Chicago, 22 de mayo—Más de 30 trabajadores del Hospital Monte Sinaí, localizado en el lado Oeste de la ciudad, se reunieron ésta mañana para desafiar con valentía a sus patrones racistas y sexistas. Lo que comenzó como un denuncio leve, organizado por el sindicato, se realizó a una más militante acción, mientras los trabajadores decidieron valientemente agudizar ésta lucha reformista.
Los trabajadores comunistas en el Partido Laboral Progresista (PLP) están en ésta lucha para mejorar las condiciones de trabajo y para ayudar a construir una sociedad igualitaria sin el racismo o el sexismo. ¡Nos impulsa la visión de un brillante futuro cuando aplastemos el afán de lucro capitalista, reemplazando lo para cumplir con las necesidades de nuestras hermanas y hermanos de clase trabajadora; unidad con los pacientes y trabajadores!
Todos los trabajadores, negros, blancos y latinos, jóvenes y mayores de edad, hombres y mujeres, estuvieron presentes en un despliegue inspirador de unidad multirracial. Diferentes tipos de trabajo fueron representados – de trabajadores dietéticos a enfermeras(os) – de trabajadores de limpieza a terapistas respiratorios, agudizamos nuestro entendimiento de nuestros intereses comunes contra la explotación patronal.
Avanzando Contra los Patrones
Hoy marcó el inicio de nuevas negociaciones de un nuevo contrato entre los trabajadores de Monte Sinaí, ya representados por el local de cuidado médico SEIU, y los patrones. Entre nuestras principales demandas por un nuevo contrato incluyen el aumento más alto de salarios, favorecer los niveles seguros de dotación de personal, la dignidad y respeto en el trabajo, y cuidado médico pagado por el hospital. También estamos exigiendo que todos los otros grupos de trabajadores reciban reconocimiento de los patrones y sean parte del sindicato total.
El sindicato al principio nos organizó para hablar en un rali frente del hospital, entonces marchar adentro para entregar un cartelón con nuestras demandas colectivas firmados por cientos de trabajadores de Monte Sinaí dirigido al CEO Karen Teitelbaum. Todo el grupo de trabajadores se amontonaron dentro la oficina ejecutiva, solamente para ser informados de que ella todavía no había llegado. ¡(Que chistoso – trabajadores han hablado en su propia defensa cuando han sido disciplinados solamente por ser tarde un minuto mientras la patrona puede entrar tranquilamente cuando le da la gana)!
Primero pensando que la acción se había terminado, dejamos el cartelón en su oficina y el liderato sindical comenzó a dirigirnos afuera del hospital. Y a quien vemos entrando el pasillo sino Teitelbaum. Sin perder tiempo, la enfrentamos.
Un trabajador gritó: ¡“Queremos mejores condiciones de trabajo”! Y en oír esto, Teitelbaum levantó su dedo, insistiendo que nos calláramos en respeto para los pacientes. ¡Como que le importara los pacientes antes de las ganancias! Nerviosa, ella murmuró algo como “el tiempo y lugar apropiado” y “cadena de mando” antes de salirse como la ofendida.
No ser encajonados por los patrones o sindicales
La mayoría de nosotros fuimos sorprendidos por su respuesta y los organizadores del sindicato comenzaron a dirigir al grupo para el frente del hospital para comenzar hablar con la prensa. Pero una de las enfermeras tuvo otro modo de pensar. Ella marchó directamente detrás de Teitelbaum para confrontarla en su oficina. Como a muchos otros, ello supo que individuales trabajadores quienes tratan de seguir por la “cadena de mando” son ignorados o pacificados con poco o ningún acción por la administración del hospital. El resultado es evidente que los patrones están allí para oprimir a los trabajadores y para detener cualquier lucha. Esta enfermera estaba lista para confrontar a Teitelbaum solita pero un camarada del PLP rápidamente organizó a que la mayoría de los trabajadores en el pasillo regresaran a la oficina ejecutiva para apoyar la audaz acción de la enfermera. Más de 20 de nosotros regresamos a la oficina, exigiendo de atender nuestras quejas en ese momento y no esperar el inicio oficial de las reuniones de negociación. Este fue un aprendizaje de como tenemos que organizarnos para luchar. Este fue una probadita del poder de los trabajadores. Este fue un vistazo de un futuro comunista cuando los trabajadores dirigen toda la sociedad.
Nuestros enemigos de clase, los patrones, se agitaron claramente. Aceptaron una reunión improvisada donde los trabajadores se turnaban en acusarlos de las condiciones racistas y sexistas de trabajo. Los administradores fingieron estar preocupados y escribieron notas de nuestras quejas. Fue satisfecho de verlos intranquilos mientras los trabajadores brevemente tuvieron la ventaja.
También fue satisfecho de ver los trabajadores mover más de los límites puestos por la acción pasiva del sindicato. Los sindicatos tienen muchos recursos y dan un gran discurso, pero al final del día, el rol de ellos es en poner un límite al movimiento obrero y dejar intacto el sistema racista y sexista capitalista. Solamente en luchando por el poder verdadero de clase trabajadora – el comunismo – en construyendo un masivo PLP podemos esperar a superar los ataques mortales del capitalismo y crear una sociedad que atiende nuestras necesidades colectivas.
Los trabajadores merecen el comunismo
La clase trabajadora es capaz y merece más de lo que el sindicato o patrón les ofrece. Es absolutamente fundamental de aquellos de nosotros en el PLP involucrados en ésta campaña de ampliar el campo de ésta lucha anti sexista, anti racista y ganar a más camaradas a la única lucha real para la liberación obrera: la revolución comunista. ¡Más sobre ésta lucha por venir!J

El camarada Robert “Bob” Patterson murió en Brooklyn, Nueva York, el 8 de mayo de un paro cardíaco. Tenía 72 años. Deja atrás a un hijo, una nuera, un nieto, un hermano, sobrinas y sobrinos, y un gran grupo de amigos y camaradas.
 Bob era una presencia con la que siempre se podía contar. Su paso deja un tremendo agujero que trabajaremos arduamente para llenar. Después de que Bob fue presentado al Partido Laboral Progresista, lo abrazó y lamentó no haber conocido a nuestro Partido en una etapa anterior de su vida.
 Cuando era niño, a su abuela menonita le enseñaron contra el racismo. Esto se consolidó en un viaje a Cabo Cañaveral, Florida, que ganó por vender periódicos cuando era un adolescente repartidor. A medida que la camioneta con los ganadores se dirigía cada vez más hacia Jim Crow South, se enojó por el trato que recibieron dos jóvenes negros que también ganaron el viaje. No se les permitió usar los mismos hoteles y restaurantes que los jóvenes blancos, ya que se les quitó su dignidad. Este fue el comienzo de su militancia. Bob estuvo profundamente involucrado en las luchas por los derechos de los trabajadores y el antirracismo por el resto de su vida.
 Cuando era joven, trabajó con el Comité Coordinador de Estudiantes No Violentos durante el Movimiento por los Derechos Civiles. También participó en la famosa marcha antirracista por los derechos de voto sobre el puente Edmund Pettis en Selma, Alabama en 1965, un evento que cambió la vida de Bob. Los manifestantes fueron entrenados para ser pasivos frente a todos los ataques dirigidos contra ellos. Bob se indignó cuando uno de sus mejores amigos, un joven negro, fue bañado en pintura blanca por los racistas y nadie se defendió. Cuando Bob se reunió con el PLP hace 17 años, llegó a comprender el engaño del pacifismo y al confiar en la legislación para acabar con el racismo, y cómo los movimientos de reforma conducen a cambios. El camarada Bob también participó en los esfuerzos contra la guerra de la década de 1960, ayudando a muchos veteranos de Vietnam que se ausentaron sin permiso (ausentes sin permiso).
 La capacidad de actuación de Bob fue reconocida por Sir Tyrone Guthrie y recibió una beca completa para actuar en el prestigioso Teatro Guthrie de Minneapolis. A lo largo de su carrera profesional como actor y profesor del oficio de actuación, continuó promoviendo y organizando en torno al antirracismo y por la justicia social. Era un visionario y siempre pensaba en el mundo en general, en su estudio, en su iglesia, en la comunidad y en el Partido. Bob pensó en actuar como un oficio colectivo y que los actores podían ser ganados para ser políticamente antirracistas y luchadores por la justicia social. Pensó que los actores deben buscar la verdad en el mundo que los rodea y que esta verdad lleva a comprender la necesidad de un mundo igualitario. A lo largo de sus años en la fiesta, llevó a muchos de sus estudiantes a los eventos y grupos de estudio de PLP. Y a través del trabajo cultural del PLP, el camarada Bob utilizó sus habilidades para ayudar a difundir nuestras ideas políticas, ayudando a desarrollar presentaciones y presentaciones colectivas.
 Bob ayudó a crear un grupo de justicia social en su iglesia hace 20 años, que continúa hasta hoy. Él propuso y organizó foros, marchas y protestas, a las cuales podríamos invitar a nuestros amigos, siempre asegurándonos de que estuviéramos en movimiento para combatir el racismo y la injusticia. Él era el «chico a quien acudir» si querías información o querías planear un evento, pero él mismo no hacía todo el trabajo. Él fue capaz de animar a otros a intensificar y darse cuenta de sus talentos sin explotar. A menudo hacía que las personas fueran más allá de sus límites (como la timidez) para hacer presentaciones en foros, cenas, demostraciones, etc.
 Los foros abordaron una variedad de temas: «seguro de salud de pagador único», tratamiento racista de las víctimas del huracán Katrina, histeria anti-musulmana después del 911, asesinatos racistas de la policía como el asesinato de Kyam Livingston, etc. Bob también alentó a quienes trabajamos en el Downstate Medical Center para tener un gran mitin contra los planes de cerrar el hospital, lo que resulta en el mayor mitin allí desde la década de 1960. Cuatrocientos trabajadores, médicos y pacientes se reunieron, poniendo el miedo al poder de los trabajadores en los jefes y construyendo nuestra confianza. Gracias por el empujón, Bob.
 Hasta su último aliento, Bob estaba organizando un mundo mejor para su nieto y para todos nuestros nietos, haciendo docenas de llamadas diarias; Lamentó haber perdido la Marcha de Mayo de Brooklyn.
 Bob era, modesto pero inmodesto. Él dijo que era el mejor maestro de actuación, pero rara vez se jactaba de su posición en la profesión o de las personas famosas que conocía. También fue un hombre de muchos intereses, más allá del arte y la política. Le encantaba el baloncesto y veía todos los partidos de la NBA que podía. Tenía brazos largos y fue rápido en la cancha. Luchó para mantenerse en forma y ocultó su mala salud a sus amigos.
 Bob fue una gran presencia y organizador constante. Si una medida de una persona es que dejan el mundo en un lugar mejor, entonces Bob ha superado con creces esa medida. Todos los que trabajaron con él lo extrañarán.

El Partido Laboral Progresista lucha por el comunismo, el poder de la clase trabajadora, desde que el primer comunista científico, Carlos Marx, se basara en el estudio científico de la sociedad y el mundo.  A las ideas comunistas a veces se le llaman ideas “Marxistas”, acreditando a Marx por habernos quitado la venda de los ojos y ayudado a la clase trabajadora internacional a forjar una guía para la lucha y la revolución.
Desde entonces, un continuo circo de falsos intelectuales y académicos revolucionarios han tratado de “actualizar” o “replantear” las ideas comunistas quitándole su contenido revolucionario, engañando a los trabajadores que estan interesados en estas ideas. Uno de los últimos en hacerlo es un profesor de economía famoso en las universidades, desde CUNY hasta Paris: R. D. Wolff.  Su ultimo libro, Comprendiendo el Marxismo, dice que nuestro actual sistema capitalista puede ser superado con reformas económicas y votando.
Wolff, como muchos falsos izquierdistas, es solo un marxista de nombre y apariencia, pero en esencia solo escupe mas del mismo anticomunismo que escucha nos en toda la prensa capitalista.  
Quitandonos la venda nuevamente
La esencia del comunismo se puede encontrar en lo que dijo Marx; “Los proletarios no tienen nada que perder mas que sus cadenas.  Tienen un mundo que ganar.  Trabajadores del mundo UNÍOS”.  Marx creía que la clase trabajadora necesitaba un sistema comunista y que la lucha de clases revolucionaria era la forma de obtenerlo.  
En apariencia, el libro parece muy lógico, simplificando los escritos de Mars ya que mucha para mucha gente es difícil leer los tres tomos de El Capital, o tratar de comprender sus escritos sobre las crisis capitalistas.  Wolff argumenta que los trabajadores creen estar emancipados como “la mano de obra libre”.  En realidad, siguen siendo explotados para extraer la plusvalía, la cual a su vez se usa para esclavizarlos.
El autor tambien describe las guerras como desastres sociales, cuando en realidad, las guerras imperialistas son masacres masivos diseñadas por el capitalismo para destruir a sus rivales imperialistas y conquistar nuevos mercados, recursos, y trabajadores.
El autor presenta a Marx como un economista talentoso, que no sabe o le preocupa un mundo de colonización e imperialismo.  También dice que al parecer Marx hablo y escribió muy poco sobre el futuro mas allá del capitalismo, y que nunca sugirió que el estado o gobierno tenían un papel que jugar en un mundo post capitalista.  Por el contrario.
Los comunistas fueron y son internacionalistas
La participación de Marx en organizar los movimientos laborales y revolucionarios al rededor del mundo, ademas de su contacto con miles de activistas lo convirtieron en el principal enemigo de los capitalistas que lo buscaban de país en país.  Pero que nunca pudieron desviarlo de organizar un sistema basado en la igualdad, la distribución según la necesidad y para acabar con el dinero, el privilegio, y el sistema de ganancias.
El imperialista británico, Winston Churchill, sabiendo que el Manifiesto Comunista de Marx comenzaba con estas palabras, “Un fantasma recorre Europa” y sabiendo que la clase trabajadora dirigida por las ideas comunistas eran una amenaza al capitalismo, organizo a catorce ejércitos, incluyendo el ejercito de EE.UU. para invadir Rusia y aplastar la revolución obrera de 1917 para “estrangular al bebe [comunismo] en la cuna”.
!La única solución…
El autor sugiere que la solución para lograr una sociedad ideal y acabar con la explotación se deber organizar cooperativas (anarquistas con fines de lucro) para que hagan las desiciones de los cambios fundamentales de sobre la producción.
Estas desiciones, “deberán hacerse democráticamente en base a un voto por persona, por los trabajadores productivos y no productivos” (p. 69) a los últimos los describe en el capítulo cinco como administradores, oficiales de seguridad, abogados, politicos, accionistas, deudores, y recolectores de impuestos.  Pero se contradice mas tarde en cuanto al voto cuando dice, “llamativo espectáculo de multimillonarios compitiendo por comprar votos” (p. 71).
…es la revolución comunista!
La esencia de la producción no esta en como se hace el trabajo, sino porque se hace.  Los frutos de la producción le pertenecen a toda la clase trabajadora internacional y solo un partido comunista revolucionario – el Partido Laboral Progresista – dedicado a esa meta, podrá lograrlo.
El mensaje que reciben los trabajadores de los movimientos liberales y socialistas que se han acomodado al sistema de ganancias es el de reformas y votaciones.  La sobrevivencia de los trabajadores depende de su destruccion con la !revolución comunista!

El 13 de mayo, en el Oeste de Chicago la policía disparó y mató a otro hombre negro, Sharell Brown de 26 años. Un miembro del Partido Laboral Progresista fue informado poco después del tiroteo mortal por uno de sus compañeros de trabajo en el hospital. Rápidamente transmitieron la información a otros miembros del Partido que fueron puerta a puerta para obtener más información sobre el asesinato. Según información de Internet, Sharell fue disparado varias veces durante un enfrentamiento con dos policías, los cuales — obviamente— aseguraron que él les estaba disparando a ellos. Miembros del PLP fueron a hablar con personas de la comunidad para darles el punto de vista del PLP sobre la necesidad de organizarse para poder avanzar en la lucha contra estos asesinatos racistas. También llevaron DESAFÍO con ellos para ayudar a demostrar que el racismo se extiende por todo el país y es el alma del capitalismo de los EE.UU. El capitalismo necesita y promueve un odio racista y asesinatos racistas, y para terminar con dichos asesinatos racistas hay que construir y ganar la lucha revolucionaria para el Comunismo. Es la única manera.
Igual que otras muertes causadas por policías en todos los EE.UU., este asesinato policial no fue nada sorprendente para el Oeste de Chicago. Los asesinatos policiales no son nada raros en esta zona. El verano pasado, otro joven negro, Steven Rosenthal de 15 años, fue asesinado por un policía que dijo que Steven se suicidó en la puerta trasera de la casa de su abuela después de ser perseguido a pie por los policías. PLP se unió a la familia y amigos de Steven en muchas manifestaciones para protestar este relato falso de los hechos, apoyado también por el Departamento de la Policía de Chicago.
Las vidas de las personas negras en barrios pobres como el del Oeste de Chicago son baratas para los jefes capitalistas. A ellos no solo no les importan, sino también tienen que acosar, acusarles de crímenes, encarcelar y aterrorizar a los trabajadores, sobre todo a los negros, para mantenerlos bajo control. La policía es una parte esencial de toda esta maquinaria que oprime a los trabajadores y luego les culpa de los problemas que tenemos. Aquellos que dirigen los EE.UU. parecen estar por encima de todo, porque los policías hacen su trabajo sucio.
Miembros del PLP repartió DESAFÍO e hizo contactos en un esfuerzo para desarrollar una mayor base para continuar con la lucha. Sabemos que necesitamos correr la voz a nuestros compañeros de trabajo y a nuestros vecinos. Una manera de hacerlo fue celebrar la manifestación y la cena del 1º de mayo en la misma comunidad. Mientras nos manifestábamos, muchos dijeron que todos necesitamos organizarnos mejor. Se dijo que los jefes crean sus propios sepultureros, pero no es suficiente ser un sepulturero. Se tiene que matar al capitalismo primero para poder poner algo en la tumba.
Continuaremos protestando este último asesinato y organizándonos para las batallas que vendrán.