NUEVA YORK—Mientras los millonarios y bimillonarios hicieron la zafra durante esta pandemia, millones de personas en todo el país, inmigrantes indocumentados y los que han sido liberado de las cárceles, son excluidos de la ayuda federal, por lo que no han podido pagar la renta, comprar comidas y satisfacer necesidades básicas, para poder sobrevivir en una sociedad y un gobierno que no se preocupa por los trabajadores en general y en especial de los trabajadores indocumentados que han sido esenciales durante esta pandemia.
Una coalición formada por varias organizaciones comunitarias y otras personas que se han solidarizado con nuestra causa de conseguir más de 3 mil millones de dólares del gobierno estatal para los excluidos.
Se han efectuado muchas actividades, reuniones por zoom, para planificar todas las acciones que se han hecho para lograr ese objetivo.
Se han hecho varias protestas en casas y oficinas de politiqueros incluida la casa del gobernador.
El 5 de marzo se tomaron dos puentes por parte de un numeroso grupo de personas y por último se planificó una huelga de hambre a partir del día 16.
Como parte de nuestra línea, de estar involucrado en actividades y luchas de organizaciones comunitarias, nuestro club ha participado activamente en estas acciones, dando liderato en las protestas, gritando fuerte y de manera muy militante nuestras consignas:
¡OBREROS UNIDOS, JAMÁS SERÁN VENCIDOS!
!LAS LUCHAS OBRERAS, NO TIENEN FRONTERAS!
ESTE PUÑO SI SE VE, ¡LOS OBREROS AL PODER!
Y otras consignas que demuestran el poder de los obreros, también
durante este periodo, hemos distribuido cientos de nuestro periódico Desafío: revolucionario y comunista, que han sido recibidos con gratitud por parte de los miles de trabajadores y comunidad que han participado en esta campaña.
Nuestro club entiende claramente, que estas son luchas por reformas y en cada reunión que tenemos mensualmente por zoom lo recalcamos.
El capitalismo nunca resolverá las necesidades de la clase obrera y de nuestras comunidades.
Solo la unidad de todos los trabajadores del mundo alrededor de un partido de masas, el Partido Laboral Progresista podrán hacer la revolución por el Comunismo, donde trabajaremos para satisfacer nuestras necesidades y las necesidades de la comunidad.
Debemos seguir trabajando y luchando dentro de estas organizaciones para ampliar nuestra base llevando la línea de nuestro partido.
EL COMUNISMO ES EL FUTURO DE LA HUMANIDAD!
Únete con nosotros para crecer masivamente a nuestro partido, para librar la revolución por EL COMUNISMO.

Solidaridad roja con estudiantes-trabajadores huelguistas

En la última semana de marzo, un club del Partido Laborista Progresista (PLP) organizó un grupo de trabajadores y estudiantes para apoyar un piquete de trabajadores en huelga en su segunda semana en la Universidad de Columbia. Casi 3.000 estudiantes se unieron en solidaridad con el Sindicato de Trabajadores Graduados de Columbia después de negociaciones fallidas sobre un aumento de $ 4,000 a los estipendios anuales y aumentos por horas y salarios para cumplir con los estándares de salario digno, así como una mejor financiación de la atención médica (Gothamist, 8/3/21).
La solidaridad del PLP proporcionó un impulso palpable a los estudiantes-trabajadores graduados en huelga, y recibimos una respuesta entusiasta. Los huelguistas estaban animados y sus cánticos de "abajo, abajo, abajo con los patrones, arriba, arriba, arriba con los trabajadores" y "nosotros somos los trabajadores, los poderosos, los trabajadores poderosos" resonaron con la militancia de conciencia de clase.
Varios huelguistas, así como residentes de la comunidad, aceptaron el DESAFÍO. También logramos hacer algunos contactos.
Nuestro club PLP también asistió a una manifestación de estudiantes-trabajadores graduados en la Universidad de Nueva York (NYU) que están presionando para que se vote por la autorización de huelga. La actividad en las instituciones privadas de Columbia y NYU sirve de inspiración para aquellos de nosotros que luchamos por replicar una actividad similar dentro de nuestro trabajo organizativo en el Professional Staff Congress (PSC), que representa a la City University of New York (CUNY).
En el mitin de la NYU, uno de nosotros de CUNY pidió a los miembros del PSC que siguieran el ejemplo de estos trabajadores y abandonaran el 'hombre del saco' de la Ley Taylor, la ley que prohíbe a los trabajadores del sector público hacer huelga para impulsar una acción militante.
En la actualización más reciente en Columbia, nos enteramos de que, para consternación de muchos militantes en huelga de base, el liderazgo sindical de la UAW ha cancelado la huelga y acordó entregar el destino de los trabajadores a un llamado mediador neutral.
Poner fin a una huelga a favor de la mediación desarma a los trabajadores y sofoca el potencial para desarrollar más la lucha de clases. Desafortunadamente, este ha sido el camino que han seguido los líderes sindicales y sirve como recordatorio de los límites de la reforma. Las huelgas construyen claramente la unidad y la militancia de los trabajadores, y brindan la esperanza de lograr reformas, a pesar de sus deficiencias.
Las huelgas también sirven como escuelas para comprender la verdadera naturaleza del capitalismo. ¡La lucha de clases proporciona el crisol potencial para crear el liderazgo comunista necesario para destruir este sistema racista de ganancias que oprime a la clase trabajadora, de una vez por todas!
Viva la clase trabajadora. Viva el comunismo. ¡Únete al PLP!J

*****

Pero, ¿no es China comunista?
“¿Pero no es China comunista?”, preguntó un lector, sobre el editorial del 14 de abril: “Estados Unidos y China harán la guerra mundial; trabajadores pueden hacer la revolución.
¡Bueno, no! China ha estado construyendo capitalismo durante los últimos 50 años y el Partido Comunista Chino (PCC) es el estado parte a cargo del desarrollo capitalista. Durante la década de 1960 el PLP fue el partido fraterno del PCC. Los lectores del DESAFIO incluyeron a muchos trabajadores en China.
Pero en 1971, PLP publicó La Gran Revolución Cultural Proletaria y La Reversión Del Poder Obrero en China, rompió lazos con el PCC y concluyó que China se apartó de la revolución comunista ya en 1959. El a la derecha del PCC (incluido el propio Mao) derrotó a la izquierda. La tragedia de este cambio (como en la Unión Soviética) mostró al PLP que el socialismo ha llevado de vuelta al capitalismo, no al comunismo.
El artículo examina la práctica de 30-40 millones de izquierdistas chinos en la Revolución Cultural, publicado en escritos como Whither China? (https://tinyurl.com/f5abbtpf).
Si no estaba claro en 1959 que China había dejado el camino a la revolución, entonces fue muy claro en 1968 cuando Mao utilizó el Ejército Popular de Liberación (PLA) para aplastar la Revolución Cultural; y ya no había ninguna duda para 1978, cuando la “reforma” de Deng Xiao-Ping vio al PCC girar al 100% en la construcción del capitalismo (“Hacerse rico es glorioso”).
El resultado que vemos hoy en día, un sistema capitalista estatal y privado combinado, desafiando a los Estados Unidos y dirigiéndose a toda la etapa imperialista de su desarrollo.
La Gran Revolución Cultural Proletaria y la Reversión del Poder Obrero en China es esencial para entender la posición de PLP de que la China capitalista es la potencia mundial imperialista emergente más poderosa, en un curso de colisión con el declive del imperio racista de Estados Unidos. A medida que Estados Unidos y China se acercan a la Guerra Mundial, debemos prepararnos para una larga lucha política con aquellos que creen que China sigue siendo socialista, o que China es un capitalista menos malvado, o que cualquier enemigo de los Estados Unidos imperialistas es nuestro amigo.
La Revolución China y su derrota se encuentran entre los acontecimientos históricos más importantes para que los revolucionarios estudien y comprendan. China fue una vez el centro de la revolución mundial, ¡una inspiración para miles de millones! Nuestros camaradas comunistas destruyeron la sociedad feudal y abolieron toda la clase de propietarios. Expropiaron capital privado. En los grandes avances logrados por la izquierda en el partido —desde el comunismo bélico del PLA, pasando por el Gran Salto Adelante y las Comunas Populares Rurales, y hasta la Revolución Cultural—, millones de nuestros camaradas chinos mostraron al mundo que los trabajadores rurales y urbanos podían tomar las riendas del poder y destruir violentamente la explotación y la opresión capitalista.
Este documento es energizante de leer, y animamos a todos a unirse a esta discusión. Una vez que comience, también intente leer La revolución cultural desconocida de Dongping Han, un relato de primera mano del GPCR.
*****
Mira una película inspiradora contra el fascismo
Recientemente vi la maravillosa película italiana de 1945 Roma, Ciudad Abierta.
Está ambientada en Roma durante los nueve meses de brutal ocupación de esa ciudad por los nazis. Los protagonistas son un líder comunista de la resistencia, Georgio Manfredi, su camarada Francesco y la prometida de Francesco, Pina. También hay un grupo de niños que han tomado la lucha por su cuenta, y un sacerdote católico comprensivo, Don Pietro. Cuentan con el apoyo de muchas otras personas de la clase trabajadora que odian al régimen mussolini/nazi.
En el otro lado hay un cruel investigador nazi, su personal y el ejército alemán, y un par de personas débiles que son corrompidas por los nazis.
La película es uno de los primeros y mejores ejemplos de neorrealismo. Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, varios cineastas italianos produjeron películas innovadoras que se centraron en la vida de la gente común.
Hace décadas películas como esta eran, por supuesto, mucho más difíciles de ver. Roma, Ciudad Abierta aparecería cada pocos años en una “Casa de Arte” de Manhattan. Cuando se trataba de Milt Rosen, uno de los fundadores y en ese momento presidente del Partido Laborista Progresista, organizaba a familiares y amigos para ir a verlo. Milt había sido un joven soldado en el ejército estadounidense en la Guerra Segunda Mundial y había sido parte de algunos de los combates más duros en el norte de Italia. Cuando la película terminó, Milt se levantaba y decía: “Estas cosas sucedieron. Yo tenía diecinueve años en el ejército de ee.UU. allí. ¡Si no hubiera sido por los partisanos que constantemente nos ayudaban no habríamos llegado a ninguna parte!”
Siempre me parece inspirador ver algunas de las películas que salieron durante o justo después de la Segunda Guerra Mundial cuando la experiencia del nazismo/fascismo era tan reciente y tanta gente había estado involucrada en la lucha contra él.
*****
Críticas de artículo sobre Langston Hughes
Felicito a DESAFIO por poner el foco en el gran Langston Hughes, cuya poesía consciente de la clase sigue siendo una fuente de inspiración para los comunistas de todas partes (vea DESAFIO, 3/3, 17/3 y  31/3).
Sin embargo, tengo algunas críticas camaradas sobre el largometraje de tres partes sobre su vida y su trabajo. Si bien es cierto que Hughes formó parte del equipo de “Blanco y Negro” en 1932, la razón por la que esta película soviética sobre las relaciones raciales en el sur de EE. UU. fue cancelada no fue que FDR vio “la Unión Soviética en imágenes de películas” (DESAFIO, 3/3). Más bien, fue que Hugh L. Cooper, un ingeniero estadounidense que supervisaba la construcción de una importante represa en la Unión Soviética, se negó a completar el proyecto a menos que «Blanco y Negro» fuera abandonado. En un momento en que la Unión Soviética luchaba por industrializarse, la demanda de Cooper era especialmente nefasta.
DESAFIO observa justamente que Hughes siguió siendo un izquierdista mucho después de la década de 1930. Pero buena parte de su trabajo de la década de 1940 muestra una mezcla problemática de populismo de izquierda y nacionalismo estadounidense. El movimiento contradictorio de Hughes hacia el centro probablemente se debió a la falta de liderazgo de la CPUSA en asuntos raciales durante su período de “ganar la guerra” (1942-1945). En ese momento, los comunistas estaban decididos a derrotar a la amenaza fascista en el extranjero, incluso si eso significaba restar importancia a la lucha antirracista en casa. Por lo tanto, simplemente no es cierto que - como sugiere la característica - “los trabajadores negros y los comunistas avanzaron el objetivo de ‘Doble V’” (DESAFIO, 3/3).
Por último, la función DESAFIO muestra una postura un tanto poco cómico hacia el Renacimiento de Harlem. El Renacimiento cristalizó diferentes visiones de la liberación negra a lo largo de la década de 1920. La Parte 1 celebra Harlem de la década de 1920 como un “centro dinámico para la cultura y la política” (DESAFIO, 3/3), mientras que la parte 2 implica que el Renacimiento fue un movimiento basado en la identidad pidiendo el Orgullo Negro (DESAFIO, 17/3). Ninguna de las dos formulaciones captura la complejidad ideológica del movimiento, que a veces defendía ideas prosocialistas y a veces promulgó concepciones culturalistas y nacionalistas de la política y la identidad. La poesía de Hughes de la década de 1920 exhibe estas tendencias contradictorias.
Con todo, sin embargo, la función DESAFIO fue excelente; espero leer más artículos sobre la cultura roja.
*****
Autor de Agente Sonya es anticomunista
AGENT SONYA de Ben Macintyre se revisa en la edición del 17 de marzo de DESAFIO. La crítica es altamente favorable y describe la historia del libro de la notable Ursula Kuczynski que fue una espía maestra para el movimiento comunista mundial y en particular para la Unión Soviética desde la década de 1930 hasta después de la Segunda Guerra Mundial y un comunista leal hasta su muerte en la década de 1950. Nunca perdió su fe en el comunismo y el futuro.
El crítico no comenta que Macintyre es bastante anticomunista y el lector se queda con la impresión de que Sonya debe haber sido un ingenuo “verdadero creyente”. Obviamente increíblemente dedicada e increíblemente inteligente, capaz de burlar a las agencias de inteligencia de Estados Unidos, Reino Unido, Japón y Alemania, ella era cualquier cosa menos ingenua.  El crítico del NYT, Kati Marton, estaba muy preocupado porque Macintyre mencionó que Sonya servía a “uno de los grandes monstruos de la historia y a sus herederos sólo de paso”.
Creo que muchos lectores de DESAFIO encontrarían las opiniones del autor lo suficientemente preocupantes como para dejar de leer. Sin embargo, si puedes dejar de lado estas referencias “pasajeas” en el libro al paradigma anti-Stalin, antisoviético, entonces disfrutarás del libro y te sentirás inspirado por este heroico ser humano que fue capaz de vivir una vida plena con una familia y amigos mientras hacía todo lo posible para asegurar un futuro mejor para los trabajadores de todas partes.
*****

“Frente a la ‘trampa de Tucídides’ ... el ejército debe intensificar sus esfuerzos”. —General Xu Qiliang, vicepresidente del ejército de China

“[China] declaró que la guerra con Estados Unidos es inevitable ... Cuando [Estados Unidos] envía un equipo de combate de brigadas blindadas a cualquier parte del mundo ... ha tomado la decisión estratégica de luchar y ganar” —General de División Richard Coffman del ejército de EE. UU.

Los rivales imperialistas China y Estados Unidos están atrapados en la “trampa de Tucídides”, un impulso inevitable hacia la guerra cuando una potencia en ascenso amenaza con desplazar a la potencia mundial establecida. Impulsados por su necesidad de obtener el máximo beneficio y la supremacía mundial, los capitalistas se encaminan hacia la Tercera Guerra Mundial.
Desde la firma del acuerdo con Irán hasta desafiar la moneda mundial, China, aspirante a líder, marca más territorio, mientras que Estados Unidos en decadencia se tambalea y pierde aliados junto con su credibilidad. Estados Unidos reinó como una superpotencia desde el final de la Segunda Guerra Mundial y estableció lo que ellos llaman el orden mundial liberal, que ha estado en declive desde la década de 1970. Su dominio se basa en el poder financiero y militar de Estados Unidos, su control estratégico del Medio Oriente y el flujo de petróleo a Europa, Asia y África. Para mantener este dominio, necesitan reconstruirse para la guerra y fomentar el nacionalismo contra su archirrival, China.
La guerra, con la vida de la clase trabajadora como carne de cañón, es la forma en que los gobernantes resuelven sus contradicciones. El Partido Laboral Progresista pide a todos los trabajadores que rechacen a los guerreros estadounidenses y chinos. En cambio, la clase trabajadora internacional debe aceptar su papel histórico de convertir la guerra mundial en una revolución para el comunismo.
Demonstración de fuerza china
La China imperialista está afirmando su creciente dominio contra Estados Unidos por todos los medios necesarios. Todas las áreas de la vida se han convertido en escenarios de guerra, incluida la tecnología. China actualizó su “Hecho en China 2025”, una política estratégica para convertirse en el gobernante máximo en la fabricación de alta tecnología (Departamento de Defensa de EE. UU., 25/3). Las sanciones del expresidente estadounidense Donald Trump, intensificadas por la actual administración de Joe Biden y Kamala Harris, cortaron el acceso de China a microchips con licencia estadounidense, las tecnologías en las que confían las industrias, incluida la defensa (Asia Times, 14/3).
Para contrarrestar este obstáculo, China está gastando $ 90 mil millones con la esperanza de desarrollar una tecnología innovadora que hará que Estados Unidos sea irrelevante (The New York Times, 3/10).
Las economías del mundo se ven cada vez más obligadas a elegir entre el mundo liderado por Estados Unidos o el dominio rápidamente creciente de China. China expandió oficialmente su influencia imperialista con los países de Asia y el Pacífico en la órbita de Estados Unidos (como Corea del Sur, Australia y Japón) a través de su acuerdo comercial RCEP. Mientras tanto, al más puro estilo gángster, China busca exacerbar las tensiones entre Estados Unidos e Irán, un país de enorme importancia geopolítica y petrolera. Irán, perjudicado por las sanciones de Estados Unidos, acordó descuentos en el petróleo y una mayor “cooperación militar” con China a cambio de una inversión de $ 400 mil millones durante 25 años (Seattle Times, 3/27).
En un esfuerzo por prepararse para la Trampa de Tucídides, China fortaleció sus sistemas militares con la Rusia imperialista rival de Estados Unidos. Las fuerzas armadas de China en rápido desarrollo ahora han “logrado paridad con —o incluso superado —los Estados Unidos” en términos de su ejército, armada y cohetes (Servicio de Investigación del Congreso, 1/5).
Para colmo de males, China ha estado aprovechando su Iniciativa de la Franja y la Ruta imperialista (acuerdos de infraestructura con más de 60 países y dos tercios de la población mundial) para promover los negocios en el yuan. Abandonar el dólar, la principal moneda de reserva del mundo desde el final de la Segunda Guerra Mundial, es un puñetazo en el estómago para la supremacía mundial de Estados Unidos. La ley capitalista es competir y expandirse o morir.
La crisis del imperio estadounidense acelera los planes de guerra
Ningún imperio cae sin luchar. La respuesta fallida a la pandemia de Covid-19, junto con la debacle de Trump, expuso la ropa del emperador para que todo el mundo la viera. Los torpes esfuerzos de los gobernantes estadounidenses para mantener el dominio se encuentran con la desconfianza de Oriente Medio, Asia y Europa, por nombrar algunos.
Tomemos la corriente Nord 2, casi terminada. Este gasoducto proporcionará gas ruso barato directamente a Alemania, bajo el Mar Báltico, sin pasar por la hostil Ucrania, un aliado de Estados Unidos despreciado. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, está amenazando a sus supuestos amigos Alemania y la Unión Europea para que lo rechacen (Reuters, 3/28). Pero los señores de la guerra se quejan, “[E] aquí no hay nada ... Biden y su equipo ... pueden hacer para detener ese [escepticismo]. A partir de ahora, todos los países, en todas partes, deben cubrir sus apuestas sobre Estados Unidos ‘’ (Relaciones Exteriores, marzo / abril).
Como cualquier depredador, una superpotencia es más peligrosa cuando está herida. El ala financiera dominante de la clase dominante estadounidense, representada por Biden, construirá el fascismo (ver glosario, página 6). Buscan unificar su propia clase capitalista para la guerra. Esa es la esencia de la campaña “Build Back Better” de Biden. La cínica afirmación de Biden de que está invirtiendo en los trabajadores es un intento de ganar a nuestra clase para la agenda imperialista de los gobernantes. No nos equivoquemos: las reformas son parte del esfuerzo de guerra.
El capitalismo estadounidense, una vez gobernante, ahora lame heridas, es incapaz de hacer frente a la inestabilidad internacional a la que se enfrenta. No es de extrañar que el general Richard Coffman esté pidiendo desesperadamente tropas y vehículos de combate (Military Times, 11/3).
 El nacionalismo y el racismo forman parte del arsenal de EE. UU.
El ala del capitalismo financiero de la clase dominante estadounidense tiene una contradicción en sus manos. Mientras lloran lágrimas de cocodrilo por el ataque racista a las trabajadoras asiáticas en Atlanta, los patrones todavía necesitan racismo y nacionalismo antiasiático contra su rival imperialista, China. Por supuesto, el racismo antiasiático no es nada nuevo. Hace un siglo, Estados Unidos encerró a familias japonesas en campos de concentración locales durante la Segunda Guerra Mundial.
Cada vez que Estados Unidos necesita prepararse para la guerra, aumentan su racismo. Están aprovechando todas las oportunidades para fomentar el patriotismo anti-China. “Beijing suspendió la exportación de máscaras faciales ... en el mismo momento en que [Estados Unidos] más las necesitaba” (New York Times, 18/3). Su estrategia ideológica parece culpar a China por las muertes del Covid-19 en Estados Unidos mientras amenaza con que la democracia está en juego.
Así que los hipócritas derramaron lágrimas por el asesinato de 7 trabajadoras asiáticas mientras intentaban movilizar soldados para matar a millones de trabajadores chinos. Una encuesta de Pew Research sugiere que el 90 por ciento de la población estadounidense ve a China como un enemigo (Yahoo News, 3/4). Avivar el racismo anti-chino alimenta las llamas de la guerra. La clase trabajadora debe rechazar esto con un internacionalismo feroz.
Convierta la guerra imperialista en una guerra de clases
Las guerras mundiales ponen al descubierto la crueldad de los imperialistas y su disposición a derramar la sangre de los trabajadores. Por eso debemos hacer la revolución comunista y gobernar este mundo por nosotros mismos. La Primera Guerra Mundial dio origen a la Revolución Bolchevique; La Segunda Guerra Mundial dio lugar a la Revolución China. La primera dictadura proletaria en la Unión Soviética, la lucha liderada por los soviéticos contra el fascismo en la Segunda Guerra Mundial, la Revolución China y la Gran Revolución Cultural Proletaria, junto con las valientes luchas antiimperialistas de las décadas de 1950 y 1960, dieron esperanza a los trabajadores. En todas partes. El mundo vio que los oprimidos podían deshacerse de sus cadenas.
Si las guerras son condiciones previas para la revolución comunista, China y los imperialistas estadounidenses le están mostrando a la clase trabajadora la responsabilidad histórica de romper esta trampa capitalista.
A medida que se acerca la próxima guerra mundial y la opresión capitalista se intensifica en todos los rincones de la tierra, el Partido Laboral Progresista puede dar grandes pasos para infundir la lucha de clases con la política comunista. Solo a través de una lucha prolongada durante este período lento podremos lograr avances hacia una revolución comunista. Podemos hacerlo luchando en nuestros lugares de trabajo, escuelas y organizaciones comunitarias, con los principios del antirracismo, el antisexismo y el internacionalismo. ¡Únase a la lucha el Primero de Mayo!

ANNAPOLIS, MD—Resonaron coros y demandas por la capital del estado de Maryland mientras más de 150 manifestadores, con el apoyo de 90 organizaciones de base, marcharon al parlamento de Annapolis. El colectivo dela Coalición por Justica y A contabilidad Policiaca en Maryland tenían esperanzas grandes en re apelar la ley le Ley de los Derechos de los Cuerpos Oficiales (LEOBR) finalmente pasaría pero como es el caso con mucha luchas de reforma, estas esperanzas fueron aplastadas por múltiples enmiendas obliteradas. El Partido Laboral Progresivo (PLP) unieron las voces haciendo un llamado al engaño de la legislatura a la clase obrera y corearon: solo una revolución comunista romperán nuestras cadenas.
El PLP ha trabajado con la coalición para acabar el terror policiaco racista y el asesinato por años ahora. Varios miembros del PLP quienes también trabajan con la Comunidad de Justicia en el Condado de Prince George y la Coalición de Miércoles West en Baltimore asistieron a la marcha, distribuyendo copias del DESAFIO.
Nuestro mensaje para los obreros: el acabar con el terror policiaco y asesinatos requiere una derrota revolucionaria de todo el maldito sistema- apelando a la legislatura nunca liberara la clase obrera. Políticos indulgentes representan y controlan este sistema capitalista racista.
Una historia de racismo, enmascarada como reformas
Después de que paso la Acta Nacional de Vivienda Justa en 1970 los obreros negros comenzaron a hacer sus vidas en el Condado de Prince George. En lo que creció mas integrada la población se estableció el racista LEOBR, proveyendo una capa de seguridad de racistas en azul. Desde su establecimiento, LEOBR ha inspirado medidas similares en condados a su alrededor, dándole extra protección a policías cuando sea que los culpen de fuerza excesiva o asesinato.
LEOBR ha sido un punto focal de protestas antirracistas por más de 30 años. Sin embargo, a pesar de creciente percatación de asesinatos racistas y ataques a las manos de la policía, se coincidieron reformas mínimas solo después de revueltas en Baltimore en contra del asesinato de Freddie Gray.
La reforma insultadora simplemente redujo el tiempo que los policías pueden reusar interrogación de 10 a cinco días. Claro, cinco días son bastante tiempo para que un asesinato racista, incentivados por el sistema, de “montar las historias bien,” alteren la evidencia, y evadan responsabilidad.
Una clase obrera militante nunca puede ser derrocada
En respuesta a estas medidas racistas continuas se formó La Coalición y estableció demandas para proteger los obreros negros y latinos: abolir el LEOBR; abrir los records de los policías culpados por mal conducta; remover policía armada de las escuelas; establecer una ley a nivel estatal para minimizar el uso de policías; y volver el departamento de policía de la Ciudad de Baltimore a control local.
Demandas para estas reformas han sido grandemente guiadas por voces de madres quienes hijos han sido asesinados por la policía que han sido incambiables. Muchos participantes en la marcha este mes también han combatido por la “ley de Antón” llamada por la víctima de un asesinato policiaco en el cual los records cuestionables del policía no se revisaron cuando fue contratado por Eastern Shore de Maryland.
Más de 20 leyes relacionadas con estas demandas se han introducido de un político al otro, pero predeciblemente, virtualmente todas fueron enmendadas para hacerlas inútiles, algunas incluso fueron pasadas por el Senado del estado. Políticos liberales, los lobos más furtivos en ropa de borregos, están dispuestos a presentar leyes sabiendo que nunca pasaran. Los obreros han visto este engaño repetidamente en las legislaturas del estado por todo EE.UU.
Aprendiendo de la lucha del verano
Más de 15 millones de persona, en EE.UU. solo, participaron en protestas masivas y rebeliones este verano pasado en contra del terrorismo policiaco. Con obreros uniéndose internacionalmente y combatiendo el racismo en nombre de George Floyd, Breonna Taylor, y muchos más perdidos a asesinatos racistas.
Lo que vimos fue el potencial de una clase obrera unida para cambiar el sistema. En la cara de una lucha organizada, multirracial, multi-generacional, antirracista y anti-sexista, los políticos fueron forzados a tomarse problemas que históricamente han ignorado. Al grado que se cambiaron leyes y prácticas para reducir terrorismo policiaco, hemos experimentado límites de reforma.
La revolución comunista es la única solución
Mientras la sección legislativa de Maryland llega al cierre del 2021, parece que el único cambio sustantivo en el refuerzo de la ley de legislación es que los records de algunos de los oficiales pueden ser abiertos públicamente, pero solo si parece razonable hacerlo al departamento de policía. Los policías permanecerán en las escuelas, la policía continuara a ser protegida y las madres llevaran un año más sin justicia a pesar de un verano abierto de rebelión en contra del sistema capitalista racista.
La lucha en contra de la brutalidad policiaca precede incluso el movimiento de derechos civiles por décadas. Estos combates a menudo son escuelas para el comunismo y agudizan la política de la clase obrera pero caen cortas mientras los jefes capitalistas continúan a fomentar racismo brutal policiaco, intimidación, y terror para mantener poder por encima de nosotros.
El PLP continua impulsando la creencia que solo una revolución comunista puede salvar la clase obrera. Mientras muchos obreros aún no se han ganado lejos de las ideas racistas y capitalista que se nos han engendrado, luchamos todos los días contra estereotipos racistas y exponemos leyes racistas y estructuras.
Nos mantenemos animados en los obreros tomarse las calles y la ayuda extensiva mutual y el apoyo de nuestros vecinos durante la pandemia del Covid-19. Desilusión con el sistema capitalista por millones de obreros y jóvenes nos abre la puerta para crear y llevar una revolución para crear un sistema comunista para la clase obrera, liderada por la clase obrera.