- Information
- Imprimir
Editorial: Cachemira - ¡El imperialismo mata, rompe todas las fronteras!
- Information
- 24 Mayo 2025 53 visitas
Un reporte de Paquistán es la base del siguiente editorial.
Mientras la guerra entre los poderes nucleares India y Paquistán está en pausa por el momento, el cese al fuego se mantiene en un hilo.
Cachemira es una marioneta en un juego de guerra de los gobernantes capitalistas – para el decadente superpoder estadounidense, el rival imperialista China, y los negociadores en India y Paquistán. Los trabajadores están atrapados en el fuego cruzado. Existe una lección que aprender de la historia de la clase trabajadora, que las guerras regionales nos llevan a guerras más grandes. Solo un movimiento masivo, dirigido por el Comunista Internacional Partido Laboral Progresista puede convertir estas guerras por tierras, petróleo y ganancias, en una guerra de clases por la revolución comunista.
El 7 de mayo, todo Sudasia explotó – ¡otra vez! Cachemira es una de las fronteras más disputadas en el mundo, con India, Paquistán, y China controlando partes de la misma. En la parte controlada por India, un grupo armado nacionalista basado en Paquistán, El Frente de Resistencia, asesino a 26 civiles. En respuesta, India lanzo su “Operación Sindoor” con misiles que asesinaron por lo menos a 31 e hirieron a 57 (BBC, 9/5). Paquistán contesto con artillería pesada, asesinando a por lo menos 16 más. Por cuatro días, las bombas destruían hogares y barrios. Para el 10 de mayo, El asesino-en-jefe estadounidense Donald Trump dijo que había negociado la “paz” en el subcontinente.
La masacre en Cachemira, es el resultado del veneno religioso, nacionalista, engañoso, la explotación capitalista y dominio imperialista. Es la guerra patronal derramando la sangre de los trabajadores. El Partido Laboral Progresista hace un llamado a la clase trabajadora internacional a rechazar las mentiras capitalistas letales, y unirse para derrocar al sistema capitalista que florece con estas matanzas.
Cachemira: diferentes gobernantes, mismo juego
Por siglos, las masas en Cachemira han enfrentado una implacable opresión. Imperios, reyes, y estados modernos han batallado por el control, dejando a gente ordinaria encadenada a la división y explotación.
Todo se remonta a los gobiernos coloniales británicos, que saqueaban Sud Asia al mismo tiempo que esclavizaban a la gente en África. Su imperio global fue construido por medio de conquistas violentas, robos descarados, y despiadada labor forzada. Después de derrotar el imperio Sikh, los patrones británicos se dieron cuenta de lo costoso y difícil que era gobernar la montañosa Cachemira. En 1846, se la vendieron a la monarquía Dogra, los nuevos capataces, quienes gobernaron por más de 100 años.
Mientras tanto, los trabajadores seguían luchando. En la resistencia de las décadas de 1920-30, contra los patrones Dogra, estos últimos aumentaron su brutalidad. En 1944, un llamado por un “Nuevo Cachemira”, demandando reformas laborales y agrarias, fue traicionado por los oportunistas nacionalistas que se unieron a los capitalistas de India. Fue otro caso que demostró lo inútil que son las reformas y los peligros de la colaboración de clases.
Una segunda guerra mundial y el primer estado obrero en Rusia conmocionaron al capitalismo global. Inspirados por la Unión Soviética, los trabajadores en todo el mundo, incluyendo Sudasia, crearon movimientos anti coloniales. En 1947, el imperio británico – cayo en crisis y presionados por las revueltas de los trabajadores – salieron corriendo de ahí, pero no sin antes jugar su última carta de dividir y conquistar.
Así como lo hicieron durante Nakba Palestina un año después, los patrones británicos crearon un baño de sangre. Crearon nuevas fronteras de un día al otro. La participación en 1947 entre la mayoría hindú de India y la mayoría musulmana de Paquistán, asesinaron hasta tres millones, desplazando 14 millones más (National Endowment for the Humanities, summer 2022). Las nuevas fronteras fueron diseñadas para fragmentar la unidad anti-imperialista de los trabajadores.
Desde la partición, India y Paquistán han tenido tres guerras sobre Cachemira, en 1947-48, 1965, y 1999. Cada guerra dejó los conflictos patronales sobre el control y ganancias sin resolver. Y a las masas sufriendo más que antes.
En 2019: el partido gobernante Bharatiya Janata, un grupo de supremacistas hindúes, revocaron la limitada autonomía de Cachemira. Así como los fascistas israelíes siguen desplazando a un sin número de familias palestinas, los gobernantes de India siguen sacando a los trabajadores y sus hijos de sus hogares en Cachemira, siguen saqueando la tierra y continúan aplastando la resistencia, con ocupación, toques de queda y terror.
Nuestra clase siempre paga el precio, con sangre
La verdadera liberación no llega a través de ajustes políticos o acuerdos parlamentarios. Viene de aplastar el sistema capitalista a través de la revolución comunista. La clase trabajadora de Cachemira ha resistido por mucho tiempo – contra reyes Dogra, imperialistas británicos y ahora patrones de India y Paquistán. Pero sus luchas han sido cooptadas por los nacionalistas y los falsos líderes reformistas. No existen los buenos capitalistas, ni los males menores capitalistas. Solo un partido comunista dirigido por y para la clase trabajadora puede crear una sociedad decente y llenar todas las necesidades de los trabajadores.
Cementerio de la rivalidad inter-imperialista
Rica en recursos naturales y crucial para el control militar de Sudasia, Cachemira está atrapada en la encrucijada de la rivalidad inter imperialista. La alianza China con Paquistán, principal rival regional de India, agudiza las tensiones.
Durante la Guerra Fría, India se inclinaba hacia la Unión Soviética, mientras que Paquistán se convirtió en el camino estadounidense a China, un camino trasero para abrir una grieta entre los dos gigantes exsocialistas. Este juego peligroso costó muy caro. En 1971, EE.UU. financió la respuesta genocida de Paquistán al movimiento independentista bengalí en el este de Paquistán, ahora Bangladesh. Más de cincuenta años después, las ideas nacionalistas siguen separando a los trabajadores.
Hoy el imperialismo estadounidense y el capitalismo de estado chino, explotan la crisis de Cachemira, el corredor económico China-Pakistan Economic Corridor (CPEC), pilar de la ruta de seda china. La iniciativa corta a través de Cachemira. En respuesta, Trump sostiene la estrategia bi-partisana estadounidense de apoyar a India y su ministro racista, Narendra Modi, como contra peso a China. Pero India también es miembro de BRICS, un bloque dominado por China. La maquinaria de muerte estadounidense no tiene alternativa más que proteger sus apuestas y armar ambos lados de la división; India-Paquistán (Foreign Affairs, 13/5).
Esta es la clásica crisis de gestión de un decadente imperio estadounidense. Y mientras, Cachemira sigue siendo el cementerio de la rivalidad nacionalista – y punto ardiente donde las tensiones regionales podrían aumentar hasta una guerra total.
¡El nacionalismo mata, que viva el internacionalismo!
Trabajadores en India, Paquistán, y Cachemira deben rehusarse a pelear por los patrones, la “autodeterminación” nacionalista bajo el capitalismo es un fraude. Nosotros necesitamos construir el Partido Laboral Progresista. Solo uniendo a los trabajadores, a través de las fronteras, en un solo partido, podremos aplastar las fronteras artificiales inventadas por los capitalistas.
El camino hacia la paz y la liberación no pasa por la legislatura de los gobernantes, los juzgados o los ejércitos nacionalistas. Pasa por organizaciones revolucionarias, dictaduras proletarias y la abolición de todos los estados capitalistas. Nuestra opción es clara, el comunismo o masacre capitalista. Nosotros apoyamos a todos los trabajadores, jóvenes y soldados en Cachemira, India y Paquistán y en todos lados. ¡Aplastemos las fronteras capitalistas! ¡Que viva la revolución comunista internacional bajo la bandera roja del PLP!
Condado de Los Ángeles, CA, 28 de abril - Tras meses de negociación y casi un mes sin contrato, más de 55.000 trabajadores representados por el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU) 721 se declararon en huelga en una histórica huelga de 48 horas. Histórica porque es la primera vez que todos los departamentos del Condado de Los Ángeles (LA) se declaran en huelga al mismo tiempo. Como comunistas y miembros del Partido Laboral Progresista (PLP), sabemos que ni siquiera el mejor contrato sindical puede garantizarles a los trabajadores los salarios y las condiciones laborales que merecen, porque los patrones siempre pueden arrebatarnos aquello por lo que luchamos con tanto esfuerzo. Aun así, la huelga demuestra el inmenso poder que tiene la clase trabajadora cuando nos organizamos juntos. Cuando damos un paso más y luchamos por un estado obrero, ¡nada puede detenernos!
La construcción de bases es clave
Esta huelga es el resultado de meses de organización. En septiembre de 2024, la mayoría de los afiliados votó a favor de autorizar una huelga por prácticas laborales injustas. La huelga estaba programada originalmente para el 10 de octubre, pero se pospuso indefinidamente cuando la gerencia acordó comenzar las negociaciones del contrato anticipadamente. En febrero y marzo de este año, miles de trabajadores realizaron piquetes de práctica en el área de servicio de 4.084 millas cuadradas, ya que el final de nuestro contrato se acercaba rápidamente sin un acuerdo tentativo a la vista.
Durante meses, combatimos la flagrante falta de respeto de la gerencia en la mesa de negociaciones mientras seguíamos preparando a nuestros compañeros para la inminente huelga. Como trabajadores dedicados a servir al público, muchos dudaban en irse. Algunos no eran afiliados al sindicato, mientras que otros plantearon críticas válidas al sindicato, sintiéndose olvidados por este en favor de algunos de los departamentos más grandes. De hecho, la aparente negligencia del sindicato hacia nuestro departamento fue una de las razones por las que nuestros afiliados se habían mostrado reacios a participar en las labores sindicales.
Cuando se anunciaron los sitios oficiales del piquete, nos consternamos al ver que solo dos de los cinco sitios que solicitamos estaban en la lista. Después de revisar la lista para encontrar los mejores sitios para nuestro departamento, decidimos que necesitábamos al menos uno de los tres sitios rechazados. Un miembro del PLP tomó la iniciativa para que el piquete se llevara a cabo. Organizando con compañeros de trabajo, miembros de una antigua organización de masas y miembros de la comunidad, 25 personas salieron a piquetear todo el día. Si hubiera estado en la página web del sindicato, habría habido aún más participación, ya que había una gran franja de vecindarios en esa zona del condado que no tenían sitios de piquete. Al final, nuestro departamento tuvo que cerrar la mitad de sus ubicaciones durante la huelga, y organizamos contingentes en tres piquetes, incluyendo el organizado y liderado por un miembro del PLP.
Los liberales son el principal peligro
Más de 10.000 trabajadores inundaron el centro de Los Ángeles para una manifestación y marcha frente a la reunión de la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles. Las cinco supervisoras, incluida la exsecretaria del Departamento de Trabajo, Hilda Solís, son mujeres y mayoritariamente demócratas, a pesar de ser elegidas como candidatas independientes. A pesar de sus supuestas posturas progresistas sobre los derechos de los trabajadores y los servicios públicos, los políticos demócratas supervisan la represión sindical, el desplazamiento de trabajadores de sus hogares y el mantenimiento del sistema penitenciario más grande del país. Bastiones políticos demócratas como California y la ciudad de Nueva York —sede de Rikers Island, la colonia penal más grande del mundo— son un claro testimonio de la brutalidad racista de los políticos liberales y del peligro fascista que representan para la clase trabajadora.
El futuro es brillante
De aquí en adelante, diez nuevos compañeros han tenido acceso a CHALLENGE, y les daremos seguimiento con invitaciones a próximos eventos. La falta de atención sindical hacia nuestro departamento está cambiando poco a poco. Tras la negociación del contrato, el presidente del sindicato prometió reunirse con los miembros para hablar sobre nuestras condiciones y preocupaciones. Por supuesto, si los trabajadores no se unen y presionan, nada cambiará. Organizarse para esta huelga ha motivado a nuestros compañeros a actuar y no solo a hablar.
Las negociaciones del contrato continúan sin un acuerdo tentativo, pero la organización no se detendrá ahí. Hemos demostrado el poder de la acción colectiva y seguiremos luchando por mejores condiciones para nosotros y para el público al que servimos. Al mismo tiempo, quienes formamos parte del Partido Laboral Progresista nos organizaremos para deshacernos de este sistema capitalista de una vez por todas y reemplazarlo con un sistema dirigido por y para la clase trabajadora: el comunismo.
- Information
- Imprimir
Lección de Scottsboro parte 1: Sólo la lucha puede hacer retroceder la injusticia racista
- Information
- 24 Mayo 2025 170 visitas
Este artículo es la primera parte de una serie de cuatro partes sobre los Scottsboro Boys. Las partes I y II coinciden con la celebración del 160.º aniversario del Juneteenth, el día en que los trabajadores negros esclavizados de Texas finalmente descubrieron su “libertad”, más de dos años después de la promulgación de la Proclamación de Emancipación. La farsa racista del caso de Scottsboro forma parte de una larga e ininterrumpida cadena de violencia racista, forjada durante la trata transatlántica de esclavos, y es inseparable del propio sistema capitalista.
Las Partes III y IV nos ayudarán a prepararnos para nuestro proyecto anual de verano. Este año celebramos el 50.º aniversario del Proyecto de Verano de Boston de 1975. Ese verano, el Partido Laboral Progresista (PLP), de tendencia comunista, jugó un papel fundamental en la lucha contra los nazis locales y sus aliados políticos racistas, que atacaban a jóvenes negros que eran trasladados en autobús para desegregar las escuelas para blancos en Boston. El movimiento movilizó a la juventud trabajadora y a los miembros de la comunidad en una lucha militante inolvidable contra el capitalismo racista y la violencia estatal.
En 1931, durante la Gran Depresión, nueve jóvenes negros fueron acusados falsamente de violar a dos mujeres blancas en un tren de carga en Alabama. Las dos mujeres blancas, pobres y de bajos recursos, fueron presionadas por los jefes racistas locales y sus policías para que mintieran contra los jóvenes negros. Una de estas mujeres se retractó posteriormente y se unió al Partido Comunista y a la lucha contra el racismo. Los jóvenes, de entre 13 y 19 años, viajaban en tren en busca de trabajo. Fueron rápidamente condenados por un jurado compuesto exclusivamente por blancos. Ocho fueron condenados a muerte, otro episodio cruel en una larga historia de linchamientos y casos amañados. Sin embargo, el Partido Comunista de Estados Unidos (PC) inició y lideró una lucha mundial que involucró a millones de personas para evitar su ejecución y liberar a los “Scottsboro boys”.
La NAACP intensifica el anticomunismo
Los padres de los nueve jóvenes encarcelados apreciaron el respeto y la igualdad que los miembros del Partido les brindaron, a diferencia de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP), que intentó hacerse cargo del caso y los tildó de “ignorantes” al rechazar sus argumentos anticomunistas. Los padres participaron en decenas de manifestaciones organizadas por el PC en una campaña mundial para lograr la libertad de sus hijos.
Al mismo tiempo que estos jóvenes negros eran perseguidos injustamente, se desarrollaba una intensa discusión interna en el Partido Comunista de los Estados Unidos. El objetivo de esa lucha era unificar a los miembros del Partido para convertir la lucha contra el racismo en un problema de masas y liderar batallas de clase multirraciales para contrarrestar su uso por parte de los patrones para dividir a la clase trabajadora. Los comunistas sabían, tras la depresión económica mundial, que la unidad de los trabajadores negros y blancos era crucial para cualquier movimiento revolucionario que buscase derrocar al capitalismo, fuente de la miseria económica generalizada de todos los trabajadores.
El CPUSA contraataca contra el racismo vulgar
Los rojos también sabían que, históricamente, el uso del racismo, tanto antes como después de la esclavitud, siempre había sido la clave de la existencia de niveles de vida extremadamente bajos para los trabajadores blancos y niveles inhabitables para los trabajadores negros. Una semana después de que los organizadores del PC en el Sur se enteraran de los arrestos en Scottsboro, el periódico del PC, el Daily Worker, publicó un editorial que decía que el montaje era «parte de una campaña de terror contra los trabajadores negros, los agricultores y aparceros empobrecidos del Sur, para ‘enseñarle al negro su lugar’, para que no se uniera a sus camaradas naturales, los trabajadores blancos y los agricultores pobres de Estados Unidos, en su lucha contra el hambre y el dominio de los patrones».
Cabe destacar que el PC utilizó el caso para exponer el sistema de opresión racista tanto en el Sur como en el Norte, incluyendo el sistema de “justicia” racista. También lo utilizó para promover la unidad entre negros y blancos en la lucha contra un sistema capitalista que había sumido a millones de personas en el desempleo y la pobreza extrema. El PC señaló que el capitalismo había creado y se había beneficiado del infierno racista que sufrían millones de trabajadores negros, y que la lucha por la liberación de los jóvenes de Scottsboro era solo una batalla en la guerra para acabar con el capitalismo y construir una sociedad sin racismo.
El PC explicó a los trabajadores blancos que la solidaridad de clase era necesaria para combatir la explotación capitalista, y que el primer paso para forjar esta solidaridad era luchar contra la opresión especial de los trabajadores negros. Cada miembro del Partido era responsable de plantear el caso de Scottsboro ante cualquier sindicato, grupo vecinal o consejo de desempleados al que perteneciera.
Cientos de estas organizaciones aprobaron resoluciones y donaron dinero para apoyar la lucha. El enfoque del CP en el caso se puso de manifiesto durante un enfrentamiento entre un Consejo de Desempleados liderado por el CP y un propietario del Bronx, Nueva York, quien exclamó: “¡Arreglaré la plomería y pintaré los pasillos, pero no puedo liberar a los chicos de Scottsboro!”.
Las probabilidades de detener los asesinatos legalizados y liberar a los nueve jóvenes eran enormes. Casi todos los periódicos sureños de la región se habían sumado al esfuerzo de condenar a los acusados de Scottsboro antes de su juicio. Un ejemplo de la “objetividad” del racismo es la siguiente descripción del “crimen”: “el más atroz jamás registrado en esta parte del país, una corrupción generalizada de la sociedad”. El informe continuaba diciendo que la violación “olía a selva” y a la “más vil corrupción africana”.
Los líderes liberales negros defraudan a los jóvenes de Scottsboro
Esta serie de artículos analizará el papel de las dos principales estrategias de defensa en este caso: la Defensa Laboral Internacional (ILD) y la NAACP. Estudiaremos las diferentes estrategias en relación con las cuestiones de la protesta masiva, el racismo institucional, la lucha por reformas legales y el uso de los tribunales para fomentar la conciencia y la lucha política.
Los organizadores de la Defensa Laboral Internacional (DIL), liderada por el PC, tuvieron que primero entablar amistad y luego convencer a los padres (en su mayoría madres) de los adolescentes para que apoyaran una estrategia de lucha masiva para exigir la libertad de sus hijos. Tuvieron que superar el miedo que el terror de los linchamientos había inspirado, especialmente entre los trabajadores negros del Sur. Pero estos valientes padres acogieron con entusiasmo la DIL. Una madre de Scottsboro comentó que lo que más le gustaba de los rojos era su promesa de “deshacerse de este supuesto gobierno y del gran jefe”.
La ILD también tuvo que luchar contra los líderes traidores de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP), quienes lucharon contra la ILD por la dirección política y legal del caso. Walter White, secretario nacional de la NAACP, prometió a los padres “el apoyo de las personas blancas más adineradas de Alabama”. White defendió al ineficaz abogado defensor alcohólico, afirmando que había hecho “una defensa honesta de los chicos”.
Las diferencias entre la NAACP y la ILD eran fundamentales. En primer lugar, la NAACP intentó ignorar el caso porque “los violadores desprestigiaban a la raza” y solo se interesó en él cuando la ILD empezó a trabajar en él. En segundo lugar, la NAACP y la ILD tenían una postura clasista totalmente distinta sobre el caso. White, de la NAACP, les dijo a los chicos que se trataba de una “turba de blancos de clase trabajadora” que casi los lincha en Scottsboro, y les prometió que si se aliaban con la NAACP contarían con “el apoyo de las personas más ricas del estado”. La ILD hizo hincapié en la represión tanto clasista como racial del caso y lo puso en conocimiento de los trabajadores de todo el mundo.
El desprecio de la NAACP por la clase trabajadora negra moldeó sus contactos con sus padres, al igual que el respeto de los comunistas por los trabajadores moldeó sus contactos. Cuando los trabajadores negros eligieron a la ILD en lugar de la NAACP, el líder de la NAACP, Pickens, describió a los padres como «los animales más estúpidos y tontos que he tenido el privilegio de conocer».
Los padres respondieron, tanto a la amabilidad personal como a las ideas políticas. “No me pueden tratar mejor que los Rojos”, escribió Janie Patterson, uno de los abogados de la ILD. Su carta estaba firmada: “De una de los Rojos, Janie Patterson”. Otra madre, la Sra. Montgomery, escribió que lo que más le gustaba del programa comunista era la promesa de “deshacerse de este supuesto gobierno y del gran jefe”.
Los padres reaccionaron con enojo a las difamaciones de la NAACP contra ellos. «No somos tan ignorantes como para no reconocer a un grupo de mentirosos y farsantes cuando nos encontramos con ellos, y no somos tan ignorantes como para saber que si dejamos que la NAACP cuide a nuestros hijos, morirán».
La diferencia clave entre las estrategias de la ILD y la NAACP residía en que esta última se oponía a toda lucha política, tanto dentro como fuera de los tribunales. Se oponía a las manifestaciones en defensa de la juventud negra incriminada, argumentando que esto solo alejaría a la élite liberal sureña, la supuesta “mejor gente” en la que se apoyaba la NAACP.
- Information
- Imprimir
Nueva Jersey: No hay políticos buenos en un sistema fascista
- Information
- 24 Mayo 2025 30 visitas
Newark, NJ - 9 de mayo—Un movimiento multirracial, liderado por trabajadores, contra el centro de detención privado de ICE, Delaney Hall, fue cooptado por una protesta en respuesta al arresto del alcalde de Newark, Ras Baraka, durante su campaña a la gobernación. El Partido Laboral Progresista (PLP) y sus aliados estuvieron presentes para alimentar la confianza comunista de nuestra clase y rechazar el espectáculo de proclamar a Baraka como salvador. Planteamos la necesidad de una revolución: el liderazgo masivo de los trabajadores como la solución para acabar con las detenciones racistas, las deportaciones y todas las fronteras impuestas por los patrones.
Los PLPeístas demostraron cómo funciona el poder comunista al construir sobre nuestra base con trabajadores, estudiantes y miembros de la comunidad (gente con la que hemos luchado en varias luchas locales) para agudizar la política de la manifestación con nuestros propios cánticos.
La política identitaria liberal se enfrenta a la unidad de masas multirraciales antirracistas
“¡Oye , oye, jo, jo! ¡Los centros de detención tienen que desaparecer!”, empezó a corear una joven musulmana antes de que los simpatizantes de Baraka la silenciaran rápidamente. Se conformaron con que el Partido Demócrata controlara el micrófono y gritara “¡Libertad para Ras!” y el eslogan vago y seguro “Sin justicia, no hay paz”.
La base política de Baraka se compone principalmente de trabajadores negros y latinos a quienes Baraka, un político negro, ha proporcionado empleo a cambio de su apoyo. Baraka utiliza el poder político de su identidad común con los trabajadores para servir de escudo ante el capital millonario y las fuerzas del orden que vienen a aterrorizar y desplazar a cientos de miles de trabajadores más en la ciudad.
Al principio, la mayoría de la multitud guardó silencio. Hicimos una pausa y explicamos que, por muy elocuentes que fueran las palabras de cualquier político, ningún político puede frenar el avance del fascismo. Entonces, los trabajadores comenzaron a vitorear. Sintiendo la llama, coreamos: “¿Quién nos apoya?”. Los trabajadores no necesitaron que les enseñáramos el resto del cántico. Respondieron: “¡Nosotros los apoyamos! ¿Quién nos protege? ¡Nosotros nos protegemos!”.
Tras convencer a media docena de trabajadores negros, latinos y blancos amigos para que esperaran la oportunidad de corear algo más contundente, presenciamos cómo una joven valiente fue silenciada. A partir de entonces, nos unimos y la apoyamos. A pesar de las amenazas, esta valiente trabajadora y los miembros del PLP se inspiraron mutuamente para ser valientes y luchar. Justo antes de que Baraka se marchara tras ser liberado, comenzamos a corear “¡¿Qué hacemos cuando los inmigrantes están bajo ataque?!” y la multitud gritó “¡Levántate, lucha!”.
Fascistas abiertos o fascistas liberales, lo mismo: detener, deportar, dividir
El arresto de Baraka ocurrió frente al centro de detención Delaney Hall durante una protesta donde él y otros funcionarios del Partido Demócrata intentaban ingresar al centro para inspeccionarlo y fueron acusados de allanamiento. Delaney Hall es propiedad de Geo Group, una enorme empresa penitenciaria privada con instalaciones de ICE en todo Estados Unidos. La administración racista de Trump otorgó en febrero un contrato de 15 años por valor de mil millones de dólares a Geo Group para operar Delaney Hall.
Un trabajador en la protesta compartió: “Esto demuestra cómo el imperialismo estadounidense está implosionando”. Es cierto. Las divisiones en la clase dominante estadounidense se están volviendo más peligrosas. El arresto de Baraka envalentonó a Trump y a los miopes y aislacionistas “Pequeños Fascistas” del Partido Republicano contra el Partido Demócrata, respaldado por los “Grandes Fascistas”. Al sector de la clase dominante estadounidense que suele contar con el respaldo de los republicanos lo llamamos “Pequeños Fascistas”, y su miopía se debe a que tienden a estar más interesados en acumular riqueza rápidamente para ponerse al día, en ostentosos actos de terrorismo, son erráticos en su compromiso de proteger al imperialismo estadounidense en el extranjero y quieren eliminar los gastos asociados con el gobierno de la clase trabajadora, evidenciado por el reciente intento de recortar la financiación. En comparación, llamamos “Grandes Fascistas” al sector de la clase dominante estadounidense respaldado por los Demócratas debido a la amenaza que representan para la clase trabajadora con sus amplias conexiones con el capital financiero en todo el mundo.
Hace menos de un año, Baraka usó a los policías racistas de Newark para atacar a los estudiantes de Rutgers y destruir el campamento más antiguo contra el genocidio israelí de trabajadores y jóvenes palestinos. El arresto y la deportación de trabajadores y estudiantes inmigrantes que se resisten es una pequeña muestra de la violencia fascista que se avecina. Esto ocurre mientras un mundo de aspirantes de jefes aguarda la derrota del imperialismo estadounidense, que se acerca a la Tercera Guerra Mundial con los imperialistas chinos.
Los grandes Demócratas fascistas más peligrosos, desde Baraka hasta AOC, intentan construir unidad con los trabajadores para apoyar a los trabajadores indocumentados. Los pequeños Republicanos fascistas más racistas y desquiciados intentan construir unidad con los trabajadores contra los trabajadores indocumentados. Todos ellos existen para proteger las ganancias de los patrones. ¡Jamás dirán que las naciones solo sirven a los patrones, no a los trabajadores!
Construir una base masiva de combatientes comunistas para derrotar a los constructores del fascismo
Los vecinos comprometidos con la construcción de un sindicato de inquilinos y con el aprendizaje sobre la política comunista del Partido Laboral Progresista reconocieron la necesidad de presentarse.
Debemos luchar para deshacernos del liderazgo erróneo de los políticos. Simultáneamente, debemos combatir todo el sistema de lucro que se alimenta de estos campos de concentración. ¡Fortalecer el PLP y su base de millones de combatientes comunistas en torno a estas ideas es el camino hacia un mundo completamente nuevo para la clase trabajadora internacional! ¡Únete a nosotros!
- Information
- Imprimir
Los trabajadores del transporte frenan en seco a NJ
- Information
- 24 Mayo 2025 32 visitas
El 16 de mayo, los maquinistas de locomotoras de New Jersey Transit decidieron contraatacar a sus jefes corruptos y declararse en huelga. Esto ocurrió después de que las negociaciones entre el sindicato y la gerencia fracasaran y las bases votaran en contra de un acuerdo previo. Aunque el sindicato llegó a otro acuerdo provisional dos días después, este momento sigue siendo significativo. Fue la primera vez que se declararon en huelga desde 1983. Nueva Jersey estaba paralizada.
Las huelgas son escuelas de comunismo. Cuando los trabajadores se declaran en huelga, se agudizan las contradicciones entre patrones y trabajadores, se exponen los límites de la reforma y se les da una muestra de su poder colectivo. Es un entrenamiento para la organización que los trabajadores necesitan para frenar este sistema. Con los comunistas del Partido Laboral Progresista (PLP) a su lado, mostrándoles el camino, pueden llevar las cosas más lejos, luchando por un nuevo mundo donde nosotros estemos al mando. ¡Únete a nosotros!
Estos ingenieros no han conseguido un nuevo contrato ni un aumento desde 2019. A pesar de ello, han mantenido el sistema en funcionamiento (trasladando a unos 350.000 residentes de Nueva Jersey cada día) mientras soportan equipos deficientes, negligencia gerencial y condiciones inseguras, especialmente durante los peores días de la COVID-19.
Como era de esperar, el director ejecutivo de NJ Transit, Kris Kolluri, ha difamado a estos trabajadores por atreverse a retener su trabajo. Los ha acusado de “tener al estado como rehén” por querer ganar más de su salario base de $89.000, una cantidad apenas alcanzable en el área metropolitana de Nueva York. Mientras tanto, su propio salario anual asciende a $280.000. Además, NJ Transit malgastó más de $400 millones en una nueva sede completamente innecesaria hace solo unos años.
Kolluri y el gobernador Phil Murphy ahora usan la vieja excusa de que si los ingenieros obtienen el aumento que exigen, el estado tendría que extender aumentos similares a otros trabajadores de NJ Transit. Pero los ingenieros pertenecen a un sindicato distinto al de los conductores y demás personal; es una excusa débil que busca dividir y retrasar el proceso.
Como trabajador en la ciudad de Nueva York, conozco bien esta estrategia. Los jefes de la Autoridad Metropolitana de Transporte nos han difamado repetidamente por exigir un salario digno, mientras se enriquecen con nuestro trabajo. Nos dejaron morir cuando llegó la COVID-19. Nuestros equipos fallan constantemente debido a la negligencia y el mal mantenimiento.
Estos trabajadores están dando un primer paso contundente, pero pueden ir más allá. La lucha no es solo por mejores contratos. Es por un sistema donde nosotros, los trabajadores, controlemos todo. ¡La lucha es por el comunismo!