La siguiente carta es de un participante del proyecto Alabama.
    El Partido Laboral Progresista (PLP) ha estado apoyando a los mineros del carbón en Tuscaloosa, Alabama, mientras continúan su huelga de nueve meses contra Warrior Met Coal Company, la huelga más larga en la historia del estado. Están luchando contra condiciones que amenazan la vida en el trabajo para tener un contrato que garantice un mejor salario y cobertura médica. 1.100 trabajadores blancos y negros han estado trabajando juntos mientras continúa la intimidación y la violencia armada de traidores y un apagón casi total de los medios de comunicación sobre la huelga.
    El fin de semana pasado, dos grupos de profesores, estudiantes y simpatizantes patrocinados por el Partido Laboral Progresista de la Costa Este ayudaron a preparar comidas, bolsas de regalos, regalos y decoraciones para una fiesta de Navidad en el salón del sindicato para las familias de los mineros. La participación fue increíble y las familias disfrutaron de las festividades.
     Tuvimos el privilegio de conocer a una de las familias de los mineros en su casa mientras eran entrevistados sobre la huelga y la experiencia del minero entrevistado trabajando en Amazon. Desde el principio, fuimos recibidos con la hospitalidad y el entusiasmo sureños.
     A lo largo de las discusiones, la preparación para los eventos y la participación del partido, la unidad multirracial y multigeneracional estuvo en plena vigencia. Los abuelos y los niños ayudaron y han sido partes vitales del esfuerzo de huelga.
     Durante la fiesta, los PL’ers se reunieron y discutieron el DESAFÍO con una minera negra y su esposo e hijo. Todos los involucrados tuvieron un papel y derrotaron las expectativas de los organizadores de la Auxiliar de Trabajadores Mineros Unidos de América. Cada aspecto reforzó y sirvió de ejemplo para todos los trabajadores que luchan contra el sistema capitalista.
     Puede haber otro viaje a Alabama en los próximos meses, ya que los mineros esperan continuar su huelga. Incluso un contrato acordado en enero de 2022 todavía los dejaría sin pago durante varias semanas (ya que el papeleo y el procesamiento funcionan de manera ineficiente, un elemento básico del capitalismo). Hasta entonces, el PLP seguirá solidarizándose con los mineros y todos los trabajadores en huelga por el mínimo indispensable que es rechazado por el sistema capitalista quebrado.

El año 2021 afirmó cómo los trabajadores de todo el mundo están hartos de este sistema enfermizo. El capitalismo funciona según esta lógica: los capitalistas se benefician de la explotación y la división, destruyéndonos o matándonos, y luego usan las reformas para estrangular cualquier conciencia de clase trabajadora en ascenso. Cuando recordamos que 281 millones de trabajadores han sido infectados por Covid-19 y 5 millones están muertos, nos damos cuenta de cuán letales son las reformas para nuestra clase. Nada menos que el comunismo inmunizará a los trabajadores y jóvenes de los horrores de este sistema de ganancias.
     El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, está dando vibraciones belicistas; firmó sus intenciones para el Año Nuevo con una factura militar de $768 mil millones, la más grande desde la Segunda Guerra Mundial (NYT, 21/12). Adiós guerra de 20 años en Afganistán, hola preparación para la Tercera Guerra Mundial. Mientras los patrones de EE. UU., China y Rusia preparan guerras nucleares, será a expensas de la clase trabajadora. ¿Los trabajadores no han experimentado lo suficiente? ¿Será que nuestras vidas solo importan cuando los jefes dicen que importan?
     La despreciable clase dominante nos presiona para que “volvamos a la normalidad” (ver página 2) mientras en nuestras escuelas y trabajos nos enfermamos en masa, los hospitales se llenan de niños infectados con Covid-19, se acercan los desalojos, con la aplicación de la policía.
     Si aprendimos algo de 2021, es que, si una sección de nuestra clase está bajo ataque, ese ataque pronto se extenderá a otra. Así funciona el sistema infeccioso del capitalismo. Para acabar con el Covid-19 y este sistema racista y sexista para siempre, debemos pensar y actuar colectivamente a través de las fronteras. Eso es por lo que lucha el Partido Laboral Progresista (PLP): un mundo comunista internacional donde las necesidades de TODOS los trabajadores son primordiales.

Despertad, trabajadores: ¡huelga, levantarse, rebelarse!
Mientras los patrones exigen más productividad durante la pandemia, los trabajadores declararon NO MAS y se declararon en huelga contra las condiciones laborales asesinas, convirtiendo sus lugares de trabajo en escuelas para el comunismo.

Colombia: Los PLPistas protestaron junto a trabajadores y estudiantes en medio de la crisis capitalista y están pasando a la clandestinidad para construir la lucha comunista. Nuestra clase lideró paros nacionales en terreno contra la muerte por pandemia, el desempleo, las subidas de impuestos que llenan los bolsillos del presidente Iván Duque Márquez. Nos rebelamos contra los circos electorales mientras empujamos a los trabajadores a luchar por una revolución dirigida por los trabajadores.

Alabama: Los trabajadores en Washington D.C., la ciudad de Nueva York y Nueva Jersey respondieron al llamado del PLP para unirse en solidaridad con los trabajadores negros de los almacenes que se están sindicalizando en Bessemer, AL e hicieron viajes para unirse con los mineros negros y blancos justo en la calle desde el almacén de Amazon.
     Una delegación de estudiantes y profesores de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY) se reunieron con mineros en huelga de Warrior Met Coal. Desde abril del año pasado, los mineros han estado en huelga por salarios más altos, beneficios y tiempo libre después de que la empresa rompiera las negociaciones con su sindicato local. Uno de los propietarios de Warrior Met Coal es Black Rock, un importante inversionista en los centros de detención de ICE e invitado de honor en un evento universitario de CUNY. ¡Mismo enemigo, misma lucha! Los estudiantes viajaron y aprendieron de sus esfuerzos, generando confianza en la capacidad de los trabajadores para alimentarse y cuidarse unos a otros durante la lucha.

Ciudad de Nueva York: Los estudiantes y profesores de CUNY marcharon para sacar al Klan en Azul de la universidad John Jay y del estado carcelario por completo.
     Después del asesinato, el entonces presidente Jovenel Moise, los PLPistas en Brooklyn mostraron su solidaridad con los trabajadores en Haití y los temas candentes del desempleo masivo, el hambre, la necesidad de agua potable, vivienda digna, atención médica y educación en la isla.

Haití: Después de otro terremoto devastador, los PLPistas dirigieron esfuerzos de ayuda mutua con alimentos, agua, evaluación de daños e intercambio de ideas comunistas.

Chicago: 2000 trabajadores protestaron contra el liderazgo demócrata y negro de Chicago encabezado por la alcaldesa Lori Lightfoot y la fiscal estatal Kim Foxx por su participación en el asesinato policial de Adam Toledo, de 13 años, y el terror estatal contra los trabajadores negros y latinos.
     Miles de trabajadores de la salud, en su mayoría mujeres negras y latinas, en el condado de Cook se declararon en huelga contra los cortes de servicios racistas y el cierre de hospitales.

Newark, NJ: Los camaradas nuevos y veteranos están construyendo y ofreciendo liderazgo comunista a las familias negras y latinas de clase trabajadora que luchan contra el terror policial y el deterioro de las condiciones de vivienda. El verano pasado, los PLPistas dirigieron un proyecto de verano con grupos de acción de estudio basados en estas luchas, denunciando el engaño liberal del alcalde Ras Baraka.

La única solución es la revolución comunista
Aunque este es un período de muerte y detrimento masivo, ha sido un tiempo de responsabilidad para que los comunistas mantengan los lazos y la unidad con los trabajadores, dirijan grupos de estudio dialéctico y conviertan las luchas de reforma en escuelas para el comunismo. Los trabajadores PUEDEN dirigir una sociedad comunista; ya estamos poniendo en práctica ese potencial, pero debemos luchar entre nosotros contra las ideas egoístas e individualistas que dicen que los trabajadores tienen la culpa de nuestras condiciones. Nada cambiará nunca si confiamos en políticos capitalistas y egoístas.
      Para algunos, enero de 2021 estuvo lleno de alivio porque el presidente de EE. UU. Biden se alejaría del covid-19, borraría la deuda de préstamos estudiantiles y los trabajadores, documentados o indocumentados, recibirían cierta protección y apoyo en la pandemia. Sin embargo, cada día que nos despertamos, se exponen más las verdaderas intenciones de los patrones capitalistas y su liderazgo que se desmorona.
     Con esta comprensión, junto con el liderazgo colectivo, los trabajadores deben continuar levantándose y haciendo huelga por mejores salarios, protecciones para los trabajadores y dar una idea de cómo podemos convertir una guerra mundial inminente en una guerra de clases, una guerra de clases por un futuro comunista. ¡Un mundo comunista donde el pensamiento, la construcción y la estrategia internacional y colectiva es la única forma de romper esta pesada cadena racista y sexista! ¡Únase al PLP para hacerlo realidad!

NEWARK, NJ – Un grupo multirracial de mas de 25 trabajadores se plantaron en el centro de Newark para demandar la inmediata liberación de Justin Rodwell, y que se desestimen todas las acusaciones contra los hermanos Rodwell/Spivey. El departamento de policía de Newark ha estado acosando, molestando, persiguiendo, aterrorizando y arrestando a miembros de la familia Rodwell/Spivey desde junio del 2021, cuando policías encubiertos ilegal y brutalmente pararon y catearon a un miembro de la familia y los hermanos Rodwell/Spivey y sus vecinos valientemente intervinieron.
     El Partido Laboral Progresista (PLP) y nuestros hermanos de clase han estado luchando en Newark por siete meses, hasta que se haga justicia para la familia Rodwell/Spivey y para trabajadores alrededor del mundo. Al final de cuentas, solo una revolución comunista podrá, realmente, romper nuestras cadenas. Pero hasta que eso suceda los plantones como el que organizamos propaga las idear revolucionarias del PLP. También han desarrollado nuevos lideres obreros y fortalecido su confianza en que la clase trabajadora construya un movimiento comunista masivo en vez de depender en los políticos, como el alcalde racista de Newark, Ras Baraka.

Plantón enfatiza la lucha en vez de las reformas liberales
La señora Rodwell, junto a su hijo y militantes del PLP estuvo ahí, algunos vestían camisetas con la leyenda ‘Libertad para Justin, Acabemos con el terror Policial’ mientras que otros cargaban pancartas, posters con mensajes contra el sistema judicial racista.
     El plantón demandaba la inmediata liberación de Justin, pero también describía el papel esencial del terror policial contra trabajadores negros y la necesidad de la unidad multirracial para luchar. Un orador relato historias de trabajadores acosados y asaltados por el departamento de policía de Newark. ‘Por eso estamos aquí. Porque necesitamos responder a estos ataques y creemos que podemos luchar para ganar este caso…También estamos aquí para luchar por un mundo mejor para la gente negra, latina, toda la gente [obrera]. Luchar por un mundo comunista”.
     La señora Rodwell atrajo la atención de compradores cuando relataba el ataque a sus hijos. Hablo de la unidad de la clase trabajadora, “Cuando estoy aquí defendiendo los derechos de mis hijos, también estoy defendiendo los derechos de ustedes y de todos”. Sus palabras surgieron de semanas de organizar y hablar a los trabajadores de Newark.
Confiemos en la clase trabajadora – No en los políticos
Otra oradora conecto las luchas contra las leyes que afectan a las personas sin hogar, promocionadas por el alcalde de Newark Ras Baraka. Este liberal seudo líder, esta demandando que quienes alimentan a las personas sin hogar paguen un permiso, falsamente diciendo que la comida la están contaminando con Fentanil. Un repugnante intento de satanizar a las personas sin hogar, y un asqueroso ataque contra la solidaridad de la clase trabajadora. También es una treta de la administración Baraka para apaciguar a los desarrolladores que siguen gentrificando Newark y deshaciéndose de las personas sin hogar. Los políticos nunca se preocuparán por mejorar la vida de la clase trabajadora.
     Organizando la lucha creamos confianza en la clase trabajadora. Eso hicimos por varias semanas antes del plantón. Fuimos a los barrios por todo Newark. Distribuimos volantes, hicimos contactos y escuchamos historias de los trabajadores sobre sus experiencias con el departamento de policía de Newark y las oficinas del Essex County Sheriff. Después de pasar volantes, la señora Rodwell dijo a militantes del PLP: “Mucha gente me dijo que vendrían, pero no llegaron…Ustedes vinieron a mi y me dijeron vamos”. Reconoció nuestro esfuerzo de organización, pero, fue su liderato el que se desarrollo durante este periodo. Ella es una respetada líder en muchos de los barrios. Los trabajadores se acercaban para abrazarla y darle su información de contacto. Una mujer se llevo mas volantes para pasarlos en su peluquería.
     Su liderato también floreció en el comité de defensa. Después de que muchos en la cárcel local se contagiaron de covid-19 y de algunas peleas, se propuso encontrarse con otros trabajadores que tienen familiares en la cárcel donde se encuentra Justin. Fortaleciendo la moral del equipo de apoyo y consiguiendo paginas llenas de contactos. Durante esta lucha, renovamos nuestra confianza en cada uno de nosotros y vimos como sería un mundo comunista, dirigido por la clase trabajadora.

Reformas liberales son trampas para los trabajadores
En el plantón, un candidato a alcalde promocionaba la idea de conseguir poder de citación para el consejo Newark Civilian Complaint Review Board (CCRB) y que votemos por los políticos que puedan hacer que “la policía trabaje para nosotros, porque es necesaria”.
     La clase trabajadora aun confía en estas reformas liberales. Grupos liberales de Newark; como People’s Organization for Progress y el Newark NAACP están promocionando el CCRB. Es su solución para resistir el terror policial. También es una de las alternativas de Baraka. Algunos capitalistas financieros liberales (grandes fascistas, ver glosario) ven a estos consejos de revisión como una alternativa a la lucha antirracista. Es una manera de quitarle la energía y el coraje a la clase trabajadora por medio de una artimaña burocrática. También promueve la idea que la policía pueda servir a la clase trabajadora. Es una ilusión. Desde Colombia a Nigeria, la policía siempre ha sida un arma de la clase capitalista gobernante. Un consejo de revisión civil podría cambiar la apariencia de la vigilancia policial, pero no cambiaria la esencia de la misma.

La clase trabajadora necesita lideres antirracistas revolucionarios
La clase dominante trabaja arduamente para convencer a los trabajadores a que apoyen a los políticos y sus reformas liberales. Lo mejor que nos pueden dar, es unas cuantas migajas cuando estamos hambrientos. Esta lucha no solo esta desenmascarando a muchos de estos seudo lideres liberales, también esta creando luchadoras obreras como la señora Rodwell – a eso le tienen miedo los patrones.

BROOKLYN, NY, 15 de diciembre—La lucha continua para hacer que el antirracismo sea la prioridad en los deportes universitarios en el campus de varias escuelas en John Jay, los estudiantes tomaron la iniciativa en un foro virtual que atrajo a casi 100 participantes. Organizado por padres, maestros y estudiantes, el foro, “¿Somos uno?”, brindó a los estudiantes la oportunidad de alentar a los adultos en el campus, incluidos los miembros del Partido Laborista Progresista, a ser autocríticos sobre los esfuerzos de integración del programa atlético, que ha decepcionó a varias estudiantes atletas negras y latinas. En su impulso por mejorar esos esfuerzos, los estudiantes también exigieron que el antirracismo y la colectividad, no las victorias y las derrotas, sean las principales medidas de una temporada exitosa para un equipo deportivo.
    El liderazgo de la juventud negra, los más brutalmente atacados por este sistema racista, sigue siendo central en este proceso. Construir equipos antirracistas e integrados dentro y fuera de la cancha es una forma de romper las divisiones racistas normalizadas por el Departamento de Educación (DOE) y la Liga Atlética de Escuelas Públicas.
     Bajo el capitalismo, la competencia es tan común que rara vez notamos su daño. Fomenta el individualismo egoísta y socava la solidaridad de clase. Los comunistas luchan por un mundo donde todos los trabajadores puedan alcanzar su máximo potencial en cuerpo y mente.

Unidad multirracial versus elitismo
Armado con una orgullosa historia de lucha, el equipo de voleibol femenino de John Jay ha estado en el quid de la lucha contra la brecha de oportunidades racistas en los deportes juveniles. En todo caso, estas tensiones se han intensificado durante la pandemia. En el año escolar 2020-2021, la mayoría de los estudiantes de escuelas secundarias públicas de Nueva York asistieron a la escuela virtualmente y se suspendieron los programas deportivos universitarios. Muchas de las atletas negras y latinas que habían jugado en el exitoso equipo de voleibol femenino John Jay el año anterior no tenían forma de practicar o desarrollar sus habilidades. Luego, en el otoño de 2021, el PSAL integró una cuarta escuela del campus en el programa atlético John Jay: la elitista Millennium Brooklyn High School. También metió a la aún más elitista Millennium High School de Manhattan en el programa John Jay. (En años anteriores, las dos escuelas Millennium habían seguido el libro de jugadas del apartheid del DoE y formaron su propio equipo segregado, aunque utilizaron las instalaciones de John Jay).
     En las pruebas de voleibol femenino del otoño pasado, el impacto de la desigualdad racista del capitalismo fue brutalmente obvio. Los jugadores de las dos escuelas Millennium, que son predominantemente blancos o asiáticos y de clase media, tenían la ventaja de jugar para equipos de clubes privados cuando se cerraron los deportes de las escuelas públicas. En su mayoría, las jugadoras negras y latinas de las otras escuelas de John Jay carecían de esa oportunidad: no podían pagar los miles de dólares que cobraban los clubes privados. Fueron efectivamente dejados de lado por la fusión de los programas. Los entrenadores y miembros del PL en John Jay no pensaron en cómo apoyarlos.
     Durante el foro, las jugadoras y su entrenador pintaron diferentes imágenes de la temporada. Dando crédito a dos jugadoras negras por traerle sus preocupaciones e ideas, el entrenador reconoció que su antigua forma de entrenar era problemática. Dijo que reconoció que estaba atrapado en una contradicción entre luchar por el antirracismo e interpretar a las chicas que habían perfeccionado sus habilidades en el circuito de clubes privados. Hubo algunos desarrollos positivos durante la temporada. Los entrenadores y atletas trabajaron para fortalecer los lazos entre las jugadoras. Se formaron algunas amistades multirraciales.
     Pero en la cancha, la mayoría de las atletas negras y latinas jugaron relativamente poco durante la temporada regular, y menos aún en los playoffs de este año, donde John Jay perdió en la final del campeonato de la ciudad. El impulso para ganar, para ser “élite”, tuvo prioridad sobre la unidad antirracista y el desarrollo de todo el equipo. Este error fue más doloroso para las jugadoras negras y latinas que rara vez jugaban. Pero también perjudicó a las chicas que más jugaron, porque las puso por encima del equipo y les impidió unirse verdaderamente con las jugadoras en la banca. También alimentó el elitismo y la segregación de facto que plaga el campus de John Jay, donde un subdirector racista de Millennium es conocido por vigilar las escaleras y ahuyentar a los estudiantes negros y latinos de “su” piso, incluso cuando están tratando de ver la enfermera de la escuela.

¡Los estudiantes tienen el poder!
Las estudiantes atletas de John Jay son poderosos. A veces, las víctimas del racismo solo sienten rabia y frustración, e impotencia para hacer una diferencia, pero no estas jóvenes. Como dijo uno de ellos: “La administración y PSAL le fallaron a los niños negros y latinos este año. Les dijeron que los protegerían y no lo hicieron”. Estos organizadores antirracistas han sido audaces en sus demandas y liderazgo para impulsar los esfuerzos de integración de John Jay más allá del programa deportivo. Varios estudiantes valientes dieron un paso al frente en el foro para exponer otros incidentes racistas. Cuando robaron un cartel de «Palestina libre» del «muro de solidaridad» de un club en Millennium y luego lo grabaron en video, la respuesta del director que no hacía nada fue pedirle al club que agregara un cartel de «Proteja a Israel» en el muro: ¡para defender a los patrones sionistas y su propio apartheid vicioso! Cuando los estudiantes negros informaron que un estudiante blanco en John Jay Law estaba publicando comentarios racistas en las redes sociales, la administración les dijo que no permitieran que las “palabras” los lastimaran.
     ¡Pero los estudiantes se están defendiendo! Reprendieron a los administradores de la Ley y señalaron que las palabras racistas han llevado históricamente al terror racista en esta nación construida sobre el salvajismo de la esclavitud. Hablaron de su falta de voluntad para ser pasivos frente al terror estatal racista contra los negros, y de cuánto habían aprendido de los millones de manifestantes que salieron a las calles después de que George Floyd fuera asesinado por los kkkops racistas. Han distribuido una lista de demandas para avanzar en la unidad multirracial en todo el campus. Se están elaborando planes para unir la lucha en Millennium con el resto de John Jay invitando a los líderes de la protesta a unirse al Campus Council, el gobierno estudiantil de las cuatro escuelas.
     La principal contradicción en las escuelas capitalistas es entre los estudiantes y los patrones de la educación. Para aplastar este sistema podrido, los estudiantes deben movilizarse para unirse con la clase obrera internacional para destruir el estado de los gobernantes y todas sus instituciones, para hacer una revolución comunista. Por ahora, nuestro trabajo es apoyar los esfuerzos de reforma de estos estudiantes, ayudarlos a organizarse y profundizar su comprensión del racismo y cómo finalmente puede ser derrotado.

Todos los trabajadores ganan con el comunismo
Sabemos que el capitalismo se alimenta del racismo y nunca lo eliminará. Solo una lucha multirracial para aplastar el capitalismo puede llevarnos a una nueva sociedad libre de racismo, sexismo y explotación. ¡Ese sistema es el comunismo!
     Lo opuesto a la competencia capitalista es la colectividad comunista, un sistema que crea ganadores sin perdedores. El PLP se está organizando en más de dos docenas de países para el comunismo, inspirándose en los primeros estados obreros de la Unión Soviética y China, que promovieron la participación masiva en los deportes con el espíritu de solidaridad de la clase trabajadora. El eslogan de la Revolución Cultural China lo decía todo: “Primero la amistad, segundo la competencia”.
     Los comunistas luchan por un mundo donde todos los trabajadores alcancen su máximo potencial en cuerpo y mente. ¡Lucha por el comunismo! ¡Únete al PLP!