagones por todo el país, han demostrado que estaba justificada la calificación de “D+” que le diera, en 2017, la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles, a la infraestructura de la nación. Es decir, que las condiciones exhibidas estaban por “debajo del estándar”, exhibiendo “deterioro significativo” con un “fuerte riesgo de fracaso” (Council on Foreign Relations, septiembre, 2020).
El gran plan de los grandes fascistas esta, por ahora, en neutral. Aun cuando los demócratas controlan la Casa Blanca y ambas casas del Congreso, aun no han podido establecer modestos avances para ganar la lealtad de la clase trabajadora. El salario mínimo de $15, condonación de la deuda estudiantil, y cheques de estimulo, aun no han pasado. Pronto, la única opción que les quedara a los liberales imperialistas será moverse hacia el fascismo abierto, para acabar con sus rivales, los pequeños fascistas, y tratar de controlar una clase trabajadora enfurecida. Bajo esta lupa debemos ver las crecientes demandas para que la Cámara de demócratas, le quite la plataforma al noticiero Fox por sus pecados en promover el fenómeno Trump (político.com, 22/2).
Al imponer la solución final – el fascismo – los gobernantes liberales tratan de avanzar con una clase gobernante unida, como la de China, quienes muestran mayor control sobre el poder estatal y la infraestructura.
Las ilusiones sobre el declive de EE.UU. hace que algunos trabajadores se pregunten “como puede ocurrir en este país” que los ancianos y niños mueran de frio en su cama. Pero este tipo de atrocidades es lo que el capitalismo estadounidense ha impuesto internacionalmente desde que se convirtió en el poder máximo después de la segunda guerra mundial. Es una pequeña muestra de los que nos espera. Los planes del imperialismo estadounidense global destruirán poblaciones y devastara el ambiente natural. Las atrocidades de hoy parecerán un juego en comparación con lo que viene.
Capitalismo = Lucro antes
que necesidades humanas
Comunismo = abolición del lucro
La revolución comunista es la única fuerza en la historia que ha podido parar el imperialismo. Los grandes logros de los trabajadores soviéticos y chinos al convertir la guerra imperialista en revoluciones comunistas sigue siendo nuestro ideal. Es verdad, esos logros han sido revertidos por el resurgimiento del sistema de ganancias. La valiente victoria de los trabajadores vietnamitas sobre la maquinaria de guerra del imperialismo estadounidense en la década de 1970, no pudo producir un Vietnam comunista. Pero, nuevamente, probo que el poder de los trabajadores con liderato comunista puede derrotar al imperialismo.
Los comunistas confiamos que podremos construir un mundo donde los trabajadores no tengan que morir en sus camas. Cuando hayamos acabado con la dictadura de los patrones liberales capitalistas, una dictadura de la clase trabajadora podrá resolver todos los problemas que hoy parecen no poder resolverse. Tendremos éxito donde los patrones han fallado porque acabaremos con el lucro como la fuerza motriz detrás de cada decisión económica y política.
El sistema de ganancias racista y sexista ofrece terribles opciones a los trabajadores, sean demócratas o republicanos. Los trabajadores se congelan hasta morir en Texas, se mueren incinerados en los fuegos forestales de California, mueren en secreto en los asilos de ancianos en Nueva York, o son masacrados por la lluvia de misiles estadounidenses en Siria. Solo el comunismo puede acabar con el caos mortal fabricado por el capitalismo. Nuestra liberación esta en deshacernos de los fascistas, grandes o pequeños, para crear un mundo dirigido por y para los trabajadores. ¡Lucha por el comunismo, únete al Partido Laboral Progresista!
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Caravana de trabajadores golpea gentrificación patronal racista
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- 10 Marzo 2021 377 visitas
INGLEWOOD, CA, 28 de febrero—”¡No hay buenos dueños en un sistema capitalista!” Este y otros cánticos antirracistas resonaron en todos los vecindarios aquí durante una caravana de automóviles contra la gentrificación racista y la gentrificación de residentes principalmente negros y latinos.
Luchar por un mundo comunista requiere tener confianza y depender de la clase trabajadora. Significa desarrollar una planificación, organización y disciplina colectivas para que se convierta en algo natural para nuestros miembros y nuestra clase. Y significa dar un liderazgo político audaz y comunista en la lucha de clases.
De alguna manera, la lucha de un sindicato de inquilinos local y una organización sin fines de lucro para reclamar una casa por y para una familia desalojada se ha convertido en un campo de entrenamiento político para los miembros del Partido Laboral Progresista (PLP) y nuestros compañeros combatientes de la clase trabajadora.
Gentrificación racista ataca a todos los trabajadores
Con la construcción de So-Fi, un estadio de fútbol completamente nuevo, y el inicio de la construcción de una arena para el equipo de baloncesto Los Ángeles Clippers, la ciudad predominantemente negra y latina de Inglewood se ha convertido en un centro de gentrificación en el área de Los Ángeles. Desde 2016, el aumento vertiginoso de los valores de las propiedades ha llevado a enormes aumentos de alquiler que precedieron a una ley de control de alquileres de 2019. Incluso con la ley, la abyecta falla de la administración de la ciudad para hacer cumplir las regulaciones del código de vivienda ha seguido permitiendo que los propietarios chupasangre obliguen a los inquilinos a mudarse y luego aumenten los alquileres.
Otro aspecto de la gentrificación racista ha sido la aparición de delincuentes de poca monta como Trojan Capital Investments, comprando hipotecas “en dificultades”, desalojando a los propietarios de viviendas de la clase trabajadora y luego vendiendo para hacer un paquete con sus inversiones de dinero ensangrentado. La necesidad de unidad multirracial de la clase trabajadora en esta ciudad no podría ser más evidente.
El comité de planificación de la caravana, compuesto en su mayoría por jóvenes latinos miembros del sindicato de inquilinos, despertó el entusiasmo de un taller de construcción comunitaria que se llevó a cabo el fin de semana anterior. Ese evento destacó el papel histórico de los Consejos de Desempleados liderados por el Partido Comunista, que lideraron la lucha de la era de la Depresión de la década de 1930 contra los desalojos, las personas sin hogar, el desempleo y el racismo.
Esa presentación, realizada por un miembro del PLP, mostró imágenes de las condiciones que enfrentaba la clase trabajadora y cómo nuestra clase luchó en ese entonces, para resaltar la similitud de esas condiciones con el hambre actual, la falta de vivienda, el desempleo, los desalojos inminentes y el terror policiaco. El orador también subrayó la unidad multirracial, antirracista y dirigida por comunistas de esas luchas pasadas. Aunque ese movimiento dirigido por los comunistas ganó algunas reformas, no logró derrocar a todo el sistema capitalista con la revolución. Pero es el capitalismo la causa de los males que nuestra clase enfrentó entonces y todavía enfrenta ahora. Todo el maldito sistema capitalista debe desaparecer.
Casi 50 personas en 35 automóviles participaron en la caravana, parte de una campaña en aumento para obligar a Trojan a devolver la casa a la familia a un precio razonable. También trajimos el mensaje de unidad inquilino/propietario para ayudar a energizar a nuestros hermanos y hermanas de clase en la lucha contra la gentrificación. Los organizadores de la campaña habían sondeado previamente los vecindarios circundantes. Los trabajadores respondieron con entusiasmo a nuestros carteles y mensajes, tomando literatura, levantando los puños e incluso uniéndose a nuestros cánticos militantes. La caravana terminó en un complejo de apartamentos directamente frente a SoFi. Uno de los inquilinos del complejo habló y expuso las pésimas condiciones plagadas de moho que el propietario se niega a reparar.
Desde los cánticos hasta la cálida solidaridad mostrada a los oradores inquilinos y propietarios, la energía y el espíritu de los jóvenes que organizaron la caravana se hizo patente. Un orador atacó el papel de los policías locales en la promoción de la gentrificación racista y prometió seguir luchando para derrotar este flagelo de la clase trabajadora. Otro pidió librar al mundo de un sistema donde la vivienda sigue siendo una mercancía. Todos los oradores han estado trabajando en estrecha colaboración con miembros del PLP en esta campaña. Han estado extremadamente abiertos a nuestro llamado a la revolución.
Los comunistas liderarán a los obreros a la victoria
De cara al futuro, tenemos grandes oportunidades para construir nuestro Partido. Aproximadamente 25 personas en la caravana tomaron la última copia de DESAFÍO. Continuará la campaña para recuperar el hogar de la familia. Los desalojos masivos, temporalmente suspendidos por las falsas “moratorias” estatales de los patrones, inevitablemente volverán a levantar su fea cabeza.
Mientras tanto, la rivalidad interimperialista entre los patrones estadounidenses y chinos conducirá a una guerra mundial. Estos cataclismos requerirán una respuesta masiva de la clase trabajadora, dirigida por nuestro Partido, inspirándose y aprendiendo tanto de las fortalezas como de las debilidades de nuestros predecesores en el antiguo movimiento liderado por el Partido Comunista.
Las experiencias de “golpes duros” de la clase trabajadora validarán inevitablemente la línea del PLP de que “la única solución es la revolución comunista”. A través de las pequeñas luchas de hoy, nos estamos capacitando a nosotros mismos y a la clase trabajadora sobre cómo tomar y mantener el poder y construir un mundo donde la vivienda digna y todo lo demás, que los trabajadores producirán colectivamente, se compartirá según las necesidades.
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Día Internacional de la Mujer Trabajadora Solo el comunismo podrá erradicar el sexismo
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- 10 Marzo 2021 316 visitas
Bajo el capitalismo, el sistema educativo está impulsado por el individualismo, las políticas de identidad y una forma de aprendizaje fracturada. Una vez al año, durante el Mes Internacional de la Mujer, los estudiantes aprenden sobre mujeres artistas, científicas, políticas y millonarias. En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora (8 de marzo). Esta “fiesta” nació originalmente de un convenio colectivo para reconocer a las mujeres en el movimiento obrero. Sin embargo, sin un análisis o liderazgo comunista, esta festividad se ha reducido a una lista selecta de mujeres que se han convertido en las únicas representaciones de la tenacidad o el valor político de una mujer.
La comunista negra, Angela Davis, dice que ser radical simplemente significa “aferrarse a la raíz” y que la raíz de la lucha de cada trabajador, especialmente la lucha de una mujer es el capitalismo. En otras palabras, una red de jefes globales que cometen delitos contra los trabajadores en aras de cantidades ridículas de ganancias. Para mantener este flujo de ganancias, las escuelas impulsadas por el capitalismo están diseñadas para capacitar a la próxima generación para que sean trabajadores obedientes o se unan a las filas de los ejércitos para luchar en el extranjero en guerras imperialistas. Bajo el capitalismo, los estudiantes nunca aprenderán lo que significa ser un revolucionario; es solo a través de la confianza en la clase trabajadora y la lucha que nuestro Partido crecerá.
El capitalismo se basa en la doctrina sexista de que la familia y las responsabilidades del hogar son “trabajo de mujeres”. Para muchas trabajadoras en todo el mundo, este trabajo no es remunerado y se espera ADEMÁS del trabajo que se requiere en un trabajo remunerado. Las trabajadoras experimentan a nivel internacional la contradicción de un sistema que les dice a las trabajadoras que está diseñado para ser iguales y al mismo tiempo les roba u oculta su valor laboral. Los patrones capitalistas utilizan el sexismo en los medios de comunicación, la educación y las leyes para aislar con éxito a las madres y las mujeres cuidadoras de otros trabajadores y su potencial para construir el poder de la clase trabajadora.
Este mismo sistema perpetúa la mentira de que el poder de las mujeres se logra convirtiéndose en mejores capitalistas, tal vez en administradoras o jefes o votando por una mujer política que de alguna manera representará sus intereses colectivos. El Partido Laboral Progresista declara que en una lucha por un mundo donde el sexismo, el racismo y la explotación están completamente APLASTADOS, los trabajadores deben luchar entre sí para llevar estas falacias sexistas a las masas y trabajar juntos para resolver estas contradicciones a través del comunismo. Un jefe, independientemente del género, sigue siendo un jefe. Solo como clase trabajadora unida romperemos nuestras cadenas.
El lugar de la mujer es en la lucha de clases
Las mujeres revolucionarias crecen a través de la lucha y las contradicciones que aprenden las mujeres de la clase trabajadora se agudizan cuando se unen con otros trabajadores de todo el mundo. Por ejemplo, la limpieza de hoteles y oficinas comerciales es uno de los trabajos más difíciles de cualquier industria (tienen más lesiones que los mineros del carbón). En 2018, para exigir mejores condiciones laborales, miles de limpiadoras de 26 hoteles en todo Chicago se declararon en huelga durante todo un año. Una trabajadora dijo que mientras trabajaba en el Hyatt Regency, de las 200 limpiadoras que había allí, un tercio eran mexicanas, un tercio eran chinas y la mayoría de las mujeres con mayor antigüedad eran negras. Los jefes comenzaron a dividir el departamento por razas, pagando a las mujeres chinas para que limpiaran habitaciones adicionales por encima de la tarifa de limpieza de $ 5 por habitación. Al principio, las mujeres negras y mexicanas estaban enojadas con las mujeres chinas, pero en lugar de enfrentarse entre sí, ¡las mujeres se organizaron contra los patrones!
“Podríamos ganar una cuota de habitación más baja con un aumento por hora para todas si nos mantuviéramos juntas” (CPUSA, 3/20). Cuantas más trabajadoras luchen, más aprendemos que necesitamos a todos los trabajadores: negros, latinos, asiáticos, indígenas y blancos para ganar.
En la década de 1960, las mujeres de los Young Lords, un grupo revolucionario puertorriqueño, buscaron desafiar las ideologías y prácticas sexistas dentro de la cultura latinoamericana y exigieron que sus líderes masculinos hicieran de aplastar el sexismo una prioridad. Miembros como Connie Cruz y Gloria Rodríguez entendieron que el “machismo” (masculinidad excesivamente agresiva) era el resultado del capitalismo y enfatizaron que, para combatirlo, este sistema capitalista debe ser destruido.
En 1917, se ordenó a los trabajadores latinos que aceptaran “baños” tóxicos al cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. Los inspectores intentaron sacar a las mujeres de un carrito de camino al trabajo, pero las valientes luchadoras se negaron, sabiendo que algunas de las trabajadoras fueron fotografiadas desnudas o prendidas fuego. Carmelita Torres, de 17 años, lideró la lucha con otras trabajadoras domésticas, exigiendo un reembolso de su tarifa de tranvía y convenció a cientos de mujeres y hombres más para protestar contra el terror racista y sexista.
Todas estas trabajadoras fueron catapultadas a su potencial revolucionario al decidir construir una base y luchar contra sus podridas condiciones de vida y de trabajo. Su liderazgo muestra que el cambio sostenible no se puede hacer solo, sino que se manifiesta cuando los trabajadores se organizan con otros trabajadores que están de acuerdo en que “ya es suficiente”.
Mujeres obreras liderarán una revolución comunista internacional
Las trabajadoras deberían ser comunistas porque el feminismo dominante a menudo no considera el análisis de clase y la raza. El PLP es anti-sexista y reconoce que en nuestra lucha por la revolución comunista son las miembras más súper explotadas de nuestra clase los que tienen el análisis más agudo y la capacidad de liderar. Las trabajadoras a nivel internacional que han luchado contra el racismo, el sexismo y el capitalismo están al frente de nuestra lucha, unidas con todos los miembros de nuestra clase.
El Partido Laboral Progresista está y siempre ha estado comprometido con la revolución comunista y luchando con hombres y mujeres para luchar contra jefes engañosos en torno al racismo, el sexismo y todas las formas de explotación. El PLP entiende que el sexismo es una de las herramientas de explotación que utilizan los patrones para dividir a los trabajadores y trabajadoras, y para justificar agresiones, ataques verbales o pagar menos a las mujeres. Trabajar con todos los trabajadores, especialmente las mujeres, y los trabajadores negros y latinos que ven estas contradicciones de la manera más aguda es primordial para aplastar este sistema que nos tiene a todos en un miserable aprieto. Cuantas más manos podamos convertir en puños a favor de una clase trabajadora internacional, más podremos trabajar por una sociedad libre de explotación y terror. ¡Lucha por el comunismo!
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Trabajadores del transporte público, desenmascaran la tramposa CTA, merecen un sistema dirigido por trabajadores
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- 10 Marzo 2021 313 visitas
CHICAGO, 23 de febrero—Para protestar contra el sindicato vendido, los trabajadores del Chicago Transit Authority (CTA) y militantes del Partido Laboral Progresista (PLP) hicieron un plantón en la estación de la calle 95.
Usuarios que pasaban por ahí, mostraban su apoyo, algunos sonando sus bocinas en apoyo a nuestras pancartas, donde denunciábamos al liderato vendido. Trabajadores de los locales 241 y 308 del sindicato han estado informando de las negociaciones por el nuevo contrato colectivo con la ciudad y que ahora los sacaron de las negociaciones.
Las demandas son: “pago por peligro” [pago extra cuando se trabaja bajo condiciones peligrosas], instalaciones y vehículos desinfectados, equipos de dos personas, mas empleos de tiempo completo, seguridad, pago por enfermedad para todos los empleados y el control del sindicato para los miembros del mismo.
Militantes del PLP repartieron copias del periódico DESAFÍO mientras coreaban consignas contra el racismo, por la unidad obrera y la revolución comunista.
Bajo el capitalismo, el transporte publico tiene tan poco financiamiento que esta a punto de colapsar. Los trabajadores enfrentan, rutinariamente, peligros mortales. Su tarea es llevarnos de y hacia nuestros empleos para que los patrones racistas se hagan ricos.
Cuando los comunistas controlen el transporte, siempre habrá los recursos necesarios y los protocolos de seguridad para proteger a nuestra clase. Quitarle el poder estatal a los patrones con un PLP internacional es la única forma como se pueda garantizar la seguridad en el transporte.
A los ataques del CTA y lideres sindicales – Los trabajadores responden luchando
El CTA es el segundo sistema de transporte mas grande del país, y la mayoría de su fuerza laboral son trabajadores negros. Siempre que hay negociaciones de contrato, los patrones atacan a los trabajadores intentando mantener los sueldos bajos y tratan que el publico se ponga en su contra. Por no hacer caso a los peligros de la pandemia, los patrones racistas del CTA y sus lacayos del sindicato son responsables de la muerte de 8 trabajadores y por los menos 900 trabajadores infectados con el covid-19 (Chicago Sun-Times, 20/12/20).
Por décadas, el liderato sindical ha trabajado para que los trabajadores del transporte publico no participen de las reuniones y discusión de contrato. Aunque alardean tener tres mil miembros, es muy raro ver 50 trabajadores en las reuniones generales. En este periodo de llamadas virtuales, el aporte sobre las condiciones labores por parte de los trabajadores es aun mas limitada.
A pesar de los intentos de callarlos, los trabajadores han luchado valientemente contra las condiciones laborales racistas. Muchas han organizado reuniones, desafiando los intentos de represalias por parte del liderato sindical y el CTA (ver cartas en DESAFÍO, 16/4/20). Nosotros, en el PLP les hemos apoyado en la construcción de la solidaridad multirracial y de base, los medios para que nuestra clase se de cuenta de su poder fuera de los limites de las instituciones patronales.
Una ruta hacia el poder obrero
No se puede subestimar el poder de una fuerza laboral militante y unida en el transporte publico. Si mas trabajadoras rechazaran a los patrones y sus lacayos sindicales, y se organizaran a favor de nuestros intereses de clase, podríamos cerrar los trenes y caminos y doblegar al sistema capitalista.
Pero, en el PLP no solo estamos tratando de doblegar el sistema de ganancias; estamos tratando de acabarlo por completo. Una sociedad comunista dirigida por trabajadores podrá reconstruir el transporte publico para que pueda llenar las necesidades colectivas y operar de forma mas saludable para todos.
Los patrones grandes fascistas, como el presidente Joe Biden, llaman a la reconstrucción de la infraestructura estadounidense, pero solo para preparar el país y a la clase trabajadora para la futura guerra imperialista. El PLP hace un llamado a los y las trabajadoras para que rechacen sus planes racistas y sexistas y para que luchen por un futuro donde nuestro poder y seguridad siempre sea primero. ¡Eso es el comunismo, únetenos!
